La Estrella de la Abuela La Ceremonia del Nacimiento
Los ojos de los niños no se despegaban de las manos de la abuela ¿Qué es lo que los mantenía quietecitos? - nada más y nada menos que los juguetes del Niñito Dios. Cercana la Navidad la abuela se encerraba en la sala de recibo y abría los cajones donde se guardaban los adornos navideños...



Los ojos de los niños no se despegaban de las manos de la abuela
¿Qué es lo que los mantenía quietecitos? - nada más y nada menos que los juguetes del Niñito Dios.
Cercana la Navidad la abuela se encerraba en la sala de recibo y abría los cajones donde se guardaban los adornos navideños y los juguetes del Niño.
Este año se repetiría una vez más la ceremonia del nacimiento.
La abuela recomendaba una y otra vez:
- “Los juguetes del niñito no se tocan, son sagrados” - a los pequeñuelos les escocían las manos por el deseo de tocarlos.
[gallery type="slideshow" size="full" ids="530572"]
LA GUARDIA DE HONOR
Sacaba de cajones de cartón, juguetes y más juguetes de yeso, de alambre, de plata, de plástico. Colocaban una mesa alta logrando graderíos utilizando tablas sobre ladrillos, cubriéndolas con sábanas blancas y sobre ellas un mantel de finísimo encaje blanco, encima se colocaba “El sitial” que era unas veces un sol, una copa, una rosa. En el graderío se ponían candelabros antiguos de cristal de roca y de plata, floreros de china con preciosos gravados de dragones dorados y chinitas con abanicos.
Luego venían las interminables filas de tarros forrados con papel blanco reverdeciendo de trigo y cebada recién nacida, parecían escolinos con mandil blanco haciendo guardia de honor.
La pared donde se apoyaba el Nacimiento, era cubierta con cortinas antiguas de tul blanco almidonadas; luego se abría el fanal, cárcel de cristal anual del Niñito Dios de cera cusqueño.
LAS CUATRO COMADRES
Mientras lo limpiaban y cambiaban su ropaje, la abuela y las cuatro comadres que en todo la apoyaban en esta ocasión; siempre estaban presentes trabajando para armar el Nacimiento.
[gallery type="slideshow" size="full" ids="530574"]
LA FABULOSA HISTORIA
La Abuela les iba relatando a los niños con sabiduría y devoción algo de la fabulosa historia del nacimiento del Niñito Dios.
Los animalitos eran colocados por orden de importancia mientras la abuela les decía:
- “Este gallito viene primero porque fue el que anuncio la llegada del Salvador, batiendo las alas dio la buena nueva con un potente ki-ki-ri- ki que quería decir ¡CRISTO NACIÓ!
¡CRISTO NACIÓ!
[gallery type="slideshow" size="full" ids="530569"]
entonces el jumento parando las orejas pregunto curioso: boquis - boquis - ¿en dónde... en dónde... ?
[gallery type="slideshow" size="full" ids="530568"]
La comadre Luisita intervino y continuo la historia llena de beatitud y les dijo: - “Las ovejitas les respondieron a coro:
Bee - bee - ¡en Belén!... ¡en Belén!. -
[gallery type="slideshow" size="full" ids="530570"]
Las vaquitas dejaron su pienso y presurosas salieron invitando a hacerlo a todos los animalitos del corral... va.. .va.. .va... que quería decir ¡Vamos! ¡vamos!, ¡vamos!.
En ese instante la comadre María llena de emoción les dijo:
- “toda la comunidad corría presurosa, hombres, mujeres y animales llenaban los caminos solo el cerdo perezoso levantó los hombros y dijo: oc.. .oc... oc.. .oc... que en el lenguaje animal quiere decir
- ¡No!...¡no!...¡no! no voy-
y es por esto que el cerdito se quedó para siempre sin poder levantar los ojos al cielo y emitiendo su ronco oc...oc...oc... oc...
EL CERDITO CASTIGADO
- ¿Abuelita donde lo pondrás al cerdito? -
Preguntan los pequeños consternados, pues a pesar de todo les gustaba el cerdito, comelón y perezoso.
La abuela contesta con firmeza:
- Como no fue al pesebre... donde nació el niñito no puede adornar el nacimiento, lo pondré detrás del sitial-
Pero... los traviesos picaruelos, poqui...to a poco lo colocaron adelante en primera fila.
