La peste en bocatormentas crece, Cosaalt y Alcaldía “revisarán”
Luego de que varios vecinos de la ciudad de Tarija se quejaran por la fetidez que expelen las bocatormentas en días calurosos, la Cooperativa de Servicios de Agua y Alcantarillado de Tarija (Cosaalt) junto al Gobierno Municipal aplicarán un programa para detectar el origen del problema a...



Luego de que varios vecinos de la ciudad de Tarija se quejaran por la fetidez que expelen las bocatormentas en días calurosos, la Cooperativa de Servicios de Agua y Alcantarillado de Tarija (Cosaalt) junto al Gobierno Municipal aplicarán un programa para detectar el origen del problema a través de verificaciones en las viviendas e industrias de Cercado.
El gerente de Cosaalt, José Luis Patiño, informó que a partir de un convenio firmado con el alcalde Rodrigo Paz sobre transferencias de proyectos y que la Cooperativa pueda operar en distintos temas, uno de ellos es lo que pasa con las descargas que realizan las viviendas y que en algunos casos están conectadas con el desagüe pluvial.
Acciones
“Tenemos que hacer una serie de acciones conjuntas, otro problema es las descargas de las industrias o pequeños comercios que también generan afluentes, se busca se inscriban y firmen un convenio para tratar sus desechos, pero primero se debe clasificarlos y categorizarlos”, adelantó a tiempo de agregar que son varias acciones las que se deben llevar a cabo previamente junto al municipio para encarar esta situación.
Juntos determinarán el modo de realizar el catastro, las inspecciones, verificaciones y muestreos de los lugares donde se tienen esos problemas para primero abordarlos y luego establecer un programa conjunto de monitoreo en toda la ciudad. Detalló que las reuniones entre ambas instituciones se encuentran en curso y en las próximas semanas ejecutarán el plan de manera conjunta.
Según el técnico del Departamento de Infraestructura del Gobierno Municipal, Rubén Serrano, la limpieza de los desagües pluviales y las bocatormentas dentro del casco viejo de la ciudad se realiza dos veces a la semana con agua a presión del carro cisterna, además de recoger algún tipo de basura y deshechos, mientras por las zonas aledañas se lo hace una vez por semana.
Sin embargo, observó que apenas realizado el lavado un par de horas vuelve el hedor, por lo que presume que, o se ha roto el ducto de las aguas servidas y afecta el drenaje pluvial, o algunos malos vecinos hicieron la conexión directa.
“Si se huele la fetidez, no es por desechos o de basura, pareciera que la alcantarilla donde van las aguas servidas son las que producen los olores, quizá algún vecino ha hecho la conexión al desagüe pluvial y por eso se siente la fetidez, mientras que en otros lugares algunas cocineras tiran a las cámaras los restos de comida y con el calor del sol producen la hediondez”, aventuró.
Explicó que por lo general las bocatormentas tienen un sistema desarenador en la parte baja donde se depositan los desechos sólidos, mientras que en la parte alta el flujo de agua corre para realizar su recorrido normal, y es en este lugar en el que se acumula lo vertido por las comideras.
Consideró que la mejor solución es que la población tenga educación, sepa cómo debe actuar, si una pendiente no le permite conectar a la alcantarilla para que pueda llegar a la matriz de aguas servidas, debe pedir ayuda técnica a Cosaalt o al Gobierno Municipal para ver la forma de solucionar el problema.
Los vecinos se quejan de la fetidez
Los malos olores que salen de las boca tormentas incomodan a los vecinos de distintas zonas de la ciudad, todos coinciden en las causas, desde la gente que tira la basura a la calle, la falta de hábito para administrarla, la poca limpieza de los desagües con anticipación para evitar que colapsen y los días de calor incrementan la posibilidad de infecciones.
El pasado viernes El País realizó un recorrido por algunas intersecciones de vías donde existen estas alcantarillas, por ejemplo, en la esquina de la avenida La Paz y la calle Ciro Trigo, la dueña de la tienda “Changuito”, sostuvo que se encuentra allí hace 25 años y el tema de los malos olores sucede en toda la ciudad y que las autoridades ediles nunca hicieron nada para solucionar este problema.
