Se abre una vía de desarrollo para los weenhayeks
Los weenhayeks habitan en el Gran Chaco dispersos en varias comunidades, cuya principal actividad económica es la pesca, que se ha visto afectada en los últimos años por el proyecto Pantalón que divide el río Pilcomayo en dos canales para que una pierna regara Paraguay y la otra a Argentina...



Los weenhayeks habitan en el Gran Chaco dispersos en varias comunidades, cuya principal actividad económica es la pesca, que se ha visto afectada en los últimos años por el proyecto Pantalón que divide el río Pilcomayo en dos canales para que una pierna regara Paraguay y la otra a Argentina y así repartir la cantidad de agua y sedimentos para cada región, pero que ha dificultado que los peces puedan remontar el río desde los bañados donde nacen hasta la zona donde se reproducen, ya en Bolivia.
Sin embargo, este año el pueblo Weenhayek espera que la realidad cambie con la culminación de un proyecto, que entre otras cosas ha creado una planta procesadora de pescado y que permitirá por un lado darle valor agregado al sábalo que se pesca entre abril y septiembre de cada año, y por otro lado permitirá que en los meses de veda se pueda seguir alimentando la fábrica con otras especies que se crían en granjas piscícolas.
“Este proyecto contempla el apoyo a comunidades weenhayeks que se ubican a la orilla del río y que se encargan de la pesca y a piscicultores de la zona y la creación de emprendimientos para mujeres weenhayeks para la producción piscícola para el resto del año cuando ya no hay en el río”, explica Yehudy Ordoñez Valdez, Coordinador de la fundación Fautapo Regional Chaco.
Se trata del primer emprendimiento de esta naturaleza que necesita abrir mercados a sus productos para garantizar el éxito del proyecto. Uno de sus retos es precisamente lograr elevar el consumo de pescado en Tarija, reto complicado, considerando que como país tenemos un índice de consumo de pescado muy bajo.
Sin embargo, la calidad del producto es de un nivel muy elevado considerando que el “Centro de Acopio y Procesamiento de Pescado” tiene una infraestructura y equipamiento tecnológico creado de acuerdo a las necesidades modernas para la trasformación del pescado, en él se produce filete de Sábalo, Pacú y Tilapia, así como derivados entre los que destacan la Hamburguesa, Nuggets, albóndigas y cabecitas de pescado, entre otros.
“Tenemos la planta ya en producción, el año pasado ya ha empezado a hacer sus pruebas en el mercado local, en Tarija en el mercado Urkupiña, y hemos empezado a distribuir el producto para ver cómo se asimilaba en el mercado”, recordó Ordoñez, quien luego de la presentación y degustación del pasado viernes 9 de agosto destacó que ha tenido una buena aceptación por el sabor y la facilidad de contar con un producto listo para su uso.
Esto productos ya están siendo comercializados en los mercados locales del Chaco pero también fueron introducidos en el subsidio materno, y se espera que tengan una buena acogida en el mercado. De este modo, el pueblo Weenhayek podrá contar con un medio de subsistencia para todo el año.
“Es cierto que el precio es un poco más alto, que el pescado sin procesar, pero es un producto que llega sin espinas y está listo para ser preparado. Es ideal para los niños, porque está libre de espinas, así como para las personas que no consumen carne roja y pueden acceder de manera saludable a una carne que es muy nutritiva”, agregó.
El proyecto al momento beneficia a 300 familias, entre indígenas y campesinos del Chaco, en todo el proceso productivo, y se espera que si se convierte en un proyecto rentable pueda replicarse en otras zonas que habitan los weehayeks para beneficiar a más indígenas.
“El objetivo es que las comunidades weenhayeks puedan tener un segundo ingreso, y que las instancias públicas puedan apoyarlas con la producción que ahora es poca, ha sido una experiencia pequeña pero que ha permitido que ellos puedan ver que hay una forma de producir y tener ingresos el resto del año, que no sea solo del río”, explicó el Coordinador de la fundación Fautapo.
La planta procesadora se ubica en Villa Montes, en Puesto García, sin embargo, se espera que pueda ampliarse hacia Yacuiba y Caraparí, para ampliar la cantidad de beneficiarios, en función de la demanda de los productos por parte de la población tarijeña, según expresó Ordoñez.
