Se instalan afuera de los mercados públicos
Vendedores en las calles ganan “pulseta” a la Alcaldía
La crisis económica en los últimos meses obligó a varias personas a dedicarse a la venta de productos de la canasta familiar para obtener recursos económicos; sin embargo, el espacio donde se instalan es motivo de conflicto



Desde que la Alcaldía de Tarija junto a la Gobernación decidió implementar medidas precautelando la salud de la población por la pandemia del Covid-19, los mercados públicos y puntos de abastecimiento en los barrios eran los autorizados para vender productos de primera necesidad.
Sin embargo, aunque los días permitidos por la Alcaldía para que los puntos de abastecimiento funcionen son los martes y viernes, estos no son respetados por los comerciantes que afirman que solo buscan obtener recursos económicos en vista que ya no pueden ejercer las funciones que realizaban antes de la pandemia.
Las calles como puntos de venta
Juana vende frutas en el barrio La Pampa y asegura que adquiere estos productos del Mercado Campesino, ella se dedicaba antes a brindar clases de zumba, actividad que por la pandemia del Covid-19, actualmente está prohibida.
“Al principio vendía en mi casa, pero como no va mucha gente a mi barrio, decidí venir a vender en este sector porque me va mejor, no se gana mucho dinero, pero alcanza para que mis hijos coman”, dice mientras desinfecta el dinero para entregar el cambio a un comprador.
Según la comerciante, aunque ella quiera, no puede trabajar en otro rubro; los últimos días hasta vender alimentos se convirtió en un problema debido a que los comerciantes en los mercados se “enojan”, afirman que les “quitamos los clientes”.
En el caso del Mercado Bolívar se evidenció que los vendedores que ocupan las aceras y calzadas no lo hacen solo martes y viernes, sino de lunes a viernes desde las 06.00 horas hasta las 13.00. La falta de control y orden de autoridades municipales supuso que otros rubros aprovechen la actividad comercial en esta zona.
Solo el viernes, las calles Bolívar, Oruro, Belgrano, Ingavi y España, se vieron repletas de comerciantes, pero no solo de alimentos de primera necesidad, sino también de prendas de segunda mano, ropa nueva, zapatos e incluso mesas y sillas.
“Por encima del derecho al trabajo, está el derecho a la salud”Efraín Subia, Presidente del barrio La Pampa
En la zona, se evidenció la presencia de dos funcionarios de la Alcaldía, número que no abastece para controlar y ordenar a más de 200 vendedores en este sector.
Molestia y confrontación
Los comerciantes al interior de los mercados municipales deben cumplir una serie de requisitos para trabajar, como ser el uso del barbijo en todo momento, utilizar alcohol en gel y desinfectantes. En el sector de carnes incluso instalaron plásticos para proteger tanto a los usuarios como a ellos mismos.
El miércoles, comerciantes del mercado Bolívar salieron a las calles “artos”, su objetivo era retirar a los vendedores. La molestia recaía no en “la competencia” sino en la zona en la que ellos se instalan para vender, pues según dicen “de tantas calles libres o espacios vacíos”, “eligen la vía afuera del mercado para trabajar”.
“No es justo que se instalen afuera del mercado, a nosotros nos obligan a usar todo para protegernos, pero aquí afuera nadie controla, la Intendencia Municipal quiso retirarlos, pero vienen en un vehículo con tres personas, no pueden hacer nada así, entonces nosotros vamos a retirarlos”, dijo una vendedora molesta por el desorden.
Por otra parte los vecinos en la zona de La Pampa afirmaron que el riesgo de propagación del virus por la cantidad de vendedores y compradores que asisten a esta feria barrial es alto.
El presidente del barrio La Pampa, Efraín Subia, envió una nota al alcalde, Rodrigo Paz, en la que expone su preocupación sobre este tema, más aún, aseguró que no obtuvieron respuesta alguna de la autoridad.
“No se puede ni transitar por las aceras, los vecinos nos dijeron que si esto continúa en el barrio hasta fin de año esto va a ser otro Mercado Campesino, no estamos en contra del derecho al trabajo, pero por encima de esto está el derecho a la salud. Pedimos a la Alcaldía que se hagan respetar los puntos autorizados de venta”, expuso.
La “excusa” de las autoridades municipales según Subia es la “falta de personal” porque estarían guardando el aislamiento respectivo por la pandemia del Covid-19.
Falta de personal y “notificaciones” que no se cumplen
Pese a las reiteradas llamadas e intentos de comunicación el Intendente Municipal, Ronald Miranda, no contestó los pedidos de una contraparte sobre esta situación. Sin embargo, en una entrevista para un medio de comunicación local, dijo que entregaron alrededor de 40 notificaciones en la zona de La Pampa.
Las “notificaciones” según comerciantes del mercado Bolívar y puestos comerciales no sirvieron de nada debido a que el desorden continúa y la falta de personal de esta institución es evidente para evitar que las calles sean utilizadas al gusto de los vendedores informales.
Por su parte, la ejecutiva de los Gremiales en Tarija, Adriana Romero, señaló que inclusive en las aceras, existen personas y puntos autorizados para trabajar, no así en cualquier sector de la ciudad como lo es el barrio La Pampa y otros, como el barrio Luis de Fuentes, San Jorge I, Senac, etc.
“Con la cuarentena se fueron asentando no solo en estos lugares, no solo gremiales, sino gente nueva que se dedicó a vender productos de primera necesidad, esto da pie a que otros se sumen. La Intendencia nos dijo que en las últimas semanas no estaban trabajando por el tema del Covid-19, pero los inspectores ya están yendo y tienen que retirarlos de ahí, se debe ver un punto descentralizado en el que puedan vender”, puntualizó.
Como una medida de resguardo a la seguridad de los comerciantes y usuarios, el secretario de Coordinación de la Gobernación de Tarija, Waldemar Peralta, adelantó que se busca “encapsular” algunos mercados de la ciudad, pero que aún se planifica cuáles y qué días. Esta situación surgió a raíz de una solicitud del director de Mercados de la Alcaldía, Gonzalo Durán.