Sobre la misma avenida La Paz y calle Bolívar, donde se instalan las ferias sabatinas, Alain Alcocer, que trabaja en una tienda de ropa en plena esquina donde se encuentra el alcantarillado, contó que el jueves por la tarde hizo un poco de calor y hubo un poco de viento que aumentó la intensidad de los olores.
El gerente de Cosaalt, José Luis Patiño, informó que a partir de un convenio firmado con el alcalde Rodrigo Paz sobre transferencias de proyectos y que la Cooperativa pueda operar en distintos temas, uno de ellos es lo que pasa con las descargas que realizan las viviendas y que en algunos casos están conectadas con el desagüe pluvial.
Acciones
“Tenemos que hacer una serie de acciones conjuntas, otro problema es las descargas de las industrias o pequeños comercios que también generan afluentes, se busca se inscriban y firmen un convenio para tratar sus desechos, pero primero se debe clasificarlos y categorizarlos”, adelantó a tiempo de agregar que son varias acciones las que se deben llevar a cabo previamente junto al municipio para encarar esta situación.
Juntos determinarán el modo de realizar el catastro, las inspecciones, verificaciones y muestreos de los lugares donde se tienen esos problemas para primero abordarlos y luego establecer un programa conjunto de monitoreo en toda la ciudad. Detalló que las reuniones entre ambas instituciones se encuentran en curso y en las próximas semanas ejecutarán el plan de manera conjunta.
Según el técnico del Departamento de Infraestructura del Gobierno Municipal, Rubén Serrano, la limpieza de los desagües pluviales y las bocatormentas dentro del casco viejo de la ciudad se realiza dos veces a la semana con agua a presión del carro cisterna, además de recoger algún tipo de basura y deshechos, mientras por las zonas aledañas se lo hace una vez por semana.
Sin embargo, observó que apenas realizado el lavado un par de horas vuelve el hedor, por lo que presume que, o se ha roto el ducto de las aguas servidas y afecta el drenaje pluvial, o algunos malos vecinos hicieron la conexión directa.
“Si se huele la fetidez, no es por desechos o de basura, pareciera que la alcantarilla donde van las aguas servidas son las que producen los olores, quizá algún vecino ha hecho la conexión al desagüe pluvial y por eso se siente la fetidez, mientras que en otros lugares algunas cocineras tiran a las cámaras los restos de comida y con el calor del sol producen la hediondez”, aventuró.
Explicó que por lo general las bocatormentas tienen un sistema desarenador en la parte baja donde se depositan los desechos sólidos, mientras que en la parte alta el flujo de agua corre para realizar su recorrido normal, y es en este lugar en el que se acumula lo vertido por las comideras.
Consideró que la mejor solución es que la población tenga educación, sepa cómo debe actuar, si una pendiente no le permite conectar a la alcantarilla para que pueda llegar a la matriz de aguas servidas, debe pedir ayuda técnica a Cosaalt o al Gobierno Municipal para ver la forma de solucionar el problema.
Los vecinos se quejan de la fetidez
Los malos olores que salen de las boca tormentas incomodan a los vecinos de distintas zonas de la ciudad, todos coinciden en las causas, desde la gente que tira la basura a la calle, la falta de hábito para administrarla, la poca limpieza de los desagües con anticipación para evitar que colapsen y los días de calor incrementan la posibilidad de infecciones.
El pasado viernes El País realizó un recorrido por algunas intersecciones de vías donde existen estas alcantarillas, por ejemplo, en la esquina de la avenida La Paz y la calle Ciro Trigo, la dueña de la tienda “Changuito”, sostuvo que se encuentra allí hace 25 años y el tema de los malos olores sucede en toda la ciudad y que las autoridades ediles nunca hicieron nada para solucionar este problema.
Sobre la misma avenida La Paz y calle Bolívar, donde se instalan las ferias sabatinas, Alain Alcocer, que trabaja en una tienda de ropa en plena esquina donde se encuentra el alcantarillado, contó que el jueves por la tarde hizo un poco de calor y hubo un poco de viento que aumentó la intensidad de los olores.