La “sanada”, una práctica muy arraigada en la cultura chapaca
Una cura efectiva para el “chaqui”, es algo que podría generar buenas ganancias para su descubridor. Conocidos son los esfuerzos de empresas farmacéuticas, al igual que de la “sabiduría popular” por buscar una manera de consumir alcohol sin soportar al día siguiente los efectos de la...



Una cura efectiva para el “chaqui”, es algo que podría generar buenas ganancias para su descubridor. Conocidos son los esfuerzos de empresas farmacéuticas, al igual que de la “sabiduría popular” por buscar una manera de consumir alcohol sin soportar al día siguiente los efectos de la resaca. Por ello, en cada país existen diferentes formas de paliar los efectos de una noche de excesos, como suele suceder en la celebración de año nuevo.
“Lo mejor para curar el chaqui es comer una buena sopa de arroz y acompañarla con un vaso de cerveza”, asegura José, quien considera que es una manera efectiva de reducir los síntomas de la resaca.
[caption id="attachment_477498" align="aligncenter" width="261"] Foto: Luis Mogro[/caption]
También están los que aconsejan comidas muy picantes como un saice, picante de gallina o ranga, claro, siempre acompañados de un vaso de cerveza o vino.
“La cerveza es lo que más ayuda porque también quita la sed con un platito picante como el saice”, considera Pablo.
En este caso, no se sabe si lo que alivia los síntomas es la comida o el alcohol, sin embargo, está práctica está tan arraigada en la cultura chapaca que existe la “sanada”, un evento posterior a cualquier festejo y que consiste en reunirse nuevamente después de la noche de fiesta, a media mañana, para servirse un plato de sopa u otro alimento de la gastronomía criolla para acompañarlo de vino, cerveza, etc., que muchas veces deriva en un nuevo festejo que hace olvidar a los asistentes los molestos síntomas de la resaca.
“Lo que pasa, no es que la comida o el alcohol reduzcan los síntomas, sino que al volver a embriagarse la persona ya no siente los síntomas”, explica la químico farmacéutica, Lidia Muñoz quien en su experiencia atiende a muchas personas que buscan consejo en las farmacias sobre cómo aliviar la resaca.
La resaca, o “chaqui”, como se conoce en Bolivia, es la reacción del cuerpo cuando fue “intoxicado” con demasiado alcohol y en cada país se conocen diferentes estrategias para atenuar los síntomas, que van desde mucha sed a dolores de cabeza, mareos, náuseas y una sensación de malestar general y decaimiento.
Para el naturista Cliver Leytón, estas prácticas son mitos que simplemente implican una doble agresión al hígado, que ya fue lastimado por la ingesta excesiva de alcohol.
Lo que sucede en el organismo cuando se consume alcohol-explica- es que en primer lugar se produce deshidratación, tanto las células hepáticas como del resto del cuerpo se deshidratan con el alcohol, en especial con bebidas destiladas como el coñac, singani, ron, vodka, whisky, etc.
“También se produce una fuerte agresión al sistema nervioso y digestivo ya que es el hígado el encargado de desintoxicar el organismo y al haber exceso de consumo de alcohol, más la ingesta de una mezcla de alimentos que provocan una contaminación del torrente sanguíneo, se agotan las reservas del hígado y no puede luchar contra todo eso”.
En ese sentido, el consejo obvio es evitar el consumo de alcohol y también los excesos, sin embargo, en Bolivia y en particular el consumo de bebidas alcohólicas está muy arraigado, no sólo para fiestas como carnaval, año nuevo, navidad, sino para cualquier motivo de celebración como cumpleaños, matrimonios, bautizos, entre muchas otras ocasiones que llevan al consumo de bebida alcohólicas.
Consejos para antes y durante la ingesta de alcohol
El primero es comer bien antes de consumir alcohol, es decir no iniciar la ingesta de bebidas alcohólicas con el estómago vacío ya que esto provoca que el organismo se descompense.
“Sí, yo he notado que cuando tomo sin comer me emborracho más rápido-responde Dennis a nuestra pregunta sobre las circunstancias en las que se embriaga con mayor facilidad- también depende de si tomo una sola cosa o mezclo”.
