100 años de La Salle y la tarea de traerla a Tarija
La Salle cumple hoy 100 años al servicio de la enseñanza, más aún tuvieron que pasar muchas cosas para que dicha institución educativa llegue a funcionar en Tarija. Según lo que cuenta la historia religiosa los hermanos de La Salle llegaron hace 100 años a Bolivia y desde...



La Salle cumple hoy 100 años al servicio de la enseñanza, más aún tuvieron que pasar muchas cosas para que dicha institución educativa llegue a funcionar en Tarija.
Según lo que cuenta la historia religiosa los hermanos de La Salle llegaron hace 100 años a Bolivia y desde entonces han formado a niños, niñas y jóvenes no solo en el nivel primario y secundario, sino desde hace 15 años a profesionales a través de la universidad.
Su objetivo siempre fue trabajar en una formación humana, espiritual y profesional permanente, además de buscar la excelencia (excelsior) en los educandos, como una constante en su vida.
Según sus directivos la educación en sus diversos aspectos constituye su principal misión, aunque también se desempeñan en actividades de orientación familiar, promoción humana en comunidades rurales a través de la radio San Gabriel y de Educación Superior con la creación de la Universidad La Salle, ubicada en la ciudad de La Paz.
El Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas o Hermanos de La Salle está presente en siete departamentos, trabajan con 700 profesores, 35 hermanos y 18.250 estudiantes que siguen el legado de su fundador Juan Bautista de La Salle, quien dedicó su vida a formar maestros
El hermano José Antonio Diez de Medina, Director del Colegio La Salle y Rector de la universidad en la ciudad de La Paz, señaló que San Juan Bautista fue una figura con una personalidad que ha suscitado el respeto y la admiración de todos. “Nadie puede poner hoy en duda los méritos excepcionales de su obra que dejó hace 300 años”, destacó.
Según Diez Medina en La Salle tiene una importancia fundamental el aspecto formativo, que parte de su visión universal y comunitaria de la educación y supone que toda persona tiene el derecho de aprender nuevas formas de educarse, comprenderse y desenvolverse de manera auténtica y digna sin que se le margine bajo ningún aspecto.
San Juan Bautista de La Salle
Pero ¿quién era San Juan Bautista de La Salle? Era el primogénito de su familia, nació en Reims-Francia, recibió la tonsura a la edad de 11 años y fue nombrado canónigo de la Catedral de Reims. Cuando murieron sus padres tuvo que encargarse de la administración de los bienes de la familia.
Pero, terminados sus estudios de teología, fue ordenado sacerdote el 9 de abril de 1678. Llevado por la situación de extrema pobreza en que se encontraban los campesinos en las aldeas y los trabajadores en las ciudades de la Francia del siglo XVII, renunció a su canonjía y a sus bienes y fundó en 1680 en Reims el Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, que hoy conocemos como Hermanos de La Salle.
A lo largo de más de tres siglos, expresó el Hermano Javier Carrillo, se ha extendido la institución en medio de duras pruebas —y grandes dificultades— en el mundo entero.
En un período en que, de hecho, no existía la enseñanza popular, La Salle es considerado el verdadero fundador de la escuela popular moderna, tanto de la elemental como la de formación de profesores, de la enseñanza secundaria profesional, de la creación de cursos nocturnos y dominicales para obreros y aprendices, del internado para quienes estaban condenados por los tribunales.
Creó también talleres de escultura, dibujo, carpintería, prácticas de agricultura, contabilidad, orientación profesional, cursos de capacitación y de rehabilitación psicosocial.
Carrillo añadió que San Juan Bautista abrió las primeras escuelas para los niños y jóvenes que vivían en la calle. Introdujo innovaciones importantes en educación: la lección debía ser impartida en grupo, en clase y no individualmente como se venía haciendo. También, se debía enseñar a leer y escribir en la lengua vernácula, el francés, y no en latín. Estos cambios revolucionaron la pedagogía en Francia.
La Salle fue pionero en la formación de maestros rurales (escuelas normales), escuelas especiales, escuelas técnicas y de oficios. Mostró cómo se debe enseñar y tratar a los jóvenes, cómo ayudarlos y fortalecerlos en la libertad y el espíritu crítico.
