• 09 de mayo 2025
  • Menú
    • Opinión
    • Editorial
    • Reflexión
    • Tema del día
    • Columnas
    • Suplementos
    • La Gobernación Informa
    • La Alcaldía Informa
    • La Subgobernación de Cercado informa
    • El SEDEGES informa
    • YPFB Chaco informa
    • Secciones
    • Ecos de Tarija
    • Nacional
    • Internacional
    • Campeón
    • Pura Cepa
    • Crónica
    • Multimedia
    • Merodeos
    • Reportajes
    • El Paisito
    • Búsqueda
    • Listado de autores
    • Semanarios
    • La Mano del Moto
    • La Billetera
    • Cántaro
    • Patria Grande
    • Suscripción Digital
    • Edición
    • Archivo Histórico
    • Archivo Web
    • Despertador / Newsletter
Menú
  • Suscripción Digital
    • Edición
    • Archivo Histórico
    • Archivo Web
    • El Despertador
  • Ads El País
  • Comodín
  • Opinión
    • Editorial
    • Reflexión
    • Tema del día
    • Columnas
  • Suplementos
    • La Gobernación Informa
    • La Alcaldía Informa
    • La Subgobernación de Cercado informa
    • El SEDEGES informa
    • YPFB Chaco informa
  • Secciones
    • Ecos de Tarija
    • Nacional
    • Internacional
    • Campeón
    • Pura Cepa
    • Crónica
    • Multimedia
    • Merodeos
    • Reportajes
    • El Paisito
  • Búsqueda
    • Listado de autores
  • Semanarios
    • La Mano del Moto
    • La Billetera
    • Cántaro
    • Patria Grande
  • Ecos de Tarija
  • Nacional
  • Campeón
  • Edición
  • Comodín

Visión Geopolítica del General Manuel Belgrano: El Plan Continental (Segunda parte)

BELGRANO EN EL CONSULADO Los historiadores e investigadores coinciden en el liderazgo de Manuel Belgrano, en el movimiento revolucionario porteño, que explosionó en mayo de 1810. No obstante, su labor como Secretario Perpetuo del Real Consulado de Buenos Aires define su acción como verdadero...

Cántaro
  • Cristina Minutolo de Orsi
  • 08/09/2019 00:00
Visión Geopolítica del General Manuel Belgrano: El Plan Continental (Segunda parte)
Monumento-a-Uriondo
Espacio publicitarioEspacio publicitarioEspacio publicitario
BELGRANO EN EL CONSULADO
Los historiadores e investigadores coinciden en el liderazgo de Manuel Belgrano, en el movimiento revolucionario porteño, que explosionó en mayo de 1810. No obstante, su labor como Secretario Perpetuo del Real Consulado de Buenos Aires define su acción como verdadero Estadista.
Belgrano estudió en la Universidad de Salamanca, regresó al Río de la Plata y se hizo cargo de la Secretaría del Consulado. Designado por el Rey de España, Secretario Perpetuo del Real Consulado de Buenos Aires. Este cargo lo desempeñó desde 1794 hasta 1810. En esta etapa como “funcionario hispano-colonial”, se reveló como un verdadero Estadista, por la visión integradora del territorio del Virreinato, así como por su conexión con el resto de la América Hispana. Belgrano tuvo dos utopías: el País del Truptu, es decir la Patagonia, y la China –se ve que fue un auténtico visionario por considerar a China como futura potencia. 5
Como Secretario del Consulado de Buenos Aires, atendió a tres pilares básicos: fomentar la agricultura-ganadería, animar la industria y proteger al comercio en el orden interno y externo. Consideraba a estos tres rubros, las fuentes principales de la riqueza y felicidad de los pueblos.
Belgrano desde el Consulado proyectó un reconocimiento del territorio y se advierte su visión geopolítica. Entre otras cosas, Belgrano promueve la actividad textil a fin de reemplazar “la ropa de Castilla” por “la ropa de la tierra”. Se ocupó especialmente de proteger a los “ganados de la tierra” y fomentar la actividad de las hilanderas y tejedoras. Conocía a la perfección los “circuitos comerciales”. De joven había colaborado en la Aduana Nueva con su padre, Don Domingo Belgrano y Peri (castellanizado Pérez), importante comerciante del Río de la Plata, natural de Oneglia, quien desarrolló su actividad en el ámbito local, el Brasil e inclusive Inglaterra (tráfico de esclavos).
Belgrano mantuvo una nutrida correspondencia con los diputados de los Pueblos: Pedro Espínola (Mendoza); Diego de Oro (San Juan); Miguel de La Quintana, Ángel Antonio de La Bárcena y el coronel Diego Pueyrredón (Jujuy); Pedro Ariscarain y Juan Carrillo de Albornoz (Cochabamba); Indalecio González de Socasa, Manuel Fernández Alonso y Domingo de Achucarro (Potosí); Antonio Vigil (Asunción de Paraguay); Juan Francisco de Larrechea (Santa Fe); Francisco de Segura (Mendoza); Santiago García del Villar y Juan José de Iramain (Santiago del Estero); Juan Fernández de Riba y José de Villegas Terán (Catamarca); Lino Rosales (Salta); Salvador Alberdi y Manuel Pose (Tucumán); Manuel Bedoya y Juan Francisco de Soto (Corrientes); Ambrosio Funes, Pedro Lucas de Allende y Bernabé Gregorio de Las Heras (Córdoba), así como el Prefecto Manuel de Salas de la Capitanía de Chile y un diputado por Río Grande (Brasil).
Tuvo estrecha conexión con destacados científicos, como Tadeo Haenke, Pedro Antonio Cerviño, Sourriere de Souvillac, Justo Molina y Vasconcellos. Se elaboró “el mapa de las pampas”. Se buscó un “camino expedito a Chile” a través de la Cordillera, libre de nieves, para poder reemplazar la ruta del Cabo de Hornos, peligrosa para la navegación. Belgrano planteó un país bioceánico: Pacífico-Atlántico. Mantuvieron también una nutrida correspondencia con el Prefecto Manuel de Salas de la Capitanía de Chile, con el cual compartía la misma visión acerca del territorio y fomento de la educación. Ambos eran ilustrados y desarrollaron una labor por demás interesante. Toda esta información, que hace al relevamiento territorial y cartográfico, reunida y sistematizada por el Consulado de Buenos Aires, será enviada al Departamento de Guerra, siendo útil para San Martín, cuando emprenda luego el Cruce de los Andes.

