Un héroe sin desfile (II) Gral. Armando Ichazo Urquidi, héroe nacional (Tercera y última parte)
Peñaranda asumió como Comandante del ejército boliviano



MANIOBRA DE CAÑADA STRONGEST DIRIGIDA POR EL “MEJOR OFICIAL DE LA GUERRA”
Peñaranda asumió como Comandante del ejército boliviano en campaña el 14 de diciembre y entre sus primeras disposiciones estuvo el replegar el puesto de Comando de Muñoz a Ballivián, casi doscientos kilómetros de retirada en menos de 10 días.
El gobierno de Salamanca haciendo uso de toda su capacidad diplomática obtuvo una tregua que incomprensiblemente fue otorgada por el Paraguay, la tregua abarcó desde el 18 de diciembre de 1933 hasta el 6 de enero de 1934.
Al parecer el Paraguay entendía que la tregua serviría para que Bolivia reflexione al ver los nefastos resultados obtenidos hasta esa fecha y que decidirían el diálogo y la paz. Los bolivianos convencidos que el Paraguay agotó todas sus posibilidades de avance sobre el terreno, decidieron levantar sobre los restos de soldados liberados en Campo Vía el 3er. Ejército de la guerra del Chaco. Ambos ejércitos todavía darían al mundo el espectáculo de sangre y muerte por un año y medio más.
Empero la peor parte estaba siendo llevada por Bolivia. Concluida la acción de Campo Vía el Paraguay se da cuenta que la estrategia boliviana había consistido en replegarse para quedar atrincherados en el nuevo puesto de comando de Ballivían, teniendo al río Pilcomayo a la espalda y al ejército paraguayo al frente.
Estigarribia, comandante del ejército paraguayo junto a su estado mayor deciden que no era más que un foco último de resistencia del ejército boliviano y deciden cercar a las fuerzas bolivianas acantonadas en Ballivián. Desde marzo hasta mayo el ejército paraguayo establece nuevamente sus fuerzas de manera que llegado el momento oportuno todas cierren el cerco sobre las desmoralizadas fuerzas bolivianas. Sin embargo alguna oficialidad boliviana se da cuenta de la acción enemiga y los coroneles Rodríguez y Bilbao Rioja comprenden que este exceso de confianza de los paraguayos puede ser aprovechado para ser ellos los cercados.
En esta acción nuevamente relumbra la estrella de Armando Ichazo: “ para la reacción o contra maniobra boliviana en Cañada Strongest, se escogió al Mejor Oficial de la Guerra para situarlo a la cabeza de la acción principal, designación que se hizo en la persona del Teniente Armando Ichazo U., cuya labor extraordinaria nos permitió el gran triunfo de Cañada Strongest. Ocasión en la que tomó prisionero al Mayor Joel Estigarribia y a todo el Regimiento Escolta del Comando en Jefe enemigo. FDO. GRAL. DAVID TORO. EX JEFE DEL E.M.G. del Ejto.”(28)
La acción de Ichazo fue comandar el ataque al “reducto Estigarribia”, que retardaba el avance de la estrategia boliviana en pos de alcanzar a tomar a la mayor cantidad de fuerzas del ejército paraguayo. Con respecto a este accionar de Ichazo y el R.C.5 anotamos el acto de rendición de Estigarribia al comandante del Lanza: “En campo Rocha, día 25 de mayo de 1934, horas 12.30. El Capitán Joel Estigarribia, Comandante del Primer Batallón del R.I 16 “.Mariscal López” y sus oficiales: Teniente 2o Florentino Benítez Ortiz; Teniente Pedro Baez A., Teniente 2o Eugenio Quinteros; Teniente 2o José Mojica; Teniente 2° Pedro Halley; Teniente Leopoldo Brun; Teniente Juan B. Ortigosa y ciento ochenta de tropa, se rindieron incondicionalmente con sus armas y pertrechos, al R.C.5 “Lanza” a órdenes del Mayor Eduardo Paccieri Blanco, del Ejército boliviano, siendo acreedores desde este momento al trato que el derecho de gentes y la hidalguía boliviana reconocen al prisionero de guerra. En fe de la cual firma: Estigarribia (Capitán).- Mayor E. Paccieri B. (R.C. 5)”.(29)
De esta acción Armando Ichazo hace una descripción a solicitud del ex presidente de Bolivia Gral. Guido Vildoso, quien le solicitó un informe de lo ocurrido en Cañada Strongest, con carta desde Tarija el general Ichazo responde: “La principal misión me la dio el Coronel Ángel Rodríguez Jefe de Operaciones del Comanjefe, en efecto encabecé la maniobra de nuestra 9na. División y corté la retaguardia del enemigo (...) y me enviaron a socorrer a nuestra 2da. Columna que comandaba el bravo Mayor Desiderio Rocha. Me trasladé al lugar, ataqué a ese enemigo que había roto la línea de Rocha, le rompí su trinchera y tomé prisionero a ese Regimiento enemigo y a su Comandante el Mayor Joel Estigarribia. Esta vez me condecoró el Cnel. Ángel Rodríguez y me ascendió a Capitán, sin embargo salió la Orden General y no mi ascenso, se había opuesto nuevamente loro, pues creía que sobrepasaría a todos ellos:"(30)
Como en anteriores casos la historiografía boliviana que se ocupó de los detalles de estos combates, no cuentan en sus escritos la acción de Ichazo ya que al parecer quedan conformes con nombrar al R. Lanza de manera general. Por ello la importancia del documento firmado por David Toro que certifica la actuación de Ichazo en este escenario.