Las mezclas, según explica Cliver Leytón, no solo son dañinas cuando se refieren a diferentes bebidas alcohólicas, sino también cuando implican sodas, bebidas alcohólicas y alimentos como comidas saladas, carnes, carbohidratos, postres. “Aquí se produce una fermentación interna” que no solo contribuye a los síntomas del chaqui sino que “es una agresión desconsiderada hacia sí mismo”.
Tratamientos para mejorar los síntomas
La cura desde el naturismo consiste en reponer los líquidos consumiendo bastante agua tibia o líquidos que contengan complejo B para limpiar el torrente sanguíneo y hacer una dieta consistente en consumir frutas. Las más indicadas son la banana y las naranjas que se constituyen en un muy buen protector del hígado.
[gallery columns="1" size="full" ids="494904"]
Hacer ayuno también es aconsejable como forma de desintoxicación y puede ser acompañado con baños de vapor (sauna) e infusiones de plantas que tienen el mismo efecto, entre ellas el espinillo, carcaja y el llantén.
También son muy buenos tónicos y desintoxicantes la cebolla y el ajo por su cualidad neutralizante, explica Leytón, para quien la desintoxicación es una forma de restablecer la salud temporalmente pero que se vuelve a dañar ante otro episodio de consumo de alcohol.
La industria farmaceútica ha introducido al mercado diferentes productos que desde hace décadas son utilizados para aliviar los síntomas del chaqui.
“Mi abuelito tomaba Alka Seltzer, un polvo o algo que echaba a un vaso y hacía espuma y era un poco salado”, recuerda Yolanda.
Actualmente, este producto ha desaparecido y han ido surgiendo otros como Chaquitabs, Alikal y el Eno. “Estos son productos que tiene sustancias que sirven para aliviar molestias solamente”, es decir, no curan el organismo, explica la químico farmacéutica Lidia Muñoz. “El chaquitabs es cafeína y paracetamol, este calma el dolor de cabeza y la cafeína da una sensación de más euforia por lo que quita la sensación de decaimiento que se siente al día siguiente de haber tomado alcohol”.
Los otros productos, según explica, contienen antiácidos y bicarbonato que actúan como digestivos y a veces se le agrega paracetamol”.
Buscando el mismo efecto de aliviar el decaimiento es que también se utilizan bebidas energizantes, que si bien pueden atenuar hasta cierto punto estos síntomas son peligrosas y pueden causar efectos no esperados.
El excesivo consumo de alcohol trae como una de sus consecuencias más preocupantes, y a veces fatales, la intoxicación alcohólica a un extremo que los pacientes deben ser trasladados a un centro médico donde se le dará un tratamiento con el objetivo de reanimar a la persona.
A esta condición se la denomina Intoxicación Etílica Aguda (IEA) y se lo trata como un síndrome clínico producido por el consumo de bebidas alcohólicas de forma brusca y en cantidad superior a la tolerancia individual de la persona.
Dependiendo de la cantidad ingerida de alcohol y de la tolerancia, el curso puede oscilar entre una leve desinhibición, hasta coma, depresión respiratoria y muerte, es decir que los efectos del alcohol sobre el organismo pueden revestir distintos grados de gravedad.
El tratamiento generalmente consiste en colocarle sueros glucosados y vitaminados. En muchos casos es suficiente para que la persona se vaya recuperando con el paso de los días. Sin embargo, “puede producir un efecto “rebote”- explica el naturista Cliver Leytón-, ya que cada persona o paciente tiene condiciones de salud muy particulares y en ocasiones no soporta los medicamentos que se administran y puede llegar a morir”.
“En otros países hacen un estudio de laboratorio para analizar qué tan preparada está la persona para soportar este tratamiento de emergencia pero aquí en nuestro medio no tenemos nada de eso”.
La gente bebe con la idea de que luego igual puede recuperarse o “curar el chaqui” como se dice vulgarmente, sin embargo “puede haber efectos irreversibles ya que si bien la persona se recupera de la intoxicación alcohólica grave, queda con secuelas como síntomas de nerviosismo, mareos, no se recuperan del todo y son secuelas para toda la vida que pueden desembocar en una esquizofrenia o psicosis, e incluso estados tendientes a la embolia”.
