El artesano que pone color a las fiestas y a las cosechas en Tarija
Cuando llego a la casa de Eduardo Vilte encuentro en el patio los armazones de una palmera, una estrella y un torito que fueron usados en la última fiesta de San Roque, apiladas y con los cartuchos vacíos no queda ni la sombra del espectáculo que dan la víspera de la fiesta grande de...



Cuando llego a la casa de Eduardo Vilte encuentro en el patio los armazones de una palmera, una estrella y un torito que fueron usados en la última fiesta de San Roque, apiladas y con los cartuchos vacíos no queda ni la sombra del espectáculo que dan la víspera de la fiesta grande de Tarija.
Vilte tiene 43 años, es un hombre sencillo que a lo largo de su vida ha ido perfeccionando el arte de crear variedad de figuras y fuegos artificiales para las diferentes fiestas que se realizan sobre todo en el campo. Entre ellas está la que cada año congrega a miles de tarijeños, la fiesta de San Roque.
Durante la víspera de la fiesta tiene lugar un espectáculo lleno de colorido y magnificencia, en la que cada año Eduardo Vilte pone a prueba su ingenio y muestra una diversidad de figuras que van incluyen el torito, las palmeras, las estrellas y un sinfín de juegos artificiales que son uno de los momentos más esperados por la gente en la víspera de la fiesta del Santo Patrono.
“Este conocimiento fue una herencia de mi abuelo, Pedro Espíndola. Él siendo sólo agricultor aprendió el oficio leyendo un libro de fuegos artificiales y fue uno de los pioneros en Tarija. Luego uno de sus ayudantes también aprendió el oficio, Carlos Valdéz, que hasta la actualidad continua en el oficio. Mi abuelo aprendió a manejar la pólvora, a hacer los fuegos artificiales, y luego le enseñó a su hijo, mi tío Agustín Espíndola. Ganó un concurso a nivel nacional, era un buen ‘fueguero’”, cuenta con orgullo Vilte.
El artesano tiene en un rincón del patio doce bombas antigranizo que va entregar a una de las comunidades cercanas a la capital chapaca. Esta otra faceta de su trabajo no es tan colorida, pero si muy importante, se dedica a la creación de bombas y cohetes antigranizo.
“Desde los ocho años comencé a trabajar en esto, a mí me enseñó mi abuelo, y considero que aún no he aprendido todo, cada vez descubro algo nuevo y voy mejorando mi trabajo, en el caso de las bombas antigranizo ahora uso el nitrato de plata, antes usaba yoduro de plata, pero era más caro, con el nitrato de plata he logrado elaborar bombas antigranizo que son más efectivas”. Vilte destaca que con el desarrollo de la tecnología y la aparición del internet ahora de manera más sencilla encuentra información para mejorar y perfeccionar su arte.
Cuando comienza la época de lluvias Vilte es visitado frecuentemente por campesinos de todos los rincones del departamento que encargan la fabricación de estas bombas y cohetes para proteger sus cosechas.
“Las bombas antigranizo se deben lanzar antes que comience a caer el granizo, una vez que ya comenzó, no se puede hacer nada”, comenta el artesano, mientras nos muestra una docena de bombas recién terminadas que debe entregar por la tarde en Ancón Grande.
“El campesino tarijeño sabe cuándo va a granizar”, nos dice mientras comenta las dificultades de realizar esta actividad en nuestro país, en donde es muy difícil conseguir varios de los elementos necesarios para su fabricación, debido principalmente a que estas sustancias son usadas también para la elaboración de cocaína. “Los precios son relativamente altos porque no se consigue los elementos en Bolivia, tengo que viajar a los países vecinos para comprar lo que necesito y eso encarece el producto”.
En tiempos en que los cambios climáticos acentúan las manifestaciones extremas del clima, el trabajo de Vilte es muy apreciado en el campo. “Las bombas antigranizo pueden hacer disminuir el tamaño del granizo, hacerlo como raspadillo, o permite que se retrase la caída del granizo, y se vaya del lugar y las nubes se descarguen en los cerros”.
