El Gran Chaco Americano perdió 9,7 millones de hectáreas desde 2005
Según la Evaluación Ecorregional del Gran Chaco Americano, actualizada al 2018, desde 2005 la región perdió 9,7 millones hectáreas de bosque, espacios que se transformaron en zonas deforestadas con fines comerciales y que afectaron la biodiversidad, la calidad del agua, además del...
Según la Evaluación Ecorregional del Gran Chaco Americano, actualizada al 2018, desde 2005 la región perdió 9,7 millones hectáreas de bosque, espacios que se transformaron en zonas deforestadas con fines comerciales y que afectaron la biodiversidad, la calidad del agua, además del incremento de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI).
En 2005 The Nature Conservancy (TNC) junto a la fundación “Vida Silvestre” de Argentina y la Fundación “Desde el Chaco” de Paraguay desarrollaron un proceso de evaluación ecorregional del estado de conservación e intervención del Gran Chaco Americano.
En 2018 otro grupo de organizaciones de la sociedad civil en Argentina, Bolivia y Paraguay que trabajan en esa región tomaron la responsabilidad de actualizar la evaluación por la importancia que reviste esa información para la planificación y gestión del desarrollo en ese territorio. Fruto de ese trabajo resultó un documento que fue presentado en el I Congreso de Áreas Protegidas del Gran Chaco por el director de Redes Chaco, Iván Arnold.
Ecorregión
El Gran Chaco americano constituye una ecorregión de gran cobertura boscosa que ocupa más de un millón de kilómetros cuadrados entre Argentina, Paraguay y Bolivia y una pequeña parte de Brasil y es la segunda en extensión forestal en Sudamérica luego de la Amazonia.
Del total de ese territorio un 62 por ciento se encuentra en las provincias de Salta, Santiago del Estero, Tucumán, Chaco, Jujuy, Formosa, Córdoba, Catamarca, Santa Fe, San Juan y San Luis en la Argentina; el 22 por ciento en los departamentos de Boquerón, Presidente Hayes y Alto Paraguay en Paraguay y el 16 por ciento en los departamentos de Chuquisaca, Tarija y Santa Cruz en Bolivia.
Según las conclusiones a las que arribó el estudio, las 38 áreas prioritarias identificadas en 2005, al igual que el resto del Gran Chaco, sufrieron una considerable transformación durante los últimos 20 años, solo dos de ellas “Pozo Colorado y Ríos Montilendo y Verde” y “Arroyos y Esteros” en Paraguay no registraron cambios en la superficie transformada.
“Kaa Iya”, “Otukis” y “Alto Pilcomayo” en Bolivia suman entre el 6 y el 13 por ciento de espacio transformado, un porcentaje bajo en comparación con todas las restantes que tuvieron un cambio de entre un 12 a más de 800 por ciento.
Deforestación
El departamento de Tarija perdió entre 2012 y 2017, 33.284 hectáreas de superficie boscosa
En Argentina la expansión agrícola transformó un área equivalente a la superficie de Suiza en los últimos 25 años, porcentaje que excedió en un 42 por ciento a nivel global, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, más conocida como FAO (por sus siglas en inglés: Food and Agriculture Organization) y por más del 100 por ciento de la tasa de deforestación citada para Sudamérica.
Del total transformado cerca del 70 por ciento corresponde a la Argentina, seguido por Paraguay con un 27 por ciento y Bolivia con un 4 por ciento, por lo que para el periodo de análisis entre 2005 y 2017 según datos de la Global Forest Watch, se tiene un área total transformada en el Gran Chaco de 9,7 millones de hectáreas.
Deforestación
El texto concluye en que la degradación de los ecosistemas de la región del Gran Chaco Americano en mayor proporción está asociada a los impactos del incremento exponencial de la producción agropecuaria, impulsada por cooperativas, empresas y consorcios con gran poder económico y vinculados a negocios globales Exportan grandes volúmenes de carne, lácteos, cueros bovinos, soja y otros cultivos industriales, incentivada por el mercado global.
Esta expansión agropecuaria en gran escala transforma los ecosistemas naturales mediante la deforestación lo que genera un conjunto de problemas ambientales como la pérdida de la biodiversidad y de hábitats, la afectación de la disponibilidad y calidad del agua, la disminución de los alimentos silvestres, modifica el clima local además del incremento de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Conservación
En el Congreso se llegó a la conclusión de que las áreas protegidas son una herramienta fundamental para la conservación de la biodiversidad, debe garantizarse su permanencia y gestión efectiva a través de buenas prácticas en ganadería y agricultura, cerca de ellas y en las comunidades que se encuentran dentro. Así también, como innovar modelos de gestión, establecer mayor articulación y comunicación entre el nivel central, los gobiernos departamentales y municipales para socializar todas las leyes sobre la administración de ellas.
Deforestación castiga el Chaco tarijeño
De acuerdo a un estudio sobre deforestación, el departamento de Tarija perdió entre 2012 y 2017, 33.284 hectáreas de superficie boscosa, lo que equivale a tres veces la mancha urbana de Cercado. De esa cifra, solo 5.998 -un 18 por ciento- fue de manera legal, el 82 por ciento restante, que llega a 27.286 hectáreas, se realizó de manera ilegítima.
