De adicto para adicto, la historia de un “muerto viviente”
“Consumí la pasta base y sentí una adrenalina, que me llevó a pensar que venía gente, que la Policía estaba afuera, sentía pasos, me levanté a colocar mi oído detrás de la puerta de mi habitación, quería sentir si venía alguien. Estaba solo en la casa y encerrado en mi cuarto. Ya...



“Consumí la pasta base y sentí una adrenalina, que me llevó a pensar que venía gente, que la Policía estaba afuera, sentía pasos, me levanté a colocar mi oído detrás de la puerta de mi habitación, quería sentir si venía alguien. Estaba solo en la casa y encerrado en mi cuarto.
Ya con el grado de adicción que tenía me ponía susceptible, ni siquiera podía disfrutar de la droga, solo era saciar mi necesidad y obsesión cada 10 ó 15 minutos”, comenta Erick, quien permaneció sumergido en las drogas durante 20 años, ahora se dice que era un “muerto viviente” porque estaba desconectado de la realidad y apegado a la soledad.
La primera vez que entró en esos vicios, fue un año después que terminó el colegio, cuando salió a consumir bebidas alcohólicas con sus amigos. Él veía que sus compañeros se reían y no sabía de qué era. Fue entonces que se percató que fumaban marihuana, insistió para que también le hagan probar. Desde ese momento su vida tomó un rumbo diferente al que vino construyendo hasta ese entonces.
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Después de la marihuana consumió cocaína, pero como después ya no tenía dinero para comprar esa droga optó por la pasta base, era diez veces más barata. Su adicción llegó a tal punto que ni siquiera dormía por consumirla. Si en algún momento lograba conciliar el sueño, cuando despertaba, lo primero que hacía era volver a consumir.
Erick siente que durante todo ese tiempo estuvo desconectado de la realidad, no le importaba nada, no tenía ninguna meta ni un objetivo, evadía sus responsabilidades y optó por la soledad, pues otras personas no estaban a “su nivel” de consumo. Cada vez quería más pasta base, caminaba solo por las calles y todo lo hacía de esa manera.
“Todo el tiempo tenía una obsesión mental y alergia física, bastaba que yo pruebe y no podía parar”, comenta- y explica que “el problema es el dinero para saciar la necesidad todos los días, uno empieza a robar cosas o a deshacerse de las pertenencias para tener dinero y comprarla. Te vuelves hasta actor, porque empiezas a mentir y hasta llorar para sacar dinero a otras personas”.
Ahora reflexiona y dice que sus padres nunca le dieron un mal ejemplo como para que se acoja en las drogas. Es entonces cuando piensa que quizá la problemática, a veces, es por tradición o genética, porque se genera un mal hábito, ya sea por presión de los amigos o por experimentar qué se siente.
No deja de lado que la autoestima también juega un papel importante, ya que muchas veces la gente tuvo problemas de niños o adolescentes. Estos factores ocasionaron una deformación del carácter, pues crecieron con inseguridad e inconsciencia, sin una meta o un propósito en la vida. Solo esperaban el fin de semana para salir a emborracharse y consumir drogas, lo que a muchos les da una seguridad falsa y momentánea.
Erick dice que la adicción primero te lleva a perder a la familia, luego a terminar en la calle, en el hospital, en el psiquiátrico y luego en el cementerio. No hay otro camino. Agradece a Dios por haberlo salvado de no terminar en un panteón. Ahora tomó la decisión de recuperarse y en la actualidad lleva ocho años de no probar droga ni alcohol.
Admite que es difícil aceptar que se tiene ese problema, explica que primero siempre se busca una excusa para echar la culpa a otras personas. Sin embargo, él logró dar ese paso. Tanto así que hace tres meses pudo consolidar un grupo de Narcótico Anónimos en Tarija (NA).
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Explica que poseen un programa espiritual, más no religioso. Se trata de 12 pasos, 12 tradiciones y 12 conceptos de autoayuda. En total son 36 principios que tienen que adoptar en su vida diaria. Tienen como guía un libro escrito por adictos para adictos.