Circundaba el pesebre un bosque de verdes pinitos donde, se cobijaban caravanas de pastorcillos con rebaños de ovejitas que, parecían nubes corriendo por los caminos y también pajarillos curiosos y bandadas de palomas.
El graderío del nacimiento estaba cubierto en su totalidad con pasto verde.
- “Esta es la estrella que vino del oriente” - decía la comadre Lidia
- Y se quedó sobre el pesebre del portal de Belén, cubriéndolo con un gran manto de luz, en la parte más alta colocaba una estrella de cartón forrada con papel dorado de donde se descolgaban hilitos brillantes imitando rayitos de luz -
La comadre Alcirita transmitía a los niños la historia con verdadera devoción y ellos habidos la escuchaban.
ALBOS REGALOS
- “Guiados por esta estrella llegaron los reyes magos, este es Melchor, este es Gaspar y este Baltasar, vinieron de ignotas regiones montados sobre elefantes, camellos y caballos para adorar al Niñito Dios, al que le ofrecieron piedras preciosas, incienso y mirra. Llenaban los caminos pastorcitos tocando instrumentos musicales trayéndoles presentes de frutas, queso, leche, lana y flores silvestres -
Mientras narraban la maravillosa historia, envolvían a Jesusito en collares de oropel haciéndolo reposar luego sobre nubes de tules blancas, celestes y rosadas; de pronto se escuchó la voz potente de la comadre Luisita que estuvo callada hasta ese momento.
Ahora vienen las luces de colores - dijo y prendía juegos de foquitos y salpicaba todo el pesebre de perlitas de cristal de brillantes tonalidades, luego agregaban juguetes preciosos que año tras año coleccionaban. Aquellos ositos de cuerda que caminaban sobre un hilo, los monos directores de orquesta, profusión de muñecas, payasos, dragones, avecitas exóticas confeccionadas en alambre verdaderas joyas de artesanía traídas desde china y Japón por su hija trotamundos.
ENSAYO CON MUSIQUITA DE BOCA
Los niños embelesados contemplaban con amor a la abuela en sus trajines y en la alegría que irradiaba pero; también quisieran jugar con el Niñito y sus bellos juguetes sonriendo un guiño picaresco lo decía todo.
Los saca del éxtasis la voz emocionada de la abuela que les dice:
- “ya todo está listo” que pase doña Aurorita la cieguita ya es hora de adorar y que toque la musiquita de boca y se ejerciten para la misa” -
La comadre María le recomendaba:
- Niños, mañana a las ocho en punto ya deben estar listos para ir a la misa formaditos, en parejitas, por delante del Niñito adorando la cadenita y en cada esquina se paran, para danzar el remolino.
LOS CONFITES MASAS Y OTRAS RICURAS
Al día siguiente en una habitación contigua al escenario de la adoración ya estaban las charolas llenas de masitas de viernes, otras con galletas de coco, oquendos, palitos, pepitas de leche, tablillas, mazapanes, y muchísimas ricuras más. No podían faltar las dulces mistelas que en sus botellas transparentes y de formas diversas lucían sus colores, parecían faroles de rubí, esmeralda y topacio. Las alojas de maní y cebada refrescos hechos para los niños. Tortas de formas diferentes, arbolitos de navidad, estrellas, tambores por lo que a los pihuelos se les hacía agua la boca
[gallery type="slideshow" size="full" ids="530573"]
LA MISA Y LA FE EN DANZAS Y CANCIONES
Al Niñito lo llevaban en andas los alféreces dos hombres y dos mujeres.
Acompañaban al Niñito la banda de música hasta la puerta de la Iglesia, una vez pasada la misa lo transportaban a casa con la misma banda de música daban vueltas la plaza principal y luego hacían un recorrido pasando por el mercado central y torciendo por la Avenida Domingo Paz donde las puertas del hogar de Doña Victoria estaban abiertas para recibir a Jesusito. Los niños venían eufóricos, adorando y cantando coplas de alegría y añoranza.
