Seis municipios de Tarija, Potosí y Chuquisaca son los principales productores del país
Productores buscan mercado para 1.6 MM de quintales de cebolla
Si bien el 80% de la producción se vende en Santa Cruz, el mercado de La Paz y El Alto, al igual que otros productos del país, las ventas se redujeron casi en su totalidad por el contrabando



Con una producción que supera 1.600.000 quintales de cebolla por temporada, la Asociación de Productores del Sur (Chuquisaca, Potosí, Tarija), busca mercados para comercializar su producto que se cosecha desde noviembre a mayo, pues el contrabando les restó espacios de venta en el país e hizo que cayera el precio. Ahora esperan apoyo de las autoridades nacionales para exportar a Paraguay, donde hay interés por la producción regional.
Los municipios El Puente y Yunchará de Tarija; Villa Abecia, Las Carreras y Culpina de Chuquisaca y Tupiza de Potosí, son los principales productores de cebolla en la región. Si bien el 80% de la producción se vende en Santa Cruz, el mercado de La Paz y El Alto, se redujeron por el contrabando de cebolla de Perú.
Silvia Rodríguez, presidenta de la Asociación de Productores de Cebolla del Sur, indicó que según el levantamiento de datos entre los seis municipios se supera 1.600.000 quintales de cebolla y el reto es la comercialización, ya que la hoja de costo es de 47 bolivianos el quintal en el lugar de producción, pero siempre se vende por debajo de eso costo.
“Ahora está entre 40 a 45 bolivianos el quintal en el lugar reproducción, el anterior año llegó a costar 40 bolivianos y en 2019 a 45 bolivianos el quintal”.
Rodríguez refiere que pese a las diversas solicitudes y gestiones para frenar el contrabando, no se ven resultados de los controles, pues la evidencia es que los mercados nacionales están “llenos” de cebolla peruana, lo que hizo que baje el precio.
Incluso para coadyuvar con la Aduana y Senasag en el control de contrabando, durante la gestión 2018, 2019 y 2020, la Asociación de Productores de Cebolla del Sur trabajó una guía de movimiento, con lo cual se dio la marca de origen al producto. Ya que el argumento era cómo identificar el producto regional. En este 2021, es el Senasag el que emite la guía de movimiento, sin embargo, es la Asociación que otorga al transportista una certificación de origen.
Si bien, el Ministerio de Desarrollo Productivo, en la última reunión con el sector, hizo conocer que el Estado no está emitiendo autorizaciones para importar cebolla peruana y fueron suspendidas por la cantidad de producción nacional, en los mercados no se tiene el producto del sur, refiere Rodríguez. “No se ha visto resultado en el control del contrabando porque si vamos a mercados de El Alto, La Paz, el producto que consume la población de ese departamento es de contrabando”.
Agregó que desde el Gobierno incluso se habla se sobreproducción, ya que con solo la producción de la región sur del país se cubre la demanda de Santa Cruz y Tarija. Ante esa situación, los productores buscan alternativas para exportar a Paraguay, donde hay demanda y un elevado requerimiento.
“Participamos de la comisión que viajó a Paraguay junto a la comisión de Cercado, esperamos lograr la ayuda de autoridades nacionales para el trámite y así exportar la cebolla. Se logró varios contactos, hay muchos interesados en Paraguay en el producto”.
Desde Senasag se hizo conocer que el Registro Único Nacional de Productores Agrícolas (RUNPA) es el documento que se emite con la finalidad de apoyar al sector productivo de ajo y cebolla del sur, el cual se coordina con los productores y se controla para evitar el contrabando.
Ajo, la zona alta produce unos 6 mil quintales
La Asociación de Productores de Ajo de Iscayachi (APAIS) estima cosechar más de 6 mil quintales este año, producción que tiene como mercado principal las ciudades de La Paz, Cochabamba, Oruro y Tarija. El quintal se vende 450 bolivianos, aunque por la afectación del contrabando, ese precio no cubre hoja costo de producción.
Es así que para frenar el contrabando, los productores emiten un certificado de origen con la firma de los comunarios y luego el Senasag facilita la guía de movimiento, explica el presidente de APAIS, Johnny Ramos.