Libros de la Biblia Epístola a los Filipenses
Autor: Pablo Fecha: 62 d.C. Tema: La vida llena de gozo Lugar: Prisión en Roma Pablo fundó la iglesia de Filipos en su segundo viaje misionero. Esta iglesia estaba conformada por obispos y diáconos, y siempre ayuda a Pablo en sus necesidades financieras. Al oír que Pablo estaba en...



Autor: Pablo
Fecha: 62 d.C.
Tema: La vida llena de gozo
Lugar: Prisión en Roma
Pablo fundó la iglesia de Filipos en su segundo viaje misionero. Esta iglesia estaba conformada por obispos y diáconos, y siempre ayuda a Pablo en sus necesidades financieras. Al oír que Pablo estaba en prisión, le enviaron una nueva contribución. Pablo escribe esta carta para agradecerles por su apoyo.
Capítulo 1. Pablo está en prisión pero no está desanimado, y se dirige a los filipenses con gozo pastoral: “Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo. Doy gracias a mi Dios siempre que me acuerdo de vosotros, siempre en todas mis oraciones rogando con gozo por todos vosotros, por vuestra comunión en el evangelio, desde el primer día hasta ahora” (v.2-5).
Pablo confía en que Cristo será glorificado incluso si él muere por su fe, y afirma que el bien puede llegar a través del sufrimiento por el Señor: “Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia” (v.21).
Capítulo 2. Pablo anima a los creyentes a vivir en unión unos con otros, y la clave de esta unidad es ser del mismo parecer: “completad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa” (v.2). Los cristianos tienen que seguir los pasos de Cristo, que es ejemplo supremo de humildad: “y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz” (v. 8) en beneficio nuestro.
Pablo expresa su profundo apego por Timoteo: “Pero ya conocéis los méritos de él, que como hijo a padre ha servido conmigo en el evangelio” (v.22), y por Epafrodito, que practican gozosos el servicio de humildad (v.23-30).
Capítulo 3. Pablo advierte a los filipenses que se cuiden de los maestros legalistas que proclaman falsas metas sosteniendo que para ser salvos tenían que ser circuncidados y guardar la ley, además de la fe en Cristo: “Guardaos de los perros, guardaos de los malos obreros, guardaos de los mutiladores del cuerpo. Porque nosotros somos la circuncisión, los que en espíritu servimos a Dios y nos gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo confianza en la carne” (v.2-3).
Capítulo 4. Pablo dice a los creyentes en Cristo que se regocijen y estén firmes en el Señor: “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.” (v.6-7).
Cuando Pablo escribió esta carta estaba preso en una cárcel romana, sin embargo él se regocijaba por su pasión de conocer a Cristo cada día más, por eso les dice: “Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!” (v.4).
El gozo no se basa en las circunstancias, sino en la confianza que procede de la relación con Jesucristo, de depender de la fuerza de Él, y no de la de uno mismo.
Fecha: 62 d.C.
Tema: La vida llena de gozo
Lugar: Prisión en Roma
Pablo fundó la iglesia de Filipos en su segundo viaje misionero. Esta iglesia estaba conformada por obispos y diáconos, y siempre ayuda a Pablo en sus necesidades financieras. Al oír que Pablo estaba en prisión, le enviaron una nueva contribución. Pablo escribe esta carta para agradecerles por su apoyo.
Capítulo 1. Pablo está en prisión pero no está desanimado, y se dirige a los filipenses con gozo pastoral: “Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo. Doy gracias a mi Dios siempre que me acuerdo de vosotros, siempre en todas mis oraciones rogando con gozo por todos vosotros, por vuestra comunión en el evangelio, desde el primer día hasta ahora” (v.2-5).
Pablo confía en que Cristo será glorificado incluso si él muere por su fe, y afirma que el bien puede llegar a través del sufrimiento por el Señor: “Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia” (v.21).
Capítulo 2. Pablo anima a los creyentes a vivir en unión unos con otros, y la clave de esta unidad es ser del mismo parecer: “completad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa” (v.2). Los cristianos tienen que seguir los pasos de Cristo, que es ejemplo supremo de humildad: “y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz” (v. 8) en beneficio nuestro.
Pablo expresa su profundo apego por Timoteo: “Pero ya conocéis los méritos de él, que como hijo a padre ha servido conmigo en el evangelio” (v.22), y por Epafrodito, que practican gozosos el servicio de humildad (v.23-30).
Capítulo 3. Pablo advierte a los filipenses que se cuiden de los maestros legalistas que proclaman falsas metas sosteniendo que para ser salvos tenían que ser circuncidados y guardar la ley, además de la fe en Cristo: “Guardaos de los perros, guardaos de los malos obreros, guardaos de los mutiladores del cuerpo. Porque nosotros somos la circuncisión, los que en espíritu servimos a Dios y nos gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo confianza en la carne” (v.2-3).
Capítulo 4. Pablo dice a los creyentes en Cristo que se regocijen y estén firmes en el Señor: “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.” (v.6-7).
Cuando Pablo escribió esta carta estaba preso en una cárcel romana, sin embargo él se regocijaba por su pasión de conocer a Cristo cada día más, por eso les dice: “Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!” (v.4).
El gozo no se basa en las circunstancias, sino en la confianza que procede de la relación con Jesucristo, de depender de la fuerza de Él, y no de la de uno mismo.