Pero la mayor injusticia que se comete con él es que la Orden General del ejército no reconoció el ascenso a Capitán que le otorgó el Cnel. Rodríguez, Jefe de Operaciones y junto a Bilbao Rioja, estratega de la maniobra de Cañada Strongest.
Concuerdan los autores bolivianos y paraguayos que el éxito de Cañada Strongest no fue el esperado pero que sí fue un gran tónico a la moral del pueblo y ejército boliviano. En esta sola batalla, Bolivia capturó a casi el 50% de todos los prisioneros paraguayos que tuviera producto de la guerra.(31)
La única herida de guerra, en la frente, que tuvo Armando Ichazo fue también resultado del desarrollo de esta batalla, sin embargo y a pesar de la gravedad de la herida no opuso su concurso cuando fue convocado para dirigir la maniobra de la 9na. División, obteniendo como resultado los prisioneros mencionados.
AMOR A SU PATRIA COMO FUENTE DE SU ENERGÍA EN LA GUERRA
Muy a pesar de las injusticias cosechadas a lo largo del conflicto su patriotismo no disminuyó, como recuerda el Dr. Ramiro Ruíz, amigo personal, “cuando yo le preguntaba que sentía en la guerra, me acuerdo que me decía el general Ichazo: siento rabia, bronca por cómo maltratan a mi patria, siento pena por Tarija y rabia por cómo nos tratan nuestros vecinos, por eso cuando peleaba no importaba si nos veían bien o mal, era un tema creo más personal.”(32)
El mismo Ichazo en varios pasajes de sus diversas obras señala que cuando veía la injusticia a la que sometían a Bolivia sus vecinos, sentía cada vez más energía, sentía que sus fuerzas redoblaban porque era una afrenta que nadie podía soportar.
Posterior a la acción en Cañada Strongest y siempre en el Reg. Lanza, el Tte. Ichazo es destinado a diferentes acciones destacándose su acción en la protección que dio a las tropas del Cuerpo de Caballería replegadas en la pesadilla que significó Picuiba; en el choque a campo abierto contra fuerzas paraguayas en Ñaguapa, frente a Capirenda; defensa de los pozos petroleros en Camatindi; en la defensa de Villa Montes y en la contraofensiva boliviana desde Boyuibe hasta Huirapitindi.
La envidia de algunos altos oficiales hizo que desde su intervención en Cañada Strongest se destinará a Ichazo, su Sección y luego su Compañía a escenarios donde no podría cobrar ningún protagonismo y muy a pesar de ello dónde intervenía generaba respeto y admiración, esto es tan cierto como que al momento de la desmovilización, cuando la guerra culmina Ichazo es reconocido por la oficialidad como uno de los líderes más legítimos salidos de las trincheras del Chaco, para bolivianos como para paraguayos. Una anécdota gráfica esta situación: cuando se produce la reunión entre los Comandantes del Ejército boliviano y paraguayo en Villa Montes, el Mariscal Estigarribia hace una solicitud especial a Peñaranda y es conocer a los oficiales del Reg. Lanza. Peñaranda hace llamar entonces a los más representativos de esos oficiales, Estigarribia saludaba de mano a cada uno de esos oficiales, sin embargo cuando le toca el turno frente al Tte. Ichazo se cuadra, le saluda militarmente y abrazándole le confía unas palabras al oído. Nadie nunca supo qué le dijo el Mariscal del Paraguay al oficial tarijeño, ni el mismo Ichazo rompió ese secreto sellado por un abrazo, entre los dos oficiales. Un secreto que ambos se llevaron a sus tumbas.
“OFICIAL DE LA VIEJA GUARDIA” Y LA REVOLUCIÓN DE 1952
Concluida la guerra del Chaco a diferencia de otros oficiales Armando Ichazo se vuelca íntegramente a su vida militar, niega su participación en golpes de Estado y en movilizaciones o asaltos al poder político, esto le granjea antipatías entre militares y civiles.
Su hoja de vida es impecable en este sentido:
Agosto de 1935 a junio de 1936: Comandante de Grupo del Reg. Lanza
Julio a diciembre 1936: Oficial de Sección del Estado Mayor
Diciembre de 1936 a mayo de 1937: Comandante de Grupo del Reg. Escolta
Mayo 1937 a octubre de 1938: Francia, cursos de especialización en el ejército francés, arma de Caballería
Noviembre de 1938 a agosto de 1940: Comandante del Reg. Castrillo
Agosto de 1940 a diciembre de 1941: Estado Mayor General del Ejército
Diciembre de 1941 a diciembre de 1943: Adjunto Militar en la Argentina
Enero a diciembre de 1944: Comandante del Reg. Bagé de Infantería
Enero 1945 a enero de 1946: Escuela Superior de Guerra Mariscal Santa Cruz
Enero 1947 a diciembre 1948: Estado Mayor General del Ejército
Enero 1949 a diciembre de 1949: Comandante de Casa Militar del Presidente
Febrero de 1950 a diciembre: Adjunto Militar en Chile
Enero 1951 a julio: Comandante de la Región Militar N°1
Agosto de 1951: Subjefe Estado Mayor General del Ejército
Septiembre de 1951: Jefe Estado Mayor General del Ejército
Octubre de 1951 a abril de 1952: Comandante Región Militar N° 5
8 de mayo de 1952: baja del Ejército boliviano
Producto de esta formación obtuvo los grados militares que en la guerra le habían negado.
