Crónica política de la semana
El portazo del IDH y “las fuerzas” de Camacho marcan la semana
El MAS parece haber cambiado su estrategia de confrontación y advierten “debilidad” del Gobierno; Comunidad Ciudadana recién se sumó al paro y los alcaldes difieren en su participación
Si la semana pasada hubo una peligrosa aceleración hacia un evidente choque de trenes, esta ha habido deliberados saltos al vacío en toda regla. Tanto en Tarija como a nivel nacional.
El gobernador Óscar Montes sigue asumiendo personalmente el desgaste en todos los ámbitos de la gestión, una estrategia que desespera a sus asesores pero que de momento no parece estar saliéndole mal. Por el momento. El jueves Montes se fue hasta el Chaco para explicarle a los chaqueños que no es que la Gobernación deba algo del 45 por ciento del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) de los últimos 20 años a la Región Autónoma sino al revés, que el Chaco debe al resto de las provincias por malos cálculos de regalías, de IDH y de fideicomisos que se han asumido con el 55% para obras donde el 45%, cosa que sí parece delicada.
Montes fue contundente en la argumentación, pero no queda clara cuál es la salida que ya lleva años cediendo el 55 por ciento de su producción cuando era mayoritaria. Al Chaco le quedan ahora pocas opciones de negociación dentro del marco autonómico y de convivencia pactado en el Estatuto Autonómico de 2008 así que nadie descarta una deriva “independentista” con rumbo al “décimo departamento” que hoy parece imposible en la Constitución, pero que cabe perfectamente en política, más cuando un cambio constitucional centrado en la reforma del Modelo de Estado parece ser el rumbo que está marcando Santa Cruz con sus últimos escenarios de confrontación.
Al paro
Han sido precisamente esos escenarios los que han marcado la actualidad política nacional en la semana, con el Fiscal General Juan Lanchipa como protagonista del salto al vacío, citando primero y suspendiendo después la declaración de Luis Fernando Camacho en La Paz.
Eso junto a otras decisiones del ámbito político – suspender el tratamiento de la Ley contra las Ganancias Ilícitas y liberar a los cabecillas de la Resistencia Juvenil Kochala – le ha dado otro aire al Comité Cívico cruceño y al bloque más “duro” de la oposición boliviana, que el lunes se arremolinó sobre Luis Fernando Camacho en un ampliado en Santa Cruz en la que se volvió a conformar la enésima coordinadora en defensa de la democracia, esta vez más vinculada a Creemos, sustituyendo al Conade de 2019 conformado por los amigos de Carlos Mesa.
Comunidad Ciudadana busca su sitio en el nuevo ecosistema político, pero los errores se pagan caro en esta guerra de relatos, y las palabras de Andrea Barrientos (“tenemos más afinidad con el MAS que con Creemos”) y las ocurrencias de Rodrigo Paz convocando a un diálogo nacional no le han ayudado en este momento. Mesa a golpe de tuit busca posicionar otros temas con poco éxito y el riesgo para el partido, ignorando la efervescencia camba, es que vuelve a reducirse a ser el partido de la aristocracia paceña y poco más. Ayer, al fin, señaló que apoya el paro cívico del lunes.
La actualidad también ha girado sobre los alcaldes. En Tarija se descarta apoyar explícitamente el paro; en La Paz Iván Arias juega al despiste, pero tampoco irá; en Santa Cruz Johnny Fernández, mil veces señalado como funcional al MAS, sí movilizará a los suyos y en Cochabamba Manfred Reyes Villa ha estado demasiado concentrado en salvar su “match ball” en Sucre como para posicionarse: No hay quien entienda la sentencia, pero seguirá gobernando el municipio hasta que se pronuncie el Tribunal Constitucional… y esa es otra batalla.