“La gente viene muy agradecida, me traen muchas cajas de uva. Porque años antes perdían el 60% de sus cosechas, ahora sólo llegan a perder el 5% el 2%. Pero el gobierno nos tiene de manos atadas porque es muy difícil conseguir los químicos. Todo lo meto de contrabando, lo único que compro de aquí es el nitrato de plata”.
Las herramientas con las que trabaja Vilte son de tipo casero, “hechizas” cómo dice él en sus términos y reflejan el ingenio y la habilidad característicos del artesano. “El trabajo con la pólvora, el azufre y las otras sustancias que manejo es muy delicado, hay que conocer muy bien el oficio para no cometer errores. Si se mezcla mal una sustancia ya no tiene remedio se debe desechar”. Nos dice en referencia a las bombas antigranizo.
Para Eduardo Vilte cada año que viene trae consigo un desafío, mejorar e innovar su trabajo para que cada espectáculo sea diferente y mejor que el anterior.
Pirotecnia y el cuidado del medioambiente
Los fuegos artificiales son usados en nuestros días para dar realce y colorido a las fiestas, principalmente religiosas.
Sin embargo, la tendencia es a evitar el uso de los juegos pirotécnicos debido a la afectación de la capa de ozono, que genera cambios drásticos en el clima del planeta, por la contaminación que generan.
En nuestro país se ha prohibido la venta y uso de fuegos artificiales en fiestas como San Juan, Navidad y Año Nuevo, y si bien aún no se ha frenado completamente su uso, lo cierto es que ha disminuido.
Pese a ello, todavía es muy común el uso de fuegos artificiales para dar realce y colorido a las fiestas, principalmente religiosas.
El origen de la tradición y uso de juegos pirotécnicos se atribuye a los chinos, a quienes se les atribuye también la invención de la pólvora -probablemente en la época en la que empezaba la era común-, aunque se sabe que los antiguos griegos y los romanos utilizaron fuegos artificiales en las batallas, los que lanzaban contra sus enemigos.
Hubo también un elemento de fuegos artificiales en las ceremonias religiosas en India antigua. Su primer uso registrado en Inglaterra se remonta a la boda de Enrique VII en 1486, según datos históricos.
En el siguiente siglo, la reina Isabel I tenía un sirviente dedicado exclusivamente a montar espectáculos con pólvora. Lo cierto es que, desde que aparatos explosivos que utilizaban pólvora se incorporaron a la guerra europea a finales del siglo XV, se han utilizado no sólo para entretener y sorprender a un público, sino también -con un efecto devastadoramente destructivo- en el campo de batalla.
Un antiguo manual italiano del siglo XVI titulado sencillamente Pirotécnia, incluye un aparatado titulado: “Cómo los tubos de fuego (o sea, cohetes) deben producirse para defender o asaltar criaderos de gallinas o puertas, para quemar los suministros del enemigo y para festivales”.
Llamamos pirotecnia a todos esos dispositivos preparados para generar en su interior raciones pirotécnicas como chispas, humo, destellos… debido a una combustión que no tiene por qué terminar en una explosión. Los espectáculos pirotécnicos pues están cada vez más en continuo proceso de evolución, y mucho más aún en los últimos años debido a la gran evolución en la informática y la electrónica.
Hasta hace pocos años la mayoría de los espectáculos se disparaban a mano, es decir, el pirotécnico daba fuego directamente a la mecha.
Es una habilidad práctica y artística
El arte de crear
Vilte tiene 43 años, es un hombre sencillo que a lo largo de su vida ha ido perfeccionando el arte de crear variedad de figuras y fuegos artificiales para las diferentes fiestas que se realizan sobre todo en el campo.
Ingenio y talento
Cada año Eduardo Vilte pone a prueba su ingenio y muestra una diversidad de figuras que van incluyen el torito, las palmeras, las estrellas y un sinfín de juegos artificiales que son uno de los momentos más esperados por la gente en la víspera de la fiesta del Santo Patrono.