12 de marzo de 1936: Capitán
31 de diciembre de 1940: Mayor
16 de mayo de 1946: Teniente Coronel
12 de enero de 1950: Coronel
La Revolución de 1952 encontró en Armando Ichazo un “oficial de la vieja guardia”, del que se podía prescindir y en consecuencia dispuso su baja. La particularidad, sin embargo, es que a diferencia de otros oficiales la baja de Ichazo fue sin ignominia. Quienes tenían la baja con ignominia fueron aquellos que habían opuesto resistencia militar a la revolución o luego de un proceso se encontró en su hoja militar hechos violentos o irregulares contra la población o contra el Estado, caso que no se dio en Ichazo.
Producto de esa baja y de la expropiación de las tierras heredadas por su familia en el Valle el Coronel Armando Ichazo toma la ruta del exiliado y parte al Perú, en un exilio que le duraría 11 años. Nada había ya que le agarrase a Tarija, a Bolivia. La patria por la que él había luchado prescinde de sus servicios y bajo el manto del exilio parte uno de los más importantes militares que tuvo Bolivia en su existencia.
“VOLVIENDO AL PAGO...”
“Durante la realización del desfile cívico de 6 de agosto 1964, encabezando a la Federación de Beneméritos y Excombatientes de la Guerra del Chaco, presentóse un señor de traje negro, esbelto, con sencilla apostura, carente de gesto olímpico, cuya parte izquierda de su paleto o americana llevaba cubierta de medallas y hasta un raro cordón. La mayoría de las gentes preguntaban acerca de quién se trataba. De cómo lucía tantas joyas militares. Realmente era un caso extraordinario en la Villa de Luís de Fuentes y Vargas. No se había visto nada igual en cantidad y calidad. El caso más tarde, en una actuación universitaria, se explicó por el ejército Boliviano que ha conquistado todas las condecoraciones al Mérito Militar en la Guerra del Chaco. Así cuenta desde la de Caballero, hasta la Gran Cruz con las que acabaron las reglamentarias. Pero tócale al Mayor Busch, antiguo jefe en la primera fase, por propia iniciativa, pedir y obtener para Ichazo la medalla del Cóndor de los Andes con el grado de “Comendador”, por méritos de guerra”(33) Así relata un testigo presencial del retorno al pago de Armando Ichazo, quien luego del exilio llegó directamente a Tarija e hizo su presentación pública como el más modesto de los soldados excombatientes bajo la bandera de la Federación de Beneméritos.
Entre los documentos particulares del General Ichazo se tiene una pormenorizada anotación de todas sus intervenciones públicas y acciones desde que llega a Tarija, así una primera etapa es la que dedica a la reorganización de la Federación de Beneméritos y la obtención de un local público que haga las veces de sede, esta actividad le ocupa hasta llevarle a entablar un juicio con el municipio, por la casa destinada a los beneméritos.
Posteriormente logra que el propietario (Francisco Moreno) de 12 hectáreas de terreno en la zona norte de la ciudad done esos terrenos para que se destinen a viviendas de los beneméritos que no poseían vivienda propia, actual barrio Defensores del Chaco.
Por estas y otras razones a fines del año 1974 es designado Prefecto del departamento de Tarija y en ese cargo vuelca toda su actividad en pos de objetivos concretos y alcanzables, alguno de esos logros:
· Inauguración y funcionamiento del hotel Prefectural
· Inauguración y funcionamiento del complejo educativo Manuel Belgrano
· Equipamiento y mobiliario a 16 unidades educativas del departamento
· Mejora en la infraestructura de 5 unidades educativas del departamento
Una actividad de dos años en los que impuso su energía y amor por esta tierra, luego de esa intervención en el cargo más importante del departamento dedica sus horas al estudio profundo y reflexión de los temas que hacen a la historia, presente y futuro de Tarija. De esta manera desarrolla proyectos de riego, colonización, granjas agrícolas, de explotación de minerales y cría de ganado que son presentados a las diversas autoridades departamentales y nacionales que ven en este héroe de la patria a un enérgico ciudadano que busca desarrollar las energías de la tierra.
Paralelo a estas actividades un fenómeno social venía surgiendo entre las filas de los ex combatientes. Todos recordaban al oficial bajo cuyo mando desarrollaron las más importantes maniobras en la guerra del Chaco y esos antiguos soldados vieron que fueron otros los que cosecharon esos méritos. La guerra del Chaco había sido generosa en otorgar generalatos a todo aquel que por mérito de guerra o que viendo la guerra desde Entre Ríos tuvo la habilidad de mezclarse con la política y los partidos triunfantes. Pero existía una injusticia y era que el "Mejor Oficial de la Guerra”, el que salvó al ejército boliviano en dos circunstancias trágicas y desesperantes había quedado en el grado de coronel, cuando excedía en mérito a muchos generales.
De esta manera la Federación de Beneméritos de Oruro, inicialmente, luego Cochabamba, Chuquisaca, Santa Cruz y Tarija solicitan desde mediados de la década de 1960 que se ascienda al grado de General al Coronel Armando Ichazo. El Ejército boliviano niega el ascenso por estar el oficial en servicio pasivo, ya que la otra posibilidad era ascenso póstumo, en este caso la única manera de ascender a General pasaba por un requisito que Armando Ichazo estaba lejos de buscar, su muerte. (¡)”
No satisfechos con estas respuestas la Confederación de Beneméritos de Bolivia solicita formalmente en 19 de septiembre de 1966 y 30 julio de 1974 al Estado Mayor de Bolivia que realice las gestiones necesarias para que se le otorgue ese ascenso al oficial Ichazo.
