Tarija se despide del ícono cultural Edgar Ávila Echazú
Fue poeta, novelista, historiador, pintor y un referente en la docencia de la cultura y la lengua. Se lo recuerda en el país como una persona con buen sentido del humor y sabias enseñanzas.



Edgar Ávila Echazú (Tarija 1930 - Cochabamba 2022) ha sido uno de nuestros intelectuales con mayor proyección nacional, de hecho, tarijeño de cepa, residió sus últimos años en Cochabamba combatiendo contra las enfermedades que le aquejaban. Su mayor aporte a la cultura se dio en el campo de las letras, pero también se prodigó con los pinceles mientras se prodigaba en el estudio de la Historia y en las aulas, donde se le recuerda con cariño.

Ávila es parte de una de las emblemáticas familias tarijeñas, hijo de Federico Ávila, que fue fundador de la Universidad Juan Misael Saracho, también tuvo su rama política. Fue alcalde en 1971 y senador en 1979, entre medias, mantuvo el pulso con el dictador Hugo Bánzer Suárez. Dos de sus hijos, Diego y Miguel, también incursionaron en el municipalismo, en Cercado uno y en San Lorenzo el otro. Ilsen y Guiomar completan su familia.
Tanto la política como las artes lo llevaron a residir en Tarija y La Paz, además de Buenos Aires, México y Asunción y en su edad madura vivió en España, Francia e Italia.
Fue reconocido como Personaje del Año por este diario en 2015 y el Pleno del Senado aprobó en 2019 la Declaración Camaral a favor del Lic. Edgar Ávila Echazú, como justo homenaje a su trayectoria literaria y su aporte a la cultura a través de sus obras plásticas, novelas, cuentos y ensayos que dejan ver la riqueza cultural de nuestro Estado Plurinacional.
Fue miembro de la Academia Boliviana de la Lengua desde 1997, ingresó a la corporación de la literatura del discurso titulado el Lenguaje y la Creación Literaria; publicó doce libros de poesía y una magna obra sobre la historia de Tarija.
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