Pilcomayo y San Juan del Oro amenazan con inundaciones
Las cuencas que representan mayor riesgo de inundaciones en esta temporada lluviosa en las zonas bajas son la del Pilcomayo y San Juan del Oro, mismas que son monitoreadas por el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi). Entretanto la cuenca del Bermejo es la única que no...



Las cuencas que representan mayor riesgo de inundaciones en esta temporada lluviosa en las zonas bajas son la del Pilcomayo y San Juan del Oro, mismas que son monitoreadas por el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi).
Entretanto la cuenca del Bermejo es la única que no cuenta con estaciones de control, informó el director departamental de Gestión de Riesgos y Cambio Climático de la Gobernación, Ember Montellanos.
Informó que para prevenir los posibles desastres se encuentran articulados a nivel nacional con el Senamhi y el Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras, entidades que a diario les mandan boletines sobre el estado de las cuencas y los ríos de todo el país, ya sea de riesgos o de alerta, pues están facultados por ley para hacerlo.
Las zonas más susceptibles de inundación en el área del Pilcomayo son las tierras bajas y comunidades como D’orbigny, Crevaux, Cutaiqui en la parte de Villa Montes y Esmeralda, mientras que por el lado de Bermejo se tiene a Trementinal y la misma ciudad porque cuando hay la crecida del río esa población se queda sin agua potable. En el caso del San Juan del Oro, todas las comunidades aledañas sufren sus efectos.
Las alertas
Lo peor que puede suceder es el desborde de los ríos – adelantó -, detalló que en el monitoreo diario ven los niveles del caudal y de acuerdo a la altura a la que llegan se determina la declaratoria de alerta amarilla, naranja y, si es inminente el rebalse, alerta roja.
Los boletines
El texto de los boletines que les envían contempla todo el monitoreo de las cuencas del país, pero la información enviada a Tarija es regional. Los datos se envían inmediatamente a las Unidades de Gestión de Riesgos (UGR) ya sea de las subgobernaciones o de los gobiernos municipales.
Estas instancias también deben comunicar la información a las comunidades o distritos que corresponden a sus territorios. “Esos boletines que nos llegan sobre los niveles del río nos dan información para alertar a la población y preservar la vida humana, nos da tiempo para tomar previsiones y evitar que corran riesgo las familias que se encuentran en los márgenes de los ríos”, explicó Montellanos.
“Siempre hay niveles críticos y otros días el caudal desciende, es variable el nivel de los ríos, mucho depende de las lluvias en la parte alta de las cuencas para que haya o no desborde; por ejemplo en Villa Montes a pesar de las precipitaciones en la parte alta del Pilcomayo, ellos se encuentran en alerta por la sequía”, explicó.
Sobre la sequía manifestó que están analizando con la UGR emitir una alerta inmediata o declaratoria de emergencia, pese a estar en época de lluvias, “hay mucha sequedad en esa región del Chaco”, dijo.
Senamhi, la rectora de las actividades hidrológicas
El director del Senamhi, Víctor Carrillo, explicó que la entidad no solo observa las actividades meteorológicas sino también las condiciones hidrológicas en el territorio boliviano, además que es un brazo operativo de Defensa Civil en la prevención de desastres, por lo que su deber es coordinar con varias instituciones -relacionadas al tema- a nivel regional, nacional e internacional.
Su obligación es trabajar con todas las Unidades de Gestión de Riesgos de los Gobiernos Municipales del departamento, atender los requerimientos de información y también colaborar en la vigilancia atmosférica mundial.
Según Carrillo, en el caso de las crecidas de los ríos, especialmente de la cuenca del Pilcomayo, se tiene una de las redes más completas -por la distribución de las estaciones- de monitoreo climático e hidrológico. Los observadores realizan la lectura de las escalas de manera diaria de los niveles del río y se efectúa un trabajo continuo. Detalló que esa cuenca es observada desde Potosí hasta Villa Montes con estaciones ubicadas en Yocalla, Tarapaya, Calula, Peña Quemada, Cotagaita, Palca Grande, El Puente, Chuquiago, Puente Aruma en Entre Ríos y la misma Villa Montes, que es la última estación que se tiene en territorio boliviano.
A su turno, el responsable de la Unidad de Gestión de Riesgos del Gobierno Municipal, Boris Fernández, explicó que para eventualidades y fenómenos relacionados al clima se mantiene una permanente coordinación con el Senamhi, tanto a nivel departamental como nacional. Les derivan las declaratorias de emergencia y principalmente las alertas naranja sobre posibles situaciones que pueden generar riesgo.
a información la reciben de manera diaria y constante ya sea por correo electrónico o por WhatsApp, haya o no situaciones de alerta y se establece la prioridad naranja para prevenirlas.
