En Tarija, el caso más reciente se registró en Laderas Norte
Biocidio, un delito común en Bolivia pero poco castigado
Pocos son los casos que han sido sancionados, ya sea con la pena mínima, que es de dos años de privación de libertad, o la máxima, que es de seis años, dependiendo de la gravedad del hecho



En Bolivia, el primer caso calificado como biocidio se registró el año 2018. Una mujer en Cochabamba fue procesada por apuñalar a un perro que intentó quitarle un pedazo de la carne que vendía en un mercado. Pero hubo casos más graves que éste y que no han sido castigados, como el tráfico de jaguares que fueron desmembrados y vendidos por partes.
Se considera biocidio todo acto que entrañe la muerte de un animal, es decir, un crimen contra la vida. En el país, son dos las normas que establecen sanciones para este tipo de hechos, el Código Penal, en su artículo 350, y la Ley 700 “Para la defensa de los animales contra actos de crueldad y maltrato”.
El caso más reciente y que más atención acaparó en las últimas semanas fue la muerte de 34 cóndores en la comunidad de Laderas Norte, a 20 kilómetros de la ciudad de Tarija.
Aunque, como recalcó Diego Méndez, investigador asociado al Museo Nacional de Historia Natural y coordinador de Aves Rapaces en Bolivia, Programa de investigación, el envenenamiento no fue realizado con saña o con la intención de matar a los cóndores. Todo apunta a un envenenamiento indirecto o secundario, un método que los pobladores usan para lidiar con otros problemas de la fauna, usando cebos para acabar con otro animal que les ocasiona daño o daña su ganado.
Un caso que también causó indignación en las redes fue el de un pequeño tucán que fue apedreado. Se presume que el ave fue golpeada con piedras y palos por los daños encontrados. La bióloga del Bioparque Urbano de Tarija Gabriela Lima confirmó que el tucán llegó con serios daños en gran parte de su cuerpo, pero el mayor problema se lo provocaron en el ojo derecho. El pico del ave también está destruido.
Un caso similar se registró en Santa Cruz, el de Tuki Tuki. Un tucán que perdió parte del pico a pedradas en Puerto Quijarro, Santa Cruz, por comerse la fruta de una estancia.
El ave fue rescatada y operada veterinarios voluntarios, sin embargo, pese a los esfuerzos por cuidarlos, el tucán murió por estrés, cardiomiopatía, shock cardiogénico
La pena de dos a seis años de cárcel
Para los casos de biocidio, la Ley 700 establece como pena la privación de libertad de dos a cinco años y una multa de 30 a 180 días, a quien matare con ensañamiento o con motivos fútiles a un animal.