El Valle de los Cóndores, turismo de aventura y convivencia en Tarija
El Valle de los Cóndores es uno de los destinos turísticos más atractivos y visitados de Tarija. La experiencia la solicitan principalmente visitantes extranjeros provenientes de Europa y Estados Unidos, aunque también suelen llegan visitantes de países latinoamericanos o del interior del...



El Valle de los Cóndores es uno de los destinos turísticos más atractivos y visitados de Tarija. La experiencia la solicitan principalmente visitantes extranjeros provenientes de Europa y Estados Unidos, aunque también suelen llegan visitantes de países latinoamericanos o del interior del país.
Hasta el momento, y en la experiencia de Sofía Quiroga, la encargada del albergue de este destino turístico ubicado en la comunidad de Rosillas, solo tres grupos de bolivianos hicieron el recorrido de montañismo hacia el Valle de los Cóndores. “Llegaron muy cansados y dijeron que nunca más harían este recorrido”.
Es una experiencia que requiere práctica en lo que se denomina trekking, un tipo de turismo muy practicado especialmente por los europeos. “Los franceses son los que más vienen para ir al valle y les gusta mucho”, explica Sofía.
“El Valle de los cóndores comprende tres comunidades Rosillas, Cañas y El Carmen” explica. La oferta turística comprende el turismo de convivencia y el turismo de montaña. Ambas formas de turismo son muy requeridas por los extranjeros que llegan a Bolivia.
Ecosistema
El recorrido mismo es una aventura en la que se vive un encuentro interesante con el ecosistema de la zona.
El montañismo consiste en visitar el Valle de los Cóndores, que implica practicar el trekking, una caminata para llegar a la cima del cerro ubicado frente al albergue y que conduce al Valle donde habitan alrededor de 200 cóndores.
El recorrido mismo es una aventura en la que se vive un encuentro interesante con el ecosistema propio de la zona.
Al llegar a la cima se vive la experiencia de contemplar un paisaje deslumbrante, incluso para los nativos de la zona, al encontrarse a casi 3 mil metros sobre el nivel del mar y poder ver la naturaleza que se encuentra oculta detrás de la serranía.
La diversidad del paisaje y el clima son siempre inesperados ya que se atraviesan diferentes zonas climáticas. A momentos niebla, de pronto el sol. Mesetas rocosas con follaje de páramo y de pronto paisaje de selva.
También se da la posibilidad de retornar en el tiempo ingresando a las cuevas que contienen restos de las culturas antiguas que pasaron por la zona y pasar la noche en ellas.
Pero el objetivo central del viaje es sin duda la experiencia de contemplar el vuelo de los cóndores en su hábitat. “Un momento que conmueve incluso a los que han vivido la experiencia más de una vez”, según se puede leer en el libro de recuerdos y mensajes en los que los visitantes escriben sus impresiones y dejan memoria de su paso por Tarija.
El albergue se encuentra ubicado en Rosillas y es una construcción realizada hace 20 años, cuando inició el proyecto. La infraestructura está hecha de piedra y adobes de barro, imitando las características propias de las viviendas campesinas en Tarija. Con techos de teja, y gradas por afuera de la casa para subir a la segunda planta.
En el terreno se han conservado los árboles nativos propios de la zona como el molle y el churqui.
En una nueva construcción se ha instalado el salón comedor con una mesa larga para unas 20 personas siguiendo con la esencia rústica del lugar.
Al pasar por el albergue se pensaría que se trata de una casa campesina común y corriente debido a que en sus alrededores pastan las vacas y en una parte del terreno se observan los restos de la chacra, producto de la última cosecha.
Se trata de darle al turista la experiencia de vivir en el área rural tarijeña con todas las experiencias que ello implica.
El turismo de convivencia consiste en llevar al turista a una vivienda campesina en la que comparte todo el día la cotidianeidad de la familia, aprende a hacer queso, come con ellos, etc.
En las oficinas se puede apreciar algunas piezas arqueológicas que fueron encontradas en el Valle de los Cóndores, principalmente en las cuevas. Cráneos, y otros huesos que según cuenta Sofía, se encontraron en restos óseos ubicados uno al lado del otro.
Vasijas de cerámica y otros enseres de tiempos remotos muy bien conservados.
También cuentan con un insectario y otras muestras de insectos propios de la región. Un mariposario y especies de víboras conservadas en frascos.
La estadía en el albergue, la convivencia con los comunarios de la zona y el ascenso al Valle de los Cóndores le dan al turista una experiencia que les permite conocer un trozo de Tarija de manera plena.