Afirma que una persona puede decir que acepta que es adicto, pero no le es nada fácil entender que tiene que leer todo un libro, cuando a la mayoría no les gusta la lectura porque están acostumbrados al ocio. “Entonces, es un proceso”, dice.
Dentro de sus principios el primer paso es admitir que tienen un problema, el segundo es que deben creer en un poder superior, uno que cada quien lo conciba a su manera porque no hablan de religión.
El tercer paso consiste en que entreguen su vida a ese ser superior para que se haga su voluntad, sobre todo porque la de ellos les hizo cometer errores y equivocaciones. Posterior a ello hacen un inventario personal para descubrirse como personas desde niños o desde la etapa que tengan memoria. Así avanzan con una serie de principios, que implican entrar en un proceso.
Ellos dicen que llegan a una vida feliz y útil porque encuentran sentido a su existencia, tienen una motivación, sirven a su familia, a la sociedad, no se sienten solos y ya son nuevamente parte de la humanidad.
La esposa de Erick dice que también es importante la comprensión de la familia, para lo cual también hay un grupo de autoayuda para ellos. Resulta que cuando la persona deja de consumir, se genera un cambio de carácter. Entonces las sesiones son para que esas actitudes no afecten al entorno, para encontrar tranquilidad y no se convierta en un problema más. Al contrario, la familia debe convertirse en un pilar fundamental donde los rehabilitados puedan apoyarse.
Si es que una persona está en rehabilitación y tiene un cambio de carácter, no ayudará que la esposa u otro familiar le cargue con reclamos y se agrande el problema, porque en esos casos, el que venía siendo ex consumidor decide volver a drogarse, ya sea como una especie de venganza o para no enfrentar ese cambio que estaba pasando. Entonces, las recaídas son más graves.
El que una persona permanezca sin consumir 20 o 16 años como Erick, no significa que no lo volverán a hacer, pues muchas veces recaen y la cosa se complica más. Es por eso que el compromiso también es no drogarse por 24 horas, cada día repiten esa misma acción. Uno de sus compañeros de Cochabamba ya lleva 28 años sin consumir.
Como una especie de motivación, a los que recién se unen al grupo se les entrega un llavero blanco, a los que cumplen un mes sin consumir tres, seis y así sucesivamente, se les entrega llaveros de otro color. Como los cinturones que logran los que practican artes marciales. Pero no se trata de una competencia, sino de que sean honestos con ellos mismos para permanecer sin drogarse.
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Las reuniones se efectúan dos veces a la semana, los miércoles y los viernes. Hay sesiones cerradas y otras abiertas. En el primer caso se reúnen solo los adictos para compartir sus experiencias y leer literatura. La otra es para que puedan participar los familiares o los amigos de las personas que están en rehabilitación.
Las personas que quieran entrar al grupo pueden llamar al 72953417, las reuniones se realizan en la calle Alejandro del Carpio número de casa 678 en los días mencionados. También hay grupos en La Paz, Cochabamba y Santa Cruz.
La ayuda para salir de las drogas en Tarija
[caption id="attachment_235963" align="aligncenter" width="169"] Grupo Nuevo Amanecer[/caption]
Inicio de consumo
Después de la marihuana Erik consumió cocaína, luego ya no tenía dinero para comprar esa droga, entonces optó por la pasta base porque era diez veces más barata. Su adicción llegó a tal punto que ni siquiera dormía por consumirla. Si en algún momento lograba conciliar el sueño, cuando despertaba, lo primero que hacía era volver a consumir.
Reuniones
Las reuniones se realizan dos veces a la semana, los miércoles y los viernes. Hay sesiones cerradas y otras abiertas. En el primer caso se reúnen solo los adictos para compartir sus experiencias y leer literatura. La otra es para que puedan participar los familiares o los amigos de las personas que están en rehabilitación.