La información la brindó Ricardo Paita, coordinador del proyecto trinacional (Argentina, Bolivia y Paraguay) “Por Nuestro Chaco Sustentable” del Centro de Estudios Regionales para el Desarrollo de Tarija (Cerdet), que es apoyada por la cooperación europea como parte de la Zona de Integración del Centro Oeste de América del Sur (Zicosur).
En 2005 The Nature Conservancy (TNC) junto a la fundación “Vida Silvestre” de Argentina y la Fundación “Desde el Chaco” de Paraguay desarrollaron un proceso de evaluación ecorregional del estado de conservación e intervención del Gran Chaco Americano.
En 2018 otro grupo de organizaciones de la sociedad civil en Argentina, Bolivia y Paraguay que trabajan en esa región tomaron la responsabilidad de actualizar la evaluación por la importancia que reviste esa información para la planificación y gestión del desarrollo en ese territorio. Fruto de ese trabajo resultó un documento que fue presentado en el I Congreso de Áreas Protegidas del Gran Chaco por el director de Redes Chaco, Iván Arnold.
Ecorregión
El Gran Chaco americano constituye una ecorregión de gran cobertura boscosa que ocupa más de un millón de kilómetros cuadrados entre Argentina, Paraguay y Bolivia y una pequeña parte de Brasil y es la segunda en extensión forestal en Sudamérica luego de la Amazonia.
Del total de ese territorio un 62 por ciento se encuentra en las provincias de Salta, Santiago del Estero, Tucumán, Chaco, Jujuy, Formosa, Córdoba, Catamarca, Santa Fe, San Juan y San Luis en la Argentina; el 22 por ciento en los departamentos de Boquerón, Presidente Hayes y Alto Paraguay en Paraguay y el 16 por ciento en los departamentos de Chuquisaca, Tarija y Santa Cruz en Bolivia.
Según las conclusiones a las que arribó el estudio, las 38 áreas prioritarias identificadas en 2005, al igual que el resto del Gran Chaco, sufrieron una considerable transformación durante los últimos 20 años, solo dos de ellas “Pozo Colorado y Ríos Montilendo y Verde” y “Arroyos y Esteros” en Paraguay no registraron cambios en la superficie transformada.
“Kaa Iya”, “Otukis” y “Alto Pilcomayo” en Bolivia suman entre el 6 y el 13 por ciento de espacio transformado, un porcentaje bajo en comparación con todas las restantes que tuvieron un cambio de entre un 12 a más de 800 por ciento.
Deforestación
El departamento de Tarija perdió entre 2012 y 2017, 33.284 hectáreas de superficie boscosa
En Argentina la expansión agrícola transformó un área equivalente a la superficie de Suiza en los últimos 25 años, porcentaje que excedió en un 42 por ciento a nivel global, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, más conocida como FAO (por sus siglas en inglés: Food and Agriculture Organization) y por más del 100 por ciento de la tasa de deforestación citada para Sudamérica.
Del total transformado cerca del 70 por ciento corresponde a la Argentina, seguido por Paraguay con un 27 por ciento y Bolivia con un 4 por ciento, por lo que para el periodo de análisis entre 2005 y 2017 según datos de la Global Forest Watch, se tiene un área total transformada en el Gran Chaco de 9,7 millones de hectáreas.
Deforestación
El texto concluye en que la degradación de los ecosistemas de la región del Gran Chaco Americano en mayor proporción está asociada a los impactos del incremento exponencial de la producción agropecuaria, impulsada por cooperativas, empresas y consorcios con gran poder económico y vinculados a negocios globales Exportan grandes volúmenes de carne, lácteos, cueros bovinos, soja y otros cultivos industriales, incentivada por el mercado global.
Esta expansión agropecuaria en gran escala transforma los ecosistemas naturales mediante la deforestación lo que genera un conjunto de problemas ambientales como la pérdida de la biodiversidad y de hábitats, la afectación de la disponibilidad y calidad del agua, la disminución de los alimentos silvestres, modifica el clima local además del incremento de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Conservación
En el Congreso se llegó a la conclusión de que las áreas protegidas son una herramienta fundamental para la conservación de la biodiversidad, debe garantizarse su permanencia y gestión efectiva a través de buenas prácticas en ganadería y agricultura, cerca de ellas y en las comunidades que se encuentran dentro. Así también, como innovar modelos de gestión, establecer mayor articulación y comunicación entre el nivel central, los gobiernos departamentales y municipales para socializar todas las leyes sobre la administración de ellas.
Deforestación castiga el Chaco tarijeño
De acuerdo a un estudio sobre deforestación, el departamento de Tarija perdió entre 2012 y 2017, 33.284 hectáreas de superficie boscosa, lo que equivale a tres veces la mancha urbana de Cercado. De esa cifra, solo 5.998 -un 18 por ciento- fue de manera legal, el 82 por ciento restante, que llega a 27.286 hectáreas, se realizó de manera ilegítima.
La información la brindó Ricardo Paita, coordinador del proyecto trinacional (Argentina, Bolivia y Paraguay) “Por Nuestro Chaco Sustentable” del Centro de Estudios Regionales para el Desarrollo de Tarija (Cerdet), que es apoyada por la cooperación europea como parte de la Zona de Integración del Centro Oeste de América del Sur (Zicosur).