El cóndor andino está en peligro crítico de extinguirse
El Cóndor Andino está en Peligro Crítico en todo el norte de los Andes – desde Venezuela, Colombia y hacia Ecuador – pero es abundante en el sur de los Andes, desde Argentina hasta Chile. En Bolivia, este gigantesco buitre es considerado vulnerable de extinción por el Ministerio de Medio Ambiente y Agua, pero se necesita más investigación sobre el tamaño de la población en el país, según una publicación de la Asociación Armonía de conservación de aves.
El Cóndor Andino se ve amenazado por la persecución, ya que las poblaciones locales de los altos Andes cree que esta ave mata el ganado. La gente también mata al cóndor por partes del cuerpo, ya que se cree que posee propiedades medicinales y místicas.
El rey de los cielos
“El Mallku kunturi vuela a más de 10 000 metros de altura. En sus plumas recoge toda la energía de las estrellas, de los astros, de los cometas, y las baja hacia la Tierra para que la cultura viva, y nosotros, los hombres y las mujeres de los Andes, podamos recogerla. Por eso lo reconocemos y lo honramos, porque es nuestro guía”, explica Carmelo Sardinas Ullpu de la provincia de Nor Chichas, departamento de Potosí, a Mongabay.
Sardinas expresa de ese modo la concepción que tienen en los andes bolivianos sobre el cóndor andino, un ave enorme que se encuentra entre las más grandes del mundo capaces de volar. Dado su gran peso (hasta 15 kilogramos), incluso su ingente envergadura de alas (3 metros) necesita algo de ayuda para mantenerle en el aire. Por ello, estas aves prefieren vivir en zonas ventosas, donde pueden planear sobre las corrientes de aire sin gran esfuerzo. Los cóndores andinos viven en zonas montañosas, como su nombre sugiere, pero también cerca de las costas, donde abundan las brisas marinas, e incluso en desiertos con fuertes corrientes térmicas de aire, según explica la National Geographic Society.
Estas longevas aves llegan a vivir más de 75 años en cautividad, pero se reproducen lentamente. Cada pareja reproductora solo tiene una cría cada dos años, y ambos progenitores deben cuidar de ella durante un año entero.
Un encuentro con la cultura tarijeña y la naturaleza
Ecológico
El proyecto del Valle de los Cóndores como destino turístico contempla el componente ecológico en este rubro, por lo que se ha buscado reproducir las viviendas tradicionales del área rural de Tarija en la construcción del albergue.
Convivencia
El turismo de convivencia es muy requerido también por los turistas, quienes tienen la oportunidad de pasar un día en el hogar de una familia de la comunidad. El objetivo es conocer sus costumbres y aprender a hacer comidas tradicionales.
Recuerdo
Los visitantes de diferentes lugares dejan sus recuerdos escritos con su puño y letra en un libro preparado para ello. En general se trata de impresiones positivas sobre el Valle de los Cóndores y de su estadía en el albergue.
Hasta el momento, y en la experiencia de Sofía Quiroga, la encargada del albergue de este destino turístico ubicado en la comunidad de Rosillas, solo tres grupos de bolivianos hicieron el recorrido de montañismo hacia el Valle de los Cóndores. “Llegaron muy cansados y dijeron que nunca más harían este recorrido”.
Es una experiencia que requiere práctica en lo que se denomina trekking, un tipo de turismo muy practicado especialmente por los europeos. “Los franceses son los que más vienen para ir al valle y les gusta mucho”, explica Sofía.
“El Valle de los cóndores comprende tres comunidades Rosillas, Cañas y El Carmen” explica. La oferta turística comprende el turismo de convivencia y el turismo de montaña. Ambas formas de turismo son muy requeridas por los extranjeros que llegan a Bolivia.
Ecosistema
El recorrido mismo es una aventura en la que se vive un encuentro interesante con el ecosistema de la zona.
El montañismo consiste en visitar el Valle de los Cóndores, que implica practicar el trekking, una caminata para llegar a la cima del cerro ubicado frente al albergue y que conduce al Valle donde habitan alrededor de 200 cóndores.
El recorrido mismo es una aventura en la que se vive un encuentro interesante con el ecosistema propio de la zona.
Al llegar a la cima se vive la experiencia de contemplar un paisaje deslumbrante, incluso para los nativos de la zona, al encontrarse a casi 3 mil metros sobre el nivel del mar y poder ver la naturaleza que se encuentra oculta detrás de la serranía.
La diversidad del paisaje y el clima son siempre inesperados ya que se atraviesan diferentes zonas climáticas. A momentos niebla, de pronto el sol. Mesetas rocosas con follaje de páramo y de pronto paisaje de selva.
También se da la posibilidad de retornar en el tiempo ingresando a las cuevas que contienen restos de las culturas antiguas que pasaron por la zona y pasar la noche en ellas.
