Los Evangelios: San Mateo
Son cuatro los libros del Evangelio, cada uno de autores distintos, cuyos registros son tomados desde puntos de vista diferentes. Los tres primeros son llamados Sinópticos porque nos dan una vista común de los mismos eventos y tienen comparativamente el mismo sentido. En cambio el evangelio de...
Son cuatro los libros del Evangelio, cada uno de autores distintos, cuyos registros son tomados desde puntos de vista diferentes. Los tres primeros son llamados Sinópticos porque nos dan una vista común de los mismos eventos y tienen comparativamente el mismo sentido. En cambio el evangelio de Juan es en parte distinto a los otros tres, porque contiene un mensaje espiritual para los cristianos, mientras los sinópticos tienen un mensaje evangelístico dirigido a las personas no espirituales.
San Mateo
Capítulos 1-4. En estos capítulos está la genealogía de Jesús, que es descendiente de David. Nace de una virgen cumpliendo la profecía de Génesis 3:15. Mateo relata la visita de los magos, la matanza de los niños por orden de Herodes, el bautismo de Jesús y el comienzo de su ministerio.
Capítulos 5-6. Jesús reúne a sus discípulos en una colina y les habla de las bienaventuranzas y de las características de los ciudadanos del reino de Dios.
Capítulos 7-20. Por medio de parábolas, Jesús proclama un nuevo reino. Elige los 12 apóstoles y les manda a predicar que el reino de los cielos se ha acercado (10:5-7). Jesús sana a los enfermos y alimenta a cinco mil y luego a cuatro mil (16:5-12). En 16:21-28 Jesús anuncia su muerte.
Capítulos 21-25. Jesús entra en Jerusalén como un rey, sentado sobre una asna. “Y entró Jesús en el templo de Dios, y echó fuera a todos los que vendían y compraban en el templo, y volcó las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían palomas; y les dijo: Escrito está: Mi casa, casa de oración será llamada; mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones” (21:12-13).
Jesús enseña por medio de parábolas. Acusa a los escribas y fariseos de hipócritas: “¡Serpientes, generación de víboras! ¿Cómo escaparéis de la condenación del infierno?” (23:33). Pronuncia una maldición sobre Jerusalén, que ha rechazado el camino de Dios, y predice la destrucción del templo: “Respondiendo él, les dijo: ¿Veis todo esto? De cierto os digo, que no quedará aquí piedra sobre piedra, que no sea derribada” (24:2).
Capítulos 26-28. “Entonces los principales sacerdotes, los escribas, y los ancianos del pueblo se reunieron en el patio del sumo sacerdote llamado Caifás, y tuvieron consejo para prender con engaño a Jesús, y matarle” (26:3-4).
Después de celebrar la Pascua con sus discípulos, Jesús es arrestado y juzgado en los tribunales religiosos y civiles, para luego crucificarlo. “Después de haberle escarnecido, le quitaron el manto, le pusieron sus vestidos, y le llevaron para crucificarle” (27:31).
Después de su muerte es enterrado por José de Arimatea. Al tercer día, Jesús resucita y se aparece a sus discípulos en Galilea. “Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén” (28:18-20).
Jesús se hizo hombre para morir por nuestros pecados y por medio de sus enseñanzas nos prepararemos para la vida en su Reino.
San Mateo
Capítulos 1-4. En estos capítulos está la genealogía de Jesús, que es descendiente de David. Nace de una virgen cumpliendo la profecía de Génesis 3:15. Mateo relata la visita de los magos, la matanza de los niños por orden de Herodes, el bautismo de Jesús y el comienzo de su ministerio.
Capítulos 5-6. Jesús reúne a sus discípulos en una colina y les habla de las bienaventuranzas y de las características de los ciudadanos del reino de Dios.
Capítulos 7-20. Por medio de parábolas, Jesús proclama un nuevo reino. Elige los 12 apóstoles y les manda a predicar que el reino de los cielos se ha acercado (10:5-7). Jesús sana a los enfermos y alimenta a cinco mil y luego a cuatro mil (16:5-12). En 16:21-28 Jesús anuncia su muerte.
Capítulos 21-25. Jesús entra en Jerusalén como un rey, sentado sobre una asna. “Y entró Jesús en el templo de Dios, y echó fuera a todos los que vendían y compraban en el templo, y volcó las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían palomas; y les dijo: Escrito está: Mi casa, casa de oración será llamada; mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones” (21:12-13).
Jesús enseña por medio de parábolas. Acusa a los escribas y fariseos de hipócritas: “¡Serpientes, generación de víboras! ¿Cómo escaparéis de la condenación del infierno?” (23:33). Pronuncia una maldición sobre Jerusalén, que ha rechazado el camino de Dios, y predice la destrucción del templo: “Respondiendo él, les dijo: ¿Veis todo esto? De cierto os digo, que no quedará aquí piedra sobre piedra, que no sea derribada” (24:2).
Capítulos 26-28. “Entonces los principales sacerdotes, los escribas, y los ancianos del pueblo se reunieron en el patio del sumo sacerdote llamado Caifás, y tuvieron consejo para prender con engaño a Jesús, y matarle” (26:3-4).
Después de celebrar la Pascua con sus discípulos, Jesús es arrestado y juzgado en los tribunales religiosos y civiles, para luego crucificarlo. “Después de haberle escarnecido, le quitaron el manto, le pusieron sus vestidos, y le llevaron para crucificarle” (27:31).
Después de su muerte es enterrado por José de Arimatea. Al tercer día, Jesús resucita y se aparece a sus discípulos en Galilea. “Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén” (28:18-20).
Jesús se hizo hombre para morir por nuestros pecados y por medio de sus enseñanzas nos prepararemos para la vida en su Reino.