Libros de la Biblia Hechos de los Apóstoles
Autor: Lucas, un médico griego Fecha: 60 – 62 d.C. Tema: La expansión del Evangelio Propósito: Tener un registro de la iglesia primitiva Lugar: Jerusalén - Roma El libro de los Hechos de los Apóstoles es el relato de Lucas sobre el crecimiento de la iglesia después que Cristo subió...



Autor: Lucas, un médico griego
Fecha: 60 – 62 d.C.
Tema: La expansión del Evangelio
Propósito: Tener un registro de la iglesia primitiva
Lugar: Jerusalén - Roma
El libro de los Hechos de los Apóstoles es el relato de Lucas sobre el crecimiento de la iglesia después que Cristo subió a los cielos. Dirige su escrito a un griego llamado Teófilo.
La iglesia comienzo con tan sólo 120 personas reunidas en el aposento alto, donde Jesús tomó la última cena con los discípulos.
Capítulo 1.- Lucas comienza el libro relatando cómo Jesús enseñó a los apóstoles sobre el Reino de Dios y que esperasen la venida del Espíritu Santo (1:8). “Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos” (1:9). En los versículos 21 al 26, Matías es elegido como apóstol en reemplazo de Judas.
Capítulo 2.- El día de Pentecostés el Espíritu Santo viene sobre los seguidores que están en el aposento alto, inundando el lugar con el estruendo como de un viento poderoso. En los versículos 14 al 36, Pedro da su primer discurso: “Así que, exaltado por la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís” (2:33).
En el Capítulo 3 se relata la curación de un hombre cojo, y más tarde Pedro dice su segundo sermón.
“Y por la mano de los apóstoles se hacían muchas señales y prodigios en el pueblo; …” (5:12). Los líderes religiosos se sienten amenazados por los impresionantes sucesos que ocurren y dan muerte a Esteban (7: 55-60).
Con la persecución a los cristianos la iglesia es dispersada, pero el mensaje del Evangelio se extiende a Samaria. Pedro y Juan ejerciendo su autoridad como apóstoles de Cristo, imparten el Espíritu Santo a los nuevos creyentes (Capítulos 8 al 12).
Lucas escribe sobre Pablo, un fariseo –Saulo de Tarso- que conoció a Jesús resucitado y se convirtió cuando estaba de camino a Damasco persiguiendo a los cristianos. El Salvador le da la comisión de llevar el mensaje de su resurrección a los gentiles.
Pablo y su equipo hacen tres viajes misioneros en los que fundan nuevas iglesias y entrenan líderes durante un período de 9 años (Capítulos 13 al 20). Estando en Éfeso en su tercer viaje misionero, Pablo con su predicación pone fin al negocio de artesanos que fabrican estatuas de la diosa Diana. Los artesanos provocan disturbios acusando a Pablo de golpear la economía y la adoración a Diana (19:23-29). Pablo va de Éfeso a Jerusalén, donde es arrestado acusándole de provocar disturbios y es llevado preso, esperando por dos años que su caso sea llevado a juicio.
El capítulo 27 relata el viaje de Pablo que es llevado a Roma junto a otros presos por el mar: “Cuando se decidió que habíamos de navegar para Italia, entregaron a Pablo y a algunos otros presos a un centurión llamado Julio, de la compañía Augusta” (27:1). El viaje fue difícil: cuando enfrentaron una tormenta el barco naufragó; “Entonces los soldados acordaron matar a los presos, para que ninguno se fugase nadando. Pero el centurión, queriendo salvar a Pablo, les impidió este intento, y mandó que los que pudiesen nadar se echasen los primeros, y saliesen a tierra; y los demás, parte en tablas, parte en cosas de la nave. Y así aconteció que todos se salvaron saliendo a tierra” (27:43-44). Así llegaron a la isla de Malta, donde Pablo sanó enfermos “los cuales también nos honraron con muchas atenciones; y cuando zarpamos, nos cargaron de las cosas necesarias” (28:10).
Después de tres meses en Malta, zarparon a Roma, “Cuando llegamos a Roma, el centurión entregó los presos al prefecto militar, pero a Pablo se le permitió vivir aparte, con un soldado que le custodiase” (28:16). “Y Pablo permaneció dos años enteros en una casa alquilada, y recibía a todos los que a él venían, predicando el reino de Dios y enseñando acerca del Señor Jesucristo, abiertamente y sin impedimento” (28:30-31).