LOS IDEALES: REVOLUCIÓN Y NUEVAS IDEAS
Dos universidades en América definen el carácter de este proceso: Chuquisaca-Córdoba. Su gente está impregnada no solo de las ideas que en esos momentos circulaban en el ámbito europeo y americano, sino que también tienen una formación muy sólida.
Belgrano egresado de Salamanca, una Alta Casa de Estudios que condicionó los títulos de la Corona de España con respecto a los pueblos de América. A través de esta Universidad se advierte una doctrina: el ‘Derecho de Gentes’ –es decir el respeto a los pueblos por su cultura, religión y costumbres. Belgrano, como militante católico, un “humanista cristiano”, ha de reflejar en todos sus actos esta inquietud. Al referirse al tema de los pueblos oriundos, señala la necesidad de quitarles el tributo, devolverles la tierra y evangelizarlos para integrarlos.
El cúmulo de trabajos científicos vinculados con el territorio, las necesidades de los pueblos y estrategia a seguir, le permitirán en las distintas etapas de su actuación, sea como funcionario del gobierno hispano-americano o en el orden nacional como revolucionario, llevar adelante un plan operativo. Como se recuerda la primera entrevista de Belgrano con San Martín en el año 1814, donde evidentemente conversan y, con la modestia que le caracteriza, transmite sus conocimientos al futuro libertador del Chile y el Perú (plan continental y operativo, basado en las cartas, crónicas, diarios y cartografía de la época). De allí los elogios de San Martín a Belgrano, considerándolo “lo mejor que tiene la América del Sud”.
Esto indudablemente se verá reflejado en las convicciones que tiene Belgrano sobre San Martín, al cual compara con el Cid Campeador, por su proyección y liderazgo respecto a la revolución y a la independencia de los pueblos.
Toda la experiencia y reconocimiento del territorio que posee Belgrano, le permiten enviar un material muy importante al Departamento de Guerra. Esto es aprovechado luego por Tomás Guido en sus “Memorias de Guerra”, que apuntan justamente al accionar sanmartiniano con respecto al Cruce de Los Andes e independencia de Chile.
En cuanto a la educación, Belgrano ha de promover el establecimiento de “escuelas de primeras letras”, tanto para niñas como para niños. Era necesaria la formación de los futuros ciudadanos. Desarrolló la enseñanza técnica: creó la Escuela de Dibujo y la Academia de Náutica, de donde surgirían los futuros oficiales del Ejército. A partir de 1810, conforma una Academia de Matemáticas, para desarrollar nociones de táctica y estrategia.
Belgrano tuvo reuniones con oficiales y subordinados, quienes de un modo u otro le hacen llegar proyectos de carácter militar para detener el avance realista. Reunió los proyectos de E. Paillardelle y su hermano Antonio, así como de Villanueva y Fernández de la Cruz. Estos fueron remitidos al Departamento de Guerra en Buenos Aires.

