(Extraído de libro “Tarija… Las raíces de lo nuestro, siempre perceptibles, siempre presentes” de Edwin Rivera Miranda).
Heriberto Domingo Trigo Paz - Marcelo Arduz Ruiz - Ángelo Leocadio Trigo Achá



Heriberto Domingo Trigo Paz
Fue uno de los más profundos intelectuales de Tarija del Siglo XX. Su preclaro talento y la profundidad de los conceptos vertidos en su obra llamaron poderosamente la atención de los letrados argentinos, quienes pusieron de relieve la alta finalidad que lo inducía a formar un pequeño y sublime mundo de riqueza histórica, en el que no entraba las mezquinas concepciones de vida.
En referencia a su obra “Los Paz y el Dogma Socialista”, diría el destacado rioplatense Arturo Capdevila: notable libro, que realmente abarca todo el panorama de unos tiempos de mucha hondura histórica, presentado en sus justas perspectivas; el autor, un maestro que domina el asunto…
La obra de Heriberto se consolidó sobre las bases de la estética histórica, no fue un escritor de numerosos lectores, sino, de una minoría excelsa.
Con gentiles acordes de exquisita prosa publicó “Poetas Tarijeños” en cuatro volúmenes. A pesar de que estos cuatro volúmenes tenían un singularísimo y raro valor, hubiesen pasado inadvertidos y tal vez se hubiesen olvidado, a no ser porque el eminente vate Octavio Campero Echazú llamó la atención del público tarijeño en un artículo aparecido en un diario local. Desde entonces Heriberto Trigo ocupó el sitio que merecía.
Sus obras son notables por el hondo sentido histórico con que trata, sin anacronismos de ninguna índole.
Estaba familiarizado con la historia colonial y republicana de Tarija, gracias a su extraordinario anaquel, y bajo la dirección de su padre, esto le permitió escribir una obra histórica de belleza pura.
Joven aún, tomó el fusil e intervino en la Guerra del Chaco.
Su participación en la Guerra del Chaco
Al declararse la Guerra de Chaco, se enroló al ejército en la ciudad de La Paz en noviembre de 1932 (reservista de 1931); ingresó a la zona de operaciones el mismo mes. Se incorporó al Batallón 6 Capitán Monje.
Desde enero de 1933 a junio de 1934, estuvo en la Dirección General de Etapas; y desde junio de 1934 a junio de 1935 en el Regimiento 41 de Infantería.
En junio de 1933 fue ascendido a Cabo, en enero de 1934 a Sargento y en marzo de 1935 a Suboficial
Participó en las siguientes acciones: Conchitas, Condado, Ballivián, El Carmen, Salinas, Carozi, Capirenda, Lapacho, Sector Villa Montes, Camatindi y Boyuibe.
Permaneció 31 meses en la zona de operaciones, fue desmovilizado el 17 de septiembre de 1935 (Libreta de Desmovilización: 51282. Región Militar: Tarija).
Mediante Resolución Suprema del 3 de marzo de 1970, se le declaró “Benemérito de la Patria”, se le otorgó un Diploma y la “Cruz de Bronce”.
Heriberto Domingo Trigo Paz, nació el 11 de enero de 1911 y falleció el 9 de octubre de 1978.
FOTO: Virginio Lema Trigo
Su padre fue el ilustre escritor y polígrafo, Bernardo Trigo Pacheco. Pertenecía pues, a esa clase culta que, en todas las ciudades, actúa como resorte de la evolución intelectual.
Bachiller del célebre Colegio Nacional “San Luis”, completó sus estudios universitarios en la ciudad de La Paz, se graduó de abogado en la Universidad de “San Andrés”.
Después se lanzó a la palestra política con fervorosa dedicación, hasta escalar la diputación y la Subsecretaría del Ministerio de Industria y Comercio.
