Crónica política de la semana
Los roces de Montes y el pulso de Arce marcaron la semana
La gestión de algunos proyectos municipales fue condicionada mientras la Gobernación busca vías de llegada al Gobierno nacional, que sigue enfrascado en sus polémicas legislativas y el rechazo interno
Semana de alto voltaje político con viejos y nuevos temas culminada con los 70 años de Charly García. Hagan sus metáforas. La cuestión es que el Gobierno del MAS atraviesa por un momento complicado y, a la par, la oposición no acaba de darse forma a sí misma. Mucho más al sur, la Gobernación parece buscar nuevos líos con los que entretenerse mientras acaba de decantarse cuál será finalmente la relación que tenga que establecer con el Gobierno Nacional.
Y es que la cuestión es que seis meses después, no ha habido un encuentro de alto nivel entre el presidente Luis Arce y el gobernador Oscar Montes, pero tampoco actividad relevante ni coordinación ministerial al respecto de casi nada. Casi nada avanza y ya viene otra época de lluvias y un nuevo Plan Operativo Anual que, al parecer, se está maquillando en el Ministerio de Planificación, coordinado por Gabriela Mendoza, chaqueña ella, aunque radicada desde casi siempre en la sede de gobierno.
Del resultado final dependerá en buena medida la relación con el Chaco, que mueve sus hilos para lograr victorias cortas, como la de reasignar el 45 por ciento del Impuesto Directo a los Hidrocarburos que llega a Tarija para que José Luis Abrego y el resto de alcaldes chaqueños del del MAS – Carlos Brú en Yacuiba, Rubén Vaca en Villa Montes, Ermás Pérez en Caraparí - puedan exhibirse ante los suyos tras el “atrevimiento” de Montes de no solo negar la conciliación, sino exigir pagos a la inversa.
Se da por descontado que el Gobierno saldrá en apoyo del Chaco, su caladero de votos, lo que no está claro es cuál será el siguiente paso de la Gobernación, que de momento no quiere entrar en confrontaciones con el MAS. O al menos no lo parece públicamente.
Esta semana parecieron resonar fuertes roces entre la Alcaldía y la Gobernación a cuenta de algunos proyectos que Montes no quiere asumir, como la planta de San Blas o el lío en San Luis con las lagunas de oxidación. El alcalde Johnny Torres, socio político prioritario en su momento, le ha recordado que los convenios deben cumplirse y nada más, porque hacer comentarios sobre sus quince años de alcalde hubiera sido agresivo. Nadie cree que la sangre llegue al río, pero que hay molestias, hay.
No voy en tren, voy en avión
Se acaba de cumplir un año de la victoria electoral de Luis Arce Catacora, es decir, todavía quedan cuatro por delante, pero a estas alturas ya ha declarado el fin de la crisis, ha declarado que ha creado casi un millón de empleos, un crecimiento superior al 9% (aunque del doble aguinaldo no se habla) y se da por controlada la pandemia, aunque el porcentaje de vacunación de dos dosis siga siendo inferior al 50 por ciento de la población vacunable.
Con ese currículum parecería que Bolivia volviera a la armonía, pero lo cierto es que el Gobierno tocó fondo en los últimos diez días y si ha logrado oxígeno ha sido precisamente por el error táctico de la oposición de insistir en tumbar otras leyes con paros y bloqueos, que finalmente han quedado diluidas, al menos por el momento.
La 1386 es una declaración más genérica sobre los lineamientos para combatir las ganancias ilícitas y de ella emanó la ya retirada. En base a la 1386 a través de decretos, reglamentos, directrices y algún que otro exceso, el Gobierno puede lograr operativizar lo que se le exige desde los grandes organismos financiadores, que básicamente quieren saber qué dinero se mueve en Bolivia, más allá de si es lícito o ilícito.
Finalmente, los gremiales no masistas no pararon y los paros se convirtieron en marchas que fueron más anunciadas que ejecutadas. Quien más se subió al carro fue Comunidad Ciudadana, muy disperso en las semanas previas, tratando de reconducir su acción tras los patinazos de Andrea Barrientos y su “tenemos más afinidades con el MAS que con Creemos” o de Rodrigo Paz pidiendo diálogo nacional en pleno endurecimiento de la legislatura.
Quien se ha tomado una pausa táctica es el gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, cuya citación fiscal vuelve a quedar en el aire. Esta semana visitó el parlamento indígena celebrado en Santa Cruz donde se comprometió con la defensa de la tierra y el territorio frente a colonizadores, sin especificar si también ahí entran los grandes agroindustriales. Sin duda esa es la batalla que parece importar ahora.
Arce y las presiones por el cambio de Gobierno
Las diferencias entre partido y gobierno empiezan a sentirse. Arce pidió defensa popular del proceso en las calles y la Ley de Ganancias acabó cayendo y la presión sigue desde dentro, pues nadie duda que se siente la mano del partido.
La cuestión es que Arce empieza a pagar caro el perfil bajo del gabinete y la sombra alargada del exgobierno, pues ni María Nela Prada ni David Choquehuanca le ayudan demasiado a balancear y liderar.
De momento se le ha previsto una suerte de informe de gobierno para el 8 de noviembre, cuando cumpla un año de gestión, aunque en realidad lo que se le pide a Arce desde dentro del parido es mover las fichas. Ahí se verá quien acaba teniendo más alcance.