Población
El proyecto beneficia a 300 familias, entre indígenas y campesinos del Chaco, en todo el proceso productivo
El proyecto
El proyecto “Mejoramiento de la cadena de producción de pescado en beneficio de las comunidades indígenas Weenhayek de Tarija”, inició en el año 2016, a iniciativa de la Fundación FAUTAPO, con recursos del Gobierno de Canadá y la empresa petrolera Shell Bolivia Corporation – Sucursal Bolivia; además del Gobierno Autónomo Regional de Villa Montes y la Asociación de Piscicultores del Chaco APICHACO.
Este proyecto tiene tres componentes: 1) Pesca, 2) Piscicultura y; 3) el Centro de Acopio y Procesamiento de Pescado con las transversales de género y medio ambiente.
En el componente de Pesca se desarrolló en 10 puestos o concesiones, donde se implementaron mejoras y buenas prácticas pesqueras, capacitando a los indígenas en la higiene en el manejo y manipulación del pescado extraído del rio.
Estas capacitaciones sirvieron también para enseñar a los indígenas otros tópicos relacionados a salud integral, reducción de la basura y campañas de limpieza para la conservación del Río Pilcomayo.
En el componente de Piscicultura se implementaron 12 estanques, que actualmente están en producción, los cuales cuentan con todo el equipamiento e insumos que se necesita. Y a la se logró una producción de 10.000 pacús.
El proyecto en sí tuvo un costo total de 1,2 millones de dólares, de los cuales la mayor parte se invirtió en el “Centro de Acopio y Procesamiento de Pescado” o planta de procesamiento, según explicó Ordoñez.
Por otro lado, la asociación Apichaco, compuesta por 30 productores piscícolas locales, logra una producción anual de 60 toneladas de Pacú y se constituye en la principal proveedora del centro de acopio y procesamiento de pescado.
El pueblo Weenhayek
Los weenhayeks habitan en el Gran Chaco dispersos en las comunidades de San Antonio, Quebrachal, Algarrobal, Capirendita, Crevaux, D’orbigny, San Bernardo, Viscacheral, Villa Esperanza, Resistencia y La Misión. Se calcula que son aproximadamente 2.500 nativos.
Sus habitantes son expertos en la pesca del sábalo, dorado, surubí, pacú y el bagre, pero también recolectan miel, producen maíz y realizan artesanías.
En los últimos años, sin embargo, ha surgido un gran problema con el proyecto Pantalón, que salió a la luz hace aproximadamente seis años (2013), el cual generó un efecto negativo en su economía, pues uno de sus medios de subsistencia es el comercio de pescado.
Los meses de octubre a abril, son los meses donde se impone la veda a la pesca y solo se permite la pesca de subsistencia para los pueblos indígenas, pero que en realidad supone el cierre porque no hay suficiente pescado y es la época en la que los weenhayeks se ven privados de su medio de subsistencia, por lo que las familias sobreviven con la elaboración de artesanías, crianza de animales menores como gallinas, cabras y cerdos, además del cultivo muy incipiente y de manera rústica del maíz, sandía y zapallos. Estos cultivos dependen de que haya suficiente lluvia, lo que es muy irregular en el Chaco.
Anteriormente los meses de abril a septiembre eran considerados, desde 1960, como la temporada de abundancia por la pesca, actividad que les permitía comprarse otros alimentos y también ropa, bicicletas, motos... Sin embargo, esta situación tuvo un quiebre con la crisis del Pilcomayo en el año 2010.
Ese año por taponamientos en el río el volumen pescado en comparación con el 2009 fue de casi un 10 a 15%. Ahora el conflicto es que las subidas de los cardúmenes son más irregulares y por menos días que en décadas anteriores.
Esto en su mayor parte se debe a los problemas de sedimentación del agua del río que colmata los cauces e impide, cuando hay poca agua, la subida de los cardúmenes. Es importante recordar que más del 80% de los peces capturados son los sábalos, en menor proporción se extrae el dorado, el surubí y para consumo de las familias también se pesca la boga, el bagre y otras especies.
El proceso que culminó en los productos elaborados
Planta de Procesamiento
El proyecto en sí tuvo un costo total de $us 1,2 millones de dólares, de los cuales la mayor parte se invirtió en el “Centro de Acopio y Procesamiento de Pescado”, el que cuenta con una infraestructura y equipamiento tecnológico creado de acuerdo a normas modernas para la trasformación del pescado.
