“Bolivia es como la cenicienta del cono sur”
De acuerdo al analista y profesor Bernardo Quagliotti de Bellis, el problema de la salida al mar para Bolivia obliga a distinguir dos enfoques fundamentales: el primero, la recuperación histórica por la injusta pérdida de su costa en el Pacifico en el año 1879 y, el segundo,



la integración con los países sudamericanos a fin de solucionar sus demandas económicas, actualmente acrecentadas por la existencia de grandes reservorios de gas natural, que resultan de alto interés para las ciudades de la costa oeste de los Estados Unidos y México. La pérdida de la costa marítima como resultado de la guerra del Pacífico, significó para Bolivia la baja y deterioro de su economía global (en aquellos años minerales como el estaño, plata y otros estratégicos metales de su zona andina y, en la costa, los grandes depósitos de guano y salitre). Esa amputación territorial establecida cortó abruptamente la posibilidad a Bolivia de desarrollarse y articularse al mercado mundial al no contar con su antiguo puerto de Cobija que Bolívar lo designara como límite con Chile lo que le significaba distancia favorable y relativo bajo costo. En 1825, al constituirse la Nación que el Mariscal Sucre denominó Bolivia en honor al Libertador venezolano, su extensión era de 2.304732 kilómetros cuadrados. En 1841, en guerra con el Perú, perdió el área de Manuripi de 250.000 km.2. A raíz de la guerra del Pacífico, Chile se apoderó de 153.000 km.2. En 1902 -en pleno período del auge del caucho- en guerra provocada por Brasil que estaba interesado en su explotación, perdió el rico territorio del Acre de 490.000 km.2, firmando el Tratado de Petrópolis que no llegó, hasta hoy en día, a cumplirse en tu totalidad. Finalmente, entre los años 1932-1935, intereses petrolíferos de compañías estadounidenses, provocaron la “Guerra del Chaco” donde Bolivia perdió su Chaco Boreal de 235.000 km.2 a favor de Paraguay y por decisión política cedió a Argentina la faja de territorio comprendida entre el río Pilcomayo y el Bermejo, para asegurarse la posesión de Tarija. Para Quagliotti de Bellis, Bolivia tuvo, fundamentalmente gobiernos que no supieron administrar su rico patrimonio o realizar las alianzas que eran necesarias para la explotación compartida de esa zona -el “heartland” de Sudamérica - que se sigue presentando como una de las áreas más promisorias para la integración económica y física del Cono Sur, por cuanto por el espacio boliviano y paraguayo deberán, en poco tiempo, cruzar los “corredores bioeceánicos” que unirán los mercados del Atlántico sudamericano con los del Pacífico y, fundamentalmente con el gran mercado asiático. La incomprensible actitud de ChileEn 1904 el diplomático chileno Abraham Koning, suscribió un Tratado de Paz y Amistad con Bolivia en representación de su gobierno, en sustitución del Pacto de Tregua. Lamentablemente, este Tratado fue impuesto por la intimidación de las armas (“Por a razón o la fuerza”, reza el escudo chileno) y la amenaza de una nueva guerra al gobierno de La Paz, (presidido por el Mayor General José M. Pando), a quien además le exigió que aceptase 300.000 libras esterlinas como resarcimiento por los territorios usurpados . En 1920 el presidente de Bolivia, José Gutiérrez Guerra, presentó una protesta formal ante la Liga de las Naciones para la revisión del Tratado de 1904. Chile rechazó en forma sistemática la petición, transgrediendo los elementales principios básicos del Derecho Internacional Público, reconocido como doctrina vigente. Perú el tercer protagonista de la guerra del Pacífico, argumentó razones similares ante la Sociedad de las Naciones por cuanto parte de sus provincias del sur, el gobierno de Lima sigue considerándolas “provincias cautivas” , otro problema pendiente que Chile tiene con Perú respecto a la falta de delimitación marítima en esa zona limítrofe. Más tarde Kellog, Secretario de Estado estadounidense, sugirió que los territorios de Tacna y Arica, pasen a dominio boliviano para evitar futuras guerras en la región. También esta moción fue al fracaso por cuanto Perú había llegado a un acuerdo con Chile y aconsejó que la salida al mar para Bolivia podría ser Azapa en territorio chileno, que había sido de soberanía boliviana. Estados Unidos tenía gran interés por el mineral boliviano y los estudios que indicaban la riqueza de gas y petróleo. El 3 de junio de 1929, Bolivia y Chile firmaron el Tratado de Ancón, lesivo para Bolivia por cuanto según lo acordado previamente, Tacna pasaría a Perú y Arica a Chile. “El golpe mortal”Por Protocolo Suplementario al Tratado de Ancón, se limitaron las soberanías de ambos países. El artículo 1º del mismo, asestó el golpe mortal sobre Bolivia al haber firmado el Tratado y convertirlo, hasta la actualidad, en país mediterráneo, al aceptar sus cláusulas impuestas ante la presión chilena. Dice tal artículo 1º: “Los gobiernos de Bolivia y Chile aceptan que Perú y Chile no podrán sin previo acuerdo entre ellos a ceder a una tercera potencia (Bolivia), la totalidad de los territorios que en conformidad al Tratado de esta misma fecha quedan bajo sus soberanías, ni podrán sin ese requisito construir a través de ellos nuevas vías férreas internacionales”. Fronteras y caminos para la integraciónEn América del Sur se fueron solucionando pacíficamente diferencias geopolíticas respecto al tema límites. Chile solucionó los 21 problemas de límites con la República Argentina, que en varias ocasiones llegaron a tensar las relaciones diplomáticas. y que tuvieron siempre como árbitro a la Corona Inglesa y últimamente al Vaticano por el caso Beagle. Más al norte, la Cordillera del Cóndor fue definida definitivamente entre Perú y Ecuador que había provocado conflictos militares. Por estos lares, Argentina y Uruguay resolvieron diplomáticamente los límites en el río Uruguay y el Río de la Plata. Sólo queda a solucionar el diferendo del golfo de Venezuela y la Guayana Esequibo. Quagliotti de Bellis manifestó que el desarrollo, la paz y la integración en este sistema mundial de bloques económicos, deben ser los objetivos fundamentales para fortalecer la histórica voluntad de acercamiento entre mis países. En el tema de la mediterraneidad de Bolivia, dijo que debe ser permanente y duradero, siempre que Chile y también Perú, comprendan la trascendencia, en su verdadera dimensión , que sin duda será el mejor ejemplo histórico del valor que tanto el diálogo como la negociación pacífica, adquieren en la solución de situaciones que atentan contra la evolución de la sociedad mundial, en particular de nuestro continente. “Nuestra futura salvación” -sentenció Bolívar hace dos siglos- “es unirnos en y conformar una Patria Grande”. Pensamiento básico, también, del ideario antigüista, de Rodó, de Ugarte, de Vasconcelos, y otros grandes iberoamericanos, que la historia de hoy parece olvidar .