[gallery type="slideshow" size="full" ids="489306,489305"]

LOS IDEALES DEL PUEBLO EN LOS MOVIMIENTOS DE LIBERTAD E INDEPENDENCIA
Los distintos movimientos libertarios, ya sea se tratara de naturales, indios o mestizos en el ámbito americano, apoyados luego por los distintos sectores criollos y los mismos residentes españoles en América, constituyen una jornada épica en el proceso de la independencia. Batallaron por las libertades cívicas y por el “Jus Solis”. Ello constituyó el ‘ethos cultural’ más importante del proceso de revolución e independencia. Se dice que fue el pueblo, por encima de las ideologías y de los ejércitos, quien llevó adelante este pendón libertario.
El prestigio adquirido por Belgrano a través del proceso revolucionario primero y a través de sus distintas expediciones militares y diplomáticas después, le han permitido tener, por su comportamiento con los pueblos, el respeto y la admiración. Todo ello se desprende de la compulsa de los documentos, de las Crónicas y Memorias, bajo el punto de vista historiográfico. A raíz de este proceso, se convierte en el “hombre del orden”, pues disciplinó los Ejércitos de la Patria, estableciendo el lema “subordinación y orden”.
Ese prestigio personal fue admirado por los distintos sectores sociales, sea en el orden cívico y aún en el femenino. Fue tal el respeto por su figura que ello motivó que se elevara su candidatura a Director Supremo del Estado. No obstante, episodios trágicos de guerras intestinas, así como intereses e intrigas políticas, fueron diluyendo esta posibilidad, por demás interesante. Este episodio es no conocido por los historiadores en general. Belgrano estuvo enfrentado con distintos personajes de la época. La correspondencia es reveladora en estos casos. En el Archivo General de la Nación existe un abundante material relativo a estas guerras, se dice que las más sangrientas y las más difíciles, sin lugar a dudas, se operaron en el frente argentino-altoperuano. Estas se entienden fueron las verdaderas Guerras de la Independencia del territorio rioplatense.
Se ha relevado este material en los tomos publicados por el Instituto Nacional Belgraniano, Documentos para la Historia del General Don Manuel Belgrano, tomos I al VII, Güemes Documentado, tomos I al VI e Historia de Tarija, Corpus Documental, tomo II, así como los Documentos para la Historia del Libertador General San Martín, publicados por el Instituto Nacional Sanmartiniano.
Dos personajes emergen en este proceso, que lideraron las distintas manifestaciones que se dieron en esta geografía tan difícil: caudillos indígenas, criollos, mestizos, e incluso españoles guerrearon en favor de la Patria Nueva, y contaron con la directriz de los hombres que se cubrieron de gloria en el proceso: Manuel Belgrano-Martín Miguel de Güemes,” “baluartes de la gloria”.

III
PRESENCIA BELGRANIANA EN LOS DISTINTOS PUNTOS DEL TERRITORIO RIOPLATENSE
Producida la Revolución de Mayo, fue necesario proyectar sus ideales a través de las expediciones militares. Esta fue una decisión de la Primera Junta de Gobierno Patrio instalada en Buenos Aires.
Aparecieron los primeros focos de resistencia en Montevideo (Banda Oriental), Paraguay, y Alto Perú. Belgrano fue designado como responsable del Ejército a participar de la cuestión paraguaya y Banda Oriental. Dejando de lado la incursión militar al Paraguay, que posteriormente, y por decisión también del gobierno de la revolución, se realizó una misión diplomática (Belgrano-V. Echevarría) que permite solucionar el conflicto paraguayo, así como tener un contacto con los principales líderes de los movimientos que se estaban realizando en la Banda Oriental (Uruguay). Se destacó en estos episodios José Gervasio de Artigas. Esta primera aproximación con Artigas, así como las ventajas obtenidas por la misión diplomática al Paraguay, permitieron al proceso de la revolución efectivizar dos acciones puntuales: Alto Perú y la cuestión chilena, donde dos hombres liderarán este proceso: Belgrano y San Martín, en un encuentro que se dará en el año 1814. Allí quedará planteada la posibilidad de un ‘Plan Continental’.
Dadas las gestiones belgranianas, bajo el punto de vista diplomático, el Paraguay se convirtió en un antemural frente al avance portugués. No sucedió lo mismo con Artigas, que en una segunda etapa puso en conflicto toda la zona litoraleña, porque asumió una conducta arbitraria, denominándose “Protector de los Pueblos Libres”, situación que se hiso caótica a partir de 1816, dados los movimientos de Córdoba y Santa Fe fundamentalmente, y que luego se pronunciaran en varias provincias del interior: Santiago del Estero, La Rioja y las mismas provincias cuyanas, poniendo en aprietos con ello el proceso independentista.
Es interesante destacar la obra belgraniana bajo el punto de vista constitucional – definiendo la Constitución para los treinta pueblos de las Misiones Orientales. Esta tiene un carácter muy específico, dado el respeto al trabajador, a la propiedad privada, a la libertad civil, a la justicia social, a la salud, a la educación, a la seguridad. Es decir, a los Derechos Humanos Básicos, siempre atento al ‘Bien Común’. Para algunos investigadores, esto tiene un corte netamente republicano, que en principio desvanece el pensamiento de algunos otros que señalan las tendencias monarquistas de Belgrano.

