El sharenting en Tarija y seis medidas preventivas
En Tarija y en todo el mundo hace ya casi diez años se ha hecho una costumbre que los padres compartan fotografías de sus hijos, videos y que incluso les abran una cuenta en Facebook cuando apenas tienen un año o menos. Con esto se ha ido enterrando la costumbre de tener álbumes de fotos...



En Tarija y en todo el mundo hace ya casi diez años se ha hecho una costumbre que los padres compartan fotografías de sus hijos, videos y que incluso les abran una cuenta en Facebook cuando apenas tienen un año o menos.
Con esto se ha ido enterrando la costumbre de tener álbumes de fotos familiares en papel. ¿Somos conscientes de que este cambio conlleva exhibir la intimidad de nuestros hijos a desconocidos y puede generarles riesgos? ¿Usted ha escuchado hablar del sharenting?
El sharenting es un anglicismo que proviene de share (compartir) y parenting (paternidad) y consiste en publicar fotos, vídeos o cualquier otro tipo de información sobre nuestros hijos en Internet, sobre todo en redes sociales.
Para la psicóloga Margot Suárez esto se ha convertido en una práctica tan habitual que el diccionario británico Collins lo incluyó en sus páginas en 2016. Según asegura la generación actual de niños es la más pública de todos los tiempos.
De acuerdo a un artículo publicado en BBC Mundo podría decirse que existen tres categorías de padres en las redes sociales:
- Los orgullosos
-Los protectores
- Los irritados
Los primeros son aquellos a quienes les encantaría que sus contactos de Facebook lo supieran todo sobre sus hijos. Y se encargan de hacerlo publicando cada foto y anécdota a través de la red social.
Los segundos son los protectores, padres no menos orgullosos pero que tienen mucha precaución a la hora de publicar las fotos de sus hijos. Y finalmente los terceros son personas irritadas y hartas del "sharenting", pues tienen invadidos sus muros de fotografías de sobrinos, ahijados y demás.
Los padres orgullosos en Tarija
En Tarija la mayoría de los padres están dentro de la clasificación de orgullosos, pues basta con dar un sencillo recorrido sobre los muros de nuestros amigos para darnos cuenta. Fotografías de cumpleaños, de bautizos, de nacimientos, de un día común es lo que abunda en las redes.
El País efectuó un sondeo a 40 padres de entre 25 a 40 años, 30 de ellos aseguraron compartir las fotografías de sus hijos en la redes de manera regular. ¿Por qué lo hacen? La respuesta fue por el orgullo que sienten por ellos.
¿Han pensado que esto puede ser peligroso? Fue la segunda pregunta que se les hizo, más aún, aunque la mayoría (30) aseguró tomar previsiones como compartir las fotografías sólo con amigos, no creen que sea un verdadero peligro. “Al menos no en Tarija”, aseguraron.
Los otros diez padres que no entran dentro de esta clasificación aseguraron que prefieren no compartir las fotografías de sus hijos por seguridad. En nuestro breve sondeo no hubo algún padre que se reconociese dentro del grupo de los irritados.
Más aún, hubo una última pregunta: ¿Ustedes creen que cuando sus hijos crezcan les reprochen el haber compartido sus fotografías desde tan temprana edad?
Los 30 padres que no ven problema alguno en publicar fotografías de sus hijos aseguraron que no será problema mientras no se publiquen fotos que podrían avergonzarlos.
La imagen personal
Sin embargo, las normas y los expertos aseguran que se debe tener en cuenta que la imagen de cualquier persona, sea adulto o menor, se considera un dato de carácter personal, puesto que permite identificarle.
Aunque la actual legislación ampara a los menores protegiendo sus datos, corresponde a los padres o tutores legales el derecho a velar por el honor, la intimidad personal y familiar y la propia imagen de su hijo.
Cuando los progenitores están separados, corresponde el consentimiento entre ambos para poder subir a la red información del hijo en común.
Posibles riesgos del sharenting
Compartir las fotografías de nuestros hijos es siempre un riesgo, por lo que es fundamental reflexionar un poco sobre esto que pensamos que es inocente y pensar también que hay personas malintencionadas, más aún cuando más del 50% de las imágenes que se encuentran en webs pedófilas han sido obtenidas de las redes sociales.
También están presentes delitos como el ciberacoso, grooming, suplantación de identidad, robo de datos y otros delitos relacionados con Internet. Lo idóneo es evitar compartir este tipo de contenidos en la Red, hasta que sea el propio menor el que pueda decidir por sí mismo.