Además, explica que la agresión es irreversible cuando se habla de estudios que han demostrado que “con un vaso de cerveza mueren unas tres mil células del cuerpo y mil células del cerebro, es decir, neuronas. Estas últimas, contrariamente a lo que sucede con las células del cuerpo, no se regeneran nunca”. Cuando se trata del consumo de varios vasos de bebidas alcohólicas y se multiplican por las veces que se consume alcohol a lo largo de la vida de una persona, hablamos de millones de neuronas muertas que no se recuperarán jamás.
Leytón considera que si las personas analizaran las consecuencias de consumir bebidas alcohólicas, tomando en cuenta estos aspectos y el efecto acumulativo del consumo periódico, “mucha gente dejaría de beber alcohol”.
Consecuencias del consumo de bebidas alcohólicas
Al margen de los aspectos culturales de cada región el consumo excesivo de bebidas alcohólicas siempre tiene graves consecuencias que derivan en problemas de salud pública, violencia familiar, riñas callejeras y ausentismo laboral con un alto porcentaje de muertes ocurridas en accidentes automovilísticos, en el trabajo o en el hogar. Costo económico considerable proveniente del uso de los servicios de salud y la falta de productividad.
En el círculo familiar también se producen problemas lamentables, pues la familia de quien bebe en exceso sufre en muchos casos violencia, maltrato de los niños, dificultades maritales y problemas económicos y legales.
Además, la persona intoxicada puede olvidar las precauciones necesarias y, si tiene relaciones sexuales, aumentan las posibilidades de un embarazo no deseado o de contraer enfermedades transmitidas sexualmente, incluyendo VIH-SIDA; en tanto la familia del alcohólico a su vez enferma de codependencia y es difícil que solicite ayuda, pues no sabe que la padece.
El consumo de bebidas alcohólicas en las mujeres embarazadas, también se constituye en un problema grave para el niño que se gesta en su interior ya que aumenta el riesgo de que el bebé nazca con cráneo pequeño, facciones anormales, retardo físico y mental. Además aumenta el riesgo de accidentes, violencia familiar y enfermedades como cirrosis.
En el cuerpo de la mujer, el alcohol se transforma en sustancias dañinas para las células que son absorbidas por el feto. En cantidades abundantes aumenta el riesgo de nacer con defectos, como el “síndrome alcohólico fetal”, que implica la formación de un cráneo pequeño, facciones anormales, retardo físico y mental. La recomendación médica es que la mujer debe abstenerse de tomar alcohol al momento en que decide embarazarse.
“Lo mejor para curar el chaqui es comer una buena sopa de arroz y acompañarla con un vaso de cerveza”, asegura José, quien considera que es una manera efectiva de reducir los síntomas de la resaca.
[caption id="attachment_477498" align="aligncenter" width="261"] Foto: Luis Mogro[/caption]
También están los que aconsejan comidas muy picantes como un saice, picante de gallina o ranga, claro, siempre acompañados de un vaso de cerveza o vino.
“La cerveza es lo que más ayuda porque también quita la sed con un platito picante como el saice”, considera Pablo.
En este caso, no se sabe si lo que alivia los síntomas es la comida o el alcohol, sin embargo, está práctica está tan arraigada en la cultura chapaca que existe la “sanada”, un evento posterior a cualquier festejo y que consiste en reunirse nuevamente después de la noche de fiesta, a media mañana, para servirse un plato de sopa u otro alimento de la gastronomía criolla para acompañarlo de vino, cerveza, etc., que muchas veces deriva en un nuevo festejo que hace olvidar a los asistentes los molestos síntomas de la resaca.
“Lo que pasa, no es que la comida o el alcohol reduzcan los síntomas, sino que al volver a embriagarse la persona ya no siente los síntomas”, explica la químico farmacéutica, Lidia Muñoz quien en su experiencia atiende a muchas personas que buscan consejo en las farmacias sobre cómo aliviar la resaca.
La resaca, o “chaqui”, como se conoce en Bolivia, es la reacción del cuerpo cuando fue “intoxicado” con demasiado alcohol y en cada país se conocen diferentes estrategias para atenuar los síntomas, que van desde mucha sed a dolores de cabeza, mareos, náuseas y una sensación de malestar general y decaimiento.
