De 500 donadores de plasma, solo 50% cumplía requisitos
EPI: Los que donen plasma convaleciente para Covid-19 tendrán prioridad para algún familiar que enferme en caso que llegue el rebrote del virus a Tarija. El objetivo es tener un stock acumulado



Alrededor de 500 recuperados de Covid-19 acudieron al Banco de Sangre para donar plasma convaleciente para tratamiento de esa enfermedad, pero solo el 50 por ciento de ellos calificó para ese acto altruista. El resto fue excluido por aspectos relacionados a la insuficiente carga de anticuerpos u otras enfermedades de base.
La administración de plasma convaleciente proporciona inmunidad pasiva al receptor, hasta que el mismo pueda desarrollar una respuesta inmune activa. Los médicos recomiendan la administración temprana en el curso de la enfermedad del receptor que se encuentra con riesgo alto de deterioro del cuadro clínico.
En lo que va de la pandemia, fueron 255 personas las que donaron en Tarija, ya sea por el método convencional o mediante el equipo de aféresis. En el último caso, de una persona se puede extraer entre uno y tres unidades de plasma, según datos del Servicio Departamental de Salud (Sedes).
Falta de solidaridad
A la hematóloga del Banco de Sangre, Andrea Molina, le asombra que haya más de 16 mil recuperados de la Covid-19 en Tarija y ni 1.000 de ellos hayan acudido a la institución para donar plasma sanguíneo, que se usa como una alternativa de tratamiento para la Covid-19.
Hay personas que fueron excluidas de ser donantes, como unas 250, porque no cumplían con los requisitos que se exigía, principalmente porque no tenían la cantidad suficiente de anticuerpos, otros porque todavía daban positivo al virus que causa esa enfermedad, pero también porque tenían otras patologías, como Chagas o enfermedades de base. Sin embargo, hay otras personas que no acudieron ni para hacerse la evaluación y ver si pueden donar.
En ese sentido, la especialista señala que hay una marcada falta de solidaridad, por lo cual, indicó que las personas que hayan sido donantes voluntarios, si ocurre un rebrote de la Covid-19, estas personas tendrán prioridad al momento que necesiten de plasma para algún familiar. Cuando se tuvo momentos críticos, el principal problema era encontrar una donante.
La jefa de la Unidad de Epidemiología del Sedes, Claudia Montenegro, explicaba que las personas recuperadas de la Covid-19 no adquieren inmunidad para toda la vida, como común denominador se tiene que los anticuerpos duran solo tres meses, luego empiezan a bajar y de nuevo se está expuesto para adquirir la enfermedad.
En ese sentido, Molina sostuvo que es importante tener un stock de unidades de plasma, ya que estos se los puede almacenar por un año, por lo que se puede tener un stock para enfrentar el rebrote. Para ello, la donación no solo se la debe ver como un acto de solidaridad, sino también como prevención.
“Se intenta priorizar que entren a la máquina de aféresis las personas con grupos sanguíneos raros, un B, AB, A negativo, para que se pueda obtener más unidades – comentó la hematóloga –. De cada donante se puede extraer hasta tres unidades, pero no siempre se llega a ese número, a veces solo a dos”.
El presidente del Colegio Médico de Tarija, Jaime Márquez, quien es especialista en Terapia Intensiva, explicó que el tratamiento con plasma dio resultado en la fase uno de la patología, pero es parte de tratamientos compasivos, que significa que no cura la patología, pero ayuda a bajar la carga viral o a hacer más llevadera la enfermedad, que no sea tan traumática.
El médico dice que, al ser una enfermedad nueva, se sigue en estudio sobre el tratamiento de la Covid-19, pero ya se tiene experiencia sobre medicamentos y el plasma a usar en diferentes etapas de la enfermedad. Pero resalta el rol de la ciudadanía, que no descuide las medidas de bioseguridad, como el uso del barbijo y el lavado frecuente de manos, porque de lo contrario significará tenderle la alfombra el virus para que haya un rebrote.