Podían participar de esta fiesta todos los niños del pueblo los de piececitos descalzos y los otros de zapatitos dorados. Debajo de la sombra de una parra cuyos racimos pintones despedían su fragancia de miel, los invitados mayores se acomodaban en cómodos sillones para saborear las mistelas y golosinas mientras la infancia danzaba al compás de la orquesta de quenilleros o música campesinos que tocaban armoniosamente melodías de la navidad, trayendo consigo el murmullo del rio y la fragancia de las flores silvestres.
PRESENCIA DE LA SOCIEDAD FOLKLORICA.
Cada año presenciaba esta fiesta religiosa - costumbrista la Asociación Folklórica formada por grandes personalidades de la cultura como Don: Víctor Varas Reyes connotado investigador, el conocido Artista virtuoso guitarrista Don: Juan Choque, la literata y gran amiga de Tarija Doña: María Jurado de Torrejón y su esposo el Poeta laoreado Don: Edmundo Torrejón Cardozo y otras personalidades quienes cada año le entregaban un diploma o un premio consistente en hermosos jarrones aumentando el caudal del Niño Dios. Este era un reconocimiento por sus sesenta años consecutivos de organizar la fiesta navideña chapaca más pura y sin agregados traídos de otras regiones.
Recordando su lejana niñez llena de sueños y fantasía también adoraban los mayores y toda la concurrencia con verdadera fe cristiana.
Años después... cuando ya anciana la única meta de Doña Victoria era la adoración navideña, desde mu...chos meses antes comenzaba a prepararse y sus achaques disminuían, le brotaba una energía que su fe avivaba y llegaba un año y otro y otro y siempre ella tras de la estrella que guiaba sus pasos hacia la amada navidad.
OBERTURA
La Prof. NILDA CASTRILLO DE VARAS autora del relato “LA ESTRELLA DE LA ABUELA”, se ha inspirado en las vivencias sucesos propios y ciertos, llenos de nostalgia que quedarán gravados en nuestras retinas por siempre.
A Dios doy gracias, de mi buena suerte al gozar de esa fortuna que, nos legó la abuelita Victoria, de esa escuela de virtudes y fe, respeto a nuestras tradiciones que cultivo con tanto afán.
Los dibujos que acompañan están bellamente logrados porque con ellos nos enseña que la vida es Arte y con ellos se forjan los mejores recuerdos.
Dra. Daysi Cárdenas Castrillo
AUTORA DE: “MIS APUNTES PSICOLÓGICOS”
¿Qué es lo que los mantenía quietecitos? - nada más y nada menos que los juguetes del Niñito Dios.
Cercana la Navidad la abuela se encerraba en la sala de recibo y abría los cajones donde se guardaban los adornos navideños y los juguetes del Niño.
Este año se repetiría una vez más la ceremonia del nacimiento.
La abuela recomendaba una y otra vez:
- “Los juguetes del niñito no se tocan, son sagrados” - a los pequeñuelos les escocían las manos por el deseo de tocarlos.
[gallery type="slideshow" size="full" ids="530572"]
LA GUARDIA DE HONOR
Sacaba de cajones de cartón, juguetes y más juguetes de yeso, de alambre, de plata, de plástico. Colocaban una mesa alta logrando graderíos utilizando tablas sobre ladrillos, cubriéndolas con sábanas blancas y sobre ellas un mantel de finísimo encaje blanco, encima se colocaba “El sitial” que era unas veces un sol, una copa, una rosa. En el graderío se ponían candelabros antiguos de cristal de roca y de plata, floreros de china con preciosos gravados de dragones dorados y chinitas con abanicos.
Luego venían las interminables filas de tarros forrados con papel blanco reverdeciendo de trigo y cebada recién nacida, parecían escolinos con mandil blanco haciendo guardia de honor.
La pared donde se apoyaba el Nacimiento, era cubierta con cortinas antiguas de tul blanco almidonadas; luego se abría el fanal, cárcel de cristal anual del Niñito Dios de cera cusqueño.
LAS CUATRO COMADRES
Mientras lo limpiaban y cambiaban su ropaje, la abuela y las cuatro comadres que en todo la apoyaban en esta ocasión; siempre estaban presentes trabajando para armar el Nacimiento.
[gallery type="slideshow" size="full" ids="530574"]
LA FABULOSA HISTORIA
La Abuela les iba relatando a los niños con sabiduría y devoción algo de la fabulosa historia del nacimiento del Niñito Dios.
