Madre SOS, el corazón que unifica a una gran familia
Ser madre no es una tarea fácil, porque cuando la mujer tiene un hijo, el rumbo de su vida cambia de manera definitiva y gira en torno a ese pequeño ser.



Desde el momento en que nace el bebé, ella debe pensar en su alimentación, vestimenta, educación, formación, salud, futuro y todo lo que implique el bienestar de su hijo; razón por la cual su vida se le hace más dura. Despertar hasta cuatro veces durante la madrugada para darle alimento en sus primeros meses de vida y quedarse despierta hasta la última hora del día para atenderlo, después de cocinar, limpiar la casa, lavar la ropa, lavar la vajilla y además, si trabaja, cumplir con su fuente laboral, es sin duda una tarea titánica y desgastante, que le toca desempeñar y que se extenderá por el resto de su vida.¿Pero qué pasa si en vez de tener un hijo, una mujer tiene que cuidar hasta nueve niños a la vez? Parece algo duro y difícil de explicar, pero es la realidad de un grupo de mujeres, las madres de las Aldeas SOS, que cuidan en su hogar hasta nueve hijos no biológicos a la vez. ¿Su objetivo? formarlos y prepararlos para afrontar la vida cuando sean mayores. Para eso, ayudan y alientan a sus hijos a terminar la escuela, además de conseguir algún oficio, vocación técnica o carrera universitaria. Rita Mariel Sandoval, Nedda Leonor Salgueiro Ruiz, María Isabel Choque Jerez y Mayerlin Villalba Íñiguez son cuatro de las 15 mamás que hay en Aldeas Infantiles SOS, y su dedicación junto a su vocación es digna de resaltar. Cada una con una historia de vida diferente, llegaron hasta las Aldeas SOS sobre todo por curiosidad y con el afán de experimentar algo que les llamaba la atención, pero “sólo por un corto periodo de tiempo”. Todas dicen que su plazo era “llegar hasta diciembre”; sin embargo, dos de ellas ya cumplieron 25 años de servicio y las otras dos son mucho más jóvenes en este oficio (6 y 3 años respectivamente), pero se muestran igual de entusiastas. Consultadas sobre en qué consiste su trabajo, cuentan que es la de hacer las tareas que toda mamá realiza en su casa, por lo que esa labor empieza todos los días a las seis de la mañana e incluso antes, cuando hay reuniones o algunos asuntos que atender en los colegios de sus hijos. La finalización de su jornada es por lo general después de las 10 de la noche. Se trata de un trabajo 24/7 como ellas lo llaman, pero pueden tener un día de descanso a la semana si es que hay alguna “tía” disponible para atender su hogar y a sus hijos.
Sus hijos e hijasRita Mariel cuenta con una sonrisa en el rostro que tiene 22 hijos y 18 nietos, pero actualmente 8 de sus hijos viven en su casa. Mientras que Neda, dice igualmente que tiene 22 hijos, pero 7 nietos y por ahora sólo tres de sus hijos viven con ella en su hogar. Se trata de las madres más antiguas de Aldeas Infantiles SOS. Ambas tienen en su memoria un sinfín de historias, logros y dolores que contar, pero su mayor alegría es sin duda el lazo de hermandad y de familia que lograron “soldar” en su hogar. Nedda recuerda con una lágrima en su rostro que uno de los momentos más duros que le tocó vivir a lo largo de sus 25 años de madre es cuando uno de sus hijos, el menor, se puso mal de salud. Fue más de un mes y medio de sufrimiento, pero a la vez fue el momento en el que pudo darse cuenta que su esfuerzo no había sido en vano. Llamadas y palabras de aliento de sus hijos más grandes y aquellos que dejaron su hogar llegaban de todas partes del país. “Para mí eso es una gran alegría. Nunca pensé que me iba a pasar tal cosa y estoy feliz. Justo al más menor, no tiene familia de origen, no tiene papás, no tiene mamá, pero él se siente bien y feliz; hay que ver esa cara de alegría porque sabe que tiene una mamá y tiene hermanos”, dice entre llanto y orgullo. Rita Mariel cumplió hace meses atrás sus 50 años de vida y uno de sus momentos más gratos en esta labor los vivió ese momento, cuando todos sus hijos, los que viven actualmente con ella y aquellos que no, se organizaron entre todos y le prepararon una fiesta sorpresa para agradecerle todo lo que hace e hizo por ellos. “Usted nos ha celebrado nuestros cumpleaños cuando no conocíamos ni una torta y ahora nosotros le traemos esta torta y le hacemos esta fiesta”, le decían sus hijos en ese entonces.Las otras dos mamás son más jóvenes en este campo, curiosamente la de menor edad es la que más hijos y experiencia tiene. Con una alegría en el rosto dice que ella tiene trece hijos, nueve de ellos viviendo actualmente con ella y los otros cuatro ya fuera de casa. Se jacta de ser abuela, pues ya tiene dos nietos.Mientras que María Isabel dice que en su corto periodo de tiempo dentro de Aldeas SOS, ya tiene nueve hijos, seis en casa y tres fuera. Es la única de las cuatro que no es abuela aún.
