Del boletín “Astro Información” Del Observatorio Astronómico Nacional
21 de junio Solsticio de junio da inicio al invierno
Solsticio, es un término astronómico que relaciona al Sol



Solsticio, es un término astronómico que relaciona al Sol y su posición con respecto al ecuador celeste y que designa los cambios estacionales que marcan la llegada del invierno y verano, donde se observará una marcada diferencia entre el día y la noche respectivamente. En los Solsticios, los rayos del Sol alcanzan su punto más lejano del norte o del sur de la Tierra y caen verticalmente sobre los trópicos (23° 27' al norte y sur del Ecuador). La palabra solsticio deriva del latín solstitium y significa permanecer quieto, ya que esta posición parecería que en su movimiento aparente, el Sol se detuviera entre el 18 al 23 de junio de cada año dando inicio al invierno en nuestro hemisferio y el verano en el hemisferio norte.
El invierno es la estación más fría del año y sus características son inevitablemente definidas en contraste con las otras estaciones, ya que durante los días invernales las temperaturas son más bajas y hay menos horas de luz solar. Estas características se acentúan a medida que nos alejamos de los trópicos y nos acercamos a los círculos polares.
En algunas regiones del planeta, según su latitud, altitud y determinadas condiciones meteorológicas, se puede observar la caída de nieve.
LOS PRINCIPALES MOVIMIENTOS DE LA TIERRA
La Tierra está dotada de dos movimientos principales estrechamente relacionados con el clima y sus variaciones: traslación y rotación.
Traslación, es el recorrido que efectúa nuestro planeta en torno al Sol, fuente de calor que regula todo el proceso climático terrestre. Nuestro planeta orbita alrededor del Sol en un plano que se lo conoce como “plano de la eclíptica” y tarda en completar una órbita 365 días 5 horas, 45 minutos, 3.6 segundos y a esto lo conocemos como año.
Rotación, es el movimiento que ejecuta la Tierra sobe su eje imaginario que pasa por los polos y que produce el día y la noche, con la consiguiente influencia en los procesos atmosféricos.
El eje de rotación de la Tierra no es perpendicular al plano de la órbita que describe alrededor del Sol, sino que está a 23° 27' inclinado con respecto al mismo. Se debe a esta inclinación la desigualdad de los días y las noches y la sucesión de las estaciones: invierno, primavera, verano y otoño.
INICIO DEL INVIERNO
El 21 de junio a las 10 horas 57 minutos (hora boliviana), el Sol alcanzará los 23,5 grados de latitud norte lo que marca el inicio de la estación más fría del año en nuestro hemisferio, como así también el día más corto y la noche más larga del año, al mismo tiempo en el hemisferio norte se inicia el verano con el día más largo y la noche más corta del año, a partir de esa fecha para nosotros comienza a acortarse en beneficio de días más largos, en la medida que el Sol en su movimiento aparente, comienza a regresar hacia el Ecuador y el hemisferio sur.
El solsticio de invierno es un evento más en el continuo viajar de nuestro planeta alrededor del Sol,
dándonos la pauta de las estaciones: Invierno, primavera, verano y otoño.
El solsticio de invierno es un evento más en el continuo viajar de nuestro planeta alrededor del Sol, dándonos la pauta de las estaciones: Invierno, primavera, verano y otoño.
MÁXIMA ACTIVIDAD SOLAR REGISTRADA
EN EL OBSERVATORIO ASTRONÓMICO
La Sección Solar del Observatorio Astronómico Nacional, lleva registrando diariamente las manchas solares desde el año 1999, para ello se utiliza el telescopio reflector AZT-7 de 20 cm. de diámetro con el método de proyección.
MANCHAS SOLARES
La observación de la superficie del Sol denominada fotósfera nos muestra detalles significativos, como las denominadas manchas solares que son zonas del Sol que se encuentran más frías que la parte que las rodea, pero con gran actividad magnética a unos 4000 grados centígrados, más frías comparado con los 6000 grados centígrados que hay de temperatura media en la superficie solar. Esta diferencia de temperatura es suficiente para hacer que las zonas frías se vean notablemente más oscuras que las calientes. Esta actividad periódicamente crece y disminuye, de este modo fue descubierto el ciclo de la actividad solar que es de 11 años coincidiendo con el periodo de la mayor cantidad de manchas solares que es cuando nuestro planeta recibe mayor cantidad de tormentas solares, llamado máximo solar.
