“Aguas negras” de Boyuy son llevadas a planta de Caraparí
Claver Sánchez e Iván Pizarro, dirigentes cívicos de Caraparí, junto a Rubén Ortega, presidente de la Organización Territorial de Base (OTB) de la Zona Norte, denunciaron que cisternas provenientes del pozo Boyuy vierten a diario aguas negras en la planta de tratamiento de aguas servidas,...
Claver Sánchez e Iván Pizarro, dirigentes cívicos de Caraparí, junto a Rubén Ortega, presidente de la Organización Territorial de Base (OTB) de la Zona Norte, denunciaron que cisternas provenientes del pozo Boyuy vierten a diario aguas negras en la planta de tratamiento de aguas servidas, que luego terminan en el río Caraparí cuando se registran desbordes en la época de lluvias.
Los cívicos señalaron que, tras recibir denuncias de vecinos de la zona, fueron hasta el lugar y constataron que cuatro cisternas vierten a diario las aguas negras provenientes del pozo Boyuy.
Sánchez expresó a la red El Chaco Informa su preocupación por esta situación, la cual es recurrente ya que desde hace más de 10 años se viene peregrinando debido a los malos olores y a la situación de la planta de tratamiento de las aguas servidas, que genera molestias en los pobladores de Santa Rosa.
Por otra parte, puntualizó que en reiteradas ocasiones se solicitó a las autoridades información de los diferentes proyectos petroleros y exploratorios que se ejecutan en el municipio, sin embargo, la documentación nunca les fue entregada.
“Hemos pedido información de diferentes proyectos con carta notariada y hasta ahora no nos dan la documentación, estas cosas las están escondiendo así, queremos que el pueblo conozca la verdad, que nos vienen a tirar desechos a nuestra planta cuando no alcanza ni siquiera para nuestra población”, expresó Sánchez.
Mientras que Pizarro señaló que pedirán información respecto a este tema y del proyecto de Boyuy. Asimismo, sobre la gestión y aspectos técnicos de la planta de tratamiento de aguas servidas, la cual aparentemente estaría colapsada. En ese mismo contexto, verificarán si existe convenios con las empresas petroleras para que dejen sus aguas negras en la planta de Caraparí o si continúan llevándolas a Yacuiba.
El dirigente cívico complementó que, en la época de lluvias, se registran rebalses de las aguas de la planta de tratamiento que terminan en el río Caraparí, por este motivo es que se genera una alerta ante la contaminación y el daño al medio ambiente que se estaría generando.
Finalmente, Rubén Ortega enfatizó que los vecinos se vieron sorprendidos ante la presencia de los camiones cisterna y, más aún, luego de que comprobaron el contenido de los mismos, que es vertido en la planta de tratamiento.
“Nos vemos sorprendidos hace dos semanas, pensé que era uno o dos cisternas, pero desde el lunes llegaban dos cisternas por la mañana y otros dos por la tarde a descargar aguas negras, la planta de oxidación está colapsada, es algo que hay que ver porque estas aguas se llevaban antes a Yacuiba”, complementó.
Contaminación por derrame de petróleo
No es primera vez que las comunidades de Caraparí se ven afectadas por contaminación producida por actividades petroleras. En octubre de 2018 se registró un derrame en la zona de San Alberto, un hecho que afectó las corrientes de aguas de El Manantial. Petrobras intervino en la zona, sin embargo, los habitantes del lugar aseguran que los trabajos no fueron suficientes.
En mayo de 2019, las familias de la comunidad de San Alberto denunciaron a El País el abandono por parte de las autoridades y de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) tras el derrame de hidrocarburos el 23 de octubre. El representante de la Organización Territorial de Base (OTB) de San Alberto, Rodolfo Fernández, dijo que la empresa realizó un movimiento de tierras, pero hasta la fecha ni el Gobierno ni la Gobernación rindieron un informe.
“Todavía hay grasa en la quebrada, hay aceite en la tierra. Hasta ahora nosotros no hemos podido ir hasta Tarija a preguntar a la Gobernación si recibieron una respuesta por parte del Gobierno y hemos llamado, pero no nos contestan. La empresa petrolera hizo algunos movimientos, pero ahí no más se quedó”, expresó.
Los animales presentaron síntomas de enfermedad y los comunarios temen que las consecuencias en su salud sean a largo plazo con enfermedades crónicas como ciertos tipos de cáncer. Están asustados.