Se casó con Ada Echazú Donoso. En Tarija formó su hogar e instaló su residencia. Diversas actividades le ocuparon: fue abogado, periodista y catedrático. Como Rector de la universidad tarijeña, le cupo una destacada actuación, que prolongó en la creación de la Facultad de Odontología.
Sus obras: “Don Tomás. Vida, obra y época del Dr. Tomás O’Connor d’Arlach” (1954), “Los Paz y el Dogma Socialista” (1957), “Poetas Tarijeños 1” (1958), “Poetas Tarijeños 2” (1958), “Poetas Tarijeños 3” (1959), “Poetas Tarijeños 4” (1962), “Santa Cruz y Tarija, estampas históricas” (1966), le sobrevivieron y quedan en coloquio con la inmortalidad.
Sus restos mortales descansan en el Cementerio General (calle N°1 esq. calle D) (Extraído de libro “Tarija… Las raíces de lo nuestro, siempre perceptibles, siempre presentes” de Edwin Rivera Miranda).
Marcelo Arduz Ruiz
Nació el 18 de enero de 1954 en la ciudad de Tarija. Hijo de Ricardo Arduz y Olga Ruiz.
Abogado internacionalista, diplomático de carrera, periodista, pintor, narrador y excelso poeta.
Bachiller del Colegio “San Bernardo”.
Discípulo del creador de la poesía concreta: Eugen Gomringer, formó parte del movimiento brasileño de poesía junto a los hermanos Haroldo y Augusto de Campos y Décio Pignatari. Es miembro de número de la Academia de la lengua, miembro honorario de la Casa del Poeta Peruano; y, fundador de la Confederación Perú Boliviana de Escritores. Obtuvo el primer premio Internacional de Poesía Jaén en España, primer premio en el concurso Internacional del Consejo Todas las Sangres y el Arawico de Oro en el VII Encuentro Internacional de Poetas celebrado en Machu Picchu por la Asociación Latinoamérica de Poetas (Asolapo).
Obra literaria: “Estrellas en el día” (1977), “Tras el vidrio del cielo”(1978), “La tierra en uno” (1985), “Quinze antipoemas de amor e desenhos” (1989), “Intihuyphypacha -Sol de invierno-” (1991), “Poemas lunáticos” (1993), “Como un grito entre la basura” (1993), “Jiwasanaka –Nosotros-” (2000), “Poesía Virtual” (2002), “Ascensión de la lluvia” (2003) (Colección Visor de Poesía).
Ángelo Leocadio Trigo Achá
Destacado miembro del Partido Liberal.
Nació en la ciudad de Tarija el 2 de octubre de 1865. Hijo de Leocadio Trigo Hevia y Vaca y Carmen Achá Mendieta.
Bachiller del Colegio Nacional “San Luis”. Estudió Medicina en la Universidad “San Francisco de Xavier”. En 1887 se incorporó a la expedición del francés Arthur Thouar como Médico y ayudante naturalista para la exploración del Chaco al Paraguay.
El 17 de enero de 1891, en la ciudad de Potosí contrajo matrimonio con Mercedes Gutiérrez Barrenechea. De cuya unión tuvo tres hijas: Beatriz, Inés y Lilia.
Fundó los semanarios “El Centro Social”, la “Nueva Era”, la “Restauración”, “El Ideal”. Colaborador de “El Trabajo”, “La Estrella de Tarija”, “La Democracia”, “Revista Militar” y “La Hoja Médica” de La Paz. Publicó dos folletos “El Nuevo Siglo” y “Por la Patria”.
Diputado Nacional en 1892. En la Guerra Federal fue partidario del Gral. José Manuel Pando y del traslado de la capital política a la ciudad de La Paz, por lo que fue retribuido a la administración aduanera de Tarija, posteriormente se hizo cargo de la reorganización de la aduana de Uyuni.
Fue el quinto Cancelario (Rector) de la Universidad de Tarija, desde el 20 de enero de 1899 hasta el 28 de octubre de 1899.