Contactos para ayuda
Las personas que quieran entrar al grupo de Narcóticos Anónimos pueden llamar al 72953417. Las reuniones se realizan los días miércoles y viernes en la calle Alejandro del Carpio número de casa 678. También hay grupos en La Paz, Cochabamba y Santa Cruz. Tarija es el último en crearse, buscan sentar presencia en los demás departamentos.
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Ya con el grado de adicción que tenía me ponía susceptible, ni siquiera podía disfrutar de la droga, solo era saciar mi necesidad y obsesión cada 10 ó 15 minutos”, comenta Erick, quien permaneció sumergido en las drogas durante 20 años, ahora se dice que era un “muerto viviente” porque estaba desconectado de la realidad y apegado a la soledad.
La primera vez que entró en esos vicios, fue un año después que terminó el colegio, cuando salió a consumir bebidas alcohólicas con sus amigos. Él veía que sus compañeros se reían y no sabía de qué era. Fue entonces que se percató que fumaban marihuana, insistió para que también le hagan probar. Desde ese momento su vida tomó un rumbo diferente al que vino construyendo hasta ese entonces.
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Después de la marihuana consumió cocaína, pero como después ya no tenía dinero para comprar esa droga optó por la pasta base, era diez veces más barata. Su adicción llegó a tal punto que ni siquiera dormía por consumirla. Si en algún momento lograba conciliar el sueño, cuando despertaba, lo primero que hacía era volver a consumir.
Erick siente que durante todo ese tiempo estuvo desconectado de la realidad, no le importaba nada, no tenía ninguna meta ni un objetivo, evadía sus responsabilidades y optó por la soledad, pues otras personas no estaban a “su nivel” de consumo. Cada vez quería más pasta base, caminaba solo por las calles y todo lo hacía de esa manera.
“Todo el tiempo tenía una obsesión mental y alergia física, bastaba que yo pruebe y no podía parar”, comenta- y explica que “el problema es el dinero para saciar la necesidad todos los días, uno empieza a robar cosas o a deshacerse de las pertenencias para tener dinero y comprarla. Te vuelves hasta actor, porque empiezas a mentir y hasta llorar para sacar dinero a otras personas”.
Ahora reflexiona y dice que sus padres nunca le dieron un mal ejemplo como para que se acoja en las drogas. Es entonces cuando piensa que quizá la problemática, a veces, es por tradición o genética, porque se genera un mal hábito, ya sea por presión de los amigos o por experimentar qué se siente.
No deja de lado que la autoestima también juega un papel importante, ya que muchas veces la gente tuvo problemas de niños o adolescentes. Estos factores ocasionaron una deformación del carácter, pues crecieron con inseguridad e inconsciencia, sin una meta o un propósito en la vida. Solo esperaban el fin de semana para salir a emborracharse y consumir drogas, lo que a muchos les da una seguridad falsa y momentánea.
Erick dice que la adicción primero te lleva a perder a la familia, luego a terminar en la calle, en el hospital, en el psiquiátrico y luego en el cementerio. No hay otro camino. Agradece a Dios por haberlo salvado de no terminar en un panteón. Ahora tomó la decisión de recuperarse y en la actualidad lleva ocho años de no probar droga ni alcohol.
Admite que es difícil aceptar que se tiene ese problema, explica que primero siempre se busca una excusa para echar la culpa a otras personas. Sin embargo, él logró dar ese paso. Tanto así que hace tres meses pudo consolidar un grupo de Narcótico Anónimos en Tarija (NA).
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Explica que poseen un programa espiritual, más no religioso. Se trata de 12 pasos, 12 tradiciones y 12 conceptos de autoayuda. En total son 36 principios que tienen que adoptar en su vida diaria. Tienen como guía un libro escrito por adictos para adictos.
Afirma que una persona puede decir que acepta que es adicto, pero no le es nada fácil entender que tiene que leer todo un libro, cuando a la mayoría no les gusta la lectura porque están acostumbrados al ocio. “Entonces, es un proceso”, dice.