Los maestros, decía, “no deben ser sólo teóricos sino sembradores de inquietudes con toda el alma. Ser caritativos, justos, dotados de un gran equilibrio temperamental, celosos en la formación de sus alumnos, desarrollando sus aptitudes y descubrir el rasgo particular de su vocación”.
La educación, para La Salle, tenía la característica básica de ser práctica y para todos. Un proceso social que no distinguía credo, procedencia o nivel social.
El colegio La Salle de Tarija
Ya en 1949 Tarija llamó a las puertas de La Salle. Fue el Obispo Mons. Juan Nicolai quien se mostró especialmente interesado y ofreció varias soluciones respecto a instalaciones donde podía funcionar el colegio. Más aún éstas no fueron viables ni aceptadas.
Más tarde, de conformidad con la comunidad Franciscana, que era la suya, ofreció el instituto, el colegio “Antoniano”. Se trataba del colegio más numeroso del departamento. Transcurrían los años 60 y dicha unidad educativa había llegado a 750 estudiantes.
El Distrito por medio de sus Consejos y sus Capítulos, según el momento aceptó la propuesta en 1967, para luego negarse rotundamente en 1969. Sin embargo, Mons. Nicolai insistió.
De esta manera el hermano José Carrillo, visitador, para quitarse de encima tamaña insistencia, a título muy personal, tomó la decisión de enviar únicamente al hermano Felipe Palazón, sin compromiso para el futuro.
Palazón llegó en 1971, asumió de inmediato la Dirección (no la administración) de todo el colegio. Su labor se podría resumir en una frase: “Tarija Ciudad Educativa: los padres van a colaborar”. Más aún, la acción principal estaba a cargo de los propios estudiantes animados en todo momento y hasta en los menores detalles diarios por el hermano Felipe.
Finalmente se había traído a La Salle, pero no había comunidad, ni había compromiso para continuar. Por motivos de salud Mons. Nicolai se retiró a Cochabamba y el hermano Felipe lo acompañó hasta su muerte en 1975. Sin embargo, también la salud de Palazón se había deteriorado.
Así surgió un intento de retirar La Salle de Tarija, pero esto una vez más provocó conmoción en la ciudad, no solo para que no se vaya, sino que se insistió para que vengan otros hermanos.
A partir de 1977 la presencia del hermano Felipe se hace esporádica, y es entonces cuando el hermano Manuel Fariñas, venido de Barcelona hace lo que puede para normalizar la situación.
Tras una reunión en Cochabamba, se decidió enviar a Tarija como director al hermano Julio y después a dos más en 1978. Finalmente los padres Franciscanos cedieron el colegio Antoniano por diez años. Más tarde efectuaron una donación definitiva.
Para el año 1983 dos hermanos atendían a 907 alumnos. A causa de esta situación, nuevamente surgió el cuestionamiento sobre si valía la pena continuar en Tarija. Un Consejo de La Salle en 1982 se planteó la situación.
Un amplio estudio firmado por el hermano Jenaro se inclinó por no seguir. Más aún en 1984 diez votos contra cinco lograron la continuidad de la institución educativa en Tarija.
Así se aceptó la coeducación en básico y como un hecho consumado en todo el colegio. Finalmente el colegio se dividió: por la mañana medio y básico pagante; por la tarde tarde intermedio pagante y básico fiscal.
En 1987 La Salle organizó la feria Iberoamericana, una biblioteca familiar y la casa del estudiante, etc.
Ahora funciona en un terreno de seis hectáreas debido a que los dos mil alumnos estaban muy estrechos en el viejo Antoniano.
Apuntes sobre San Juan Bautista de La Salle
Sus inicios
Nacido en una familia acomodada de juristas, era el hijo primogénito de Luis de La Salle y de Nicolasa Moët. Su padre le había preparado una carrera jurídica, pero Juan Bautista tenía vocación religiosa. Durante su infancia, Juan Bautista de La Salle se complacía en la oración y la lectura de libros
La pausa
El 17 de marzo de 1668 recibe las órdenes menores en Reims y el 9 de enero de 1667 se convirtió en canónigo en Reims sustituyendo al primo hermano de su abuelo Pedro Dozet. Toda esta vocación fue puesta en espera debido a la muerte de su madre el 19 de julio de 1671, y su padre el 9 de abril de 1672.