En 1901 se enroló a una expedición militar para concurrir a la Guerra del Acre, participó como Cirujano Mayor del Ejército boliviano y como Jefe Militar de la Columna Bolivia permaneciendo en aquellas regiones hasta la capitulación de “Puerto Acre”.
Fue el primer administrador del Banco Nacional de Bolivia en la ciudad de Tarija. De regreso ocupó la Prefectura de Tarija (1904-1905) y la Delegación Nacional del Gran Chaco (1905-1908), en la que llevó a cabo estudios de colonización y de límites, y donde practicó un Censo a las misiones franciscanas.
Fundó Villa Montes. La entrega de las misiones franciscanas a la Delegación Nacional dio lugar a una nueva polémica entre Leocadio Trigo y los Padres franciscanos. El sitio donde fundó Villa Montes, en opinión de su fundador era el siguiente: Es el lugar más apropiado de los que se encuentran en las inmediaciones del Pilcomayo, porque es por allá que deberá pasar, en no lejano día, el ferrocarril de Yacuiba a Santa Cruz, que arranque desde Ledezma, en la República Argentina; y es por allá, por donde actualmente pasa el camino que une los lugares indicados.
A mediados de 1905 fundó el Fortín “Guachalla”, indicaría Leocadio Trigo: Lleva el nombre del eminente señor Fernando E. Guachalla en homenaje a este hombre de Estado que tan grandes servicios tenía ya prestados a la patria (para las elecciones nacionales de 1908, el candidato presidencial por el Partido Liberal, Fernando E. Guachalla, tuvo como principal crítico a Leocadio Trigo Achá). Posteriormente, funda el Fortín “d’Orbigny” En el grado 22° Sud, margen derecha del Pilcomayo, próximo al primer hito que fija la línea divisoria entre Bolivia y la República Argentina (Leocadio Trigo Achá).
En 1906, Leocadio Trigo funda el Fortín “Ballivián” llamado también “Fortín Avanzado”, situado a 36 km al SE del Fortín “D’Orbigny” (22º 42’ de latitud sud), en el sitio denominado “Paso de las Gallinas”, El lugar elegido para la fundación del fortín, no podía ser más apropiado, por cuanto que se halla al frente de Villa María Cristina, capital de la colonia Argentina Buenaventura, sirviendo por lo mismo para contener cualquier avance extranjero por ese lado (“Bolivia y el Paraguay. La Cuestión de Límites”, David Alvéstegui. p.72).
El científico sueco Erland Nordenskiöld estando en el Chaco tarijeño, se refería con estos conceptos al trabajo que desarrollaba Leocadio Trigo: En Bolivia jamás he visto indios tan bien tratados por los blancos como en el río Pilcomayo. Es el mérito de una persona, el Dr. Leocadio Trigo, un hombre que sabía ganarse la simpatía de los indios e indias, que siempre los trataba como amigos y compañeros, que no se prestaba como un eminente gobernador, sino como un hombre caluroso, erudito y comprensivo.
Por desacuerdos con el Gobierno, Leocadio Trigo renuncia y se fue a la Argentina (1909), donde se especializó en oftalmología y ejerció su profesión en Buenos Aires.
Retornó a Tarija en 1913, en 1914 fue nombrado Profesor de Oftalmología de la Universidad de La Paz y en 1917 fue nombrado Cirujano Oculista del Ejército, este año publicó un trabajo científico “Fondo de Ojo”.
En 1924 se adhirió al golpe de Estado iniciado en la ciudad de Yacuiba por el Cnel. Oscar Mariaca Pando en contra del Presidente Bautista Saavedra; al ser reducido prefirió su exilio en el Chaco argentino, donde ejerció largamente su profesión hasta su muerte.
Falleció el 13 de octubre de 1932 en Sáenz Peña (Argentina). Sus restos mortales descansan en el Cementerio General de la ciudad de Tarija (calle 2, entre A y B).