Escasea harina en mercados y aumenta la venta de pan
Durante la primera semana de la declaratoria de emergencia sanitaria por la pandemia del coronavirus, en los mercados del departamento desaparecieron los productos de higiene y desinfectantes como papel higiénico y el alcohol en gel, pero a estas alturas conseguir harina resulta una misión...
Durante la primera semana de la declaratoria de emergencia sanitaria por la pandemia del coronavirus, en los mercados del departamento desaparecieron los productos de higiene y desinfectantes como papel higiénico y el alcohol en gel, pero a estas alturas conseguir harina resulta una misión imposible.
Doña Carmen tiene un puesto en el mercado Abasto del Sur y explicó que la demanda de harina inició desde hace dos semanas atrás. Algunas familias optaron por hacer pan para ofrecer en los grupos barriales o vender por pedido como alternativa económica para generar ingresos, y en otros casos se empezó a hornear pan como una actividad familiar durante este periodo de aislamiento.
“Para matar el aburrimiento han empezado a hornear en las casas, como antes. Primero se llevaban las harinas argentinas, pero han disminuido en el mercado. Después la harina de trigo que es a granel”, dijo.
Algunos consumidores de este producto indicaron que inició una especulación de precios por la escasez del mismo. El kilo de harina cuesta de cinco a siete bolivianos, pero según estas fuentes se llegó a ofrecer hasta 15 bolivianos. La harina integral de trigo tenía un precio de 15 bolivianos la cuartilla, pero en la actualidad el precio se elevó hasta los 25 bolivianos en el mercado Abasto del Sur.
En las tiendas de barrio los precios se mantienen. Los 7 bolivianos por kilo de la harina a granel permanecen y según don José, propietario de su almacén en Morros Blancos hace dos días vinieron los proveedores para dejar el producto.
“Ahh, sí. Han comprado más estos días pues. Harina están pidiendo con levadura para hacerse pan. En la cuarentena harto pan casero se están haciendo y en los grupos estos del celular (whatsapp) también están ofreciendo. De diez en diez la gente pide para llevar”, dijo.
Doña Elena Roca es una vecina del barrio San Jorge I. En la mañana ella empieza a hacer la masa para la elaboración. Despues de almuerzo estira los panes y calienta el horno para empezar a cocerlos. Los vecinos se enteraron de su distribución por el grupo de la directiva de este barrio y es allí donde comparte fotos de los panes. A veces caspa, a veces de queso a un boliviano la unidad. Los pedidos se realizan allí mismo y doña Elena con la ayuda de su familia realiza las entregas a domicilio en el barrio. Sin embargo, la ganancia no es del todo buena.
“La harina ha subido. Hemos conseguido a 210 bolivianos el quintal. Antes estaban dando 180 bolivianos. La levadura estaba a ocho bolivianos la bolsita la levadura, el paquete de 200 gramos a 2,50 bolivianos. La manteca está a 16 bolivianos el kilo y antes estaba a 14 bolivianos. La ganancia no es tan alta. Hay muchas vendedoras de pan. A veces hacemos siete kilitos y se queda para el otro día. De todas maneras es una ayuda porque el pancito uno lo tiene casa”, explicó.
Hay muchas alternativas al pan que se elabora con harina de trigo. En internet y en varios libros existen numerosas recetas para elaborar panes a base de harinas de granos como arroz y avena hasta productos panificadores en base a harinas que se volvieron a emplear como la de algarrobo. En Tarija, las elaboraciones panificadas en base a la harina de maíz son una tradición en la gastronomía.
[caption id="attachment_550399" align="alignright" width="225"] Doña Felicidad Nieves[/caption]
Doña Felicidad Nieves es una productora de maíz en Entre Ríos y desde su infancia conoce la receta para elaborar tortillas de maíz. La harina de maíz criollo es la más recomendada. En los mercados costaba nueve bolivianos el kilo, pero en la actualidad es muy difícil de conseguirla. La harina de maíz chaqueño cuesta nueve bolivianos la cuartilla.