Fecha: 60 – 62 d.C.
Tema: La expansión del Evangelio
Propósito: Tener un registro de la iglesia primitiva
Lugar: Jerusalén - Roma
El libro de los Hechos de los Apóstoles es el relato de Lucas sobre el crecimiento de la iglesia después que Cristo subió a los cielos. Dirige su escrito a un griego llamado Teófilo.
La iglesia comienzo con tan sólo 120 personas reunidas en el aposento alto, donde Jesús tomó la última cena con los discípulos.
Capítulo 1.- Lucas comienza el libro relatando cómo Jesús enseñó a los apóstoles sobre el Reino de Dios y que esperasen la venida del Espíritu Santo (1:8). “Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos” (1:9). En los versículos 21 al 26, Matías es elegido como apóstol en reemplazo de Judas.
Capítulo 2.- El día de Pentecostés el Espíritu Santo viene sobre los seguidores que están en el aposento alto, inundando el lugar con el estruendo como de un viento poderoso. En los versículos 14 al 36, Pedro da su primer discurso: “Así que, exaltado por la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís” (2:33).
En el Capítulo 3 se relata la curación de un hombre cojo, y más tarde Pedro dice su segundo sermón.
“Y por la mano de los apóstoles se hacían muchas señales y prodigios en el pueblo; …” (5:12). Los líderes religiosos se sienten amenazados por los impresionantes sucesos que ocurren y dan muerte a Esteban (7: 55-60).
Con la persecución a los cristianos la iglesia es dispersada, pero el mensaje del Evangelio se extiende a Samaria. Pedro y Juan ejerciendo su autoridad como apóstoles de Cristo, imparten el Espíritu Santo a los nuevos creyentes (Capítulos 8 al 12).
Lucas escribe sobre Pablo, un fariseo –Saulo de Tarso- que conoció a Jesús resucitado y se convirtió cuando estaba de camino a Damasco persiguiendo a los cristianos. El Salvador le da la comisión de llevar el mensaje de su resurrección a los gentiles.
Pablo y su equipo hacen tres viajes misioneros en los que fundan nuevas iglesias y entrenan líderes durante un período de 9 años (Capítulos 13 al 20). Estando en Éfeso en su tercer viaje misionero, Pablo con su predicación pone fin al negocio de artesanos que fabrican estatuas de la diosa Diana. Los artesanos provocan disturbios acusando a Pablo de golpear la economía y la adoración a Diana (19:23-29). Pablo va de Éfeso a Jerusalén, donde es arrestado acusándole de provocar disturbios y es llevado preso, esperando por dos años que su caso sea llevado a juicio.
El capítulo 27 relata el viaje de Pablo que es llevado a Roma junto a otros presos por el mar: “Cuando se decidió que habíamos de navegar para Italia, entregaron a Pablo y a algunos otros presos a un centurión llamado Julio, de la compañía Augusta” (27:1). El viaje fue difícil: cuando enfrentaron una tormenta el barco naufragó; “Entonces los soldados acordaron matar a los presos, para que ninguno se fugase nadando. Pero el centurión, queriendo salvar a Pablo, les impidió este intento, y mandó que los que pudiesen nadar se echasen los primeros, y saliesen a tierra; y los demás, parte en tablas, parte en cosas de la nave. Y así aconteció que todos se salvaron saliendo a tierra” (27:43-44). Así llegaron a la isla de Malta, donde Pablo sanó enfermos “los cuales también nos honraron con muchas atenciones; y cuando zarpamos, nos cargaron de las cosas necesarias” (28:10).
Después de tres meses en Malta, zarparon a Roma, “Cuando llegamos a Roma, el centurión entregó los presos al prefecto militar, pero a Pablo se le permitió vivir aparte, con un soldado que le custodiase” (28:16). “Y Pablo permaneció dos años enteros en una casa alquilada, y recibía a todos los que a él venían, predicando el reino de Dios y enseñando acerca del Señor Jesucristo, abiertamente y sin impedimento” (28:30-31).