La “Hora loca”, una moda que llegó para quedarse
Se acerca fin de año y con ello se multiplicarán las bodas, sobre todo por ser éste un año par, pues de acuerdo a las creencias populares, el casarse en estos años garantizará un matrimonio exitoso y duradero.



Las expectativas del día de boda son muchas y pueden generar una gran ansiedad, tanto a los novios como a los padres que son los que en algunos casos siguen haciéndose cargo de los gastos y responsabilidades de la organización.Empero, la tarea se complica cuando de nuevas tendencias se trata. Una de ellas es la “Hora Loca”, una moda que llegó hace cinco años a Tarija y que cada día se fortalece más con nuevos aditamentos. Se trata de una costumbre muy popular, que primero llegó a Santa Cruz y a Sucre en el año 2012 y que desde hace un par de años se viene asumiendo como una alternativa de diversión en Tarija. Ahora ya no sólo para bodas sino también para fiestas de graduación, quince años e incluso cumpleaños. No se sabe, con exactitud, dónde surgió esta tendencia pero queda claro que se trata de 60 minutos de inhibición, en los que los invitados bailan al ritmo de alegres canciones. Últimamente, incluye una temática de cotillón, con silbatos, lentes, corbatas y sombreros extravagantes, todo muy colorido. Se piensa que podría ser una inspiración proveniente de la Argentina. Más aún en México, República Dominicana y otros países de Latinoamérica ya es una práctica que tiene, al menos, 12 años. En 2012 en Tarija este espacio sólo consistía en entregar cotillón a los invitados, poner música alegre y hacer bailar a los novios; sin embargo desde 2014 la tendencia ha evolucionado con la contratación de grupos específicos para animar estos 60 minutos, que por lo general se abren paso a la media noche o a las seis de la tarde, (dependiendo de si la boda se hace de día o de noche).
“Divertilokos”, unos alegres universitarios Néstor Marcelo Castillo de 18 años, María Elena Castillo de 20 años y Eduardo Franco Zubieta también de 20 años son parte del grupo “Divertilokos”, compuesto por doce personas, todos universitarios. Ellos desde hace un año se dedican a cumplir los “deseos” de los novios, quinceañeras y cumpleañeros, pues ofrecen la tan popular “Hora loca”.Néstor cuenta que se trata de un show de animación, que se desarrolla al son de la murga y música bailable. En la actualidad son doce personas las que se dedican a esto, dos zanqueros, dos bailarinas, cinco murgueros, dos trompetistas y un animador. Su entrada –en bodas de noche- la realizan, por lo general, entre 12 a 1 de la madrugada, siempre con murga y al paso de un animador. La gente se para, comienza a bailar y el show explota con la entrega de globos, confeti, cotillón y un mix de música bailable. De acuerdo a María Elena, uno de sus números especiales consiste en hacer sentar a los novios, cada uno en una silla, llamar a tres mejores amigos de cada uno y comenzar a tocar la música que los recién casados piden que bailen. Se trata de un concurso de baile, donde el ganador o ganadora se llevará un premio. “Nos piden de todo. Ya hemos aprendido a tocar cuecas, zambas, taquiraris, lo que pida la gente, ya que nuestro show depende de la temática de la boda”, dice la joven y agrega que incluso añadieron personajes. “Si la quinceañera, por ejemplo, quiere una temática del `País de las maravillas´, entonces uno de nosotros se viste del personaje que ella desee y éste la acompaña en la sesión de fotos”, detalla.
Una diversión que se volvió trabajo Los tres jóvenes entrevistados -emocionados con éste que es su primer trabajo- cuentan que sus inicios en esta rama fueron inesperados. Relatan que se conocieron, cuando Néstor Castillo se accidentó y fue internado de emergencia. “Él estaba muy mal y así cada uno de nosotros, que ya éramos sus amigos, fuimos a visitarlo. Ahí nos conocimos y nos fuimos hablando”, dice Franco. Una vez recuperado, se acercaba el día de la graduación de Néstor, por lo que éste los invitó a una sencilla cena en un día de semana. Todos acordaron en decirle que no podrían ir por tener otros compromisos. “Yo soy mariachi así que le dije que tenía contrato en otro lado y así quedamos todos, la idea era darle una sorpresa en su fiesta”, relata Franco. De esta manera, se reunieron e idearon un número musical, primero una serenata de mariachis; empero no tenían dinero para el contrato de los músicos, por lo que de inmediato desecharon la idea.Más tarde, decidieron armar un show propio que no les costase mucho dinero. Como ya habían visto que en Argentina se realizaban interpretaciones de murga, decidieron incursionar en esto. Franco-como músico- les ayudó a sacar los ritmos, consiguió algunos instrumentos musicales como timbales y armaron el número especial. “Éramos cuatro. Llegamos a la fiesta de Néstor y entramos con murga para enganchar una canción del colegio San Luis, pues él se graduó de ese establecimiento. Fue una verdadera sorpresa y luego se armó la fiesta”, cuenta Franco mientras Néstor sonríe al recordar su fiesta. Relatan que terminado el evento, una de sus compañeras los invitó a su graduación para hacer el mismo show, ellos fueron más que todo por asistir a la fiesta y así de a poco fueron invitados a más celebraciones, a las que iban gratis. Néstor encantado con lo que habían logrado sus compañeros se unió también al grupo. “Estuvimos de esa manera por tres a cuatro meses, íbamos por amor al deporte”, afirma Franco y revela que una vez una señora les pagó el pasaje y luego del show les dio 300 bolivianos para incentivarlos. “Nos dijo además que debíamos cobrar por lo que hacíamos y comenzamos haciendo caso a esta recomendación”, cuenta María Elena. Más tarde, se prestaron dinero de sus padres para hacerse confeccionar elegantes trajes, similares a los que poseen los arlequines. En la actualidad -dicen- que tienen muchos contratos que van desde uno cada fin de semana hasta cuatro por cada fin de semana en época alta, que comprende desde octubre hasta febrero. De esta manera, lo que comenzó como una diversión se convirtió desde hace siete meses en una fuente laboral para doce jóvenes, quienes aseguran que la moda de la “Hora Loca” en Tarija vino para quedarse y evolucionar. “La gran parte somos universitarios, con esto nos hicimos más independientes. Con el dinero que ganamos ayudamos a nuestros padres, nos sirve para comprar libros, hojas para los cuadernos y muchas otras cosas”, concluye María Elena.
Los Accesorios y otros detalles
Los contratosEl show de la “Hora loca” ya no sólo está restringido a las bodas, pues ahora se contrata este servicio para quince años, graduaciones o cualquier cumpleaños que se quiera festejar a lo grande.
Los trajes y maquillajeLos trajes que usan estos grupos son elegantes, similares a los de los arlequines y el maquillaje es por lo general en tonos blanco y negro
Los instrumentos Los instrumentos musicales más comunes empleados son los timbales, los tambores, las trompetas y para amenizar los silbatos