Ichazo tuvo un sino adverso en su carrera militar cuando de sus ascensos se trataba, pues cuando debía ascender a Capitán, en plena guerra del Chaco y a dos años de haber sido graduado Subteniente, las envidias de sus superiores le negaron esa posibilidad. Cuando debió ascender a Mayor por mérito de formación y trayectoria heroica, una revolución trunca ese reconocimiento. Lo mismo sucedía con el pedido de los beneméritos para que lo asciendan a General ya que dentro del Estado Mayor estaban personas vinculadas a aquellas que habían sido opacadas por Ichazo en la guerra, por lo tanto no podían dar más luz a quien había opacado a sus predecesores, en consecuencia el pedido fue negado dos veces.
Ante esta obstinada oposición inexplicable del Ejército boliviano, el Comité Cívico de Tarija toma la resolución de apoyar la gestión del ascenso. En coordinación con otras instituciones del departamento y el apoyo incondicional de los beneméritos de Bolivia envían solicitudes a todas las autoridades en el Min. de Defensa, en el Ejército, en la Presidencia de Bolivia, hasta que en un arranque de nobleza y justicia histórica, el Senado boliviano aprueba el ascenso por “méritos sobresalientes en la guerra” al grado de General de Brigada al hasta entonces Coronel Armando Ichazo. Caso contado -cuando no único- en la historia militar boliviana que un ascenso militar sea promovido desde las instituciones civiles y otorgado por el poder político ante la indiferencia del Ejército boliviano. El ascenso a General fue en octubre de 1985, con ello terminó una injusticia (que llevaba ya medio siglo) de la institución castrense boliviana con el héroe de la guerra del Chaco.
Dos hechos que podrían anotarse como anecdóticos pesaron en el espíritu de algunos Senadores de Bolivia para que se le otorgase este galón, el más alto de la carrera militar. El primero sucedió cuando Armando Ichazo estuvo de agregado militar en la Argentina, a raíz de sus contactos con militares de aquel país logró arrancar del gobierno de Perón que se declarase al Puerto de Rosario como zona Libre para el comercio de Bolivia (1942)
El segundo hecho fue además histórico pues en su condición de “Adicto Militar” en Santiago de Chile (1950) y a raíz de la amistad profunda con el Comandante del Ejército Chileno Gral. Div. Rafael Fernández Reyes obtuvo la mediación de tan alta autoridad militar para que el gobierno chileno devolviese los restos de Eduardo Avaroa, cuya urna fue trasladada a la ciudad de La Paz un 23 de marzo de 1952.
Estas gestiones más otras pesaron en la decisión que por unanimidad tomó el Senado de Bolivia para que se le ascendiera a General.
PATRIOTA TARIJEÑO
Es invitado en repetidas ocasiones a que represente al pueblo de Tarija en el Concejo Municipal, en el Congreso boliviano, como Ministro de Estado. En esas sus participaciones deja en claro su posición con respecto a Tarija como el departamento más afectado por la guerra del Chaco e injustamente tratado por el gobierno central. Este su amor imponente a Tarija le granjea una serie de contrariedades con representantes de otros departamentos que no comprenden el nefasto daño que hizo la guerra, y el olvido de sucesivos gobiernos, a Tarija.
Motivado en esta dolorosa situación el héroe reflexiona, analiza, estudia y somete a juicio los resultados que Tarija había conseguido en su historia colonial y republicana. Desliza sobre el papel sus primeras anotaciones y glosa a los autores que sobre la historia tarijeña habían escrito.
Uno por uno va construyendo sus argumentos. Uno por uno va desmontando el relato que sobre Tarija habían escrito autores poco informados. Al ver a la distancia y en proyección histórica la relación de Tarija con los poderes en la colonia y de Tarija con los poderes en la república concluye que el daño mayor fue hecho en los últimos tiempos. Tarija sufrió en la colonia pero obtuvo por mérito propio un reconocimiento y un espacio en el mundo, mientras que bajo la república Tarija fue absorbida y destazada en sus territorios, en sus aspiraciones, en sus sueños...
De tarde en tarde, esas bellas tardes tarijeñas cerca al ocaso, un caballero mayor, de traje oscuro las más de las veces o en mangas de camisa cuando la temperatura es alta, recorre las calles de la ciudad. Circunspecto, serio de rostro, erguido y de avanzar continente pisa el viejo empedrado de la ciudad. De rato en rato una sonrisa sincera aflora en su rostro y es que ha encontrado un amigo, un conocido. Pronto a saludar estrecha con efusividad la mano del interlocutor y presta toda la atención en ese breve espacio en el que la amistad aflora. Luego llega a su vivienda, ingresa a su estudio, paredes tapizadas, antiguo y Victoriano escritorio, libreros de roble, toma asiento y repasa unos manuscritos concluidos esa mañana. Los mira. Atentamente recorre lo escrito corrige un adverbio, quita un artículo, ubica pertinentemente un verbo. Borra una fecha, corrige un nombre, revisa una cifra. Está a punto de terminar uno de los documentos cuya atención y cuidado le llevó más de 4 años. Ya es jubilado pero eso no significa que haya perdido energías, éstas están frescas pero la acción ya no es la guerra. Ahora la estrategia es la enseñanza de un pasado glorioso a las nuevas generaciones de tarijeñas y tarijeños, para que se sientan orgullosos de lo que son y eviten los errores que se hubieran cometido.