Bombas antigranizo
En tiempos en que el cambio climático acentúa las manifestaciones extremas del clima, el trabajo de Vilte es muy apreciado en el campo. “Las bombas antigranizo pueden hacer disminuir el tamaño del granizo, hacerlo como raspadillo, o permite que se retrase la caída del granizo.
Vilte tiene 43 años, es un hombre sencillo que a lo largo de su vida ha ido perfeccionando el arte de crear variedad de figuras y fuegos artificiales para las diferentes fiestas que se realizan sobre todo en el campo. Entre ellas está la que cada año congrega a miles de tarijeños, la fiesta de San Roque.
Durante la víspera de la fiesta tiene lugar un espectáculo lleno de colorido y magnificencia, en la que cada año Eduardo Vilte pone a prueba su ingenio y muestra una diversidad de figuras que van incluyen el torito, las palmeras, las estrellas y un sinfín de juegos artificiales que son uno de los momentos más esperados por la gente en la víspera de la fiesta del Santo Patrono.
“Este conocimiento fue una herencia de mi abuelo, Pedro Espíndola. Él siendo sólo agricultor aprendió el oficio leyendo un libro de fuegos artificiales y fue uno de los pioneros en Tarija. Luego uno de sus ayudantes también aprendió el oficio, Carlos Valdéz, que hasta la actualidad continua en el oficio. Mi abuelo aprendió a manejar la pólvora, a hacer los fuegos artificiales, y luego le enseñó a su hijo, mi tío Agustín Espíndola. Ganó un concurso a nivel nacional, era un buen ‘fueguero’”, cuenta con orgullo Vilte.
El artesano tiene en un rincón del patio doce bombas antigranizo que va entregar a una de las comunidades cercanas a la capital chapaca. Esta otra faceta de su trabajo no es tan colorida, pero si muy importante, se dedica a la creación de bombas y cohetes antigranizo.
“Desde los ocho años comencé a trabajar en esto, a mí me enseñó mi abuelo, y considero que aún no he aprendido todo, cada vez descubro algo nuevo y voy mejorando mi trabajo, en el caso de las bombas antigranizo ahora uso el nitrato de plata, antes usaba yoduro de plata, pero era más caro, con el nitrato de plata he logrado elaborar bombas antigranizo que son más efectivas”. Vilte destaca que con el desarrollo de la tecnología y la aparición del internet ahora de manera más sencilla encuentra información para mejorar y perfeccionar su arte.
Cuando comienza la época de lluvias Vilte es visitado frecuentemente por campesinos de todos los rincones del departamento que encargan la fabricación de estas bombas y cohetes para proteger sus cosechas.
“Las bombas antigranizo se deben lanzar antes que comience a caer el granizo, una vez que ya comenzó, no se puede hacer nada”, comenta el artesano, mientras nos muestra una docena de bombas recién terminadas que debe entregar por la tarde en Ancón Grande.
“El campesino tarijeño sabe cuándo va a granizar”, nos dice mientras comenta las dificultades de realizar esta actividad en nuestro país, en donde es muy difícil conseguir varios de los elementos necesarios para su fabricación, debido principalmente a que estas sustancias son usadas también para la elaboración de cocaína. “Los precios son relativamente altos porque no se consigue los elementos en Bolivia, tengo que viajar a los países vecinos para comprar lo que necesito y eso encarece el producto”.
En tiempos en que los cambios climáticos acentúan las manifestaciones extremas del clima, el trabajo de Vilte es muy apreciado en el campo. “Las bombas antigranizo pueden hacer disminuir el tamaño del granizo, hacerlo como raspadillo, o permite que se retrase la caída del granizo, y se vaya del lugar y las nubes se descarguen en los cerros”.
“La gente viene muy agradecida, me traen muchas cajas de uva. Porque años antes perdían el 60% de sus cosechas, ahora sólo llegan a perder el 5% el 2%. Pero el gobierno nos tiene de manos atadas porque es muy difícil conseguir los químicos. Todo lo meto de contrabando, lo único que compro de aquí es el nitrato de plata”.
