El gas representa el 97% de las exportaciones del departamento
Tarija: Advierten bajón en la exportación de vinos y singanis
Datos del INE muestran que en 2022 se exportaron bebidas por 106.307 dólares. Desde ANIV y Anavit piden no comparar las exportaciones con el movimiento económico que genera la cadena vitícola
Un análisis realizado por el presidente del Colegio Departamental de Economistas de Tarija (CDET), Fernando Romero, basado en datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), señala que la exportación de vinos y singanis en 2022 logró mover 106.307 dólares, poniendo en tela de juicio la capacidad productiva de la región. Sin embargo, sectores vitícolas lo rebaten, hacen énfasis en el movimiento económico que genera esta actividad en la región, además de las fuentes de empleo. Consideran que el análisis está “sesgado”.
El análisis
La información publicada por el INE da cuenta que, en la gestión 2022, las exportaciones realizadas desde Tarija alcanzaron los 1.652 millones de dólares, de esto, solo el 0,01% corresponde al rubro de bebidas, lo que se traduce en 0,11 millones de dólares ($us 106.307,26).
Frente a ese escenario, Romero cuestiona el por qué algunas autoridades dicen que la industria de los vinos y singanis es el motor económico de Tarija, cuando las cifras reflejan lo contrario.
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“Lo cierto es que este sector, durante el 2014-2022, no superó el 0,03% en su aporte anual a las exportaciones de Tarija, sumando un total de 2,27 millones de ventas al exterior durante estos nueve años. De enero a febrero 2023 se tiene un registro de exportación de bebidas próximo a los 79 mil dólares americanos, influenciado por la mayor demanda de la época en el exterior”, mencionó.
Romero indica que la tendencia de Tarija es tener una proporción pequeña en participación del total exportado, a excepción del 2014, cuando se vendió a otros países por un monto próximo al medio millón de dólares, $us 489.209,75.
“Más allá de estas cifras realistas, la única verdad es que lastimosamente el aporte de este rubro a nuestro PIB departamental como a nuestro comercio exterior es muy pequeño, a pesar de nuestros grandes deseos y optimismos exagerados, que ha conllevado a satisfacer únicamente el mercado interno, pero sin lograr un posicionamiento claro y conciso en el resto del mundo”, mencionó.
En este contexto, Romero plantea la estructuración de un plan integral público-privado, que permita potencializar aún más al sector vitícola, tanto el industrial como artesanal, donde se fortalezcan las cadenas productivas, se den ventajas fiscales y se abran mercados que den sostenibilidad a este rubro, con la finalidad de lograr un mayor aporte a la economía tarijeña.
El presidente de Anavit, José Luis Sánchez, señaló que por la producción vitícola, al año, se estima la generación de unas 6.000 fuentes de empleo directo y 13.000 indirectos
El profesional en economía considera que, de momento, no da lugar a pensar a que Tarija pueda vivir de la viticultura, esto debido a la falta de condiciones, sumado a factores como las importaciones “baratas”, el contrabando que azota principalmente a esta industria y la aún baja producción que se tiene en la región.
ANIV y Anavit destacan el movimiento vitícola interno
Entidades como la Asociación Nacional de Industriales Vitivinícolas (ANIV) y Asociación Nacional de Productores Vitivinícolas (Anavit), retrucan el análisis realizado por el titular del CDET. Hacen énfasis en el movimiento económico que genera toda la cadena de la uva, vino y singani, además de los empleos que mueve este sector.
El gerente de ANIV, Fernando Galarza, considera que realizar un análisis solo con datos de las exportaciones, es una visión sesgada del complejo productivo uvas, vinos y singanis,
“Referirse solamente a las exportaciones y no considerar el movimiento económico que genera en el mercado interno, no refleja la realidad del valioso aporte de la industria vitivinícola a la economía departamental. Además de la generación de miles de fuentes empleos y el efecto multiplicador que beneficia a otros rubros, como el turismo, la gastronomía, el transporte, entre muchos otros, que, evidentemente, las enormes cifras de exportaciones de hidrocarburos no dejan en Tarija”, apuntó.
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El presidente de Anavit, José Luis Sánchez, señaló que por la producción vitícola, al año, se estima la generación de unas 6.000 fuentes de empleo directo y 13.000 indirectos.
En lo que respecta el movimiento económico, desde Anavit detallan que solamente en la venta de uva, anualmente se mueven 218.782.560 bolivianos, solo en época de vendimia, sin considerar los otros procesos que se generan con el trabajo previo a la producción.
Ambas instituciones coinciden al afirmar, que las exportaciones de vinos y singanis tienen la tendencia a mejorar para esta gestión, más ahora que Estados Unidos reconoció al singani como un destilado de origen boliviano.
Tarija: El gas significa el 97% de las exportaciones
El presidente del CDET, Fernando Romero, explica que pese a que la producción gasífera cayó durante el 2014 al 2022 en 54%, y las exportaciones de gas natural en un 187% durante el mismo periodo, esta materia prima representa en promedio durante esos años el 97% de las exportaciones, acumulando $us 17.822 millones de dólares. Incluso, según datos al 2022, la venta de gas natural a Brasil y Argentina significó un 12% del total exportado por Bolivia como economía.