Precauciones
El País consultó varias páginas dedicadas al tema y artículos de expertos y se concluyó lo siguiente: Si, a pesar de todo, como padres decidimos compartir las fotos de nuestros hijos, es importante recordar:
Revisar la privacidad de nuestras publicaciones en redes sociales, si hemos compartido fotografías o información de nuestros hijos. También es adecuado asegurarse de que nuestros perfiles sean privados para evitar que pueda acceder al contenido cualquier persona.
Además, debemos ser conscientes que en algunas redes sociales la imagen de portada y de perfil son públicas y, por el mismo motivo, no se debe descuidar la fotografía que seleccionemos en los servicios de mensajería instantánea.
Si la publicación del contenido se realizara a través de mensajería instantánea, es importante asegurarse de que las personas a las que enviamos el contenido son de plena confianza y no lo distribuirán a su vez, sin nuestro permiso, a otras personas o lo publicarán en Internet sin previo consentimiento.
No debemos compartir fotografías en las que el menor aparezca desnudo, ni siquiera de recién nacido o bebé. Del mismo modo, evitar compartir su nombre, localización, colegio donde estudia, ni ningún otro dato personal para evitar en la medida de lo posible cualquier acción de ingeniería social.
Pensar en el efecto que puede tener la publicación compartida y cómo puede afectar a la autoestima de nuestros hijos, así como respetar la opinión y decisión de los niños, si nos piden que no publiquemos nada acerca de sus vidas en redes sociales.
Sea cual sea la motivación que nos lleve a publicar una foto o vídeo de nuestros hijos en Internet, reflexionemos antes de hacerlo pensando por encima de todo, en ellos, su seguridad y privacidad.
Tres delitos en Internet
Ciberacoso
El ciberacoso (derivado del término en inglés cyberbullying) también denominado acoso virtual o acoso cibernético, es el uso de medios de comunicación digitales para acosar a una persona o grupo de personas, mediante ataques personales, divulgación de información confidencial o falsa entre otros medios.
Grooming
Es un engaño pederasta, más conocido por el anglicismo grooming (en español “acicalando”), es una serie de conductas y acciones deliberadamente emprendidas por un adulto, a través de Internet, con el objetivo de ganarse la amistad de un menor de edad, creando una conexión emocional con el mismo, con el fin de disminuir resistencia.
Suplantación
Se entiende por suplantación de identidad a aquella acción por la que una persona se hace pasar por otra para llevar a cabo actividades de carácter ilegal, como pueden ser pedir un crédito o préstamo hipotecario, contratar nuevas líneas telefónicas o realizar ataques contra terceras personas.
[gallery ids="250395,250396,250397,250398,250399"]
Con esto se ha ido enterrando la costumbre de tener álbumes de fotos familiares en papel. ¿Somos conscientes de que este cambio conlleva exhibir la intimidad de nuestros hijos a desconocidos y puede generarles riesgos? ¿Usted ha escuchado hablar del sharenting?
El sharenting es un anglicismo que proviene de share (compartir) y parenting (paternidad) y consiste en publicar fotos, vídeos o cualquier otro tipo de información sobre nuestros hijos en Internet, sobre todo en redes sociales.
Para la psicóloga Margot Suárez esto se ha convertido en una práctica tan habitual que el diccionario británico Collins lo incluyó en sus páginas en 2016. Según asegura la generación actual de niños es la más pública de todos los tiempos.
De acuerdo a un artículo publicado en BBC Mundo podría decirse que existen tres categorías de padres en las redes sociales:
- Los orgullosos
-Los protectores
- Los irritados
Los primeros son aquellos a quienes les encantaría que sus contactos de Facebook lo supieran todo sobre sus hijos. Y se encargan de hacerlo publicando cada foto y anécdota a través de la red social.
Los segundos son los protectores, padres no menos orgullosos pero que tienen mucha precaución a la hora de publicar las fotos de sus hijos. Y finalmente los terceros son personas irritadas y hartas del "sharenting", pues tienen invadidos sus muros de fotografías de sobrinos, ahijados y demás.
Los padres orgullosos en Tarija
En Tarija la mayoría de los padres están dentro de la clasificación de orgullosos, pues basta con dar un sencillo recorrido sobre los muros de nuestros amigos para darnos cuenta. Fotografías de cumpleaños, de bautizos, de nacimientos, de un día común es lo que abunda en las redes.
El País efectuó un sondeo a 40 padres de entre 25 a 40 años, 30 de ellos aseguraron compartir las fotografías de sus hijos en la redes de manera regular. ¿Por qué lo hacen? La respuesta fue por el orgullo que sienten por ellos.