BELGRANO EN EL EJÉRCITO DEL NORTE
Belgrano es designado por el gobierno de Buenos Aires para fortificar las costas del Río Paraná a la altura del entonces pueblo de Rosario. Decide su itinerario desde Buenos Aires, dejando consignado un Diario de Marcha muy importante, donde revela su sagacidad en el conocimiento del territorio y de su gente. Al arribar a Rosario, en las baterías Libertad e Independencia, enarbola la bandera celeste y blanca creada por él, el 27 de febrero de 1812, a fin de dotar a las fuerzas de un distintivo, tomando como base la escarapela celeste y blanca usada en Buenos Aires. En este caso se destaca que desaparece como uso el Estandarte Real. No obstante, todo esto ha sido tratado por diferentes corrientes historiográficas. Belgrano fue censurado por haber izado la bandera como símbolo nacional, que no se tenía, el gobierno de Buenos Aires estaba negociando políticamente con otras potencias el reconocimiento de la revolución, y aún mantenía contactos con España. De allí la correspondencia Belgrano-Rivadavia y, posteriormente, la confección de otra bandera en Jujuy, al margen de que Belgrano dota a este pueblo por su posterior y heroico comportamiento, con la ‘bandera de la libertad civil’. Se trata de la bandera más antigua, de carácter histórico – esta se conserva en la Casa de Gobierno de la provincia jujeña. Se confeccionaron luego otras dos banderas. Finalmente la bandera celeste y blanca es decretada por el Congreso de Tucumán como símbolo nacional, cuya base tiene un distintivo, la escarapela, convirtiéndose así en símbolo de la identidad nacional.
Después del desastre de Huaqui, el Ejército patriota fue obligado a abandonar el territorio altoperuano, que cayó en manos de los realistas. Esto constituye un retroceso, pues debieron los patriotas dirigirse a Salta. Juan Martín de Pueyrredón, al mando del Ejército, renunció por razones de salud. El fracaso de la primera Expedición al Alto Perú se debió a la conducción desacertada de Castelli, por los desmanes que provocó el ejército bajo su mando, desconociendo el sentir de los Pueblos en sus costumbres y religión, pues fueron asaltados y saqueados los tesoros de los pueblos y maltratadas las mujeres.
Esto permite a los realistas utilizar como recurso político la propaganda contraria a los patriotas, señalándolos como herejes, enemigos de la Religión Católica, contrarios a los valores que conformaban la sociedad de entonces.
El panorama del país era más que desalentadora, dado el manejo del gobierno y de la gente de Buenos Aires, unido esto a la mala política de dicho gobierno, que provocaría serias resistencias y conatos de insurrección.
Aparece en ese momento la figura de Goyeneche, el arequipeño –es decir americano; él ha de luchar contra patriotas, quien intrigaba con las distintas potencias extranjeras: Francia, Portugal, Inglaterra y la misma España. Esto tenía la guerra, porque había muchos españoles que abrazaban la causa americana como Juan Antonio Álvarez de Arenales, quien era castellano. El antagonismo fue entre godos y patriotas, aún en el modo de vestir y de hablar. En todas partes se advertía la conspiración, la delación y la traición.
Las ciudades que iniciaron la revolución eran escarmentadas por los realistas en todo el Alto Perú y en el norte de la Puna. Ello amedrentó a la burguesía del sur. Los indios, que habían sido seducidos por la liberación de sus tributos, veían ahora diezmados sus hatos y sus chacras, asaltadas por la milicia realista.
El clero fluctuaba entre la Revolución y la obediencia al Rey. Desde el Obispado de Salta hasta las humildes parroquias se desconfiaba de la Revolución y sus hombres, quienes habían cometido toda suerte de sacrilegios y lujuria, siendo sospechados de satanismo.6