Nuevamente revisa el documento, entusiasta y conforme ve un manuscrito con más de 30 hojas, las ordena e igualándolas a todas con un golpe en la mesa, pone delante de todas una hoja en blanco. Toma una lapicera azul está por escribir pero se detiene. Deja la lapicera azul y alza la de color rojo, piensa, mira y escribe en la hoja en blanco: “Los grandes asaltos al territorio tarijeño”.
Es el título que da a esos manuscritos donde ha sistematizado y en pulcro lenguaje ha escrito lo que fue Tarija como un cuerpo social - geográfico en la colonia y lo que quedó de ello en la república. Como nadie antes -y pocos después- apoyado en datos, autores, testimonios, procesos, detalla la acción de la sociedad tarijeña para avanzar metro a metro en todas las direcciones con el fin de extender el cuerpo geográfico que sería la base del desarrollo económico de esta tierra. Divide su trabajo en tres partes, la primera es justamente la incursión de los tarijeños y su hálito vivificador en las tierras del Chaco Austral, Central, Boreal, la Chiquitanía, los Andes y el desierto. Cómo y quiénes desarrollaron esas actividades, cuáles eran sus objetivos y cuáles eran los medios que utilizaron. Religión y conquista son como dos brazos que abrazan tierras ignotas y que partiendo desde Tarija van incorporándose poco a poco al mundo colonial desarrollado por, y desde, Tarija.
la segunda parte está vinculada a la posibilidad cierta que tuvo Tarija de constituirse en un autogobierno, territorio con poder de decisión política propia, al finalizar la guerra de la independencia, describe las riquezas mineras, madereras, agrícolas que la inmensidad del territorio tarijeño podía dar a sus pobladores. Hace énfasis en la abundancia de agua y tierras, suficiente para desarrollar un propio Estado autónomo. Pero también reflexiona y trata de entender el pensamiento de los tarijeños de ese tiempo y el porqué de las decisiones tomadas.
Finalmente aborda la parte más dantesca de la historia tarijeña y es la que tiene que ver con las pérdidas territoriales, con Estados vecinos, con departamentos vecinos. Concluye que dando a todos un pedazo Tarija no hizo más que ubicarse en una condición de sometida y esclavizada, región dependiente en absoluto de poderes lejanos e indiferentes para con ella, en consecuencia declara que nada es más importante para el tarijeño y la tarijeña que apropiarse de su historia y fortalecer su identidad a través de ella.
Esta obra hoy rara avis, debe quedar en algún estante de libros llena de polvo e injusto olvido. Entre los documentos dejados por el General Ichazo y en poder de la familia Paz Martínez, sólo quedan unas cuantas hojas mecanografiadas, y menos hojas manuscritas, con correcciones hechas por el autor a los costados de las mismas. De ahí extractamos el resumen que precede este párrafo.
Posteriormente encara la tarea de escribir un texto que resuma su experiencia militar estratégica en la guerra del Chaco, la experiencia que es necesaria transmitir a los nuevos cadetes en formación, los yerros y aciertos del mando en campaña. La metodología aplicada por el ejército paraguayo, la táctica y estrategia del ejército boliviano. Todo un compendio de enseñanzas que ayudarían a la ciencia militar de los nuevos cadetes del Colegio Militar. El documento lleva el nombre de: “El asedio del Chaco y sus enseñanzas militares” (1965). A pesar de su deseo y haber concentrado en el documento lo más objetivo y puro de la ciencia militar aplicada en la guerra del Chaco; cuando propone la impresión y consecuentemente la incorporación de ese documento dentro de la currícula del cadete militar boliviano, tropieza nuevamente con envidias, tramoyas, suspicacias, intrigas que hacen “perder” el trámite en tres oportunidades y que en la cuarta le dan una respuesta que no era positiva ni negativa, que “aplazaban para una mejor circunstancia la impresión del documento”. Anotando en esa respuesta palabras como “agradecer, patriotismo, entereza” que en el contexto de la respuesta dada al héroe eran huecas y sin sentido.
Sin embargo esa indiferencia con la que se trataba a un patriota que había entregado su juventud en defensa de su patria, no era particular contra él
Cada vez que le tocaba intervenir en un Congreso de ex combatientes de la guerra, cada día que asistía a la sede de beneméritos, cuando los encontraba a su paso en las calles de su vieja ciudad, cuando se enteraba de la muerte en soledad y abandono de los antiguos soldados de la guerra del Chaco, sentía que el abandono, la injusticia y la indiferencia no eran sólo contra él, era contra todos los que habían entregado su vida y sus mejores fuerzas y años en defensa de esta tierra.
Sólo se les recordaba en una fecha del año, se les hacía desfilar y les regalaban una ilusión de mejores días. Vio cómo algunos “afortunados” tenían los favores de escritores e historiadores que elevaban incienso, mirra y loas a personajes que no tuvieron la “gran actuación” con la que se hacían figurar en esos textos que profusamente daban a conocer...
Reconcentrado en su fuero interno, tranquilo de mente y corazón, templado en las batallas de vida, que su existencia le diera. Sintió que Bolivia no estaba aprendiendo de la lección sangrienta. Entrevió que se caía en los mismos errores de años previos a la guerra del Chaco. Se ensalzaba la petulancia, el cortinado, el brillo del metal lustroso, pero no el valor, la verdad y la humildad del verdadero soldado de la guerra. Bolivia no estaba aprendiendo la lección...
Convencido de su responsabilidad para con las generaciones venideras decide redactar un documento, tal vez más modesto que los anteriores, pero en el que pondría aquello que él presenció y de lo que fue actor. De esta manera el mes de junio de 1977 empieza la redacción de la obra con la que más le recordarían en Bolivia: “Acciones y hombres olvidados (Bolivia heroica) (1981).