Pero el objetivo central del viaje es sin duda la experiencia de contemplar el vuelo de los cóndores en su hábitat. “Un momento que conmueve incluso a los que han vivido la experiencia más de una vez”, según se puede leer en el libro de recuerdos y mensajes en los que los visitantes escriben sus impresiones y dejan memoria de su paso por Tarija.
El albergue se encuentra ubicado en Rosillas y es una construcción realizada hace 20 años, cuando inició el proyecto. La infraestructura está hecha de piedra y adobes de barro, imitando las características propias de las viviendas campesinas en Tarija. Con techos de teja, y gradas por afuera de la casa para subir a la segunda planta.
En el terreno se han conservado los árboles nativos propios de la zona como el molle y el churqui.
En una nueva construcción se ha instalado el salón comedor con una mesa larga para unas 20 personas siguiendo con la esencia rústica del lugar.
Al pasar por el albergue se pensaría que se trata de una casa campesina común y corriente debido a que en sus alrededores pastan las vacas y en una parte del terreno se observan los restos de la chacra, producto de la última cosecha.
Se trata de darle al turista la experiencia de vivir en el área rural tarijeña con todas las experiencias que ello implica.
El turismo de convivencia consiste en llevar al turista a una vivienda campesina en la que comparte todo el día la cotidianeidad de la familia, aprende a hacer queso, come con ellos, etc.
En las oficinas se puede apreciar algunas piezas arqueológicas que fueron encontradas en el Valle de los Cóndores, principalmente en las cuevas. Cráneos, y otros huesos que según cuenta Sofía, se encontraron en restos óseos ubicados uno al lado del otro.
Vasijas de cerámica y otros enseres de tiempos remotos muy bien conservados.
También cuentan con un insectario y otras muestras de insectos propios de la región. Un mariposario y especies de víboras conservadas en frascos.
La estadía en el albergue, la convivencia con los comunarios de la zona y el ascenso al Valle de los Cóndores le dan al turista una experiencia que les permite conocer un trozo de Tarija de manera plena.
El cóndor andino está en peligro crítico de extinguirse
El Cóndor Andino está en Peligro Crítico en todo el norte de los Andes – desde Venezuela, Colombia y hacia Ecuador – pero es abundante en el sur de los Andes, desde Argentina hasta Chile. En Bolivia, este gigantesco buitre es considerado vulnerable de extinción por el Ministerio de Medio Ambiente y Agua, pero se necesita más investigación sobre el tamaño de la población en el país, según una publicación de la Asociación Armonía de conservación de aves.
El Cóndor Andino se ve amenazado por la persecución, ya que las poblaciones locales de los altos Andes cree que esta ave mata el ganado. La gente también mata al cóndor por partes del cuerpo, ya que se cree que posee propiedades medicinales y místicas.
El rey de los cielos
“El Mallku kunturi vuela a más de 10 000 metros de altura. En sus plumas recoge toda la energía de las estrellas, de los astros, de los cometas, y las baja hacia la Tierra para que la cultura viva, y nosotros, los hombres y las mujeres de los Andes, podamos recogerla. Por eso lo reconocemos y lo honramos, porque es nuestro guía”, explica Carmelo Sardinas Ullpu de la provincia de Nor Chichas, departamento de Potosí, a Mongabay.
Sardinas expresa de ese modo la concepción que tienen en los andes bolivianos sobre el cóndor andino, un ave enorme que se encuentra entre las más grandes del mundo capaces de volar. Dado su gran peso (hasta 15 kilogramos), incluso su ingente envergadura de alas (3 metros) necesita algo de ayuda para mantenerle en el aire. Por ello, estas aves prefieren vivir en zonas ventosas, donde pueden planear sobre las corrientes de aire sin gran esfuerzo. Los cóndores andinos viven en zonas montañosas, como su nombre sugiere, pero también cerca de las costas, donde abundan las brisas marinas, e incluso en desiertos con fuertes corrientes térmicas de aire, según explica la National Geographic Society.
Estas longevas aves llegan a vivir más de 75 años en cautividad, pero se reproducen lentamente. Cada pareja reproductora solo tiene una cría cada dos años, y ambos progenitores deben cuidar de ella durante un año entero.
Un encuentro con la cultura tarijeña y la naturaleza
Ecológico
El proyecto del Valle de los Cóndores como destino turístico contempla el componente ecológico en este rubro, por lo que se ha buscado reproducir las viviendas tradicionales del área rural de Tarija en la construcción del albergue.
Convivencia
El turismo de convivencia es muy requerido también por los turistas, quienes tienen la oportunidad de pasar un día en el hogar de una familia de la comunidad. El objetivo es conocer sus costumbres y aprender a hacer comidas tradicionales.
Recuerdo
Los visitantes de diferentes lugares dejan sus recuerdos escritos con su puño y letra en un libro preparado para ello. En general se trata de impresiones positivas sobre el Valle de los Cóndores y de su estadía en el albergue.