El asambleísta, Wilfredo Sulca, sostuvo que se tuvo una serie de encuentros entre Petrobras, la comunidad de campesinos, la Subgobernación y la Alcaldía de Caraparí para coordinar las acciones para frenar el impacto ambiental. La versión de los comunarios está dividida. Algunos dicen que la empresa realizó un control y otros – aquellos que no tienen un contacto directo con los dirigentes- dicen lo contrario.
Los cívicos señalaron que, tras recibir denuncias de vecinos de la zona, fueron hasta el lugar y constataron que cuatro cisternas vierten a diario las aguas negras provenientes del pozo Boyuy.
Sánchez expresó a la red El Chaco Informa su preocupación por esta situación, la cual es recurrente ya que desde hace más de 10 años se viene peregrinando debido a los malos olores y a la situación de la planta de tratamiento de las aguas servidas, que genera molestias en los pobladores de Santa Rosa.
Por otra parte, puntualizó que en reiteradas ocasiones se solicitó a las autoridades información de los diferentes proyectos petroleros y exploratorios que se ejecutan en el municipio, sin embargo, la documentación nunca les fue entregada.
“Hemos pedido información de diferentes proyectos con carta notariada y hasta ahora no nos dan la documentación, estas cosas las están escondiendo así, queremos que el pueblo conozca la verdad, que nos vienen a tirar desechos a nuestra planta cuando no alcanza ni siquiera para nuestra población”, expresó Sánchez.
Mientras que Pizarro señaló que pedirán información respecto a este tema y del proyecto de Boyuy. Asimismo, sobre la gestión y aspectos técnicos de la planta de tratamiento de aguas servidas, la cual aparentemente estaría colapsada. En ese mismo contexto, verificarán si existe convenios con las empresas petroleras para que dejen sus aguas negras en la planta de Caraparí o si continúan llevándolas a Yacuiba.
El dirigente cívico complementó que, en la época de lluvias, se registran rebalses de las aguas de la planta de tratamiento que terminan en el río Caraparí, por este motivo es que se genera una alerta ante la contaminación y el daño al medio ambiente que se estaría generando.
Finalmente, Rubén Ortega enfatizó que los vecinos se vieron sorprendidos ante la presencia de los camiones cisterna y, más aún, luego de que comprobaron el contenido de los mismos, que es vertido en la planta de tratamiento.
“Nos vemos sorprendidos hace dos semanas, pensé que era uno o dos cisternas, pero desde el lunes llegaban dos cisternas por la mañana y otros dos por la tarde a descargar aguas negras, la planta de oxidación está colapsada, es algo que hay que ver porque estas aguas se llevaban antes a Yacuiba”, complementó.
Contaminación por derrame de petróleo
No es primera vez que las comunidades de Caraparí se ven afectadas por contaminación producida por actividades petroleras. En octubre de 2018 se registró un derrame en la zona de San Alberto, un hecho que afectó las corrientes de aguas de El Manantial. Petrobras intervino en la zona, sin embargo, los habitantes del lugar aseguran que los trabajos no fueron suficientes.
En mayo de 2019, las familias de la comunidad de San Alberto denunciaron a El País el abandono por parte de las autoridades y de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) tras el derrame de hidrocarburos el 23 de octubre. El representante de la Organización Territorial de Base (OTB) de San Alberto, Rodolfo Fernández, dijo que la empresa realizó un movimiento de tierras, pero hasta la fecha ni el Gobierno ni la Gobernación rindieron un informe.
“Todavía hay grasa en la quebrada, hay aceite en la tierra. Hasta ahora nosotros no hemos podido ir hasta Tarija a preguntar a la Gobernación si recibieron una respuesta por parte del Gobierno y hemos llamado, pero no nos contestan. La empresa petrolera hizo algunos movimientos, pero ahí no más se quedó”, expresó.
Los animales presentaron síntomas de enfermedad y los comunarios temen que las consecuencias en su salud sean a largo plazo con enfermedades crónicas como ciertos tipos de cáncer. Están asustados.
El asambleísta, Wilfredo Sulca, sostuvo que se tuvo una serie de encuentros entre Petrobras, la comunidad de campesinos, la Subgobernación y la Alcaldía de Caraparí para coordinar las acciones para frenar el impacto ambiental. La versión de los comunarios está dividida. Algunos dicen que la empresa realizó un control y otros – aquellos que no tienen un contacto directo con los dirigentes- dicen lo contrario.