En su labor
Tomó de nuevo por las tardes sus cursos de teología, y el 11 de julio de 1672 se dirigió a Cambray para recibir el subdiaconado. Estudió teología en París a partir de 1670 y durante 4 años concilió sus actividades de canónigo con sus obligaciones familiares. Esto lo recordaría más tarde cuando quisiera inculcar el espíritu a los maestros de las escuelas, llamados por él “Hermanos”.
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Según lo que cuenta la historia religiosa los hermanos de La Salle llegaron hace 100 años a Bolivia y desde entonces han formado a niños, niñas y jóvenes no solo en el nivel primario y secundario, sino desde hace 15 años a profesionales a través de la universidad.
Su objetivo siempre fue trabajar en una formación humana, espiritual y profesional permanente, además de buscar la excelencia (excelsior) en los educandos, como una constante en su vida.
Según sus directivos la educación en sus diversos aspectos constituye su principal misión, aunque también se desempeñan en actividades de orientación familiar, promoción humana en comunidades rurales a través de la radio San Gabriel y de Educación Superior con la creación de la Universidad La Salle, ubicada en la ciudad de La Paz.
El Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas o Hermanos de La Salle está presente en siete departamentos, trabajan con 700 profesores, 35 hermanos y 18.250 estudiantes que siguen el legado de su fundador Juan Bautista de La Salle, quien dedicó su vida a formar maestros
El hermano José Antonio Diez de Medina, Director del Colegio La Salle y Rector de la universidad en la ciudad de La Paz, señaló que San Juan Bautista fue una figura con una personalidad que ha suscitado el respeto y la admiración de todos. “Nadie puede poner hoy en duda los méritos excepcionales de su obra que dejó hace 300 años”, destacó.
Según Diez Medina en La Salle tiene una importancia fundamental el aspecto formativo, que parte de su visión universal y comunitaria de la educación y supone que toda persona tiene el derecho de aprender nuevas formas de educarse, comprenderse y desenvolverse de manera auténtica y digna sin que se le margine bajo ningún aspecto.
San Juan Bautista de La Salle
Pero ¿quién era San Juan Bautista de La Salle? Era el primogénito de su familia, nació en Reims-Francia, recibió la tonsura a la edad de 11 años y fue nombrado canónigo de la Catedral de Reims. Cuando murieron sus padres tuvo que encargarse de la administración de los bienes de la familia.
Pero, terminados sus estudios de teología, fue ordenado sacerdote el 9 de abril de 1678. Llevado por la situación de extrema pobreza en que se encontraban los campesinos en las aldeas y los trabajadores en las ciudades de la Francia del siglo XVII, renunció a su canonjía y a sus bienes y fundó en 1680 en Reims el Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, que hoy conocemos como Hermanos de La Salle.
A lo largo de más de tres siglos, expresó el Hermano Javier Carrillo, se ha extendido la institución en medio de duras pruebas —y grandes dificultades— en el mundo entero.
En un período en que, de hecho, no existía la enseñanza popular, La Salle es considerado el verdadero fundador de la escuela popular moderna, tanto de la elemental como la de formación de profesores, de la enseñanza secundaria profesional, de la creación de cursos nocturnos y dominicales para obreros y aprendices, del internado para quienes estaban condenados por los tribunales.
Creó también talleres de escultura, dibujo, carpintería, prácticas de agricultura, contabilidad, orientación profesional, cursos de capacitación y de rehabilitación psicosocial.
Carrillo añadió que San Juan Bautista abrió las primeras escuelas para los niños y jóvenes que vivían en la calle. Introdujo innovaciones importantes en educación: la lección debía ser impartida en grupo, en clase y no individualmente como se venía haciendo. También, se debía enseñar a leer y escribir en la lengua vernácula, el francés, y no en latín. Estos cambios revolucionaron la pedagogía en Francia.
La Salle fue pionero en la formación de maestros rurales (escuelas normales), escuelas especiales, escuelas técnicas y de oficios. Mostró cómo se debe enseñar y tratar a los jóvenes, cómo ayudarlos y fortalecerlos en la libertad y el espíritu crítico.
Los maestros, decía, “no deben ser sólo teóricos sino sembradores de inquietudes con toda el alma. Ser caritativos, justos, dotados de un gran equilibrio temperamental, celosos en la formación de sus alumnos, desarrollando sus aptitudes y descubrir el rasgo particular de su vocación”.
La educación, para La Salle, tenía la característica básica de ser práctica y para todos. Un proceso social que no distinguía credo, procedencia o nivel social.