Los Productos
Los productos de la planta procesadora son el filete de Sábalo, Pacú y Tilapia, así como derivados entre los que destacan la Hamburguesa, Nuggets, albóndigas y cabecitas de pescado, entre otros. Estos productos ya están siendo comercializados en los mercados locales del Chaco y de Tarija
La Pesca
El componente de pesca se desarrolló en 10 puestos, donde se implementaron mejoras y buenas prácticas pesqueras, capacitando a los indígenas en la higiene en el manejo y manipulación del pescado extraído del río Pilcomayo, para cumplir con las normas necesarias en el manipuleo del pescado.
Sin embargo, este año el pueblo Weenhayek espera que la realidad cambie con la culminación de un proyecto, que entre otras cosas ha creado una planta procesadora de pescado y que permitirá por un lado darle valor agregado al sábalo que se pesca entre abril y septiembre de cada año, y por otro lado permitirá que en los meses de veda se pueda seguir alimentando la fábrica con otras especies que se crían en granjas piscícolas.
“Este proyecto contempla el apoyo a comunidades weenhayeks que se ubican a la orilla del río y que se encargan de la pesca y a piscicultores de la zona y la creación de emprendimientos para mujeres weenhayeks para la producción piscícola para el resto del año cuando ya no hay en el río”, explica Yehudy Ordoñez Valdez, Coordinador de la fundación Fautapo Regional Chaco.
Se trata del primer emprendimiento de esta naturaleza que necesita abrir mercados a sus productos para garantizar el éxito del proyecto. Uno de sus retos es precisamente lograr elevar el consumo de pescado en Tarija, reto complicado, considerando que como país tenemos un índice de consumo de pescado muy bajo.
Sin embargo, la calidad del producto es de un nivel muy elevado considerando que el “Centro de Acopio y Procesamiento de Pescado” tiene una infraestructura y equipamiento tecnológico creado de acuerdo a las necesidades modernas para la trasformación del pescado, en él se produce filete de Sábalo, Pacú y Tilapia, así como derivados entre los que destacan la Hamburguesa, Nuggets, albóndigas y cabecitas de pescado, entre otros.
“Tenemos la planta ya en producción, el año pasado ya ha empezado a hacer sus pruebas en el mercado local, en Tarija en el mercado Urkupiña, y hemos empezado a distribuir el producto para ver cómo se asimilaba en el mercado”, recordó Ordoñez, quien luego de la presentación y degustación del pasado viernes 9 de agosto destacó que ha tenido una buena aceptación por el sabor y la facilidad de contar con un producto listo para su uso.
Esto productos ya están siendo comercializados en los mercados locales del Chaco pero también fueron introducidos en el subsidio materno, y se espera que tengan una buena acogida en el mercado. De este modo, el pueblo Weenhayek podrá contar con un medio de subsistencia para todo el año.
“Es cierto que el precio es un poco más alto, que el pescado sin procesar, pero es un producto que llega sin espinas y está listo para ser preparado. Es ideal para los niños, porque está libre de espinas, así como para las personas que no consumen carne roja y pueden acceder de manera saludable a una carne que es muy nutritiva”, agregó.
El proyecto al momento beneficia a 300 familias, entre indígenas y campesinos del Chaco, en todo el proceso productivo, y se espera que si se convierte en un proyecto rentable pueda replicarse en otras zonas que habitan los weehayeks para beneficiar a más indígenas.
“El objetivo es que las comunidades weenhayeks puedan tener un segundo ingreso, y que las instancias públicas puedan apoyarlas con la producción que ahora es poca, ha sido una experiencia pequeña pero que ha permitido que ellos puedan ver que hay una forma de producir y tener ingresos el resto del año, que no sea solo del río”, explicó el Coordinador de la fundación Fautapo.
La planta procesadora se ubica en Villa Montes, en Puesto García, sin embargo, se espera que pueda ampliarse hacia Yacuiba y Caraparí, para ampliar la cantidad de beneficiarios, en función de la demanda de los productos por parte de la población tarijeña, según expresó Ordoñez.
Población
El proyecto beneficia a 300 familias, entre indígenas y campesinos del Chaco, en todo el proceso productivo
El proyecto
El proyecto “Mejoramiento de la cadena de producción de pescado en beneficio de las comunidades indígenas Weenhayek de Tarija”, inició en el año 2016, a iniciativa de la Fundación FAUTAPO, con recursos del Gobierno de Canadá y la empresa petrolera Shell Bolivia Corporation – Sucursal Bolivia; además del Gobierno Autónomo Regional de Villa Montes y la Asociación de Piscicultores del Chaco APICHACO.
