Beneméritos de la Guerra del Chaco, los que nos dejaron y los que nos quedan
La lamentable noticia sobre la muerte de don Casiano Rivera Guzmán enlutó a Tarija, el héroe falleció alrededor de las 18:00 del lunes 4 de marzo. Así cuando mucha gente disfrutaba del lunes de Carnaval la ejemplar vida de Rivera se apagó. Siempre sus nietos destacaron su fuerza y...



La lamentable noticia sobre la muerte de don Casiano Rivera Guzmán enlutó a Tarija, el héroe falleció alrededor de las 18:00 del lunes 4 de marzo. Así cuando mucha gente disfrutaba del lunes de Carnaval la ejemplar vida de Rivera se apagó.
Siempre sus nietos destacaron su fuerza y valentía, valores que no sólo demostró en la Guerra si no también hace como dos años cuando entró en coma, pero finalmente venció a la muerte.
En ese entonces el padre de uno de «sus bisnietos», que son multitud, Juan Pablo Fernández, dio la noticia en las redes y se desplazó hasta Uruguay, más allá de Monteagudo, a nueve horas de camino desde Yacuiba, donde vivía, para cumplir su última voluntad “traerlo para darle santa sepultura”.
«Acabo de llegar del campo con don Casiano Rivera de 102 años, luego de más de 9 horas de viaje, sufrió una embolia se encuentra en coma, pero aún sigue con vida. Su hija del susto al ver que no respondía nos pasó el dato de que había fallecido, ahora está internado en la CNS de Yacuiba. Me sorprende la fortaleza del abuelito aguantar en ese estado un viaje tan largo muy valiente Benemérito» dijo Fernández a El País en el año 2016.
Don Casiano nació el 9 de abril de 1915 en Azurduy (Chuquisaca), con 17 años se presentó en el sector de Villa Montes para defender a la Patria. Participó de la batalla en la Cañada Strongest. En la última entrevista con los medios relató que su padre lo fue a buscar hasta la misma línea de fuego para llevarlo de nuevo a casa porque era menor de edad.
Pero Casiano insistió, así que en cuanto cumplió la edad volvió a presentarse a la filas. Estuvo casi todo el tiempo en el Destacamento 111, uno de los que cuenta las brillantes y trágicas historias de guerra en el duro y seco Chaco.
“Estuvimos una semana sin tomar agua en la quebrada del Parapetí, sabíamos ir y perforar, pero no había” explicaba don Casiano orgulloso, pues aguantaron más que los paraguayos que se batieron en retirada.
En vida, don Casiano recordaba también que el presidente Peñaranda les dijo que iban a continuar el avance hasta Asunción “pero dos días después se acabó la guerra y firmaron la paz”.
Casiano tenía la edad de 103 años, era el último excombatiente que quedaba con vida en la ciudad fronteriza de Yacuiba. Fue enterrado ayer a las 10 de la mañana en el cementerio de esa ciudad.
Más aún, en toda Bolivia Casiano no es el último, pues aún hay beneméritos con vida. A partir de un reporte del Servicio Nacional del Sistema de Reparto (Senasir) quedan 23 beneméritos vivos de los cerca de 200 mil que fueron movilizados al Chaco boliviano, entre los años 1932 y 1935, para participar de la contienda bélica.
Eusebio Muñoz sigue de pie en Tarija Cercado
En Tarija Cercado vive el benemérito Eusebio Muñoz. Es tarijeño y habita su hogar en la comunidad de San Agustín, el pasado año en mayo la Gobernación le celebró su cumpleaños número 100. El acto tuvo lugar en el despacho del Gobernador, ahí sopló una vela y compartió una torta.
Don Eusebio relata que cuando tenía tan sólo 16 años fue reclutado para prestar servicio en la Guerra del Chaco, esto debido a que no tenía su partida de bautismo. Recuerda que estuvo en la contienda por dos años y siete meses defendiendo a la Patria.
“Dios más bien me ha favorecido y no me ha pasado nada, éramos cuatro hermanos que hemos ido, dos han caído prisioneros, y el otro volvió conmigo, pero nada más”, comentó.
“La guerra ha sido como para no contarla, a veces sufríamos de hambre, sufríamos ataques por una semana, a veces nos vencían y nos sacaban, pero hemos sido nosotros que hemos avanzado hasta Boquerón, lo hemos quitado y estábamos ahí cuando se terminó la guerra”, recuerda el ex combatiente.