Dentro de sus principios el primer paso es admitir que tienen un problema, el segundo es que deben creer en un poder superior, uno que cada quien lo conciba a su manera porque no hablan de religión.
El tercer paso consiste en que entreguen su vida a ese ser superior para que se haga su voluntad, sobre todo porque la de ellos les hizo cometer errores y equivocaciones. Posterior a ello hacen un inventario personal para descubrirse como personas desde niños o desde la etapa que tengan memoria. Así avanzan con una serie de principios, que implican entrar en un proceso.
Ellos dicen que llegan a una vida feliz y útil porque encuentran sentido a su existencia, tienen una motivación, sirven a su familia, a la sociedad, no se sienten solos y ya son nuevamente parte de la humanidad.
La esposa de Erick dice que también es importante la comprensión de la familia, para lo cual también hay un grupo de autoayuda para ellos. Resulta que cuando la persona deja de consumir, se genera un cambio de carácter. Entonces las sesiones son para que esas actitudes no afecten al entorno, para encontrar tranquilidad y no se convierta en un problema más. Al contrario, la familia debe convertirse en un pilar fundamental donde los rehabilitados puedan apoyarse.
Si es que una persona está en rehabilitación y tiene un cambio de carácter, no ayudará que la esposa u otro familiar le cargue con reclamos y se agrande el problema, porque en esos casos, el que venía siendo ex consumidor decide volver a drogarse, ya sea como una especie de venganza o para no enfrentar ese cambio que estaba pasando. Entonces, las recaídas son más graves.
El que una persona permanezca sin consumir 20 o 16 años como Erick, no significa que no lo volverán a hacer, pues muchas veces recaen y la cosa se complica más. Es por eso que el compromiso también es no drogarse por 24 horas, cada día repiten esa misma acción. Uno de sus compañeros de Cochabamba ya lleva 28 años sin consumir.
Como una especie de motivación, a los que recién se unen al grupo se les entrega un llavero blanco, a los que cumplen un mes sin consumir tres, seis y así sucesivamente, se les entrega llaveros de otro color. Como los cinturones que logran los que practican artes marciales. Pero no se trata de una competencia, sino de que sean honestos con ellos mismos para permanecer sin drogarse.
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Las reuniones se efectúan dos veces a la semana, los miércoles y los viernes. Hay sesiones cerradas y otras abiertas. En el primer caso se reúnen solo los adictos para compartir sus experiencias y leer literatura. La otra es para que puedan participar los familiares o los amigos de las personas que están en rehabilitación.
Las personas que quieran entrar al grupo pueden llamar al 72953417, las reuniones se realizan en la calle Alejandro del Carpio número de casa 678 en los días mencionados. También hay grupos en La Paz, Cochabamba y Santa Cruz.
La ayuda para salir de las drogas en Tarija
[caption id="attachment_235963" align="aligncenter" width="169"] Grupo Nuevo Amanecer[/caption]
Inicio de consumo
Después de la marihuana Erik consumió cocaína, luego ya no tenía dinero para comprar esa droga, entonces optó por la pasta base porque era diez veces más barata. Su adicción llegó a tal punto que ni siquiera dormía por consumirla. Si en algún momento lograba conciliar el sueño, cuando despertaba, lo primero que hacía era volver a consumir.
Reuniones
Las reuniones se realizan dos veces a la semana, los miércoles y los viernes. Hay sesiones cerradas y otras abiertas. En el primer caso se reúnen solo los adictos para compartir sus experiencias y leer literatura. La otra es para que puedan participar los familiares o los amigos de las personas que están en rehabilitación.
Contactos para ayuda
Las personas que quieran entrar al grupo de Narcóticos Anónimos pueden llamar al 72953417. Las reuniones se realizan los días miércoles y viernes en la calle Alejandro del Carpio número de casa 678. También hay grupos en La Paz, Cochabamba y Santa Cruz. Tarija es el último en crearse, buscan sentar presencia en los demás departamentos.
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