Libro medular de prosa rápida y enérgica. La modestia del autor hizo que lo escribiera en segunda y tercera persona, anotando con lujo de detalles las acciones de guerra más emblemáticas de la gesta chaqueña. No duda en anotar yerros y aciertos de los oficiales bolivianos y paraguayos, la circunstancia política y social que rodeaba el escenario dantesco de la guerra, las debilidades, sacrificios de un pueblo, de un ejército en campaña y el heroísmo de los soldados rasos que fueron los que llevaron el peso de esa tragedia
Gracias a la intervención de dos de los más consagrados artistas y hombres de cultura tarijeños, Roberto Echazú y Roberto Barja, se logra que la universidad Juan Misael Saracho apoyase el proyecto de impresión del trabajo histórico y en una edición limitada se imprime la obra sobre la guerra del Chaco que más resonancia tuvo en el escenario nacional e internacional y que fuera escrita por un autor tarijeño.
La hora crepuscular. El alba. Los rayos solares dibujan en las nubes allá en lo alto caprichosas figuras. Reposa nuestro héroe la cabeza en una pequeña almohada, su compañera de pie recorre las cortinas y abre las ventanas que dan al balcón. Una brisa, oxígeno fresco y puro, inunda impetuosa el dormitorio.
Ese aroma le hace volver a su niñez allá en Valle de la Concepción. Le recuerda a su madre, su padre, los amigos de juegos, los compañeros de escuela. Le recuerda esas albas frías que junto a sus familiares recorrían la zona de Toldos para cruzar a la Argentina arreando cabezas de ganado.
Ese momento mágico en que el oxígeno puro ingresa a sus pulmones, momento en que recuerda su niñez, momento en que recuerda a su madre..
La sístole contundente acelera la presión cardíaca, sin embargo cuando piensa en todo lo que hizo desde aquella tarde lluviosa en que partió del Valle, la diaslole se manifiesta relajando ese cuerpo enérgico, adormeciendo en un sueño profundo ese ser convencido de haber hecho su parte y haber cumplido su responsabilidad ante su familia, ante Dios y ante su patria.
El sol está alto ya. Dormido y relajado profundamente cruza en su mente una racha de figuras que le atemorizan, ve, como en sueños, los fantasmas que asediaron a su patria, desfilan ante sus ojos, traiciones, deslealtades, miserias, intrigas, felonías,... ¡De golpe se sienta en la cama! Afuera la ciudad ha comenzado a rodar su actividad hace rato ya. Él se acerca al balcón, un changuito vendedor de periódicos grita las noticias del día, entre esas noticas escucha algo así como la intervención de autoridades de un departamento vecino en territorio tarijeño...
Baja rápido las gradas, llama al changuito vendedor adquiere el periódico y lee ahí en la puerta de la vivienda, azorado la noticia que señala que autoridades del departamento de Chuquisaca decidieron posesionar a Corregidores de comunidades establecidas en el departamento de Tarija. El periodista autor de la nota amplía la misma señalando que por denuncia de pobladores de Entre Ríos pudo conocerse que supuestas autoridades de aquel departamento señalaban tener suficiente respaldo legal para tomar esos territorios como parte de Chuquisaca y en consecuencia disponer el cambio de autoridades comunales.
No cree lo que sus ojos leen. Cierra los ojos y en un instante surgen en su memoria las imágenes que eran parte de esa pesadilla que tuvo momentos antes Se resiste a creer y sin darse cuenta suelta el periódico y siente que sus fuerzas le abandonan, está a punto de caer cuando es sostenido por los brazos de su compañera, quien había presenciado la extraña escena desde el patio interior de la casa.
La información no es falsa. Con el correr de los días llegan más datos e informes complementarios señalando que ganaderos y comunarios se vieron en la obligación de tramitar sus respectivos títulos de propiedad en la ciudad de Sucre y que desde entonces debían pagar impuestos en aquella capital. La zona en conflicto está al norte de la provincia O´Connor, donde el paralelo 21 indica los límites de uno y otro departamento. Son aproximadamente 900 kilómetros los que se encontrarían afectados. 900 kilómetros que el departamento de Tarija estaría perdiendo y Chuquisaca estaría ganando.
“¡No importa si es un metro o son 900 kilómetros. Es territorio tarijeño!” Truena la voz de Armando Ichazo en una reunión convocada por el prefecto de entonces en el salón rojo. La situación es compleja. Bolivia está atravesando el momento de mayor crisis económica, la inestabilidad social es campo dispuesto a prenderse en hoguera inmensa que puede llevar a una lucha fratricida. Sin embargo no podía permitirse una afrenta de esta magnitud. Tarija no lo podría tolerar. Por descuido o dejadez, territorio tarijeño fue entregado a países vecinos, a departamentos vecinos. Esa acción aciaga no podía repetirse una vez más.
El prefecto del departamento entiende lo delicado de la situación, su capacidad política le hace ver que Tarija en ese momento cuenta con la suficiente documentación para mantener sus derechos en la zona en conflicto, pero muchas veces la documentación fue insuficiente... y en un instante de inspiración profunda decide conformar una Comisión de Límites del Departamento contando para el efecto con personalidades que en su ámbito son referentes nacionales e internacionales. Aspecto que de entrada le daba legitimidad y peso propio a Tarija para hablar de igual a igual con cualquier otro sobre los intereses en conflicto.
