Vida en pandemia
La incertidumbre sobre el futuro se agranda en Tarija
El miedo hace que "la demanda de muchos sectores se contraiga" y los expertos ponen como ejemplo típico el sector turístico, de vital importancia en la economía y el miedo a viajar



Laura tiene 18 años y a su corta edad ya no piensa en el futuro, ha visto morir a su abuela por Covid-19, pero también a su madre. Sí se le pregunta por planes o lo que estudiará en el futuro prefiere callar. Jaime tiene 60 años y hoy dice haber decidido vivir la vida al máximo, sin restricciones. "Sí mi hijo me pide el auto, se lo doy con esta pandemia somos una fragilidad" afirma. De igual manera, Linda dice "Si Dios me quiere llevar que así lo haga".
Éstos son solo algunos de los pensamientos que ha originado la pandemia por Covid-19. Javier Blades, jefe de humanidades de la Universidad Juan Misael Saracho (Uajms) reflexiona al respecto y afirma que en la actualidad las personas no piensan en el futuro, viven el presente debido a la incertidumbre de la pandemia.
Al respecto, la psicóloga Anahí López explica que la pandemia ha traído una gran inseguridad sobre la vida, y aunque las personas han dejado de preocuparse en extremo por "sobrevivir" se han resignado a creer que todo es cuestión de "suerte".
"Todo va a salir bien", pintaban con colores de arcoíris los niños cuando todo esto empezó. Pero tras el confinamiento, cerca de 140 mil casos en Bolivia y más de 8 mil muertos, la visión parece cambiar.
Para los sociólogos, antropólogas, politólogos y economistas la pandemia ha sido, en términos sociológicos, un “acontecimiento”, "algo que rompe con la cotidianidad, con el día a día, con la vida que damos por sentada".
Para los sociólogos, antropólogas, politólogos y economistas la pandemia rompió la cotidianidad
En la opinión de los expertos "no saber qué va a pasar y pensar que las cosas irán a peor supone andar con el freno de mano echado" y puede acabar en "un frenazo a todos los niveles: de emprender a casarse o tener un hijo".
Más teniendo en cuenta que el pesimismo se contagia, porque estamos hablando de estados de ánimo, de sentimientos, de sensaciones. "Somos seres sociales, estamos hechos a partir de relaciones, nuestras opiniones, visiones de futuro, juicios y valoraciones se construyen en interacción con las personas que tenemos al lado. Nos retroalimentamos", comentan.
Sumado a ello aseguran que el futuro es el combustible, las personas trabajan el mes pensando en el salario, los jóvenes estudian pensando en el progreso. “Dejar de pensar en el futuro puede tener consecuencias enormes: dejo de estudiar, dejo de ahorrar (…). Sería un golpe muy fuerte al tipo de orden moral que hemos construido en la Modernidad".
Respecto al ángulo económico, Juan Miguel Báez apunta que "la economía, como cualquier aspecto de nuestra vida social, se lleva mal (muy mal) con la incertidumbre. A los agentes económicos, ya sean las autoridades, los consumidores o los productores, nos encantaría tomar nuestras decisiones en un mundo con certeza absoluta, donde tuviésemos claro cuáles serían las consecuencias de nuestras decisiones. Sin embargo, esta pandemia nos ha situado en un mundo diametralmente opuesto: la ilusa seguridad en la que vivíamos se ha venido abajo de un plumazo".
El miedo hace que "la demanda de muchos sectores se contraiga" y los expertos ponen como ejemplo típico el sector turístico, de vital importancia en la economía y el miedo a viajar.
"En medio hay una gran desconfianza hacia todo: Gobierno, oposición, movimientos sociales, religión (…). No parece que tengamos bien entramada la sociedad", analizan.
PANDEMIA Lo peligroso de no pensar en el futuro
De acuerdo a los psicólogos la incertidumbre sobre el futuro generará una visión conformista de la realidad, pero también repercutirá en lo económico, pues no habrá emprendimientos, que al final son el motor de la economía.
“Los emprendimientos dan dinamismo a la economía, pues dan trabajo a diversos sectores”, señala la economista Marisol Molina y agrega que el futuro es el motor de toda la vida en todo sentido.
De esta manera, los expertos recomiendan vivir la vida con optimismo, concentrarse en el bienestar común, dejar de lado el estrés y olvidar el pesimismo, pues éste traerá consecuencias en todo plano.