El evento se desarrollará en el Valle de la Concepción el 24 y 25 de noviembre
La Organización de la Viña y el Vino acoge las Jornadas de Viticultura
Ante la dejadez de autoridades nacionales, la Gobernación, a través del Cevita, gestiona el ingreso de Tarija, como región, a la OIV. Asumirá los costos que esto implica, en beneficio de esta cadena productiva
Nuevos mercados para la uva de mesa, el vino y el singani que se produce en Tarija, es la visión que tendrán las Jornadas Internacionales de Viticultura y Enología, que este año se realiza en su séptima versión. Ahora, con la novedad de que el evento es patrocinado por la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV), un organismo intergubernamental que agrupa a los actores del sector vitivinícola y fomenta la colaboración entre ellos.
Las Jornadas Internacionales son organizadas por el Centro Vitivinícola de Tarija (Cevita), dependiente de la Gobernación, la Universidad Autónoma Juan Misael Saracho (UAJMS) y la Asociación Nacional de Enólogos de Bolivia (ANEB). Se desarrollarán el 24 y 25 de noviembre en el Valle de la Concepción.
Ramiro Velásquez, director del Cevita, hace énfasis en la comercialización, tanto en uva de mesa como en uva de vinificación y el producto elaborado final (vinos y singanis), porque desde hace cinco años se ha convertido en el principal problema de este sector.
“Por eso hemos visto la necesidad de dar ese enfoque, la viticultura competitiva y mercado competitivo. Con esa temática, hemos podido reunir a gente con mucha experiencia a nivel internacional, nacional y local”, recalcó Velásquez, a tiempo de enfatizar que en el evento se expondrán nuevas investigaciones y experiencias de otros países que han logrado posesionar la uva y el vino en mercados internacionales.
Producción de altura
Wilmar Villena, quien preside la Comisión Científica, recalcó que las Jornadas son más que meras exposiciones, pues se impartirán nuevos conocimientos sobre la producción de uva de mesa, de vinos y la elaboración de singanis.
“Queremos ser competitivos en lo que sabemos hacer, y lo que sabemos hacer es uvas de altura, vinos de altura y nuestro singani, que por naturaleza es de altura, es emblemática y única en Bolivia. Entonces, queremos llegar con estos productos a mercados internacionales siendo competitivos”, destacó.
Para Villena, la producción de Tarija tiene un plus, que es la producción en altura, un punto que ha sido destacado y ha llamado la atención de la OIV.
“La OIV es como la FIFA en el fútbol, es el ente máximo a nivel mundial que aglutina a todos los países vitivinícolas. Lamentablemente, Bolivia no es parte de la OIV. Sin embargo, se están haciendo gestiones para ser parte como región”, explicó, a tiempo de resaltar el patrocinio de esa organización a las Jornadas Internacionales de Viticultura y Enología.
El secretario de Desarrollo Productivo de la Gobernación, Efraín Rivera, destacó la cadena productiva de la uva, vinos y singanis, como una de las más organizadas del país, que cada año mueve alrededor de 100 millones de dólares. Sin embargo, considera necesario orientar la búsqueda de nuevos mercados.
“Nosotros tenemos que destacar los recursos naturales que tenemos en el sector, el clima, el suelo y el agua, que son de altura. Estos tres factores determinan el cultivo de la vid y dan carácter a lo que es la producción de vino y del singani”, explicó Rivera. Resaltó la inversión que ha estado haciendo la Gobernación de Tarija a favor del sector viticultor, destinado al riego, a la ampliación de la frontera agrícola y a la asistencia técnica a los productores.
Rivera hizo énfasis en apoyar a este sector productivo, porque es la cadena productiva mejor organizada en el departamento de Tarija, en cuanto a producción, transformación y comercialización.
“El sector vitivinícola es el número uno en agronegocios en Bolivia, se aporta más de 100 millones de dólares anualmente, concentra el 75% de los viñedos a nivel nacional, supera el 80% en producción de uva, supera el 85% de producción de singanis y el 70% de la producción de vinos en Bolivia”, detalló. Y como el objetivo es buscar nuevos mercados, la Gobernación ha solicitado apoyo de la Cámara de Exportación (Cadex).
Tarija, a un paso de ser parte de la OIV
Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV) es un referente científico y técnico del mundo de la viña y el vino. Sin embargo, Bolivia, pese a tener 4.500 hectáreas productivas de uva de altura, un aspecto que lo hace único en este rubro, no forma parte de esta organización, debido a la dejadez de las autoridades.
Wilmar Villena, de la Comisión Científica, explicó el perjuicio que significa para Bolivia quedar fuera de la OIV. “No podemos ser parte de las conferencias mundiales donde se toman determinaciones, no tenemos presencia en las comisiones científicas, no podemos introducir los avances que tenemos a las memorias de la OIV. Lo que nosotros hacemos, no se difunde en el mundo a través de la OIV, al no difundir, el mundo no nos conoce. El mundo no conoce que Bolivia tiene viticultura, excepto, cuando las bodegas van a algún concurso y ganan una medalla. Así se enteran que aquí hay un buen vino”.
Villena recalcó que, al ser parte de la OIV, todo lo que produce este rubro pasaría a ser parte de la cadena productiva de altura, lo que puede dar un plus en el mercado internacional.
El especialista recordó que Bolivia era parte de la OIV, sin embargo, dejó de pagar la cuota anual que da cada país miembro. Luego, se hicieron las gestiones para retornar a esa organización, pero hubo dejadez en las autoridades nacionales, como Cancillería, que hasta ahora no concluyen con los trámites.
Ante esa situación, la Gobernación de Tarija, a través del Cevita, tomó la decisión de gestionar el ingreso de Tarija, como región, a la OIV, y asumir el costo que eso implica. Lo que traerá una serie de beneficios para la cadena de uvas, vinos y singanis.
Aprovechar oportunidades económicas y científicas
El subgobernador de Uriondo, Edil Panique, destacó que después de ocho años se hayan retomado las Jornadas Internacionales de Viticultura y Enología.
Considera el evento como una oportunidad para hacer conocer las propiedades de los vinos de altura, aspectos que se deben aprovechar para abrir nuevos mercados en el mundo.
Por ello, invitó no solo a los productores de la vid a participar, sino también a investigadores que pueden a aportar a mejorar esta cadena productiva.