La cantidad de actividad solar, que incluye fenómenos como las manchas solares, las llamaradas solares y las eyecciones de masa coronal, aumenta y disminuye durante el ciclo de 11 años.
MÁXIMO SOLAR
Actualmente nos encontramos en el ciclo solar número 25, que alcanzará su punto máximo en 2025.
Según los registros de la semana del 22 al 26 de mayo del presente, la actividad solar se incrementó notablemente, el seguimiento diario realizado en el Observatorio Astronómico Nacional mostró la evolución de una mancha solar en particular, la identificada como AR3310, del tamaño de 4 planetas Tierra. Mancha solar que ya ha emitido una llamarada que podría formar auroras boreales, pero no causar más efectos sobre nuestro planeta.
Las manchas solares no suponen una disminución o incremento de temperatura en la Tierra, porque no hay diferencia apreciable entre la luz que emite el Sol cuando hay manchas y cuando no.
Sin embargo, no se puede decir lo mismo de otros efectos asociados a la complejidad del campo magnético en la superficie solar que interactúa con el magnetismo terrestre como ser: aumento de la actividad geomagnética que producen fabulosas auroras boreales, fenómeno en forma de brillo o luminiscencia que aparece en el cielo nocturno alrededor del círculo polar ártico e incluso auroras australes.
NO DEBEMOS TEMER
El fenómeno de la actividad solar no es nuevo, en los cinco mil millones de años que tiene nuestro Sol esto ha sido una constante, por lo que no debemos temer a los efectos que pueda causar en los seres humanos, lo que si debemos entender es que los fenómenos que antes eran vistos con temor, hoy deben ser entendidos como parte de la transformación del Universo, que gracias a la ciencia y al pensamiento racional que brinda la investigación astronómica, nos permiten desentrañar los misterios de la naturaleza.
SIMULACIÓN DEL IMPACTO • DE UN ASTEROIDE EN UNA CIUDAD
Esta simulación permite conocer cuáles serían los efectos que ocasionaría un impacto sobre una ciudad. Es posible que la información que nos proporciona esta simulación cause temor, pero también hay que tomar en cuenta que la posibilidad de que caiga un asteroide precisamente sobre cualquier ciudad es muy remota, por supuesto no se descarta, aunque podría ocurrir después de muchos milenios.
Si un asteroide de roca de unos 500 metros de diámetro a una velocidad de 17 km. por segundo con ángulo de impacto sobre la superficie de 45 grados impactara sobre una ciudad, dejaría en el suelo un cráter de 3,4 km. de ancho y 425 metros de profundidad.
La explosión sería equivalente a 12 giga toneladas de TNT, equivalente a 1 millón de bombas nucleares, como las que se lanzaron en Hiroshima y Nagasaki. Los edificios y casas a su alrededor serían destruidos dentro de un círculo de 99 km. Casi todos los árboles en un radio de 142 km. serían derribados y causaría un terremoto que se sentiría a 46 km. de 6 en la escala de Richter.
Esta simulación nos permite ver cuán devastador podría ser el impacto de un asteroide. Para estas simulaciones los asteroides son una buena opción ya que sus efectos son de gran alcance y también podría ayudar a apreciar mejor la necesidad de desviar asteroides como fue la misión DART de la NASA.
OBSERVANDO OBJETOS CERCANOS Y PELIGROSOS PARA LA TIERRA DESDE TARIJA
El Observatorio Tarijeño es parte de una red internacional de observaciones ópticas de estos objetos, la que está integrada por varios países de Europa, Asia y América.
ISON (International Scientific Optical Network), los objetivos principales de esta Red Internacional de observaciones ópticas científicas, son la observación de objetos espaciales cercanos y peligrosos para la tierra entre estos basura espacial y asteroides, actualmente esta red cuenta con 45 observatorios en 17 países con 100 telescopios de diferentes dimensiones.
Con la cooperación de instituciones astronómicas de la Academia de Ciencias de Rusia nuestro observatorio dispone de 3 telescopios para las observaciones astrométricas y fotométricas de estos objetos, los que permiten descubrir nuevos asteroides cercanos a la tierra y fragmentos de basura espacial, así como realizar su seguimiento para determinar con mayor precisión sus parámetros orbitales, predicción de impactos potenciales y estudiar sus propiedades físicas.