El foro municipalista concluyó en Tarija
Torres consolida a la AMB como un espacio de gestión pública
La entidad que reúne a las grandes capitales plantea establecer una base de trabajo “Hacia un desarrollo sostenible” y no solo refugiarse en la confrontación político-partidaria para resolver los problemas
La clausura del primer foro municipalista “Hacia un desarrollo sostenible”, organizado por la Asociación de Municipios de Bolivia (AMB) en Tarija, se cerró con numerosas ideas y un firme compromiso de seguir profundizando la actividad en esa línea, lo que supone un matiz importante para un “lobby”, el de las grandes ciudades, que muchas veces estuvo más interesada en la política ordinaria de la lucha del poder que en su misión de resolver los problemas de la gente.
El tema elegido es de esos que están en la agenda de las Naciones Unidas y que llega hasta el último involucrado en la gestión pública, pero del que se habla poco en Bolivia por aquello de que exige cambios que parecen muy de primer mundo y para los que el Gobierno, que mira de perfil, no prevé presupuesto.
En el foro se acordó trabajar en la titulación de la propiedad urbana municipal, en la digitalización de las ciudades y también se planteó solucionar los problemas de financiamiento, que den lugar a la reactivación económica
“Que en Tarija ya está en marcha, compartimos la serie de paquetes y medidas que lanzamos aquí en Tarija, para que sea replicada por otros municipios”, dijo Johnny Torres, quien preside la AMB, instancia que espera sea algo más que la entidad del pataleo político.
“Esperamos sinceramente que este evento fortalezca al asociativismo boliviano y Latinoamericano, nos ponemos al servicio toda la directiva de la AMB. Deseo que en este evento recojamos toda la experiencia, la iniciativa, la oportunidad que podamos en la medida de la pertinencia, el dialogo y la resiliencia entre nosotros”, señaló Torres como objetivo general.
El peso específico
En la Asociación de Municipios de Bolivia están representados los municipios capitales de departamento más El Alto, es decir, más de la mitad de la población boliviana y que pronto llegará a ser más del 70 por ciento de continuar el ritmo de migración campo – ciudad de los últimos años.
La cuestión es que la AMB, como casi todas las instituciones en los últimos años, también sigue respondiendo a lógicas binarias de oficialismo versus oposición, aunque en este caso su ponderación parece automática en función de la votación, aunque después existen muchos matices entre alcaldes funcionales.
En las épocas recientes, con Luis Revilla o Juan del Granado en La Paz y Percy Fernández en Santa Cruz, además de Óscar Montes o Rodrigo Paz en Tarija y Soledad Chapetón en El Alto, se consideraba un ente “opositor”, y no en vano, ha sido en los últimos años – bajo la gestión de Álvaro Ruíz - en los que la Federación de Asociaciones Municipales (FAM), que representa a todos los municipios del país, en los que ha ido creciendo exponencialmente en su influencia.
Actualmente ninguna capital del eje está gobernada por el MAS: Eva Copa en El Alto, Iván Arias en La Paz, Manfred Reyes Villa en Cochabamba y Johnny Fernández en Santa Cruz, además de Tarija, aunque los matices siempre se encuentran presentes.
La agenda de los municipios capitales es diferente a la de los municipios rurales, pero las necesidades de atención son parecidas. La crisis derivada del Covid-19 en las entidades que atienden las principales urgencias de los ciudadanos obligan a nuevas formas.
La agenda de los municipios no espera
La migración campo – ciudad, que no se refleja en el periodo intercensal, está llevando al límite a los municipios capitales, que reciben menos dinero del que necesitan para cubrir los servicios. La clave pasa por el Pacto Fiscal, que lleva más de cinco años sin acuerdo, y en el que el planteamiento municipal pasa por bajar la parte del Gobierno y aumentar la de los municipios. Aun así, otros proyectos como los que tienen que ver con combustibles, eficiencia energética o gestión de residuos exigen pacto con el nivel central.