BELGRANO DEFINE LA REVOLUCIÓN: TUCUMÁN Y SALTA
Belgrano fue designado por el Gobierno de Buenos Aires, General en Jefe del Ejército Auxiliar al Perú. Desde Rosario emprendió la marcha y encontró a su paso por los pueblos un gran estado de malestar y frialdad. Recorrió a galera forzada el camino de postas, entre Santiago del Estero, Tucumán y Salta, pueblos desencantados, empobrecidos por la guerra y como él mismo lo expresaba “hasta enemigos”.
Desde la Posta de la Ciénaga, le dirigió un saludo y una proclama al Cabildo de Jujuy, señalándole que reemplazaba a Pueyrredón por órdenes del gobierno, para mantener en seguridad y tranquilidad esos pueblos. Toda su actividad estaría dirigida al interés general de la Patria y solicita su apoyo.
Belgrano utilizó Bandos y Proclamas para dirigirse a los pueblos a fin de informarles puntualmente lo que sucedía, recreando el vivo espíritu de la revolución, y eso que él llama el “amor a la Patria Nueva y su heredad: el territorio (jus solis)”. En un bando y proclama, Belgrano estimula el amor a la patria en el pueblo jujeño y lo invita a plegarse al proceso de la revolución en paz, a través de la unidad y la integración. 7
Belgrano logró disciplinar un Ejército totalmente desmoralizado y concretó la hazaña que significó el Éxodo Jujeño (hecho que remite a las antiguas peregrinaciones judeo-cristianas) y los triunfos de Las Piedras (3 de septiembre de 1812), Tucumán (24 de septiembre de 1812) y Salta (20 de febrero de 1813). Estos hechos militares posibilitaron el triunfo de la Revolución en esta parte de la América Hispana.
Desde Jujuy Belgrano despachó una vanguardia hacia Potosí, actual territorio Altoperuano, hoy Bolivia. En tanto se producían una serie de alzamientos libertarios en el Bajo Perú. Los habitantes del Alto Perú ante el avance de las fuerzas patriotas, volvían a adherirse a la ‘Causa de la Patria’.
En sus marchas, el jefe patriota estableció medidas severas para que fueran respetadas las propiedades de sus habitantes, al igual que sus usos y costumbres, implantando la última pena para quienes osaran burlarse con sus palabras o gestos. Indudablemente, Belgrano buscaba dejar atrás la mala experiencia que habían tenido los pueblos altoperuanos con el Ejército Patriota en la Primera Campaña al Alto Perú. 8

IV
BELGRANO: PRIMERA INCURSIÓN EN EL ALTO PERÚ
El 19 de junio de 1813, Belgrano entraba en Potosí, centro del poder realista en el Alto Perú. Fue recibido con grandes manifestaciones de adhesión. Las damas de esa ciudad le obsequiaron con una tarja o escudo en oro y plata, que representaba la América del Sur, desde el Istmo de Panamá hasta Tierra del Fuego, incluyendo a las Islas Malvinas. Una inscripción en oro señalaba: “Belgrano, Protector de los Pueblos del Continente Americano”. 9
Belgrano gozaba de gran prestigio en el norte del país por su capacidad y el respeto que le tenían sus fuerzas. Se caracterizó por implantar una rígida disciplina en el Ejército de su mando: subordinación y orden.
Belgrano, cuando penetró en territorio altoperuano, destaca el valor de sus habitantes y el sacrificio realizado en pos de la defensa del territorio. Al mismo tiempo, se puso en contacto con los caudillos que libraban la guerra de partidarios, con los cuales estableció un plan de acción. Entre ellos se puede mencionar: Padilla, Arce, Baltazar, Cárdenas e Ildefonso de las Muñecas.
Nuevos grupos revolucionarios se fueron nucleando en las provincias de Potosí y Charcas. Belgrano destacó al Teniente Coronel Cornelio Zelaya a Cochabamba, para conformar un nuevo regimiento de caballería y organizar cuerpos de milicia, a fin de sostener la guerra de partidarios. Posteriormente, para unificar el movimiento guerrillero, que en esos momentos tenía serios conflictos dadas las distintas personalidades que conducían las guerrillas, Belgrano envía al Coronel Juan Antonio Acebey, quien tiene como objetivo principal definir una única conducción para fortalecer el movimiento guerrillero y evitar disensiones.10

EL PLAN DE BELGRANO EN EL ALTO PERÚ
Al entrar a Potosí, Belgrano señala el siguiente plan:

- Primero: proyección de las ideas de la revolución: Independencia y Unidad.
- Segundo: el aspecto administrativo.
- Tercero: un desarrollo cultural-educativo de los pueblos.

