El 15 de agosto se reunirán en Tarija
Mujeres de tres regiones exigen creación del Ministerio de la Mujer
Organizaciones de mujeres de Chuquisaca, Tarija y Potosí determinaron unirse para en el sur de Bolivia para exigir fuentes de empleo para miles de mujeres que quedaron desempleadas en el país después de la pandemia



Las organizaciones de mujeres de los departamentos de Tarija, Potosí y Chuquisaca en el sur de Bolivia, determinaron trabajar y unir esfuerzos de manera conjunta para exigir al Gobierno Nacional la creación del Ministerio de la Mujer, además la creación de fuentes de empleo y reducir la migración masiva de madres solteras a otras regiones del país.
La secretaria de género de la Federación de Mujeres Juana Azurduy de Padilla del departamento de Tarija, Zulma Vidaurre, informó que para la primera quincena del mes de agosto se reunirán las diferentes organizaciones de mujeres de los tres departamentos en un encuentro nacional, con el objetivo de exigir la creación de un ministerio que se aboque a solucionar la problemática del desempleo, la migración y la violencia de género en el país.
El colectivo de mujeres en esas tres regiones de Bolivia aglutinadas en diferentes organizaciones, asegura que por la crisis económica y la pandemia en los últimos tres años, miles de mujeres están desempleadas, otras perdieron a sus esposos con la covid-19, además cientos de mujeres terminaron con sus matrimonios y otro grupo dependiente de la economía familiar sufre de Violencia de género y no existe ninguna institución dedicada a atender la problemática del sector.
Además, por la falta de condiciones económicas fuentes de empleo, tanto en las instituciones públicas y privadas en los departamentos de Tarija, Chuquisaca y Potosí, después de la pandemia miles de mujeres entre las edades de veinticinco y cuarenta años migraron a otras regiones del país y también a la república de Chile, Brasil y otros países de Europa aseguró Vidaurre.
La presidenta de la Federación de Mujeres Juana Azurduy de Padilla de Tarija, Trinidad Constancio, manifestó que el movimiento de mujeres organizadas en las tres regiones pretende concientizar a la población y las instituciones públicas, que las políticas del estado a favor de las mujeres no solo debe ser la prevención de la violencia, sino ayudar a este sector con programas y proyectos de empleo, capacitación técnica, emprendimientos, igual de condiciones de salarios para el sustento económico.
Una muestra de esos efectos de la crisis sanitaria y económica en los últimos dos años, se observa que, en el sector de las trabajadoras del hogar de Bolivia de cada 10 trabajadoras con ocupación en el año 2020, hoy quedaron 9 sin empleo y viven en una pobreza extrema por escasos ingresos económicos a sus hogares sostuvo la dirigente.
Las autoridades nacionales reportaron en su último informe que, en el año 2020, la tasa de desocupación urbana tuvo su pico en 11,6% de personas en edad de trabajar sin empleo; había subido sin descanso desde octubre de 2019, cuando el indicador estaba en 4,3%; en septiembre de 2021 había llegado a 6,2%.
Sin embargo, si el dato del desempleo se desagrega por sexo, resulta que 7,4% de las mujeres en edad de trabajar no tienen empleo, y si el análisis se realiza por edad, las y los jóvenes de 18 a 28 años de edad tienen un índice de desocupación de 9,8%.
La creación de un Ministerio o Defensoría de lucha contra la violencia y desigualdades; políticas públicas para reducir los feminicidios; reconstrucción del sistema de justicia para agilizar procesos e inserción laboral con igualdad de género, son algunas de las propuestas en beneficio de las mujeres que plantean las organizaciones de mujeres a las instituciones desde el año 2015 y hasta la fecha no existe ninguna respuesta.
La presencia de la mujer se reduce en política
Aunque en el Estado Plurinacional se respeta la paridad y alternancia en las elecciones a entes legislativos de forma escrupulosa, no sucede lo mismo en las convocatorias para cargos ejecutivos: menos del 10 por ciento de los alcaldes del país son mujeres. Además, también han reducido peso dentro del gabinete presidencial, donde tras la salida de la ministra de Planificación, Gabriela Mendoza, solo quedan tres mujeres con ese poder.