Formación mamáEl ser madre SOS no es una meta fácil de lograr, pues son varias las pruebas que deben pasar y el tiempo mínimo que debe pasar para que sean consideradas como mamás es de por lo menos dos años. Aunque las cuatro resaltan que ese periodo puede ser mucho mayor si es que las aspirantes no muestran condiciones para esta tarea. “Ser mamá SOS es una opción de vida y como tal tienen que prepararse. Para que una aspirante llegue a ser mamá de las Aldeas Infantiles tiene que pasar todo un ciclo de preparación. Tiene que pasar varios niveles de formación, ya que hay una escuela de formación en Tiquipaya. Aquí el trabajo de cuidar a los niños es pesado y ellas necesitan fortalecerse”, dice Mónica Sánchez, comunicadora de la institución.De hecho, entrar a Aldeas SOS es algo complicado y exige compromiso al 100 por ciento, pues primero deben pasar por un proceso de inducción, que es convivir durante tres a cuatro días con una mamá en su casa. Durante ese periodo las aspirantes conocen de cerca la realidad que les espera si se animan y pasan las pruebas.Después, un comité de la institución hace un proceso de selección junto a la mamá supervisora. Ven el perfil que tiene y analizan si puede quedarse la persona. Luego la aspirante se prepara con una mamá mentora durante 15 días dentro de la casa y después, durante 15 días rota por todas las familias y hogares. Una vez superada esa prueba, la interesada está preparada para cubrir el descanso de una mamá.Posterior a esto, las mamás en camino deben capacitarse en una escuela de formación instalada en Tiquipaya – Cochabamba. “Para que los niños estén bien, las mamás deben estar bien fortalecidas y preparadas. En las currículas de madres no encuentras precisamente materias como cocinar, lavar o cosas por el estilo, sino que se capacitan en nutrición, el cómo tener una familia unidad, cómo afrontar diversas situaciones”, añade Mónica. En Aldeas SOS de Tarija existen 15 familias, es decir, 15 hogares en las que hay 15 mamás jefas de hogar. Además, existen actualmente cuatro tías, que son mujeres en capacitación para ser madres y que son las que reemplazan a las mamás cuando éstas toman un día de descanso.
Aldeas Infantiles SOS, unbonito lugar para crecer
Aldeas Infantiles En Aldeas Infantiles SOS hay quince casas bien cuidadas y limpias para cada una de las familias. Cada hogar tiene el nombre de una flor y están ubicadas de manera dispersa de tal manera que aparenta un condominio. El lugar tiene una amplia área verde y de esparcimiento.
ReconocimientoEl pasado 20 de mayo, Nedda Salgueiro, madre SOS hace más de 25 años, recibió un reconocimiento otorgado por el Honorable Concejo Municipal de la ciudad de Tarija y la Provincia Cercado por ser una mujer admirable que construyó y construye una familia para niños que la necesitan.
Permanencia La edad máxima que puede quedarse un hijo a vivir en el hogar de las Aldeas Infantiles es hasta los 23 años, aunque la mayoría de los que salen bachilleres, buscan salir a estudiar a otros lados y dejan el hogar, pero siempre mantienen su vínculo y cercanía con sus madres SOS.