En base a este plan, Belgrano organizó administrativamente en los órdenes social, económico y educativo-cultural las regiones altoperuanas, que fueron liberadas del dominio realista: Potosí, Chuquisaca, Cochabamba y Santa Cruz. Al mismo tiempo dio instrucciones precisas a la gente que tendrá a su cargo su conducción. Mientras tanto, La Paz se mantenía en poder de los realistas. Así, fue nombrado como Gobernador Intendente de Chuquisaca el Coronel Mayor Francisco Antonio Ortiz de Ocampo, quien fue primer comandante de la Expedición Auxiliadora a las Provincias Interiores en 1810. Como Gobernador Intendente de Cochabamba, el Coronel Juan Antonio Álvarez de Arenales, uno de los revolucionarios más destacados del año 1809, natural de Castilla y gran conocedor de la región –este dejó consignado en una crónica muy interesante, el cumplimiento de las instrucciones y el resultado de sus funciones. Como Gobernador de Potosí, el Coronel Apolinario Figueroa, salteño. Finalmente, el Coronel Ignacio Warnes, porteño y amigo personal del General Belgrano, su secretario en la Expedición al Paraguay en 1810-1811, fue designado en la jurisdicción de Santa Cruz de la Sierra, a la que se le sumaron los gobiernos militares de Moxos y Chiquitos, así como la zona del Chaco.
Todos estos jefes manejaron de manera efectiva la administración de sus jurisdicciones, con criterio revolucionario y de equidad, respetaron la idiosincrasia de los pueblos sujetos a su mando.
El “Respeto a los Pueblos” fue uno de los pilares del pensamiento belgraniano, así como el tema educativo-cultural, creándose escuelas de Primeras Letras y afianzando el amor a la patria. Disciplinó militarmente a su gente, creando las condiciones necesarias que los estimulara y les diera la formación de la cual carecían. 11
Belgrano, en un oficio dirigido a Arenales del 22 de octubre de 1813, después de la derrota de Vilcapugio (1º de octubre de 1813), lo alienta a instalar una casa de educación a cargo de A. Centeno y le ofrece contribuir con la misma.
Se debe destacar que después de las derrotas de Vilcapugio y Ayohuma y de la “pérdida del Alto Perú” para las fuerzas patriotas, la resistencia altoperuana continuó a través de la guerra de partidarios, liderada por los caudillos Padilla, Betanzos, Arce, Baltazar Cárdenas, Ildefonso de las Muñecas, entre otros, con los cuales Belgrano mantuvo contacto a través de oficios y de una nutrida correspondencia. 12

BELGRANO Y LOS MOVIMIENTOS SUBVERSIVOS EN EL BAJO PERÚ
Al llegar Belgrano al Alto Perú, se produjeron sublevaciones en las ciudades de Tacna y Moquegua en el Bajo Perú. Desde Salta Belgrano se contactó con los revolucionarios.
La primera insurrección de Tacna se produjo el 20 de junio de 1811, encabezada por Francisco Antonio de Zela, de origen limeño. Este asumió el mando político y militar con el título de Comandante de las Fuerzas Unidas de América.
Si bien numerosos pueblos se plegaron con entusiasmo a esta declaración, al no poder contar con el apoyo de las tropas rioplatenses, no lograron resistir mucho tiempo. La derrota patriota de Huaqui (20 de junio de 1811), en manos de Goyeneche, dio por tierra con los propósitos de Francisco de Zela. Este movimiento fue fácilmente dominado y su jefe apresado por las fuerzas del Rey. En 1812, se produjo el levantamiento de Huanuco. Este fue abortado y, en consecuencia, el patriota Juan José Crespo y Castillo, fue ejecutado.
Belgrano entró en contacto con los revolucionarios, alentándolos en su accionar. En sus proclamas a los Pueblos de la Costa Oeste, los exhortaba a continuar luchando por la libertad e independencia y no darse por vencidos.
En el Segundo Grito de Tacna participaron Manuel Calderón de la Barca, los hermanos Paillardelle y José Antonio Gómez, entre otros. En un primer momento se esperaba que repercutiera en las Provincias del Cuzco. La represión realista, unida a las derrotas patriotas de Vilcapugio y Ayohuma, hizo que estos movimientos fracasaran.
Se tiene que destacar que la Guerra de la Independencia en estas regiones, así como en el Alto Perú, Jujuy y Salta, mostró su aspecto más cruel. La devastación del territorio, la pena de muerte para los líderes vencidos y las medidas tomadas contra las poblaciones, realmente conmueven. Este fue el escenario de la guerra, llamada “la invasión de los sarracenos”, por la crueldad de los realistas en la represión. Se peleaba palmo a palmo por la tierra.
Belgrano, a través de oficios, se comunicó con la Asamblea General Constituyente, que se interesa por la situación altoperuana. 13