“Para la preparación de una tortilla de maíz se necesita; para un kilo de harina, una taza de manteca de cerdo (o aceite), dos huevos, una taza de agua con sal y azúcar a gusto (algunos le añaden anís). Se amasa hasta obtener una masa homogénea suave a la vista y se hornea hasta dorar en horno templado”, explicó.
Doña Carmen tiene un puesto en el mercado Abasto del Sur y explicó que la demanda de harina inició desde hace dos semanas atrás. Algunas familias optaron por hacer pan para ofrecer en los grupos barriales o vender por pedido como alternativa económica para generar ingresos, y en otros casos se empezó a hornear pan como una actividad familiar durante este periodo de aislamiento.
“Para matar el aburrimiento han empezado a hornear en las casas, como antes. Primero se llevaban las harinas argentinas, pero han disminuido en el mercado. Después la harina de trigo que es a granel”, dijo.
Algunos consumidores de este producto indicaron que inició una especulación de precios por la escasez del mismo. El kilo de harina cuesta de cinco a siete bolivianos, pero según estas fuentes se llegó a ofrecer hasta 15 bolivianos. La harina integral de trigo tenía un precio de 15 bolivianos la cuartilla, pero en la actualidad el precio se elevó hasta los 25 bolivianos en el mercado Abasto del Sur.
En las tiendas de barrio los precios se mantienen. Los 7 bolivianos por kilo de la harina a granel permanecen y según don José, propietario de su almacén en Morros Blancos hace dos días vinieron los proveedores para dejar el producto.
“Ahh, sí. Han comprado más estos días pues. Harina están pidiendo con levadura para hacerse pan. En la cuarentena harto pan casero se están haciendo y en los grupos estos del celular (whatsapp) también están ofreciendo. De diez en diez la gente pide para llevar”, dijo.
Doña Elena Roca es una vecina del barrio San Jorge I. En la mañana ella empieza a hacer la masa para la elaboración. Despues de almuerzo estira los panes y calienta el horno para empezar a cocerlos. Los vecinos se enteraron de su distribución por el grupo de la directiva de este barrio y es allí donde comparte fotos de los panes. A veces caspa, a veces de queso a un boliviano la unidad. Los pedidos se realizan allí mismo y doña Elena con la ayuda de su familia realiza las entregas a domicilio en el barrio. Sin embargo, la ganancia no es del todo buena.
“La harina ha subido. Hemos conseguido a 210 bolivianos el quintal. Antes estaban dando 180 bolivianos. La levadura estaba a ocho bolivianos la bolsita la levadura, el paquete de 200 gramos a 2,50 bolivianos. La manteca está a 16 bolivianos el kilo y antes estaba a 14 bolivianos. La ganancia no es tan alta. Hay muchas vendedoras de pan. A veces hacemos siete kilitos y se queda para el otro día. De todas maneras es una ayuda porque el pancito uno lo tiene casa”, explicó.
El pan de maíz puede ser una alternativa al de trigo
Hay muchas alternativas al pan que se elabora con harina de trigo. En internet y en varios libros existen numerosas recetas para elaborar panes a base de harinas de granos como arroz y avena hasta productos panificadores en base a harinas que se volvieron a emplear como la de algarrobo. En Tarija, las elaboraciones panificadas en base a la harina de maíz son una tradición en la gastronomía.
[caption id="attachment_550399" align="alignright" width="225"] Doña Felicidad Nieves[/caption]
Doña Felicidad Nieves es una productora de maíz en Entre Ríos y desde su infancia conoce la receta para elaborar tortillas de maíz. La harina de maíz criollo es la más recomendada. En los mercados costaba nueve bolivianos el kilo, pero en la actualidad es muy difícil de conseguirla. La harina de maíz chaqueño cuesta nueve bolivianos la cuartilla.
“Para la preparación de una tortilla de maíz se necesita; para un kilo de harina, una taza de manteca de cerdo (o aceite), dos huevos, una taza de agua con sal y azúcar a gusto (algunos le añaden anís). Se amasa hasta obtener una masa homogénea suave a la vista y se hornea hasta dorar en horno templado”, explicó.