No levantarán la medida hasta que renuncie el administrador regional de la CNS
Sin diálogo, pacientes con cáncer mantienen huelga
Los pacientes oncológicos deben gestionar medicamentos de 10.000 o 15.200 bolivianos de las regionales de Santa Cruz o La Paz, porque la CNS de Tarija no toma la previsión de adquirirlos



Los pacientes oncológicos de la Caja Nacional de Salud (CNS) cumplen su cuarto día de huelga de hambre. Exigen la renuncia del administrador regional, Vladimir Rubín de Celis, porque no ha podido dar solución a la demanda de las personas que padecen cáncer y que deben peregrinar por un tratamiento más o menos adecuado. Lamentan que en más de un año no haya podido dar mejores condiciones de atención a los pacientes con cáncer, ni siquiera contratado a médicos especialistas que son necesarios en ese seguro médico.
Aunque se intentó entablar un diálogo, con mediación de la dirección nacional de la CNS, no hubo resultados alentadores y los pacientes oncológicos decidieron mantener su huelga de hambre. No la levantarán hasta que Rubín de Celis renuncie como administrador regional de la Caja.
Giovanna Hoyos, representante de los pacientes con cáncer de la CNS, confirmó que ya suman 12 personas las que están en la medida de presión. Además, diariamente reciben el apoyo de otros asegurados que también demandan una mejor atención en ese seguro médico.
“Hemos agotado todos los recursos posibles para no llegar a esta medida extrema, para una mejor atención, pero no hemos tenido respuestas positivas”, dijo Hoyos.
Inicialmente se demandaba la contratación de la neuróloga, Paola Castellanos Oropeza, del oncólogo cirujano, Juan Seborga y del pediatra intensivista, Enrique Vargas, además, que paguen los servicios al oncólogo clínico, Renán Castrillo, a quien le deben nueve meses. Sin embargo, la dirigente de los pacientes con cáncer dice que ya se cansaron de promesas y de acuerdos incumplidos, por lo que ahora la única demanda es la renuncia del administrador de la CNS.
El País intentó comunicarse con el administrador de la CNS de Tarija para conocer su posición sobre este tema, sin embargo, no se obtuvo respuesta a los requerimientos.
Denuncia
Cuando los pacientes oncológicos iniciaron su huelga de hambre, el administrador de la CNS acusó a Hoyos de “traficar” medicamentos que son destinados a quienes padecen de cáncer.
Hoyos desmintió esa situación y pidió a Rubín de Celis que se retracte. “Él se disculpó de manera verbal en la reunión, pero quienes me acompañan en esta medida le han exigido que se disculpe de la manera que hizo la denuncia, convocando a una conferencia junto a la Jefa de Enfermeras y el Jefe Médico”, comentó.
La representante de este grupo de pacientes explicó que en varias ocasiones gestionó medicamentos para personas que requerían urgente cierta medicina o que no tenían los recursos suficientes para adquirirlos.
“Teníamos una regente de farmacia, en el Hospital Obrero, que no tenía una estadística de cuántos pacientes oncológicos necesitaban cierta medicación. Pondré el caso de la asparaginasa, que es un medicamento que requieren los pacientes con leucemia, ella pidió 90 unidades para 17 meses, sin saber que eso es insuficiente, no alcanza, por eso nos falta medicación”, comentó.
Otro ejemplo que mencionó es la ayuda que se gestionó para una paciente que necesitaba rituximab, un medicamento que cuesta 10.000 bolivianos y que la CNS no tenía.
“Conseguimos el medicamento desde Santa Cruz y lo transfieren no a mi persona, si no a la regional Tarija, pero con el nombre y apellido de la persona que la requería. Y lo mismo hicimos con el trastuzumab, un medicamento que cuesta 15.200 y que teníamos dos pacientes que lo requerían, y se hizo el mismo procedimiento, hacer que se trasfiera ese medicamento de la regional de Santa Cruz, de La Paz, para que no le falte a la paciente de Tarija, porque no lo necesita una vez por año, lo necesita cada 21 días. Imagínese ¿qué persona va sostener semejante gasto, cada 21 días comprar un medicamente de 15.200?”, explicó Hoyos, al recordar cómo los pacientes con cáncer peregrinan por medicamento que la CNS de Tarija no toma las previsiones de adquirir, pese a saber que son necesarios para los tratamientos.