En consecuencia convoca y apela al patriotismo de distinguidas personalidades para que en esa hora ominosa defiendan a Tarija. Así envía invitaciones a:
Carlos Morales Ávila, abogado, descendiente directo del héroe de Canchas Blancas, Lino Morales, e influyente personalidad en el ámbito político, civil y militar, de Bolivia. Emblemático estudioso de la historia tarijeña, reconocida personalidad de la ciencia y la academia en Bolivia, tanto en instituciones civiles como militares.
Gerardo Maldini, franciscano, tal vez y en el momento la autoridad mayor en cuanto a conocimiento de la historia chaqueña. Referente de nombre mundial sobre la materia y uno de los pocos sobrevivientes de aquellos legendarios misioneros que conquistaron el Chaco y sus poblaciones desde Tarija.
Juan de Dios Paz, contador, antiguo poblador de Entre Ríos, asiduo a la historia, su biblioteca es tesoro de consulta obligatoria para quien quiere adentrarse en el conocimiento de las comunidades indígenas, para quien quiera conocer con propiedad la historia de la antigua provincia Salinas, su extensión, su población, su incidencia en la conformación del Chaco y de los departamentos vinculados a él.
Leonardo Braniza, ingeniero, era en la hora tal vez él más capacitado para entender y explicar la geodesia aplicada en el mundo para definir límites. Sin embargo otro de los fuertes de Braniza era su vinculación con la paleontología, sus estudios en todo el ámbito nacional fueron insuperados durante mucho tiempo, y en algunos casos se mantienen por la calidad que imprimió el investigador. Su nombre estuvo vinculado a diferentes instituciones referenciales como la Academia Nacional de Ciencias, de la que fue fundador. En igual condición participó de la fundación de la universidad Juan Misael Saracho.
Antonio Mogro Jofré, abogado, descendiente de uno de los más feroces defensores de la integridad tarijeña en los debates de 1898. Destacado y combativo articulista. Benemérito condecorado y referente de las luchas cívicas tarijeñas en la década del 50 y 60, del siglo XX; y Armando Ichazo Urquidi, militar ¿Quién podía en Bolivia tener una voz más autorizada y contundente para definir problemas de la patria?
Esta Comisión trabajó de manera ad honoren un año entero hasta que presentaron un documento conclusivo y que elevado al conocimiento del Prefecto y de éste al Presidente bastó para que el gobierno central adopte una medida prudente que fue la orden para que el Instituto Geográfico Militar realizase el amojonamiento sobre el paralelo 21, estableciendo científicamente el límite interdepartamental.
La presentación del documento final estuvo a cargo del Presidente de la Comisión, Carlos Morales A., y del Vicepresidente Armando Ichazo U. La sola mención de los nombres de los integrantes de la comisión tarijeña fue suficiente para que todo otro intento por revisar la decisión del IGM quedase en nada. Esta es su última actuación pública en defensa de su tierra. Cumple de esta manera una vez más su deber con su patria tarijeña.
LA HORA NONA
Con exactitud no se sabe por qué el General Ichazo era afecto a la selección francesa de fútbol. Sus descendientes políticos afirman que es por el tiempo que estuvo en Francia y por el afecto que tomó a esa tierra en sus años de estudio. Otras personas señalan que la pasión por la historia y los grandes estrategas militares hicieron de él un fervoroso admirador de Napoleón en consecuencia de Francia, incluido su fútbol.
Corría el año 1998, año justo en que celebraban el mundial de fútbol en Francia. El General Ichazo recostado en un sillón de la sala observa el partido final de ese campeonato y deleites que hacen con la pelota esos jugadores de la antigua Lutecia. Las emociones del gol le hacen vibrar ese corazón fuerte pero agotado por todo lo vivido. El árbitro del partido señala el punto central de la cancha, el juego ha terminado. Francia es la campeona del mundo en fútbol. El General da un vigoroso salto y queda en pie feliz de haber asistido a un encuentro deportivo histórico. Sus acompañantes entienden esa alegría y la comparten. El General se sirve un vaso de agua, toma despacio como si estuviese degustando un vino añejado de su Valle querido, deja la copa, abre la puerta de la sala y luego de despedirse de sus acompañantes marcha para su dormitorio. Cae la noche.
El reloj estaba por dar las 18:30, el General Ichazo siente una ligera punzada en el corazón, recuerda que su madre le dijo en sus años de niñez que cuando a un padre o una madre le duele el pecho es porque uno de sus hijos está con pena o está triste. Pero sus hijas están lejos, aquel matrimonio del año 1939 que le diera tres hermosas hijas terminó hace muchos años, y hace muchos años no ve a sus “hijitas”, pero las lleva en su corazón y piensa en ese momento, “¿tal vez una de mis hijas se está acordando de mi o está sufriendo? Dios mío cuida a mis hijas...” implora.
Ahora está rodeado de una familia que lo quiere y le estima Casado en segundas nupcias encontró en A. Martínez la comprensión, el amor, la certeza de sentirse amado. Ahora esa es su familia Junta las manos nuevamente como la vez primera que le enseñaron a rezar sus tías en el Valle y comienza “Padre nuestro que estás en los cielos...”, antes de persignarse mira fijamente el crucifijo de su dormitorio y pide “Dios mío, cuida de Ayda, sus hijos y sus nietos...”. Ese momento el dolor en el pecho vuelve, siente que le oprime el corazón, trata de levantarse pero el dolor agudo le impide todo movimiento. Respira profundamente alcanza a llegar a su cama, quiere acostarse, pero su tiempo acabó.
