Romeo busca a Julieta, el amor anfibio que cautiva al mundo
Su nombre es Romeo y su historia es tan triste y romántica como la mismísima escrita por William Shakespeare. No se sabe cuándo se separó de Julieta y tampoco si el final de su relación fue algo similar al de la obra literaria. Lo que sí se sabe es que está solo y que tampoco encontrará...



Ojos grandes café- verduzcos, como dos enormes pantanos, sonrisa amplia como sólo tienen los buenos tipos, piel lisa y con pliegues sobrantes, soltero y en etapa de reproducción son algunas de las características con las cuales Romeo se presenta ante las redes en la famosa web de citas: Match.com.“Soy un tipo bastante simple. Tiendo a quedarme solo y me encanta pasar las noches en casa. También me encanta comer, ¿a quién no? Estoy seguro de que te preguntarás qué está haciendo una rana como yo en un sitio como éste. Bueno, estoy aquí buscando pareja”. Y después continúa: “Igual que tú”.Toda esta cautivadora presentación se la realiza en el video oficial de su perfil, creado en la web de citas. Ahí se muestra a Romeo en su diario vivir, nadando y cazando, la comida que le lanzan, gusanos de tierra, isópodos y caracoles. “No quiero comenzar esto de manera pesada, pero soy literalmente el último de mi especie”, “dice” Romeo en su video y agrega “Estoy aquí con la esperanza de encontrar a la pareja perfecta para que podamos salvar a los nuestros, sin presiones”. “No soy muy exigente, sólo busco otra Sehuencas como yo”, concluye. Éstas son algunas de las frases de Romeo, que han conmovido al mundo y que por ahora están demostrando que el amor mueve montañas.
Desde hace diez años en el museoAunque le han creado un habitad similar al suyo y lo han tratado de la mejor manera, sus enormes ojos fijos revelan la esperanza de encontrar a Julieta. Romeo es una especie endémica de Bolivia que fue encontrada en Siberia el año 2009 por el herpetólogo boliviano Oliver Quinteros, quien comenta que la especie (Telmatobius yuracare) ya fue descrita para Bolivia por el investigador español Ignacio de la Riva.Vive desde hace diez años en el Museo de Historia Natural Alcides d’Orbigny en Cochabamba. “Durante todo este tiempo no se le ha conseguido una pareja. Se han realizado algunas expediciones y búsquedas de esta especie en diferentes lugares, sin resultados positivos”, comenta Ricardo Céspedes, director del Museo.El acuario gigante que se la ha creado es un gran contenedor de mercancías pero el amor de los biólogos ha convertido a este lugar en el mejor habitad para Romeo. En Bolivia, años antes, esta especie habitaba en Sehuencas-La Paz. Según los científicos, alguna vez fue abundante, encontrándose renacuajos en el fondo de pequeñas quebradas o ríos, o en estanques de bosques nublados en Bolivia. Sin embargo, la combinación del cambio climático, la pérdida del hábitat, la polución, el mortal chitridio (patógeno que afecta a los anfibios) y la introducción de truchas han provocado la disminución precipitada de especies de Telmatobius en el país.
La campaña de San Valentín Global Wildlife Conservation (GWC), Match.com y la Iniciativa Anfibios de Bolivia (IAB) se unieron para lanzar una campaña que ayude a encontrar una pareja a esta solitaria rana de agua de Sehuencas. El objetivo de la campaña era recaudar 15.000 dólares antes del día de San Valentín, y finalmente consiguieron sobrepasarlo. La ONG informó, el pasado 16 de febrero, que habían logrado 25.000 dólares provenientes de 32 países.“Las donaciones apoyarán 10 expediciones de IAB a lugares donde la especie fue común y otros hábitats similares, que los biólogos no han tenido oportunidad de investigar”, explicó GWC en un comunicado en el que dijo que Romeo era el único individuo vivo, conocido de su especie y que las expediciones al campo saldrán en junio, antes de la temporada de lluvias.
La esperanza es lo último que se pierdeA Romeo no le queda mucho tiempo para encontrar a Julieta y así finalmente salvar su especie. Tiene en promedio 11 años y vivirá con suerte hasta los quince. Así lo explican los biólogos.Sus musicales llamados de apareamiento no han sido respondidos desde hace diez años, pues Romeo empezó a pedir una pareja un año después de que fuera llevado a cautiverio. Empero, en los últimos tiempos esos llamados han sido menos frecuentes. “No queremos que pierda esperanza y continuamos confiando en que hay otros ahí afuera, de modo que podamos establecer un programa de mejora de la conservación para salvar a esta especie”, dice Arturo Muñoz, fundador de la iniciativa Anfibios Bolivia.El director del Museo revela que si no hubiera forma de conseguirle pareja no descartan acudir a la clonación para salvar a este anfibio.Explica demás que se trata de un camino largo “porque de encontrar la Julieta para Romeo aún se debe continuar estudiando cómo garantizar que la reproducción de la especie sea un éxito”.“Hoy Romeo es un símbolo de la solidaridad con la biodiversidad y como estas campañas debemos organizar otras que nos ayuden a salvar otras especies en peligro como el pez platincho cochabambino (Oligosarcus schindleri) o la monterita cochabambina (Compsospiza garleppi)”, concluye Céspedes y agrega que ahora se encuentran ante el gran desafío de no defraudar a los esperanzados donantes.
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Tras los rastros de su amada Julieta
ExpedicionesEl equipo realizará pruebas en aguas de riachuelos y ríos, en busca de rastros de ADN de las ranas, indicios que muestren que existen, aunque los científicos no las hayan visto de manera directa.
ProyectoRomeo se sumará al proyecto del gobierno boliviano de construir una represa en una zona boscosa, donde la rana acuática de Sehuencas fue alguna vez común. A este lugar serán trasladados los descendientes de Romeo.
La esperanzaRobin Moore, biólogo de conservación de anfibios, y director de comunicaciones de GWC, señaló que “Romeo puede ser ahora la rana más solitaria, pero su destino puede cambiar dramáticamente con el trabajo de los científicos”. “Esperemos que el próximo anuncio sea que encontramos a Julieta”, dijo.