Los animalitos eran colocados por orden de importancia mientras la abuela les decía:
- “Este gallito viene primero porque fue el que anuncio la llegada del Salvador, batiendo las alas dio la buena nueva con un potente ki-ki-ri- ki que quería decir ¡CRISTO NACIÓ!
¡CRISTO NACIÓ!
[gallery type="slideshow" size="full" ids="530569"]
entonces el jumento parando las orejas pregunto curioso: boquis - boquis - ¿en dónde... en dónde... ?
[gallery type="slideshow" size="full" ids="530568"]
La comadre Luisita intervino y continuo la historia llena de beatitud y les dijo: - “Las ovejitas les respondieron a coro:
Bee - bee - ¡en Belén!... ¡en Belén!. -
[gallery type="slideshow" size="full" ids="530570"]
Las vaquitas dejaron su pienso y presurosas salieron invitando a hacerlo a todos los animalitos del corral... va.. .va.. .va... que quería decir ¡Vamos! ¡vamos!, ¡vamos!.
En ese instante la comadre María llena de emoción les dijo:
- “toda la comunidad corría presurosa, hombres, mujeres y animales llenaban los caminos solo el cerdo perezoso levantó los hombros y dijo: oc.. .oc... oc.. .oc... que en el lenguaje animal quiere decir
- ¡No!...¡no!...¡no! no voy-
y es por esto que el cerdito se quedó para siempre sin poder levantar los ojos al cielo y emitiendo su ronco oc...oc...oc... oc...
EL CERDITO CASTIGADO
- ¿Abuelita donde lo pondrás al cerdito? -
Preguntan los pequeños consternados, pues a pesar de todo les gustaba el cerdito, comelón y perezoso.
La abuela contesta con firmeza:
- Como no fue al pesebre... donde nació el niñito no puede adornar el nacimiento, lo pondré detrás del sitial-
Pero... los traviesos picaruelos, poqui...to a poco lo colocaron adelante en primera fila.
Circundaba el pesebre un bosque de verdes pinitos donde, se cobijaban caravanas de pastorcillos con rebaños de ovejitas que, parecían nubes corriendo por los caminos y también pajarillos curiosos y bandadas de palomas.
El graderío del nacimiento estaba cubierto en su totalidad con pasto verde.
- “Esta es la estrella que vino del oriente” - decía la comadre Lidia
- Y se quedó sobre el pesebre del portal de Belén, cubriéndolo con un gran manto de luz, en la parte más alta colocaba una estrella de cartón forrada con papel dorado de donde se descolgaban hilitos brillantes imitando rayitos de luz -
La comadre Alcirita transmitía a los niños la historia con verdadera devoción y ellos habidos la escuchaban.
ALBOS REGALOS
- “Guiados por esta estrella llegaron los reyes magos, este es Melchor, este es Gaspar y este Baltasar, vinieron de ignotas regiones montados sobre elefantes, camellos y caballos para adorar al Niñito Dios, al que le ofrecieron piedras preciosas, incienso y mirra. Llenaban los caminos pastorcitos tocando instrumentos musicales trayéndoles presentes de frutas, queso, leche, lana y flores silvestres -
Mientras narraban la maravillosa historia, envolvían a Jesusito en collares de oropel haciéndolo reposar luego sobre nubes de tules blancas, celestes y rosadas; de pronto se escuchó la voz potente de la comadre Luisita que estuvo callada hasta ese momento.
Ahora vienen las luces de colores - dijo y prendía juegos de foquitos y salpicaba todo el pesebre de perlitas de cristal de brillantes tonalidades, luego agregaban juguetes preciosos que año tras año coleccionaban. Aquellos ositos de cuerda que caminaban sobre un hilo, los monos directores de orquesta, profusión de muñecas, payasos, dragones, avecitas exóticas confeccionadas en alambre verdaderas joyas de artesanía traídas desde china y Japón por su hija trotamundos.
ENSAYO CON MUSIQUITA DE BOCA
Los niños embelesados contemplaban con amor a la abuela en sus trajines y en la alegría que irradiaba pero; también quisieran jugar con el Niñito y sus bellos juguetes sonriendo un guiño picaresco lo decía todo.