Este proyecto tiene tres componentes: 1) Pesca, 2) Piscicultura y; 3) el Centro de Acopio y Procesamiento de Pescado con las transversales de género y medio ambiente.
En el componente de Pesca se desarrolló en 10 puestos o concesiones, donde se implementaron mejoras y buenas prácticas pesqueras, capacitando a los indígenas en la higiene en el manejo y manipulación del pescado extraído del rio.
Estas capacitaciones sirvieron también para enseñar a los indígenas otros tópicos relacionados a salud integral, reducción de la basura y campañas de limpieza para la conservación del Río Pilcomayo.
En el componente de Piscicultura se implementaron 12 estanques, que actualmente están en producción, los cuales cuentan con todo el equipamiento e insumos que se necesita. Y a la se logró una producción de 10.000 pacús.
El proyecto en sí tuvo un costo total de 1,2 millones de dólares, de los cuales la mayor parte se invirtió en el “Centro de Acopio y Procesamiento de Pescado” o planta de procesamiento, según explicó Ordoñez.
Por otro lado, la asociación Apichaco, compuesta por 30 productores piscícolas locales, logra una producción anual de 60 toneladas de Pacú y se constituye en la principal proveedora del centro de acopio y procesamiento de pescado.
El pueblo Weenhayek
Los weenhayeks habitan en el Gran Chaco dispersos en las comunidades de San Antonio, Quebrachal, Algarrobal, Capirendita, Crevaux, D’orbigny, San Bernardo, Viscacheral, Villa Esperanza, Resistencia y La Misión. Se calcula que son aproximadamente 2.500 nativos.
Sus habitantes son expertos en la pesca del sábalo, dorado, surubí, pacú y el bagre, pero también recolectan miel, producen maíz y realizan artesanías.
En los últimos años, sin embargo, ha surgido un gran problema con el proyecto Pantalón, que salió a la luz hace aproximadamente seis años (2013), el cual generó un efecto negativo en su economía, pues uno de sus medios de subsistencia es el comercio de pescado.
Los meses de octubre a abril, son los meses donde se impone la veda a la pesca y solo se permite la pesca de subsistencia para los pueblos indígenas, pero que en realidad supone el cierre porque no hay suficiente pescado y es la época en la que los weenhayeks se ven privados de su medio de subsistencia, por lo que las familias sobreviven con la elaboración de artesanías, crianza de animales menores como gallinas, cabras y cerdos, además del cultivo muy incipiente y de manera rústica del maíz, sandía y zapallos. Estos cultivos dependen de que haya suficiente lluvia, lo que es muy irregular en el Chaco.
Anteriormente los meses de abril a septiembre eran considerados, desde 1960, como la temporada de abundancia por la pesca, actividad que les permitía comprarse otros alimentos y también ropa, bicicletas, motos... Sin embargo, esta situación tuvo un quiebre con la crisis del Pilcomayo en el año 2010.
Ese año por taponamientos en el río el volumen pescado en comparación con el 2009 fue de casi un 10 a 15%. Ahora el conflicto es que las subidas de los cardúmenes son más irregulares y por menos días que en décadas anteriores.
Esto en su mayor parte se debe a los problemas de sedimentación del agua del río que colmata los cauces e impide, cuando hay poca agua, la subida de los cardúmenes. Es importante recordar que más del 80% de los peces capturados son los sábalos, en menor proporción se extrae el dorado, el surubí y para consumo de las familias también se pesca la boga, el bagre y otras especies.
El proceso que culminó en los productos elaborados
Planta de Procesamiento
El proyecto en sí tuvo un costo total de $us 1,2 millones de dólares, de los cuales la mayor parte se invirtió en el “Centro de Acopio y Procesamiento de Pescado”, el que cuenta con una infraestructura y equipamiento tecnológico creado de acuerdo a normas modernas para la trasformación del pescado.
Los Productos
Los productos de la planta procesadora son el filete de Sábalo, Pacú y Tilapia, así como derivados entre los que destacan la Hamburguesa, Nuggets, albóndigas y cabecitas de pescado, entre otros. Estos productos ya están siendo comercializados en los mercados locales del Chaco y de Tarija
La Pesca
El componente de pesca se desarrolló en 10 puestos, donde se implementaron mejoras y buenas prácticas pesqueras, capacitando a los indígenas en la higiene en el manejo y manipulación del pescado extraído del río Pilcomayo, para cumplir con las normas necesarias en el manipuleo del pescado.