El sector atraviesa una situación crítica por deudas de entidades estatales
Tarija: Iliquidez e impuestos “asfixian” a los empresarios
El sector empresarial demanda una reformulación del sistema impositivo, para que los emprendedores tengan la posibilidad de subsistir y no quiebren o cierren sus puertas dejando a gente sin empleo



Los empresarios privados del departamento de Tarija ven con preocupación la presión del Sistema de Impuestos Nacionales (SIN) hacia el sector mediante la carga impositiva, situación que califican de “asfixiante”, ya que por la iliquidez de las entidades estatales y la crisis económica que causó la pandemia del Covid, dejaron de honrar las deudas, lo que provocó que las empresas tampoco cumplan con los tributos.
Si bien, algunos empresarios recurrieron a préstamos bancarios, personales y de toda índole, para tratar de cumplir los impuestos, sin políticas concretas para reactivar la economía, la situación es insostenible para el sector, por lo que afirman que “ya no hay forma de cumplir dicho pago” y se encaminan a la quiebra inminente, sino se flexibiliza el pago de impuestos.
Marcelo Romero, presidente de la Federación de Empresarios Privados de Tarija (FEPT), apuntó que el sector empresarial afrontó tres aspectos desde 2019, primero el conflicto político que aquejó a varios sectores, luego sufrió el impacto de la pandemia del Covid-19, que en el caso del departamento dejó al sector sumergido en una crisis económica histórica, y en tercer lugar la falta de liquidez, que dejó sin la posibilidad tener trabajo o certeza, en la cadena de pagos.
“El Gobierno, tanto nacional y subnacionales, no están pudiendo cumplir con la cancelación a todos los empresarios de diferentes rubros que han prestado servicios al Estado. Y eso conlleva que tengamos un problema serio con respecto al cumplimiento con el sistema impositivo nacional”, afirmó.
Romero refiere que el problema de la crisis económica en el departamento no es reciente, se arrastra desde hace muchos años atrás, y ahora con la “rotura” en la cadena de pagos, que se ha acrecentado por la falta de cancelación por las entidades nacionales, llevó al incumplimiento de los empresarios con la carga tributaria.
“Cuando se rompe la cadena de pagos, comienza a haber problemas de liquidez, y eso ha derivado que no se pueden cumplir los pagos mensuales que se realizaban a impuestos y ha desencadenado en una crisis total”.
El empresario agregó que las medidas aplicadas para el tema impositivo solo han sido un paliativo momentáneo por la pandemia, y hoy en día han comenzado nuevamente las presiones y los cobros como “si nunca hubiese existido la pandemia ni problemas económicos”.
Por su parte, Efraín Alvarado, presidente de la Asociación de Empresarios del Chaco, en declaraciones a medios de Yacuiba, calificó de crítica la situación económica del empresariado en la región, pues seis empresas quebraron en los últimos meses en Yacuiba y más de 30 en todo el departamento a causa de la carga impositivas que aplica el Gobierno a través del SIN y sin políticas concretas para reactivar la economía.
“Es lamentable la reactivación económica de la que tanto habla el Gobierno, es solo para el Gobierno a través de Impuestos Internos. Son los únicos que están recaudando, pero a la mala”, comentó.
El empresario denunció que “casualmente”, el martes, Impuestos Internos le hizo llegar una conminatoria de congelamiento de cuentas, sin darle ninguna alternativa, situación que le lleva a entender que se busca liquidar al sector empresarial, contribuyente y emprendedor. “Lo único que dicen es que son normas que hay que cumplirlas y listo. Nadie entiende absolutamente nada, la situación económica en la que estamos pasando”.
Alvarado señaló que otro problema que afronta el sector es que las instituciones estatales aún no cubren las deudas, pese a que les hicieron facturar.
Ante esa situación, indicó que a través de la Federación de Empresarios Privados de Bolivia, el sector empezará a organizarse a nivel nacional para exigir al Gobierno una flexibilización en el tema impositivo. Pues la intención no es dejar de tributar, sino que lograr un entendimiento, ya que producto de la pandemia en el país no hay una reactivación económica real.