Los saca del éxtasis la voz emocionada de la abuela que les dice:
- “ya todo está listo” que pase doña Aurorita la cieguita ya es hora de adorar y que toque la musiquita de boca y se ejerciten para la misa” -
La comadre María le recomendaba:
- Niños, mañana a las ocho en punto ya deben estar listos para ir a la misa formaditos, en parejitas, por delante del Niñito adorando la cadenita y en cada esquina se paran, para danzar el remolino.
LOS CONFITES MASAS Y OTRAS RICURAS
Al día siguiente en una habitación contigua al escenario de la adoración ya estaban las charolas llenas de masitas de viernes, otras con galletas de coco, oquendos, palitos, pepitas de leche, tablillas, mazapanes, y muchísimas ricuras más. No podían faltar las dulces mistelas que en sus botellas transparentes y de formas diversas lucían sus colores, parecían faroles de rubí, esmeralda y topacio. Las alojas de maní y cebada refrescos hechos para los niños. Tortas de formas diferentes, arbolitos de navidad, estrellas, tambores por lo que a los pihuelos se les hacía agua la boca
[gallery type="slideshow" size="full" ids="530573"]
LA MISA Y LA FE EN DANZAS Y CANCIONES
Al Niñito lo llevaban en andas los alféreces dos hombres y dos mujeres.
Acompañaban al Niñito la banda de música hasta la puerta de la Iglesia, una vez pasada la misa lo transportaban a casa con la misma banda de música daban vueltas la plaza principal y luego hacían un recorrido pasando por el mercado central y torciendo por la Avenida Domingo Paz donde las puertas del hogar de Doña Victoria estaban abiertas para recibir a Jesusito. Los niños venían eufóricos, adorando y cantando coplas de alegría y añoranza.
Podían participar de esta fiesta todos los niños del pueblo los de piececitos descalzos y los otros de zapatitos dorados. Debajo de la sombra de una parra cuyos racimos pintones despedían su fragancia de miel, los invitados mayores se acomodaban en cómodos sillones para saborear las mistelas y golosinas mientras la infancia danzaba al compás de la orquesta de quenilleros o música campesinos que tocaban armoniosamente melodías de la navidad, trayendo consigo el murmullo del rio y la fragancia de las flores silvestres.
PRESENCIA DE LA SOCIEDAD FOLKLORICA.
Cada año presenciaba esta fiesta religiosa - costumbrista la Asociación Folklórica formada por grandes personalidades de la cultura como Don: Víctor Varas Reyes connotado investigador, el conocido Artista virtuoso guitarrista Don: Juan Choque, la literata y gran amiga de Tarija Doña: María Jurado de Torrejón y su esposo el Poeta laoreado Don: Edmundo Torrejón Cardozo y otras personalidades quienes cada año le entregaban un diploma o un premio consistente en hermosos jarrones aumentando el caudal del Niño Dios. Este era un reconocimiento por sus sesenta años consecutivos de organizar la fiesta navideña chapaca más pura y sin agregados traídos de otras regiones.
Recordando su lejana niñez llena de sueños y fantasía también adoraban los mayores y toda la concurrencia con verdadera fe cristiana.
Años después... cuando ya anciana la única meta de Doña Victoria era la adoración navideña, desde mu...chos meses antes comenzaba a prepararse y sus achaques disminuían, le brotaba una energía que su fe avivaba y llegaba un año y otro y otro y siempre ella tras de la estrella que guiaba sus pasos hacia la amada navidad.
OBERTURA
La Prof. NILDA CASTRILLO DE VARAS autora del relato “LA ESTRELLA DE LA ABUELA”, se ha inspirado en las vivencias sucesos propios y ciertos, llenos de nostalgia que quedarán gravados en nuestras retinas por siempre.
A Dios doy gracias, de mi buena suerte al gozar de esa fortuna que, nos legó la abuelita Victoria, de esa escuela de virtudes y fe, respeto a nuestras tradiciones que cultivo con tanto afán.
Los dibujos que acompañan están bellamente logrados porque con ellos nos enseña que la vida es Arte y con ellos se forjan los mejores recuerdos.
Dra. Daysi Cárdenas Castrillo
AUTORA DE: “MIS APUNTES PSICOLÓGICOS”