Las serenatas al servicio del amor y la reconciliación
No es posible saber una fecha aproximada del surgimiento de la costumbre de llevar serenata en Tarija, sin embargo, al parecer es una costumbre que proviene de los mexicanos, a través de sus películas que se difundieron ampliamente por Latinoamérica pero también tiene...



Según recuerda doña Elsa Cardozo, en la década del 50 ya se solían dar serenatas. “Se daban serenatas a las enamoradas, para hacer conocer el sentimiento que les tenía el pretendiente o para hacerla abuenar si se habían peleado”.En definitiva, la tradición de dar serenata está directamente relacionada con el amor, es por eso que la mayoría de las canciones que se cantan hablan de este sentimiento, del desengaño, del perdón, del amor no correspondido, etc.Sin embargo, en Tarija las serenatas también tuvieron otras motivaciones vinculadas a la costumbre muy tarijeña de cantar y que se expresaba en reunirse con amigos para llevar serenata a alguna joven en quien estaba interesado alguien del grupo, en la mayoría de los casos para una ocasión especial como el cumpleaños.Don Oscar Chávez recuerda que allá por los años 70, solían dar serenatas pese a la prohibición de las autoridades ya que eran épocas en que se establecía un toque de queda que prohibía salir después de las 10 de la noche.“Éramos seis u ocho chicos que salíamos a dar serenata con nuestra radiograbadora y nosotros hacíamos coros, cantábamos, aplaudíamos, hacíamos una bulla infernal”. En esas salidas, necesariamente debían tomar previsiones ya que casi inmediatamente había un vecino que llamaba a la Policía y ellos tenían que estar listos para desaparecer en el interior de alguna casa cuya puerta permanecía abierta para un rápido ingreso y ocultar a los trasnochadores.Las serenatas empezaban a las doce de la noche, de modo que una vez que se iba la Policía volvían a salir, ponían el casete con la música escogida hasta que, según la costumbre les abrían la puerta y les invitaban a pasar.“Nos divertíamos toreando a la Policía, éramos jóvenes”, recuerda Chávez en relación al peligro que implicaba en las épocas de dictadura romper el toque de queda.Con los años llegaron tiempos más tranquilos y entonces ya constituían grupos más grandes, de 10 a 12 personas, les abrían las puertas y entraban invitados a las casas luego de tocar unas cuantas piezas. Con el tiempo pudieron llevar conjuntos electrónicos y el arte de las serenatas se fue modernizando. “Le pedíamos a la mamá de la chica que nos deje un enchufito afuera para enchufar el aparato y dábamos la serenata”.El cambio más radical se produjo cuando aparecieron los mariachis, a finales de los 80, y se popularizaron las serenatas con música mexicana.Dilio Landívar es parte del grupo Mariachis del Sur, pionero en utilizar la música de mariachi para dar serenatas. “En Santa Cruz era muy popular el mariachi y cuando llegamos aquí teníamos un grupo y un día les dije por qué no tocamos con mariachi, les va a gustar porque aquí no hay”, recuerda Landívar.Como era difícil conseguir los sombreros, trajeron sombreros de sao de Santa Cruz y los hicieron forrar para comenzar a tocar como mariachis, con tal suerte que en una de sus primeras serenatas en homenaje a Ivar Rojas, el hijo de éste, quien vivía en México, los oyó cantar para su padre a través del teléfono y preguntó quienes eran y se comprometió a traerles sombreros y así lo hizo.Dilio Landívar, el vocalista de Mariachis del Sur recuerda que el mariachi tuvo mucho impacto. “Es un tipo de música que impacta y generalmente se entra de sorpresa, se llega tocando y eso a la gente le gusta”, refiere.En general la serenata con mariachi es similar a la que se da con otro tipo de grupos y música, son los mismos objetivos y tradiciones.Landívar explica que la hora de la serenata es a las doce de la medianoche invariablemente y lo más popular son las serenatas de reconciliación. “La mayoría son serenatas que se contratan para pedir disculpas por un error o por una falta, a mi el que me contrata me explica el problema y escogemos las canciones más apropiadas para pedir perdón”.En ese sentido, los músicos tienen que tener dotes no solo como cantantes sino dotes de oratoria para decir palabras agradables que persuadan a la enamorada ofendida. “Creo que siempre hemos tenido éxito ya que hemos tocado muchas serenatas de reconciliación y un año después la serenata en la boda”. Una de las canciones más interpretadas en estas ocasiones es “Serenata Huasteca” de José Alfredo Jiménez, cuyo estribillo concentra la esencia del sentimiento que se quiere expresar en las serenatas de reconciliación. “Qué voy a hacer /si de veras te quiero/ya te adoré /y olvidarte no puedo”.La respuesta de una serenata es que la homenajeada se despierte con los primeros acordes, se dé un tiempo para prender la luz mientras escucha la canción y luego la madre, generalmente, abre la puerta.Si la serenata no es bien recibida pues se mantiene todo silencioso y oscuro y no se abren las puertas y la dama en cuestión finge dormir.De ahí que otra de las canciones más populares sea Sandunga: “Antenoche fui a tu casa/ Tres golpes le di al candado/ Tú no sirves para amores/ Tienes el sueño pesado”.“A nosotros siempre nos fue bien” reitera Dilio Landivar acerca de las respuestas obtenidas con el mariachi.Actualmente las serenatas con mariachi se han extendido a cumpleaños de los padres, a las fiestas de 15 años, bodas y otras celebraciones en las que se quiera agasajar a alguien con música mexicana.“Incluso hay personas que piden oír mariachi cuando están tristes o ancianos, casos en que piden mariachi para escuchar cuando están enfermos, y quienes piden que se los entierre con mariachi”.
LA ANTIGUA TRADICIÓN DE LAS SERENATAS
Las tunasLa serenata en sus orígenes se identificaba con Mariachis o Tunas, que van en la noche a la casa de la dama para cantar canciones que expresen amor, agradecimientos, deseos, perdón, reconciliación, etc.
La damaLa serenata se daba tradicionalmente a una dama pero actualmente, no solo se lleva serenata a la pareja sino puede ser un amigo, a la madre o algún otro familiar para los cumpleaños, bodas y algún otro día festivo.
El balcónEn otras épocas, el balcón jugaba un papel esencial durante las serenatas ya que desde ahí la dama observaba a los cantores antes de que se abrieran las puertas de la casa para invitarlos a pasar.