Unas 3.000 personas viven del rubro
Tarija: El número de artesanos se duplicó por la crisis económica
Demandan a las autoridades departamentales y municipales, mercados y ferias para comercializar sus productos, y mayor actividad cultural y religiosa para dinamizar el turismo, que aún está paralizado



La Asociación de Artesanos y Artesanas de Tarija reportó el incremento de personas que se dedican a este rubro en el departamento. El número de afiliados se duplicó después de la pandemia del Covid-19, que provocó crisis económica, desempleo y falta de circulante, entre otras consecuencias. Y es que centenares de personas vieron en la artesanía una opción para obtener algunos ingresos económicos.
El presidente del sector de artesanos en Tarija, Filomeno Choque, indicó que la población dedicada a las artesanías en diferentes tipos y trabajos en el departamento, hasta antes de la pandemia, no pasaba las 1.200 personas, sin embargo, dos años después, ese grupo ahora pasa las 3.000 personas en la capital y provincias.
Según el representante del gremio, los nuevos integrantes ahora son personas jóvenes y adolescentes, entre los 16 y 30 años, que se dedican a esta actividad, a consecuencia de las pocas oportunidades de trabajo que se tiene en la región, la crisis económica y la migración de familias del interior del país.
La mayoría de los artesanos se dedican a realizar trabajos manuales de tejidos, cestería, joyería, cerámica, trabajos en madera, artesanía con semillas, bordados, trabajos en cuero, bisutería, pintados y otro tipo de productos, que se enfocan, principalmente, en las tradiciones y la cultura de Tarija y que tienen una alta demanda de los visitantes del interior y exterior del país.
Para la representante de los artesanos y artesanas de manualidades y arte decorativo de Tarija, Eli Colpari, la innovación y creatividad es un elemento imprescindible para conseguir clientes en la venta de sus productos. Sin embargo, admite que la crisis económica ha generado mucha competencia, lo que provocó una merma en las ganancias.
“Las ganancias aún son regulares a comparación de la inversión en los materiales de trabajo”, indica.
Obstáculos
El sector de la artesanía, actualmente, enfrenta cinco obstáculos para reactivar su economía, los costos elevados, falta de la materia prima, la ausencia de inyección de capital, los pocos mercados y ferias en el país para promocionar sus productos y la inactividad de las festividades religiosas que aún no se reactivan en su totalidad, agregó Colpari.
Para el director departamental de la Red Fe y Alegría en Tarija, Jacob Paredes, el incremento del sector artesanal y microempresa en la región es a consecuencia de los nuevos negocios y emprendimientos que se abrieron en la capital, principalmente por las nuevas generaciones que buscan el autoempleo para sobrevivir la crisis económica y costear sus estudios.
Esta situación no solo se presenta en el rubro de la artesanía, sino también en el gastronómico, el comercio y otros tipos de microempresas.
Guaraníes también se dedican a la artesanía
Las mujeres indígenas de la Asamblea del Pueblo Guaraní del Itika Guazú (APG-IG) del municipio de Entre Ríos, del departamento de Tarija, tras el descenso en la producción agrícola y la pesca, principales medios de vida de las comunidades indígenas, por cambio climático, fortalecen la producción de artesanías para sobrevivir a la crisis económica y la crisis alimentaria.
Esta preocupación la dio a conocer la directora de Fundación de Acción Cultural Loyola de Tarija (ACLO), Patricia Serrano, al indicar que centenares de mujeres originarias tomaron la iniciativa y decidieron trabajar en un oficio ancestral de tejer artesanías con hoja de palma y realizar otros trabajos para sobrevivir en sus comunidades.
La elaboración de artesanías de palma, arcilla y lana son parte de la cultura del pueblo Guaraní, además de una fuente de ingresos económicos para aquellas mujeres que se dedican a esa actividad, con la finalidad de apoyar al sustento familiar por la falta de fuentes de empleo, baja cosecha en el agro y la escasa producción de pescado en el río Pilcomayo.