El precio del oro sube en Tarija, mientras la demanda desciende
De acuerdo a los artesanos que trabajan en oro, la demanda de joyas trabajadas en este metal precioso bajó a causa de que el precio a nivel internacional subió, las personas ya no lo buscan como un bien personal porque no es un “artículo de primera necesidad”, se incrementó la...



De acuerdo a los artesanos que trabajan en oro, la demanda de joyas trabajadas en este metal precioso bajó a causa de que el precio a nivel internacional subió, las personas ya no lo buscan como un bien personal porque no es un “artículo de primera necesidad”, se incrementó la competencia; si no fuera por los bautizos, fiestas de 15 años, matrimonios y bachilleratos, el rubro desaparecería en Tarija.
Costumbre
Según el presidente de la Asociación Departamental de Joyeros y Relojeros Tarija, Mario Ángel Guerra, en el pasado la demanda de artículos elaborados con este material era rentable, se vendía bien, había unas cuantas joyerías, pero ahora se incrementaron, los que eran operarios abrieron sus propios negocios, por eso “los trabajitos y la venta han bajado harto”.
El también propietario de “Joyas Aldana” agregó que, era costumbre regalar a los jóvenes una joya, para “15 años”, para el bachillerato, pero actualmente prefieren por ejemplo una computadora portátil, además si les obsequian en dos o tres meses lo venden o lo prendan “esa es la lógica, igual pasa con el celular cuando necesitan plata”.
En la misma línea, el dueño de la Joyería y Relojería “Aries”, José Delgado Gutiérrez, apuntó que la recesión por la que pasa la región, bajó bastante la demanda de oro, al igual que las demás cosas. Otro factor que ha provocado ese efecto es que su precio cada vez se eleva en el mercado internacional.
“Eso repercute en este oficio de trabajar con oro y plata -sostuvo- la demanda ha bajado bastante. No es como antes, si ni es exagerar ha bajado en más de un 50 por ciento respecto a años pasados, ahí andamos en la lucha, como todo el pueblo”.
A su turno, la persona que atiende la joyería “Diego” recordó que antes era una costumbre regalar anillos de promoción, una joyita a los quinces, regalar dijes o pulseras, ya sea de plata o de oro, pero actualmente la gente ha optado por regalar algo más útil, celulares, computadoras, porque la joya es más cara.
Lamentablemente cada año va subiendo más el oro, y como no es de primera necesidad ya no lo buscan, en ese sentido bajan las ventas, ya no es lo mismo como en años pasados, por otra parte la inseguridad aumentó, así que optan por otras cosas, si bien la plata está en la misma situación, dependiendo de la economía del cliente, muchos optan por este metal, depende del bolsillo”, subrayó.
Entretanto, el dueño de la “Joyería Andrés”, señaló que “si no fuera por los matrimonios, si no hubiera las fiestas de 15 años, la joyería hubiera muerto hace rato, pero gracias a Dios existen todavía la costumbre de regalar joyitas”.
Sin embargo, lamentó que la gente ya no compra esas joyas como antes, incluso lo hacían para uso personal, pero que se volvió un artículo de lujo, no es de primera necesidad y, agregó “como dicen, ya no llueve, pero gotea”.
EL APUNTE
Senarecom
busca
controlar
joyerías
A raíz de que el 10 de junio de este año, el director del Servicio Nacional de Registro y Control de la Comercialización de Minerales y Metales (Senarecom), Johnny Maldonado, anunciara que se registrarán todas las joyerías que operan en el país para acentuar el control en la venta de oro y otros minerales metálicos tradicionales, hubo preocupación en el rubro de los orfebres. Sin embargo, Mario Ángel Guerra, señaló que esta medida no afectará económicamente al sector.
Sostuvo que si bien en principio esa entidad pretendía cobrar un monto por la compra de oro, luego de varias reuniones y establecer mesas de trabajo se logró que acepte que no pueden ser agentes de retención porque se consideran artesanos y que eso no es posible.