Entretanto la cuenca del Bermejo es la única que no cuenta con estaciones de control, informó el director departamental de Gestión de Riesgos y Cambio Climático de la Gobernación, Ember Montellanos.
Informó que para prevenir los posibles desastres se encuentran articulados a nivel nacional con el Senamhi y el Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras, entidades que a diario les mandan boletines sobre el estado de las cuencas y los ríos de todo el país, ya sea de riesgos o de alerta, pues están facultados por ley para hacerlo.
Las zonas más susceptibles de inundación en el área del Pilcomayo son las tierras bajas y comunidades como D’orbigny, Crevaux, Cutaiqui en la parte de Villa Montes y Esmeralda, mientras que por el lado de Bermejo se tiene a Trementinal y la misma ciudad porque cuando hay la crecida del río esa población se queda sin agua potable. En el caso del San Juan del Oro, todas las comunidades aledañas sufren sus efectos.
Las alertas
Lo peor que puede suceder es el desborde de los ríos – adelantó -, detalló que en el monitoreo diario ven los niveles del caudal y de acuerdo a la altura a la que llegan se determina la declaratoria de alerta amarilla, naranja y, si es inminente el rebalse, alerta roja.
Los boletines
El texto de los boletines que les envían contempla todo el monitoreo de las cuencas del país, pero la información enviada a Tarija es regional. Los datos se envían inmediatamente a las Unidades de Gestión de Riesgos (UGR) ya sea de las subgobernaciones o de los gobiernos municipales.
Estas instancias también deben comunicar la información a las comunidades o distritos que corresponden a sus territorios. “Esos boletines que nos llegan sobre los niveles del río nos dan información para alertar a la población y preservar la vida humana, nos da tiempo para tomar previsiones y evitar que corran riesgo las familias que se encuentran en los márgenes de los ríos”, explicó Montellanos.
“Siempre hay niveles críticos y otros días el caudal desciende, es variable el nivel de los ríos, mucho depende de las lluvias en la parte alta de las cuencas para que haya o no desborde; por ejemplo en Villa Montes a pesar de las precipitaciones en la parte alta del Pilcomayo, ellos se encuentran en alerta por la sequía”, explicó.
Sobre la sequía manifestó que están analizando con la UGR emitir una alerta inmediata o declaratoria de emergencia, pese a estar en época de lluvias, “hay mucha sequedad en esa región del Chaco”, dijo.
Senamhi, la rectora de las actividades hidrológicas
El director del Senamhi, Víctor Carrillo, explicó que la entidad no solo observa las actividades meteorológicas sino también las condiciones hidrológicas en el territorio boliviano, además que es un brazo operativo de Defensa Civil en la prevención de desastres, por lo que su deber es coordinar con varias instituciones -relacionadas al tema- a nivel regional, nacional e internacional.
Su obligación es trabajar con todas las Unidades de Gestión de Riesgos de los Gobiernos Municipales del departamento, atender los requerimientos de información y también colaborar en la vigilancia atmosférica mundial.
Según Carrillo, en el caso de las crecidas de los ríos, especialmente de la cuenca del Pilcomayo, se tiene una de las redes más completas -por la distribución de las estaciones- de monitoreo climático e hidrológico. Los observadores realizan la lectura de las escalas de manera diaria de los niveles del río y se efectúa un trabajo continuo. Detalló que esa cuenca es observada desde Potosí hasta Villa Montes con estaciones ubicadas en Yocalla, Tarapaya, Calula, Peña Quemada, Cotagaita, Palca Grande, El Puente, Chuquiago, Puente Aruma en Entre Ríos y la misma Villa Montes, que es la última estación que se tiene en territorio boliviano.
A su turno, el responsable de la Unidad de Gestión de Riesgos del Gobierno Municipal, Boris Fernández, explicó que para eventualidades y fenómenos relacionados al clima se mantiene una permanente coordinación con el Senamhi, tanto a nivel departamental como nacional. Les derivan las declaratorias de emergencia y principalmente las alertas naranja sobre posibles situaciones que pueden generar riesgo.
a información la reciben de manera diaria y constante ya sea por correo electrónico o por WhatsApp, haya o no situaciones de alerta y se establece la prioridad naranja para prevenirlas.