Cosaalt y la Alcaldía culpan a las instalaciones “erradas”
El rebalse de aguas residuales empeora olores de las cloacas en Tarija
Los malos olores en diferentes zonas de la ciudad son el dolor de cabeza de los vecinos, quienes lamentan que ninguna instancia pueda dar solución al problema que se arrastra desde hace varios años



Los olores nauseabundos que brotan del alcantarillado y bocas de tormenta en distintas zonas de la ciudad, se convirtieron en un “problema sin solución”. En los últimos meses, al rebalse de las aguas residuales que empeora los hedores de las cloacas, se sumó el problema de la basura y contaminación en las bocas de tormentas.
Aguas rebalsan de las cloacas
El problema del rebalse de las aguas de las cloacas o sistemas de alcantarillado pluvial se observó en las últimas semanas a raíz de las denuncias de los propios vecinos, esta situación se vio principalmente en los barrios del casco viejo de la ciudad.
En el barrio El Molino, específicamente en la cloaca instalada en las calles Juan Misael Saracho y Virginio Lema, el rebalse de las aguas servidas y los hedores invadieron las viviendas adyacentes al menos cinco veces en un mes.
“Vale recalcar que son aguas servidas, de lo más hediondo y ya es la quinta vez en un mes”, expuso una vecina en la zona.
Otra ciudadana, Liselotte “Lilo” Methfessel, aseveró que en reiteradas oportunidades hicieron llegar el reclamo correspondiente a la Cooperativa de Servicios de Aguas y Alcantarillado de Tarija (Cosaalt), pero el problema persiste.
“Esa alcantarilla pluvial cada vez que llueve rebalsa, algunas veces incluso se levanta la tapa por la fuerza del agua. Esta última vez rebalso sin que haya llovido”, indicó.
La última vez que los vecinos pasaron por este problema fue el lunes y desconocen si Cosaalt atendió el problema. Por otra parte, en las calles Daniel Campos, entre avenida Domingo Paz y Corrado, vecinos señalaron que el “colapso” de las cañerías generó cortes de agua y que las aguas servidas invadan las calles de la ciudad.
Sobre el tema, un vecino en la zona señaló que el ritmo acelerado de crecimiento de la ciudad, creación de nuevos barrios y el aumento poblacional, no va de la mano con los servicios básicos y la calidad de los mismos.
“No solo pasa en esa calle, en muchas calles de la ciudad, la red de alcantarillado colapsó. ¿A quién hacemos responsables?, ¿será Cosaalt?, ¿la Alcaldía?, ¿los malos ciudadanos que usan indebidamente la red?, lo cierto es que Tarija creció de manera acelerada y los servicios básicos, especialmente el alcantarillado, no está al mismo ritmo de crecimiento”, apuntó Grover Miranda.
Aunque desde la Alcaldía y Cosaalt realizan actividades de limpieza en las bocas de tormentas y alcantarillas, el problema de los malos olores persiste en distintos barrios, por eso, los usuarios insistieron en que ambas instancias deben encontrar una “solución definitiva” al problema que se arrastra desde hace varios años atrás.
“Existen los dos sistemas separados, para desagües pluviales y alcantarillado, pero muchos no hicieron sus conexiones como debían”, puntualizó Methfessel.
Conexiones “erradas”, un problema sin solución
En respuesta al problema del rebalse de las alcantarillas, el alcalde de Tarija Alfonso Lema aseguró que este tipo de instalaciones pertenecen a la red de alcantarillado pluvial, por lo que la tuición es de Cosaalt. Explicó que los malos olores se atribuyen a las “conexiones cruzadas y clandestinas”.
Según Lema, eso es “difícil de identificar quién manda aguas servidas a los sistemas de alcantarillados pluviales”.
Lea también: Alcantarillado sanitario de Tarija cumplió 74 años, no hay plan de cambio
La explicación brindada desde Cosaalt, por el responsable de Producción y Tratamientos de la Cooperativa, Gualberto Alarcón, recae en que el municipio de Cercado cuenta con un sistema de alcantarillado sanitario como pluvial, separado e independiente, y el rebalse de las aguas se debe a una conexión “errada” como “muchas que hay en la ciudad”.
“Es decir, de gente con viveza criolla que conecta el desagüe de sus aguas pluviales del patio como de sus cubiertas, al alcantarillado sanitario que está diseñado para llevar descargas de inodoros, duchas y otros usos domésticos y no así altas cantidades de agua que se generan durante y después de una precipitación o lluvia”, apuntó.