Crónicas de noviembre
Del aborto del diálogo de Arce a la incertidumbre policial
Aunque una parte de los movimientos sociales reclaman abrir una mesa de diálogo, el Presidente y Vicepresidente llamaron a la movilización. Eduardo Del Castillo relevó a comandantes policiales



El ensayo de repliegue táctico no parece que vaya a tener más recorrido. O al menos no más que el que tenga el mero fin de semana pre veraniego que pronostica el Senamhi sobre un paro que ya es más cívico que gremial, aunque probablemente siempre lo fue.
Finalmente hubo convocatoria al diálogo al tercer día, pero no del Gobierno sino del presidente de la Cámara de Diputados, Freddy Mamani, maestro rural con bastante más ascendencia moral sobre las organizaciones sociales que la mayoría de los miembros del Gobierno de Luis Arce.
Mamani es un cuadro importante que no conviene quemar, pero sólo unas pocas horas después del llamado, motivado a su vez por la sugerencia de la Central Sindical Única de Trabajadores Campesinos (CSUTCB), habló el presidente Arce para verbalizar otra verdad como un templo: "Si derogamos la 1386 buscarán otra ley, hasta la Constitución van a cuestionar".
Arce se extendió: "Vamos a defender nuestro proceso, porque les hemos ganado en las urnas, les hemos ganado en la cancha y ellos lo que no han ganado en las urnas quieren arrancarnos con sus movilizaciones, pagando a la gente (...). Es necesario reflexionar, es necesario ver lo que está pasando, porque los vamos a necesitar hermanas y hermanos, los vamos a necesitar”, dijo el Primer Mandatario en el ampliado departamental de las 20 provincias de la Federación Departamental Única de Trabajadores Campesinos de La Paz Túpac Katari.
Choquehuanca le puso de nueva fecha concreta: el 14 de noviembre.
Silencios
Lo cierto es que nadie esperaba nada de ese diálogo, que habrá que ver por dónde se encauza. Lo normal es que sí asistan algunas organizaciones, porque al final hay suficientes paralelismos para hablar de casi todo, y habrá que esperar para ver qué determinan los actores institucionales, como el alcalde de Tarija y presiente de la AMB, Johnny Torres, que ya le había mostrado esa puerta de salida al Gobierno.
Los que seguro no asistirán son los cívicos. En Santa Cruz no se han dado por notificados y en Potosí, entre la efeméride y el luto por el ciudadano fallecido, prácticamente tampoco.
Otros actores como los cooperativistas mineros, amenazados también por la estrategia de lucha contra las ganancias ilícitas por su particular relación con las grandes transnacionales asiáticas y sus cuentas de resultados que eluden regalías, han dado 24 horas para derogar la Ley.
Los extraños cruces del MAS
La cadena CSUCTB - Mamani - Arce a cuenta de la convocatoria o no del diálogo no fue la única que desafinó ayer. También, por ejemplo, quedó extraño que casi a la par de que Arce denostaba buscar consensos su ministro de Economía, Marcelo Montenegro, deslizara que se podían introducir cambios en la 1386.
En cualquier caso, lo que ha causado más reacciones entre los articuladores de la política ha sido el intempestivo cambio de comandantes policiales en buena parte de departamentos, entre ellos Sadid Ávila en Tarija, que además se despidió señalando que no haría enfrentar a unos con otros, como evidentemente a esas horas de la mañana se preveía.
El rol de la Policía durante la jornada del martes, que protagonizó algunos momentos violentos que han dado más cuerda a las protestas, ha dejado señalado al ministro de Gobierno Eduardo del Castillo del Carpio, a priori elegido por su proximidad con Álvaro García Linera.
A nadie se le escapa que el principio del fin de Morales en 2019 llegó con el motín policial. Seguramente nadie quería sorpresas. Habrá que esperar a que lleguen reacciones.
A la espera del cambio de gabinete de Arce
La organización del MAS frente a las movilizaciones está altamente ligada a la espera de que Luis Arce presente una remodelación de su gabinete coincidiendo con el primer año de gestión. En principio ya se han realizado las evaluaciones pertinentes con el Pacto de Unidad, sin embargo, no hay movimiento de fichas. Hay quien señala que la virulencia de la movilización en algunos lugares, como en Tarija, tiene que ver precisamente con que tal o cual sector gane el favor del Presidente, que además pide movilización.