Muralistas repudian la destrucción de una obra artística en la UAJMS

Aún no se conoce ni la fecha ni el motivo por el cual las autoridades de la UAJMS decidieron destruir la obra del muralista argentino Marcelo Carpita, quien la produjo en 2019 durante el Segundo Encuentro Internacional de Muralismo "Mbayaporenda".

En aquel evento, muralistas de varios países del mundo relizaron obras para enriquecer el patrimonio artístico de la universidad y de otros recintos educativos y culturales de Tarija. En ese entonces y por ordenanza municipal, dichos artistas recibieron el reconocimiento oficial de "Visitantes distinguidos".

Sin embargo, en un clásico gesto político de borrar lo que hace el predecesor, las actuales autoridades han pintado encima del mural sin dar información clara acerca de los motivos de tal decisión, esgrimiendo que el pintado fue parte de una reparación estructural del edificio para cubrir supuestas "grietas" en la fachada, aunque la inspección no revela ninguna falla de ese tipo.

El pronunciamiento del Movimiento Internacional de Muralistas (MIM), se dirige al actual rector de la UAJMS, Eduardo Cortez, y emite una condena enérgica del acto, considerándolo como una falta de respeto a la comunidad universitaria y al pueblo de Tarija, y como "un atentado contra el patrimonio artístico y cultural que las y los tarijeños y sus artistas han sabido construir hermanando a Bolivia con otras culturas de América Latina".

Las 15 organizaciones culturales, 40 sindicatos universitarios, y 32 artistas firmantes hasta el momento, provenientes de diversas partes de México, Argentina, Chile, Cuba, El Salvador y otras naciones latoniamericanas, coinciden en que el acto es violatorio de leyes y derechos de los que goza el pueblo boliviano y el ser humano en materia de cultura, que han sido suscritos por Bolivia ante la ONU.

El documento pone en perspectiva el arte del muralismo, que ya cumple 101 años de existencia y se ha convertido en una de las expresiones artísticas más importantes en todo el mundo. Finalmente, y mientras se espera respuesta de la administración universitaria, el MIM exige que se respete el arte del muralismo, a las comunidades y culturas latinoamericanas y "el resarcimiento del daño y la restitución del mural destruido".