Todo es movimiento en la casa antigua. La noticia ha corrido como reguero de pólvora, los familiares son los primeros, los amigos, los camaradas, los excombatientes que lucharon bajo su mando, funcionarios, vecinos, vendedoras del mercado, principales autoridades. Llegan ramos de flores blancas, velas, palmeras del último adiós. Alguien dice que siendo militar de tanto prestigio es obligación despedirlo con una corona de Laurel, dos mujeres parten en busca del Laurel y tras unos momentos aparecen en la puerta con la “Corona para el General”.
Pronto los fax transmiten la noticia y esta se divulga por los confines del país y pasa las fronteras, comienzan a llegar condolencias desde una y otra región del país. Militares, viejos amigos, conmilitantes, amigos del exilio, el Presidente del país, los Ministros, el Alto Mando, Directores de colegios, Rectores de Universidades, curiosos, estudiantes y universitarios visitan al héroe llevando en sus manos rosas en muestra de respeto. Todos amigos de la hora nona...
Límpido el cielo, templada la temperatura, para ser invierno, el cortejo fúnebre llegó al Cementerio, es una muchedumbre la que acompaña a su último descanso al héroe. Ya a estas alturas todo es vano, sin embargo la formalidad exige que sendos discursos de las distintas instituciones sean escuchados. Siguen las oraciones y la “despedida”. Sin embargo nadie se anima a ser el primero en marcharse, todos esperan hasta que la sepultura esté cubierta y en respetuoso silencio presentan las condolencias a la viuda.
Un niño, no más de 8 años, presencia la escena está de la mano de su padre, carpintero y amigo del General. El niño no entiende bien todavía lo que presencia, pide a su padre que se agache y al oído le pregunta “¿Papi quién era este señor por el que llora toda la gente?”. El padre mira los ojos de su hijo, acaricia su frente, abre la boca para insuflar oxígeno, la única manera de enfriar la emoción agolpada en su pecho que trata de abrir cauce a unas lágrimas reprimidas; no sabe qué responder. Toma a su hijo en brazos, le muestra la foto que depositan encima la tumba y le dice: “Es el héroe más importante que nació en Tarija, es el hombre más sencillo que conocí y el amigo más humilde que hubo”.
COLOFÓN
Condecoraciones del Gral. Armando Ichazo U.
Por méritos de guerra:
- Caballero
- Oficial
- Comendador
- Gran Oficial
- Gran Cruz del Mérito Militar
- Estrella de Hierro (por heridas de guerra)
- Medalla de Guerra (por 3 años de permanencia en la guerra)
- Medalla como Héroe de Boquerón
- Medalla como Héroe de Fortín Arce
- Medalla como Héroe de Campo Vía
- Medalla como Héroe de Alihuatá
- Medalla como Héroe de Kilómetro Siete
- Medalla como Héroe de Cañada Strongest
- Medalla como Benemérito de la Patria
- Cóndor de los Andes (Comendador)
- Medalla como Héroe Nacional
- Proclamado por el Comando en Jefe, en la Sala de Banderas, uno de los 4 Héroes Máximos de la Guerra del Chaco (junto a Bernardino Bilbao Rioja; Manuel Marzana y Germán Busch)
Condecoraciones Institucionales:
- Medalla por 10 años de servicio en la institución armada
- Medalla por 20 años de servicio en la institución armada
- Medalla por 30 años de servicio en la institución armada
- Título de Oficial de Caballería del Ejército Francés
- Diplomado en Estado Mayor
Otros reconocimientos:
- Título de Contador recibido en Lima – Perú
- Condecoración al “Mérito Cívico” otorgado por única vez por el Comité Pro Intereses del Dpto. de Tarija.
- Diversos otros reconocimientos cívicos y militares, locales, nacionales e internacionales.
Autor de las obras:
“Los grandes asaltos al territorio tarijeño” (1964)
“El asedio del Chaco y sus enseñanzas militares” (1965)
“Acciones y hombres olvidados (Bolivia heroica) (1981)
“Tarija una fabulosa leyenda” (1994)
27) LA VERDAD/9 de Dic. 1977/P. 4
28) Certificado suscrito por Toro el mes de noviembre de 1962 y que forma parte de los documentos que presentó el Gral. Ichazo al gobierno boliviano para que le reconozca su calidad de "Benemérito de la Guerra del Chaco".
29) VERGARA V. Aquiles/HISTORIA DE LA GUERRA DEL CHACO VOL. 5/Lit. e Imp. Unidas/1944/
30) Copia de carta al Gral. Guido Vildoso Calderón, ex presidente de Bolivia. Fechada en septiembre de 1993. Tarija. Existe de igual manera un documento mecanografiado, corregido a mano y firmado por el Gral. Ichazo con fecha del 18 de junio de 1977, cuya redacción correspondió a una respuesta que da Ichazo a un artículo de opinión de Alberto Inchauste. En dicho documento hace pormenorizadas acotaciones sobre la actuación de los diferentes oficiales y unidades que intervinieron en Strongest (incluso por qué se llamó Strongest, cuando su nombre primigenio era Cañada Cochabamba)
31) Según autores del Paraguay, en esta batalla los prisioneros paraguayos fueron: 67 oficiales y 1390 soldados.
32) Entrevista con el Dr. Ramiro Ruíz, amigo personal del General A. Ichazo. Tarija junio 7 de 2017
33) VARAS R. Víctor/UN HOMBRE DEL CHACO CORONEL ARMANDO ICHAZO/UAJMS/Tarija/1966/RP. 18, 19