Cuestionan la falta de control al desvío ilegal del combustible
Advierten que solamente en el narcotráfico se desvía alrededor de 88.608.000 litros de gasolina, equivalente a 110.505.379 dólares
Contrabando, narcotráfico, autos chutos y la minería aurífera, son algunas de las áreas identificadas como destinos ilegales del diésel y gasolina subvencionados por el Estado boliviano. Desde Tarija cuestionan al Gobierno por la falta de control a estos sectores, advierten que solamente en el narcotráfico se desvían 88.608.000 litros de gasolina, equivalente a 110.505.379 dólares.
Estas observaciones han sido planteadas por el asambleísta departamental de Tarija, Luis Lema, quien explicó que, según datos de la Oficina de Política Nacional para el Control de Drogas de la Casa Blanca (ONDCP), para producir un kilo de cocaína se requieren 284 litros de gasolina.
Lema refiere que los datos de la ONDCP dan cuenta que en la gestión 2022, Bolivia ha sacado 312 toneladas de cocaína, equivalente a 88.608.000 litros de gasolina, lo que suponen 110,5 millones de dólares al país.
Auríferos Según datos de la Fundación Jubileo, el sector aurífero se beneficia con 500 millones de dólares de carburantes subvencionados
Por otro lado, la autoridad menciona que en el caso del sector aurífero, según datos de la Fundación Jubileo, se han destinado más de 400 millones de litros de diésel, equivalente a 500 millones de dólares.
“Ahora, ¿qué dijo el Ministro de Hidrocarburos este año? Dijo que solo se desvía al mercado ilegal cerca de 250 millones de litros, que equivale a 311 millones de dólares. Pero solo el sector aurífero sobrepasa eso. Y si sumamos el narcotráfico, ya estamos por encima de los 600 millones de dólares (en afectación al Estado)”, mencionó.
Lema recalcó que también se debe considerar el combustible que consumen los autos chutos en el país, de los cuales se estima que existen 500.000 motorizados ilegales en el país. “Esos chutos, yo les aseguro que consumen más que el sector aurífero”, apuntó.
La autoridad, sin dar datos precisos, mencionó que el contrabando de carburantes es otro de los factores que está afectando al Estado. Argumentó que mientras exista subvención, este ilícito seguirá dándose, ya que los contrabandistas compran la gasolina a 3,74 bolivianos y a precio internacional lo pueden comercializar hasta en 8,68 bolivianos.
“Entonces, lo que el Gobierno tiene que hacer es atacar a estos cuatro ejes, antes de pensar en subir el precio de los carburantes, porque aquí está el negociado, en esos cuatro ejes, narcotráfico, sector minero aurífero, los autos chutos y el contrabando”, afirmó.
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Lema a su análisis realizado lo calificó como el “Ocaso anunciado de YPFB”, haciendo énfasis en que el Gobierno no puede controlar los destinos ilegales del carburante; la falta de dólares para pagar a los proveedores, lo que está derivando en filas para cargar combustible; además por la pérdida que registró YPFB Chaco entre 2021 y 2022 registrando un déficit que supera los 1.000 millones de bolivianos. Asimismo, mencionó la sobreexplotación de los campos y la disminución de las reservas hidorcarburíferas.
Respecto a este tema, El País ha intentado buscar una respuesta por parte de autoridades del Gobierno nacional y YPFB, pero han evitado entrar en detalle.
Cabe recordar que el pasado mes de noviembre, el diputado y jefe de bancada de Creemos, Leonardo Ayala, había anunciado que se realizarán Peticiones de Informe Escrito para que autoridades de Gobierno expliquen una posible escasez y den detalles sobre la calidad del combustible que se comercializa en territorio nacional.
El legislador de oposición se refirió a las largas filas que se registran en diferentes puntos del país para adquirir combustible, motivo que lo llevó a cursar las solicitudes de información referidas.
Liberar de subvención a algunos sectores
El gobernador de Tarija, Oscar Montes, considera que es momento de realizar algunos ajustes en torno a la subvención de carburantes.
“A estas alturas yo creo que ningún boliviano va a estar en desacuerdo en liberar la subvención a aquellos sectores que no la necesitan, por ejemplo, el sector de la minería, los mineros que están explotando oro en el norte boliviano a un costo altísimo para nuestro medio ambiente, por lo menos que paguen su diésel, no tenemos por qué subvencionar esa actividad altamente rentable, (…) lo mismo el sector agroindustrial cruceño ha manifestado que está dispuesto a comprar su diésel y ha puesto condiciones (…) que son aceptables, y por lo tanto se podría liberar”, manifestó.