Para el naturista Cliver Leytón, estas prácticas son mitos que simplemente implican una doble agresión al hígado, que ya fue lastimado por la ingesta excesiva de alcohol.
Lo que sucede en el organismo cuando se consume alcohol-explica- es que en primer lugar se produce deshidratación, tanto las células hepáticas como del resto del cuerpo se deshidratan con el alcohol, en especial con bebidas destiladas como el coñac, singani, ron, vodka, whisky, etc.
“También se produce una fuerte agresión al sistema nervioso y digestivo ya que es el hígado el encargado de desintoxicar el organismo y al haber exceso de consumo de alcohol, más la ingesta de una mezcla de alimentos que provocan una contaminación del torrente sanguíneo, se agotan las reservas del hígado y no puede luchar contra todo eso”.
En ese sentido, el consejo obvio es evitar el consumo de alcohol y también los excesos, sin embargo, en Bolivia y en particular el consumo de bebidas alcohólicas está muy arraigado, no sólo para fiestas como carnaval, año nuevo, navidad, sino para cualquier motivo de celebración como cumpleaños, matrimonios, bautizos, entre muchas otras ocasiones que llevan al consumo de bebida alcohólicas.
Consejos para antes y durante la ingesta de alcohol
El primero es comer bien antes de consumir alcohol, es decir no iniciar la ingesta de bebidas alcohólicas con el estómago vacío ya que esto provoca que el organismo se descompense.
“Sí, yo he notado que cuando tomo sin comer me emborracho más rápido-responde Dennis a nuestra pregunta sobre las circunstancias en las que se embriaga con mayor facilidad- también depende de si tomo una sola cosa o mezclo”.
Las mezclas, según explica Cliver Leytón, no solo son dañinas cuando se refieren a diferentes bebidas alcohólicas, sino también cuando implican sodas, bebidas alcohólicas y alimentos como comidas saladas, carnes, carbohidratos, postres. “Aquí se produce una fermentación interna” que no solo contribuye a los síntomas del chaqui sino que “es una agresión desconsiderada hacia sí mismo”.
Tratamientos para mejorar los síntomas
La cura desde el naturismo consiste en reponer los líquidos consumiendo bastante agua tibia o líquidos que contengan complejo B para limpiar el torrente sanguíneo y hacer una dieta consistente en consumir frutas. Las más indicadas son la banana y las naranjas que se constituyen en un muy buen protector del hígado.
[gallery columns="1" size="full" ids="494904"]
Hacer ayuno también es aconsejable como forma de desintoxicación y puede ser acompañado con baños de vapor (sauna) e infusiones de plantas que tienen el mismo efecto, entre ellas el espinillo, carcaja y el llantén.
También son muy buenos tónicos y desintoxicantes la cebolla y el ajo por su cualidad neutralizante, explica Leytón, para quien la desintoxicación es una forma de restablecer la salud temporalmente pero que se vuelve a dañar ante otro episodio de consumo de alcohol.
La industria farmaceútica ha introducido al mercado diferentes productos que desde hace décadas son utilizados para aliviar los síntomas del chaqui.
“Mi abuelito tomaba Alka Seltzer, un polvo o algo que echaba a un vaso y hacía espuma y era un poco salado”, recuerda Yolanda.
Actualmente, este producto ha desaparecido y han ido surgiendo otros como Chaquitabs, Alikal y el Eno. “Estos son productos que tiene sustancias que sirven para aliviar molestias solamente”, es decir, no curan el organismo, explica la químico farmacéutica Lidia Muñoz. “El chaquitabs es cafeína y paracetamol, este calma el dolor de cabeza y la cafeína da una sensación de más euforia por lo que quita la sensación de decaimiento que se siente al día siguiente de haber tomado alcohol”.
Los otros productos, según explica, contienen antiácidos y bicarbonato que actúan como digestivos y a veces se le agrega paracetamol”.
Buscando el mismo efecto de aliviar el decaimiento es que también se utilizan bebidas energizantes, que si bien pueden atenuar hasta cierto punto estos síntomas son peligrosas y pueden causar efectos no esperados.