¿Han pensado que esto puede ser peligroso? Fue la segunda pregunta que se les hizo, más aún, aunque la mayoría (30) aseguró tomar previsiones como compartir las fotografías sólo con amigos, no creen que sea un verdadero peligro. “Al menos no en Tarija”, aseguraron.
Los otros diez padres que no entran dentro de esta clasificación aseguraron que prefieren no compartir las fotografías de sus hijos por seguridad. En nuestro breve sondeo no hubo algún padre que se reconociese dentro del grupo de los irritados.
Más aún, hubo una última pregunta: ¿Ustedes creen que cuando sus hijos crezcan les reprochen el haber compartido sus fotografías desde tan temprana edad?
Los 30 padres que no ven problema alguno en publicar fotografías de sus hijos aseguraron que no será problema mientras no se publiquen fotos que podrían avergonzarlos.
La imagen personal
Sin embargo, las normas y los expertos aseguran que se debe tener en cuenta que la imagen de cualquier persona, sea adulto o menor, se considera un dato de carácter personal, puesto que permite identificarle.
Aunque la actual legislación ampara a los menores protegiendo sus datos, corresponde a los padres o tutores legales el derecho a velar por el honor, la intimidad personal y familiar y la propia imagen de su hijo.
Cuando los progenitores están separados, corresponde el consentimiento entre ambos para poder subir a la red información del hijo en común.
Posibles riesgos del sharenting
Compartir las fotografías de nuestros hijos es siempre un riesgo, por lo que es fundamental reflexionar un poco sobre esto que pensamos que es inocente y pensar también que hay personas malintencionadas, más aún cuando más del 50% de las imágenes que se encuentran en webs pedófilas han sido obtenidas de las redes sociales.
También están presentes delitos como el ciberacoso, grooming, suplantación de identidad, robo de datos y otros delitos relacionados con Internet. Lo idóneo es evitar compartir este tipo de contenidos en la Red, hasta que sea el propio menor el que pueda decidir por sí mismo.
Precauciones
El País consultó varias páginas dedicadas al tema y artículos de expertos y se concluyó lo siguiente: Si, a pesar de todo, como padres decidimos compartir las fotos de nuestros hijos, es importante recordar:
Revisar la privacidad de nuestras publicaciones en redes sociales, si hemos compartido fotografías o información de nuestros hijos. También es adecuado asegurarse de que nuestros perfiles sean privados para evitar que pueda acceder al contenido cualquier persona.
Además, debemos ser conscientes que en algunas redes sociales la imagen de portada y de perfil son públicas y, por el mismo motivo, no se debe descuidar la fotografía que seleccionemos en los servicios de mensajería instantánea.
Si la publicación del contenido se realizara a través de mensajería instantánea, es importante asegurarse de que las personas a las que enviamos el contenido son de plena confianza y no lo distribuirán a su vez, sin nuestro permiso, a otras personas o lo publicarán en Internet sin previo consentimiento.
No debemos compartir fotografías en las que el menor aparezca desnudo, ni siquiera de recién nacido o bebé. Del mismo modo, evitar compartir su nombre, localización, colegio donde estudia, ni ningún otro dato personal para evitar en la medida de lo posible cualquier acción de ingeniería social.
Pensar en el efecto que puede tener la publicación compartida y cómo puede afectar a la autoestima de nuestros hijos, así como respetar la opinión y decisión de los niños, si nos piden que no publiquemos nada acerca de sus vidas en redes sociales.
Sea cual sea la motivación que nos lleve a publicar una foto o vídeo de nuestros hijos en Internet, reflexionemos antes de hacerlo pensando por encima de todo, en ellos, su seguridad y privacidad.
Tres delitos en Internet
Ciberacoso
El ciberacoso (derivado del término en inglés cyberbullying) también denominado acoso virtual o acoso cibernético, es el uso de medios de comunicación digitales para acosar a una persona o grupo de personas, mediante ataques personales, divulgación de información confidencial o falsa entre otros medios.
Grooming
Es un engaño pederasta, más conocido por el anglicismo grooming (en español “acicalando”), es una serie de conductas y acciones deliberadamente emprendidas por un adulto, a través de Internet, con el objetivo de ganarse la amistad de un menor de edad, creando una conexión emocional con el mismo, con el fin de disminuir resistencia.
Suplantación
Se entiende por suplantación de identidad a aquella acción por la que una persona se hace pasar por otra para llevar a cabo actividades de carácter ilegal, como pueden ser pedir un crédito o préstamo hipotecario, contratar nuevas líneas telefónicas o realizar ataques contra terceras personas.
[gallery ids="250395,250396,250397,250398,250399"]