El costo de ser mujer: Cuando menstruar enferma y empobrece
Especialista advierte cuáles son los trastornos que afectan la salud física, emocional y la economía de las pacientes, debido al uso intensivo de productos de higiene, situación que se agrava con la reciente alza de precios.



En Tarija y Bolivia, muchas mujeres enfrentan sangrados menstruales abundantes debido a enfermedades ginecológicas que, si no se diagnostican y tratan a tiempo, pueden afectar gravemente su salud y calidad de vida.
Esta situación se vuelve aún más crítica en el contexto actual marcado por el encarecimiento sostenido de los productos de higiene femenina, como las toallas sanitarias, cuyos precios prácticamente se han duplicado en los últimos meses. Para quienes sufren estos trastornos, el gasto mensual puede alcanzar hasta los 300 bolivianos, una carga difícil de asumir, especialmente para mujeres en situación de vulnerabilidad.
Frente a este panorama, la Dra. Silvana Valdez Kennedy, ginecóloga obstetra, explicó a El País que los sangrados excesivos pueden ser causados por diversas condiciones ginecológicas, entre las más comunes se encuentran los miomas uterinos, pólipos endometriales, adenomiosis, trastornos hormonales y la hiperplasia endometrial.
En mujeres mayores, también se debe considerar la posibilidad de cáncer de endometrio. Además, ciertos trastornos de coagulación y el uso inadecuado de anticonceptivos pueden contribuir al problema.
En lo que respecta al endometrio, Valdez destaca que afecciones como la hiperplasia, los pólipos y, en casos más graves, el cáncer, pueden generar menstruaciones excesivas, irregulares y sangrados fuera del ciclo menstrual. Estas alteraciones están frecuentemente asociadas a desequilibrios hormonales, especialmente en mujeres con síndrome de ovario poliquístico o en la etapa de perimenopausia.
Una mujer debe preocuparse y consultar a su ginecólogo cuando el sangrado interfiere con su vida cotidiana; “si debe cambiarse la toalla sanitaria cada hora, si presenta coágulos grandes, si el sangrado se extiende por más de siete días, o si hay sangrados entre periodos o posteriores a relaciones sexuales”.
Ignorar estos síntomas puede derivar en consecuencias graves para la salud, siendo la anemia uno de los riesgos más inmediatos, con síntomas como fatiga extrema y debilidad. Más preocupante aún, es que al no recibir un diagnóstico oportuno, enfermedades como la hiperplasia endometrial o el cáncer pueden avanzar sin ser detectadas.
Factores como la edad (particularmente la adolescencia y la perimenopausia), el sobrepeso, el estrés crónico, el consumo de ciertos medicamentos y los antecedentes familiares de enfermedades ginecológicas aumentan la probabilidad de desarrollar estas condiciones, destaca la ginecóloga Valdez.
Cómo afecta a la economía femenina
La especialista también alerta sobre el impacto económico que implica para las pacientes lidiar con sangrados abundantes. “Una mujer puede gastar entre 200 y 300 bolivianos al mes solo en productos de higiene femenina”, afirma la Dra. Valdez. El incremento en los precios de estos productos ha obligado a muchas mujeres a optar por alternativas menos seguras o poco higiénicas, lo que puede derivar en infecciones u otras complicaciones.
Un recorrido por mercados y farmacias confirmó la subida de precios. Toallas higiénicas que antes costaban entre 8 y 12 bolivianos ahora alcanzan entre 18 y 22. Las nocturnas llegan a 30 o incluso 34 bolivianos por paquete. Las maternales, utilizadas en casos de sangrados más intensos, cuestan 45 bolivianos.
Una entrevistada relató que tras la extirpación de miomas sufre hemorragias tan fuertes que debe usar hasta dos paquetes de toallas maternales por mes, algo que impacta duramente en su economía.
Frente a esta realidad, la ginecóloga recomienda alternativas sostenibles como copas menstruales o toallas reutilizables, que aunque requieren una inversión inicial, resultan más económicas a largo plazo. También plantea que las autoridades impulsen campañas de distribución gratuita de productos de higiene en zonas vulnerables.
En cuanto al tratamiento médico, señala que este varía según la causa: se pueden usar anticonceptivos, dispositivos intrauterinos o recurrir a la histeroscopia, procedimiento que ella realiza en su consulta. Además, insta a las mujeres a no ignorar los síntomas y buscar atención oportuna.