El excesivo consumo de alcohol trae como una de sus consecuencias más preocupantes, y a veces fatales, la intoxicación alcohólica a un extremo que los pacientes deben ser trasladados a un centro médico donde se le dará un tratamiento con el objetivo de reanimar a la persona.
A esta condición se la denomina Intoxicación Etílica Aguda (IEA) y se lo trata como un síndrome clínico producido por el consumo de bebidas alcohólicas de forma brusca y en cantidad superior a la tolerancia individual de la persona.
Dependiendo de la cantidad ingerida de alcohol y de la tolerancia, el curso puede oscilar entre una leve desinhibición, hasta coma, depresión respiratoria y muerte, es decir que los efectos del alcohol sobre el organismo pueden revestir distintos grados de gravedad.
El tratamiento generalmente consiste en colocarle sueros glucosados y vitaminados. En muchos casos es suficiente para que la persona se vaya recuperando con el paso de los días. Sin embargo, “puede producir un efecto “rebote”- explica el naturista Cliver Leytón-, ya que cada persona o paciente tiene condiciones de salud muy particulares y en ocasiones no soporta los medicamentos que se administran y puede llegar a morir”.
“En otros países hacen un estudio de laboratorio para analizar qué tan preparada está la persona para soportar este tratamiento de emergencia pero aquí en nuestro medio no tenemos nada de eso”.
La gente bebe con la idea de que luego igual puede recuperarse o “curar el chaqui” como se dice vulgarmente, sin embargo “puede haber efectos irreversibles ya que si bien la persona se recupera de la intoxicación alcohólica grave, queda con secuelas como síntomas de nerviosismo, mareos, no se recuperan del todo y son secuelas para toda la vida que pueden desembocar en una esquizofrenia o psicosis, e incluso estados tendientes a la embolia”.
Además, explica que la agresión es irreversible cuando se habla de estudios que han demostrado que “con un vaso de cerveza mueren unas tres mil células del cuerpo y mil células del cerebro, es decir, neuronas. Estas últimas, contrariamente a lo que sucede con las células del cuerpo, no se regeneran nunca”. Cuando se trata del consumo de varios vasos de bebidas alcohólicas y se multiplican por las veces que se consume alcohol a lo largo de la vida de una persona, hablamos de millones de neuronas muertas que no se recuperarán jamás.
Leytón considera que si las personas analizaran las consecuencias de consumir bebidas alcohólicas, tomando en cuenta estos aspectos y el efecto acumulativo del consumo periódico, “mucha gente dejaría de beber alcohol”.
Consecuencias del consumo de bebidas alcohólicas
Al margen de los aspectos culturales de cada región el consumo excesivo de bebidas alcohólicas siempre tiene graves consecuencias que derivan en problemas de salud pública, violencia familiar, riñas callejeras y ausentismo laboral con un alto porcentaje de muertes ocurridas en accidentes automovilísticos, en el trabajo o en el hogar. Costo económico considerable proveniente del uso de los servicios de salud y la falta de productividad.
En el círculo familiar también se producen problemas lamentables, pues la familia de quien bebe en exceso sufre en muchos casos violencia, maltrato de los niños, dificultades maritales y problemas económicos y legales.
Además, la persona intoxicada puede olvidar las precauciones necesarias y, si tiene relaciones sexuales, aumentan las posibilidades de un embarazo no deseado o de contraer enfermedades transmitidas sexualmente, incluyendo VIH-SIDA; en tanto la familia del alcohólico a su vez enferma de codependencia y es difícil que solicite ayuda, pues no sabe que la padece.
El consumo de bebidas alcohólicas en las mujeres embarazadas, también se constituye en un problema grave para el niño que se gesta en su interior ya que aumenta el riesgo de que el bebé nazca con cráneo pequeño, facciones anormales, retardo físico y mental. Además aumenta el riesgo de accidentes, violencia familiar y enfermedades como cirrosis.
En el cuerpo de la mujer, el alcohol se transforma en sustancias dañinas para las células que son absorbidas por el feto. En cantidades abundantes aumenta el riesgo de nacer con defectos, como el “síndrome alcohólico fetal”, que implica la formación de un cráneo pequeño, facciones anormales, retardo físico y mental. La recomendación médica es que la mujer debe abstenerse de tomar alcohol al momento en que decide embarazarse.