El colegio La Salle de Tarija
Ya en 1949 Tarija llamó a las puertas de La Salle. Fue el Obispo Mons. Juan Nicolai quien se mostró especialmente interesado y ofreció varias soluciones respecto a instalaciones donde podía funcionar el colegio. Más aún éstas no fueron viables ni aceptadas.
Más tarde, de conformidad con la comunidad Franciscana, que era la suya, ofreció el instituto, el colegio “Antoniano”. Se trataba del colegio más numeroso del departamento. Transcurrían los años 60 y dicha unidad educativa había llegado a 750 estudiantes.
El Distrito por medio de sus Consejos y sus Capítulos, según el momento aceptó la propuesta en 1967, para luego negarse rotundamente en 1969. Sin embargo, Mons. Nicolai insistió.
De esta manera el hermano José Carrillo, visitador, para quitarse de encima tamaña insistencia, a título muy personal, tomó la decisión de enviar únicamente al hermano Felipe Palazón, sin compromiso para el futuro.
Palazón llegó en 1971, asumió de inmediato la Dirección (no la administración) de todo el colegio. Su labor se podría resumir en una frase: “Tarija Ciudad Educativa: los padres van a colaborar”. Más aún, la acción principal estaba a cargo de los propios estudiantes animados en todo momento y hasta en los menores detalles diarios por el hermano Felipe.
Finalmente se había traído a La Salle, pero no había comunidad, ni había compromiso para continuar. Por motivos de salud Mons. Nicolai se retiró a Cochabamba y el hermano Felipe lo acompañó hasta su muerte en 1975. Sin embargo, también la salud de Palazón se había deteriorado.
Así surgió un intento de retirar La Salle de Tarija, pero esto una vez más provocó conmoción en la ciudad, no solo para que no se vaya, sino que se insistió para que vengan otros hermanos.
A partir de 1977 la presencia del hermano Felipe se hace esporádica, y es entonces cuando el hermano Manuel Fariñas, venido de Barcelona hace lo que puede para normalizar la situación.
Tras una reunión en Cochabamba, se decidió enviar a Tarija como director al hermano Julio y después a dos más en 1978. Finalmente los padres Franciscanos cedieron el colegio Antoniano por diez años. Más tarde efectuaron una donación definitiva.
Para el año 1983 dos hermanos atendían a 907 alumnos. A causa de esta situación, nuevamente surgió el cuestionamiento sobre si valía la pena continuar en Tarija. Un Consejo de La Salle en 1982 se planteó la situación.
Un amplio estudio firmado por el hermano Jenaro se inclinó por no seguir. Más aún en 1984 diez votos contra cinco lograron la continuidad de la institución educativa en Tarija.
Así se aceptó la coeducación en básico y como un hecho consumado en todo el colegio. Finalmente el colegio se dividió: por la mañana medio y básico pagante; por la tarde tarde intermedio pagante y básico fiscal.
En 1987 La Salle organizó la feria Iberoamericana, una biblioteca familiar y la casa del estudiante, etc.
Ahora funciona en un terreno de seis hectáreas debido a que los dos mil alumnos estaban muy estrechos en el viejo Antoniano.
Apuntes sobre San Juan Bautista de La Salle
Sus inicios
Nacido en una familia acomodada de juristas, era el hijo primogénito de Luis de La Salle y de Nicolasa Moët. Su padre le había preparado una carrera jurídica, pero Juan Bautista tenía vocación religiosa. Durante su infancia, Juan Bautista de La Salle se complacía en la oración y la lectura de libros
La pausa
El 17 de marzo de 1668 recibe las órdenes menores en Reims y el 9 de enero de 1667 se convirtió en canónigo en Reims sustituyendo al primo hermano de su abuelo Pedro Dozet. Toda esta vocación fue puesta en espera debido a la muerte de su madre el 19 de julio de 1671, y su padre el 9 de abril de 1672.
En su labor
Tomó de nuevo por las tardes sus cursos de teología, y el 11 de julio de 1672 se dirigió a Cambray para recibir el subdiaconado. Estudió teología en París a partir de 1670 y durante 4 años concilió sus actividades de canónigo con sus obligaciones familiares. Esto lo recordaría más tarde cuando quisiera inculcar el espíritu a los maestros de las escuelas, llamados por él “Hermanos”.
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