V
SAN MARTÍN EN EL TERRITORIO ALTOPERUANO
Se señala que es muy difícil la situación en que se encontraba el Ejército Auxiliar, no podía llevar a cabo una acción ofensiva contra los realistas en el Alto Perú por falta de recursos de todo tipo. Fue oportuna la llegada de San Martín al territorio, le permitió tomar conocimiento de lo que sucedía en este territorio con respecto a la guerra de partidarios. Este conocía muy bien el arte de la guerra y el empleo y ejecución de la llamada guerra de recursos. De allí que remitía instrucciones precisas a Álvarez de Arenales. Estas instrucciones no eran diferentes a las que ya había impartido Belgrano tiempo atrás a este jefe. Esto revela la solvencia que tenían ambos en la conducción del ejército.
San Martín también envió comunicaciones a Warnes con órdenes precisas, a fin de enfrentar las situaciones que se producían en el oriente altoperuano. En esos momentos designa a Martín Miguel de Güemes como Jefe de Vanguardia. Eso resultó ventajoso porque nucleó las operaciones militares bajo un solo mando, evitando así celos e intrigas.
Es importante destacar las entrevistas que mantuvieron Belgrano y San Martín, en las que gestaron un plan medular de carácter militar y político, llamado por algunos estudiosos: ‘Plan Continental’.
Se recuerda que Belgrano tiene gran conocimiento del territorio en su carácter de funcionario hispano-colonial en el Real Consulado de Buenos Aires. Su correspondencia con los diputados de los pueblos, así como con hombres de ciencia, le permitió tener una visión geopolítica correcta: el Litoral-Pacífico para acceder a California (EE.UU.) desde Valparaíso-Chile, resolviendo los pasos de la Cordillera de los Andes, y el Litoral-Atlántico para controlar las bocas del Río de La Plata y evitar las vías del Cabo de Hornos a través del dominio de los pasos cordilleranos. Levantó el Mapa de Las Pampas, y de ellos nos han quedado diarios de viaje y crónicas de gran interés. Una nutrida correspondencia en la Sección Colonia del Archivo General de la Nación da muestra de esta actividad. Por los relatos de los indios que llegaban al Consulado, tenía Belgrano una visión casi utópica del territorio: por un lado se llamó el Truptu a toda la zona de la actual Patagonia Argentina, y por otro, se incentivó el comercio con China, considerada por Belgrano como el futuro “gran coloso del mundo”. En su época esto provocó difíciles cuestiones económicas con Lima. 14
Muchos informes de los oficiales que estaban bajo el mando de Belgrano fueron enviados a Buenos Aires al Departamento de Guerra, tales como los de E. Paillardelle y su hermano Antonio, Fernández de la Cruz y el Sargento Villanueva. Este material fue agregado a los informes que tuvo en cuenta el Departamento de Guerra en Buenos Aires, y que fueron utilizados por San Martín. Guido, a cargo del Departamento de Guerra en Buenos Aires, publica unas Memorias de Guerra basadas en esta documentación. San Martín conoció muchos de estos planes, sobre todo el de Paillardelle, que perfiló un verdadero plan operativo para vencer a los realistas. No obstante, su similitud al plan sanmartiniano, según algunos historiadores, se puede afirmar que se trató de una verdadera estrategia operativa de San Martín en el famoso cruce de la Cordillera de los Andes. La campaña sanmartiniana fue considerada por Belgrano como una verdadera hazaña, a punto que lo llamó “El Cid Campeador”, considerándolo futuro artífice de la independencia de la América del Sur.15
Posteriormente San Martín, como Comandante del Ejército Auxiliar, pidió licencia y obtuvo el nombramiento de Gobernador Intendente de Cuyo.
El Plan de Operaciones, llamado Plan Continental, se usó para definir la Independencia de Chile y la liberación del Perú; quedó ajustado, en principio, con el accionar de Belgrano y Güemes en el norte rioplatense y con el accionar sanmartiniano en Cuyo.

El Plan Operativo o Continental establece: “combinar esta maniobra a ejecutar por el Ejército de Los Andes, con otra que realizaría el Ejército Auxiliar del Perú, el que debía, en principio, y mediante una operación defensiva, aferrar al Ejército Real del Alto Perú con una doble finalidad: evitar una invasión a Jujuy y Salta, e impedir la concurrencia de esta tropa enemiga a que reforzara a las tropas que operaban en el Bajo Perú”.

