En mayo se procederá a la renovación de Directiva
Las bancadas afinan sus estrategias para tomar la ALDT
El control del legislativo ha pasado a ser clave tanto para la estabilidad del ejecutivo como para coordinar la oposición, por lo que MAS y Unidos buscan la presidencia. Sosa, Ferreira y Rosas suenan como opciones



Como la renovación de la Directiva de la Asamblea Legislativa Departamental de Tarija fue tan accidentada parece que recién ha iniciado, pero la gestión de José Luis Ferreira, presidente y asambleísta de la bancada indígena, está por llegar a su fin. En esas, los partidos han empezado a hacer sus cuentas sobre el futuro.
En 2022 la Asamblea tardó casi dos meses en elegir presidente por un debate que se enredó soberanamente en la interpretación de la norma sobre la votación del presidente. Por entonces el MAS, con 13 Asambleístas, había logrado atraer a sus posiciones a los dos curules de Todos – Jorge Luis Sanguino y Francisco Rosas – para forzar un cambio que dinamizara la oposición.
El MAS no lo logró y finalmente primó el acuerdo entre la bancada Indígena de tres curules y la bancada de Unidos con 12 curules por el que, en resumidas cuentas, se cede la presidencia a cambio de estabilidad con el ejecutivo. El acuerdo ya llegó en la primera gestión llevando a Nicolás Montero, de los Pueblos Indígenas, a la presidencia del legislativo. En 2022 el elegido fue el curul de la bancada weenhayek representado por Federico Salazar, sin embargo, no duró mucho.
Por entonces ya había asumido la representación gubernamental en Tarija Marcelo Poma, quien se había propuesto dinamizar la oposición y para lo que la Asamblea era vital. Así, mediante una serie de recursos, el pueblo weenhayek revocó el mandato de Salazar y su suplente, Tania Prado, y el TED autorizó la entrega de los curules Esther Sosa y Elías Díaz.
El cambio de representación no fue automático en la Directiva y se hizo una nueva elección en agosto en la que José Luis Ferreira, asambleísta tapiete, fue elegido con amplia mayoría al haberse ya asentado la alianza con Comunidad de Todos, aunque incluso hace unos meses se volvió a sesionar para ratificar a Ferreira por instrucción del Constitucional.
Opciones y alianzas
El MAS ha vuelto a cambiar de coordinador gubernamental, y aunque Walter Ferrufino, el nuevo designado por Luis Arce, tiene la tarea encomendada de “coordinar” con el ejecutivo departamental, lo cierto es que controlar la Asamblea es lo que le daría al partido opciones reales de capitalizar la oposición.
Los números son sordos. El fiasco electoral del 7 de marzo de 2021, donde apenas revalidó 12 curules de los 16 que tenía, principalmente por no haber podido actualizar la Ley Electoral a su medida, lo dejó en condiciones desfavorables para negociar, aunque hay opciones.
Candidatos La continuidad de Ferreira, devolver el hito a los weenhayek o Francisco Rosas son algunas de las opciones que se barajan para la presidencia
La bancada indígena, aunque ha funcionado de forma unitaria en varias ocasiones, no tiene disciplina partidaria, sino que cada uno se debe a su propio pueblo. De ahí que en el MAS y en Unidos se alberguen expectativas y dudas sobre lo que pueden querer los asambleístas que reemplazaron a Salazar, ya que nadie duda de la influencia del MAS en aquella determinación.
Aún así, el MAS debería romper la adhesión de Todos a la bancada de Unidos lograda en la pasada elección, algo que tampoco es inviable.
Jorge Luis Sanguino, hijo político de el exasambleísta Wilman Cardozo, ha ganado presencia en determinadas descentralizadas del Chaco como Servicios Eléctricos de Tarija (Setar), por lo que parece más improbable una renuncia ahí.
No lo es tanto con Francisco Rosas, fundador de UNIR pero oficialmente enfrentado con el gobernador Óscar Montes y que hace política en binomio con su hermano Edwin, diputado de Comunidad Ciudadana pero acusado por sus correligionarios de tránsfuga, pues de hecho se colocó en posiciones directivas con apoyo del MAS y en contra del criterio definido por su partido.
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Fuentes del partido indican que el MAS está dispuesto a ceder la presidencia a Sosa o a Rosas si logra la mayoría en la directiva, aunque cuenta con otros problemas: la división arcistas – evistas, aunque tímida, también se siente en el legislativo departamental y tanto en 2021 como en 2022 ha habido asambleístas que han votado en contra de las directrices de su partido a cambio de algunos beneficios políticos y prebendas.
Unidos, a la reválida
El frente de Unidos no cree que vaya a haber problemas en la reedición del acuerdo en el legislativo y también está dispuesto a ceder la Presidencia para honrar el pacto con la bancada indígena. En cualquier caso, el planteamiento pasa por avanzar más rápido en algunos temas y solo pide pactar la agenda legislativa para llegar más lejos.
La posibilidad de que Ferreira siga como presidente tampoco está descartada hasta que los nuevos curules weenhayek desarrollen mayor experiencia en el legislativo.
Pacto Fiscal, Ley Electoral y un nuevo esquema
La agenda legislativa de corto plazo está avanzada, sin embargo existen pendientes en la ruta de largo plazo. Algunas de las leyes aparcadas, como la Ley Electoral, pasarán a ser claves en el corto plazo aunque el TSE llenara el vacío en 2021.
Otro tema de interés departamental es el Pacto Fiscal interno, un asunto que es complementario con el nacional y que no tiene por qué subordinarse si se plantea sobre pilares fuertes.
Además ha habido promesas de actualizar el diseño autonómico de acuerdo a los nuevos tiempos, lo que podría obligar incluso a armar un referéndum. En ese sentido, los plazos se acortan.