“El Senarecom va a cobrar a aquellas personas que son comercializadores de oro, sin embargo nosotros manufacturamos y transformamos la materia prima, por eso la Federación Nacional de Orfebres y Relojeros de Bolivia realizó tratativas para que nosotros tengamos un trato especial, no podemos ser agentes de retención de mineral o de regalías”, explicó.
Costumbre
Según el presidente de la Asociación Departamental de Joyeros y Relojeros Tarija, Mario Ángel Guerra, en el pasado la demanda de artículos elaborados con este material era rentable, se vendía bien, había unas cuantas joyerías, pero ahora se incrementaron, los que eran operarios abrieron sus propios negocios, por eso “los trabajitos y la venta han bajado harto”.
El también propietario de “Joyas Aldana” agregó que, era costumbre regalar a los jóvenes una joya, para “15 años”, para el bachillerato, pero actualmente prefieren por ejemplo una computadora portátil, además si les obsequian en dos o tres meses lo venden o lo prendan “esa es la lógica, igual pasa con el celular cuando necesitan plata”.
En la misma línea, el dueño de la Joyería y Relojería “Aries”, José Delgado Gutiérrez, apuntó que la recesión por la que pasa la región, bajó bastante la demanda de oro, al igual que las demás cosas. Otro factor que ha provocado ese efecto es que su precio cada vez se eleva en el mercado internacional.
“Eso repercute en este oficio de trabajar con oro y plata -sostuvo- la demanda ha bajado bastante. No es como antes, si ni es exagerar ha bajado en más de un 50 por ciento respecto a años pasados, ahí andamos en la lucha, como todo el pueblo”.
A su turno, la persona que atiende la joyería “Diego” recordó que antes era una costumbre regalar anillos de promoción, una joyita a los quinces, regalar dijes o pulseras, ya sea de plata o de oro, pero actualmente la gente ha optado por regalar algo más útil, celulares, computadoras, porque la joya es más cara.
Lamentablemente cada año va subiendo más el oro, y como no es de primera necesidad ya no lo buscan, en ese sentido bajan las ventas, ya no es lo mismo como en años pasados, por otra parte la inseguridad aumentó, así que optan por otras cosas, si bien la plata está en la misma situación, dependiendo de la economía del cliente, muchos optan por este metal, depende del bolsillo”, subrayó.
Entretanto, el dueño de la “Joyería Andrés”, señaló que “si no fuera por los matrimonios, si no hubiera las fiestas de 15 años, la joyería hubiera muerto hace rato, pero gracias a Dios existen todavía la costumbre de regalar joyitas”.
Sin embargo, lamentó que la gente ya no compra esas joyas como antes, incluso lo hacían para uso personal, pero que se volvió un artículo de lujo, no es de primera necesidad y, agregó “como dicen, ya no llueve, pero gotea”.
EL APUNTE
Senarecom
busca
controlar
joyerías
A raíz de que el 10 de junio de este año, el director del Servicio Nacional de Registro y Control de la Comercialización de Minerales y Metales (Senarecom), Johnny Maldonado, anunciara que se registrarán todas las joyerías que operan en el país para acentuar el control en la venta de oro y otros minerales metálicos tradicionales, hubo preocupación en el rubro de los orfebres. Sin embargo, Mario Ángel Guerra, señaló que esta medida no afectará económicamente al sector.
Sostuvo que si bien en principio esa entidad pretendía cobrar un monto por la compra de oro, luego de varias reuniones y establecer mesas de trabajo se logró que acepte que no pueden ser agentes de retención porque se consideran artesanos y que eso no es posible.
“El Senarecom va a cobrar a aquellas personas que son comercializadores de oro, sin embargo nosotros manufacturamos y transformamos la materia prima, por eso la Federación Nacional de Orfebres y Relojeros de Bolivia realizó tratativas para que nosotros tengamos un trato especial, no podemos ser agentes de retención de mineral o de regalías”, explicó.