1 Dra. Cristina Minutolo de Orsi, es Miembro Emérito del Instituto Nacional Belgraniano; Profesora Titular de Historia Argentina I y II, Universidad de Buenos Aires, Facultad de Filosofía y Letras; Profesora Emérito de Universidad del Salvador, Facultad de Historia, Geografía y Turismo.
Dra. Norma Noemí Ledezma, es Investigadora del Instituto Nacional Belgraniano y Prof. Adjunta de Cátedra de Historia Argentina I, Escuela de Historia, Universidad del Salvador.
5 Cfr. Cristina Minutolo de Orsi. Belgrano y sus dos utopías: el país del Truptu y la China. Instituto Nacional Belgraniano, Anales Nº 12, Buenos Aires, 2005. Cristina Minutolo de Orsi. Belgrano y el principio de la unidad nacional. Instituto Nacional de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas, Nº 1, segunda época, Buenos Aires, 2012. Cristina Minutolo de Orsi. Belgrano y el bien común. Instituto Nacional Belgraniano, Anales Nº11, 2005.
6 Cfr. Bidondo Emilio. Alto Perú. Insurrección, Libertad, Independencia. Campañas Militares, 1809-1825, La Paz-Bolivia, Artes Gráficas, Rivolín Hermanos, 1989. Bidondo Emilio. La expedición de auxilio a las provincias interiores (1810-1812). Buenos Aires, Círculo Militar, 1987. Bidondo Emilio. La guerra de la independencia en el Alto Perú, Buenos Aires, Círculo Militar, 1979. Bidondo Emilio. La guerra de la independencia en el norte argentino. Buenos Aires, 1976. Cristina Minutolo de Orsi. Manuel Belgrano: 1816. Unidad e Independencia Americana. Instituto Nacional Belgraniano, Buenos Aires, 2016.
7 Instituto Nacional Belgraniano. Documentos para la Historia del General Don Manuel Belgrano. Tomo VII, Buenos Aires, 2015.
8 Instituto Nacional Belgraniano. Documentos para la Historia del General Don Manuel Belgrano. Tomo VI y VII, Buenos Aires, 2014-2015.
9 Cfr. La Tarja de Potosí; un símbolo americano. Museo Histórico Nacional, 7 de julio de 1998. Tríptico donde se consigna La Tarja o Escudo de Potosí, por la Dra. Cristina Minutolo de Orsi. El simbolismo de la Tarja, por la Dra. Rosa del Valle Quiroga de Corcuera. Con una introducción a la figura americana del General Belgrano, por el Dr. Juan José Cresto, a cargo de la dirección del Museo. Este acto contó con un auspicio muy importante de la Embajada de Bolivia y del Senado de la Nación, así como la Presidencia y Secretaría de Cultura de la Nación. Posteriormente el Instituto Nacional Belgraniano, en los Anales, publicó trabajos más prolijos sobre la Tarja.
10 Cfr. Cristina Minutolo de Orsi. Manuel Belgrano: 1816. Unidad e Independencia Americana. Ob. Cit. Véase también Crl. Emilio A. Bidondo, La expedición de Auxilio a las provincias interiores: 1810-1812, Buenos Aires, Círculo Militar, 1987. En Idem.em, Alto Perú: Insurrección, libertad, independencia. Campañas militares. 1809-1825, La Paz, Bolivia, Artes Gráficas, Rivolín Hermanos, 1989.
11 Cfr. Cristina Minutolo de Orsi. Manuel Belgrano: 1816. Unidad e Independencia Americana. Ob. Cit. Bidondo Emilio. Alto Perú. Insurrección, Libertad, Independencia. Campañas Militares, 1809-1825. Ob. Cit.
12 Cfr. Cristina Minutolo de Orsi. Belgrano y las Heroínas y de la Coronilla. En Revista Fuentes, Biblioteca y Archivo Histórico de la Asamblea Legislativa Plurinacional de Bolivia, año 9, vol. 4, nro. 11. La Paz, Bolivia, diciembre 2010. Cristina Minutolo de Orsi, Belgrano y las Heroínas de la Coronilla (27 de mayo de 1812) en Anales Nº 14, Instituto Nacional Belgraniano, Buenos Aires, 2014.
13 Cfr. Dra. Rosa Meli. Belgrano y la segunda insurrección de Tacna. Anales N°14, Instituto Nacional Belgraniano, Buenos Aires, 2014.
14 Crf. Minutolo de Orsi, Cristina, Belgrano y sus dos utopías: China y el país del Truptu (Patagonia) en Anales Nº 12, Buenos Aires, Instituto Nacional Belgraniano, 2008.
15 Cfr. Minutolo de Orsi, Cristina, Historia de Tarija. Corpus Documental, t. II, Universidad Juan Misael Saracho, Tarija (Bolivia), 1986.

Apoya al periodismo independiente

Tienes acceso libre a 200 notas al mes. Para tener acceso ilimitado y muchos beneficios más adquiere tu Suscripción Digital. Comienza tu prueba gratis ahora

Suscríbete

¿Ya estás suscrita/o? No olvides iniciar sesión

Acceder

Si te interesa una suscripción corporativa o institucional llámanos al (+591) 78259007

Comentarios

  • Lo más visto
  • Lo Último
    • 1
      Ante menor ingreso de recursos, Montes dijo que no pagará sueldos
    • 2
      Molestia ‘evista’ contra Andrónico
    • 3
      GV San José sale del fondo con su primer triunfo internacional
    • 4
      Protesta: El Transporte Pesado de Tarija no pagará los peajes
    • 5
      Imputan a sujeto que estaba con menor desaparecida
    • 1
      GV San José sale del fondo con su primer triunfo internacional
    • 2
      El País será reconocido por la Asociación de Periodistas de Tarija por su trayectoria
    • 3
      HRSJD: Falta de proveedor y altos costos frenan compra de medicamentos
    • 4
      Alcalde inaugura encuentro por el medio ambiente
    • 5
      Protesta: El Transporte Pesado de Tarija no pagará los peajes

Puedes publicar tu anuncio en la
página de inicio o en el interior de las notas

Escoge una opción para ver
los espacios disponibles

Página de inicio Interior de Nota

Contacto

  • Calle Colón No. 968 - Tarija, Bolivia
  • (591 4) 664 2732 - (591) 78259007
  • [email protected]

Acerca de Nosotros

  • Quiénes somos
  • Términos y condiciones
  • Políticas de privacidad
© Copyright 2025 :: Boquerón Multimedia | Desarrollado por ITGROUP SYSTEMS