Además refiere que en su hogar en San Agustín tiene muchas cosas relacionadas a la época en la que combatió.
Muñoz en la actualidad tiene problemas de la vista y el oído, sin embargo, muestra una actitud de lucha, lo que demostró en su arribo al acto de entrega de 15.000 bolivianos de renta anual, en cumplimiento a la Ley Departamental 118. El acto se efectuó el junio de 2018. Para la ocasión vistió un elegante uniforme.
“Agradezco a Dios y a todos ustedes que están aquí, y me están haciendo este regalo”, señaló el valeroso excombatiente al momento de su intervención.
Los que nos dejaron entre 2017-2019
En los últimos años, 2017-2019 fallecieron muchos excombatientes de la Guerra del Chaco, la mayoría llegó a cumplir 100 años y algo más. En junio de 2018 murió el benemérito del Chaco Luis Mamani Maldonado a sus casi 103 años en la población de Quime, provincia Inquisivi, aquejado por varios problemas de salud.
Si bien don Luis nació en la comunidad de Caquingora, provincia Pacajes, el 5 de octubre de 1915, vivió desde sus cinco años en la comunidad Acutani, en la provincia Inquisivi. Fue en la población de Quime donde fue reclutado para luego ser trasladado a la zona de conflicto.
En abril de 2017 falleció en Riberalta Enrique Suárez Dicker, el último combatiente beniano de la Guerra del Chaco, que salió de la Amazonía para defender la patria, el gas y el petróleo.
Nació en Cachuela Esperanza el año 1917 y se unió al Ejército boliviano cuando apenas tenía 15 años de edad para cumplir con su deber de defender la patria aún a costa de la vida. En 2016 cumplió 100 años de vida, ocasión en que recibió la Condecoración Máxima del Ejército por sus servicios prestados al Estado boliviano.
En marzo de 2017 en La Paz nos sorprendió la muerte de Ricardo Quino Flores, de quien se dijo fue el último combatiente de la Guerra del Chaco que habitaba en La Paz. Murió producto de un cáncer en los riñones y otros problemas de salud.
Meses más tarde en octubre de 2017 en Montero falleció Pablo Salvatierra a la edad de 98 años. En una entrevista pasada el benemérito explicó que lo más difícil en la Guerra fue sobrellevar el dolor de la rodilla como secuela de una bala que casi cercena sus extremidades. «Yo estuve en la zona de Taguaguazurenda como tirador de pieza pesada», contó en aquella ocasión.
Otro deceso sucedió el 19 de enero de este año. Marcial Caballero Saucedo murió en la capital cruceña a la edad de 106 años.
Don Marcial, que era uno de los pocos beneméritos aún con vida residiendo en la capital cruceña falleció por causas naturales debido a su avanzada edad. “Murió mientras dormía. Como todos los días, lo fueron a despertar para que tomara el mate que tanto le gustaba, pero ya había fallecido”, manifestó Andrés Bismarck Aranda, uno de los nietos.
Nació en Trinidad (Beni) el 5 de enero de 1913, ingresó al servicio militar en marzo de 1933 y formó parte de filas del Regimiento Riosinho 10 de Infantería. Durante 26 meses estuvo apoyando en el combate contra las fuerzas paraguayas.
La última muerte registrada de un benemérito en este año es la de don Casiano Rivera Guzmán.
Apuntes sobre la Guerra del Chaco
Inicios
La guerra del Chaco, entre Paraguay y Bolivia, se libró desde el 9 de septiembre de 1932 hasta el 21 de julio de 1935, por el control del Chaco Boreal. Fue la guerra más importante en Sudamérica durante el siglo XX.
Recursos
El enfrentamiento consumió ingentes recursos económicos de ambos países, de por sí muy pobres. El Paraguay abasteció a su ejército con la gran cantidad de armas y equipos capturados en distintas batallas. Terminada la guerra, algunos excedentes los vendió a España (Decreto-ley 8406, 15 de enero de 1937).
Tratado
El cese de las hostilidades se acordó el 12 de junio de 1935. El Tratado de Paz, Amistad y Límites se firmó el 21 de julio de 1938 y el 27 de abril de 2009 se estableció el acuerdo de límites definitivo. La zona en litigio quedó dividida en una cuarta parte bajo soberanía boliviana y tres cuartas partes bajo soberanía paraguaya. Bolivia recibió una zona a orillas del alto río Paraguay.