Las herramientas con las que trabaja Vilte son de tipo casero, “hechizas” cómo dice él en sus términos y reflejan el ingenio y la habilidad característicos del artesano. “El trabajo con la pólvora, el azufre y las otras sustancias que manejo es muy delicado, hay que conocer muy bien el oficio para no cometer errores. Si se mezcla mal una sustancia ya no tiene remedio se debe desechar”. Nos dice en referencia a las bombas antigranizo.
Para Eduardo Vilte cada año que viene trae consigo un desafío, mejorar e innovar su trabajo para que cada espectáculo sea diferente y mejor que el anterior.
Pirotecnia y el cuidado del medioambiente
Los fuegos artificiales son usados en nuestros días para dar realce y colorido a las fiestas, principalmente religiosas.
Sin embargo, la tendencia es a evitar el uso de los juegos pirotécnicos debido a la afectación de la capa de ozono, que genera cambios drásticos en el clima del planeta, por la contaminación que generan.
En nuestro país se ha prohibido la venta y uso de fuegos artificiales en fiestas como San Juan, Navidad y Año Nuevo, y si bien aún no se ha frenado completamente su uso, lo cierto es que ha disminuido.
Pese a ello, todavía es muy común el uso de fuegos artificiales para dar realce y colorido a las fiestas, principalmente religiosas.
El origen de la tradición y uso de juegos pirotécnicos se atribuye a los chinos, a quienes se les atribuye también la invención de la pólvora -probablemente en la época en la que empezaba la era común-, aunque se sabe que los antiguos griegos y los romanos utilizaron fuegos artificiales en las batallas, los que lanzaban contra sus enemigos.
Hubo también un elemento de fuegos artificiales en las ceremonias religiosas en India antigua. Su primer uso registrado en Inglaterra se remonta a la boda de Enrique VII en 1486, según datos históricos.
En el siguiente siglo, la reina Isabel I tenía un sirviente dedicado exclusivamente a montar espectáculos con pólvora. Lo cierto es que, desde que aparatos explosivos que utilizaban pólvora se incorporaron a la guerra europea a finales del siglo XV, se han utilizado no sólo para entretener y sorprender a un público, sino también -con un efecto devastadoramente destructivo- en el campo de batalla.
Un antiguo manual italiano del siglo XVI titulado sencillamente Pirotécnia, incluye un aparatado titulado: “Cómo los tubos de fuego (o sea, cohetes) deben producirse para defender o asaltar criaderos de gallinas o puertas, para quemar los suministros del enemigo y para festivales”.
Llamamos pirotecnia a todos esos dispositivos preparados para generar en su interior raciones pirotécnicas como chispas, humo, destellos… debido a una combustión que no tiene por qué terminar en una explosión. Los espectáculos pirotécnicos pues están cada vez más en continuo proceso de evolución, y mucho más aún en los últimos años debido a la gran evolución en la informática y la electrónica.
Hasta hace pocos años la mayoría de los espectáculos se disparaban a mano, es decir, el pirotécnico daba fuego directamente a la mecha.
Es una habilidad práctica y artística
El arte de crear
Vilte tiene 43 años, es un hombre sencillo que a lo largo de su vida ha ido perfeccionando el arte de crear variedad de figuras y fuegos artificiales para las diferentes fiestas que se realizan sobre todo en el campo.
Ingenio y talento
Cada año Eduardo Vilte pone a prueba su ingenio y muestra una diversidad de figuras que van incluyen el torito, las palmeras, las estrellas y un sinfín de juegos artificiales que son uno de los momentos más esperados por la gente en la víspera de la fiesta del Santo Patrono.
Bombas antigranizo
En tiempos en que el cambio climático acentúa las manifestaciones extremas del clima, el trabajo de Vilte es muy apreciado en el campo. “Las bombas antigranizo pueden hacer disminuir el tamaño del granizo, hacerlo como raspadillo, o permite que se retrase la caída del granizo.