Elegir y empezar la guardería, consejos para superar el reto
La guardería o el centro infantil se han convertido en una seria opción para los padres actuales, que de a poco han ido dejando los viejos esquemas tradicionales, en los cuales la mujer se quedaba con los niños. Hoy las madres tienen metas profesionales, sueños académicos y quieren también...



La guardería o el centro infantil se han convertido en una seria opción para los padres actuales, que de a poco han ido dejando los viejos esquemas tradicionales, en los cuales la mujer se quedaba con los niños. Hoy las madres tienen metas profesionales, sueños académicos y quieren también ser proveedoras de fondos económicos para el hogar.
Los padres tarijeños aseguran que escoger y pensar en dejar a sus hijos e hijas por primera vez en estos lugares les genera tensión
Este último punto también tiene relación con la crisis actual que exige el trabajo de ambos progenitores en el caso de un hogar biparental. Pero también están las madres o padres que con su esfuerzo crían solos o solas a sus hijos y a la vez trabajan.
En Tarija como en todo el país ambas situaciones se dan, es por esto que en los últimos tiempos tener una guardería o un centro infantil se ha convertido en una buena opción económica como emprendimiento. En Cercado hay más de diez guarderías, que los padres escogen de acuerdo al precio de la mensualidad como también según la seguridad y enseñanza que brindan a sus niñas o niños.
Tras un sondeo realizado por El País a 30 padres y madres, 20 de los padres escogió la guardería o el centro en base a sus posibilidades económicas, número de responsables que cuidan a los niños, infraestructura acogedora y con ausencia de gradas. También se concentraron en el programa de enseñanza.
Sin embargo, para los padres primerizos, lo complicado fue el primer día en el que había que separarse de los niños que iban por primera vez a estos lugares. Para estas fechas muchos de los padres consultados ya van llevando a sus niños dos semanas, más aún muchos otros recién lo harán desde el 1 de febrero.
Claudia Farfán tiene 30 años, está esperando su segundo bebé, su primera hija, Belén, tiene dos años. Su hijo que se llamará Fabricio nacerá en marzo, por lo que se ha visto obligada a llevar a su niña a un centro infantil. Ella trabaja por las tardes como secretaria de una empresa, por lo que su madre se quedaba con su niña durante este tiempo. “Pero ya es hora de que yo tome las riendas del asunto y me organice”, dice con voz firme.
Sobre su experiencia nos cuenta que la elección del centro infantil la hizo de manera detallada, primero preguntando a amigas cercanas, escuchando recomendaciones y luego visitando más de seis centros infantiles. Empero, revela que la peor parte no fue eso sino el primer día de la separación.
Era 15 de enero, iba nerviosa pensando cómo sería la despedida con su hija, admite que no fue nada fácil, pues su pequeña le pidió que se quedara en el patio, pero finalmente tuvo que irse para lograr que su niña logre una adaptación rápida.
Belén ya va yendo dos semanas al centro, Claudia dice que el proceso de adaptación no ha concluido en su caso, pues hay veces en las que aún su niña no quiere separarse, o llora para que llamen a su madre. “Son procesos naturales de cada etapa de una persona, luego debe ir al kínder, a la escuela y bueno debe tener el hábito de ir a estos lugares”, razona en base a este argumento válido, pero que también usa de consuelo.
¿Cómo elegir una buena guardería o centro infantil?
[caption id="attachment_231088" align="alignnone" width="1020"] Es importante que las guarderías tengan infraestructura segura[/caption]
Para responder a esta pregunta de una manera profesional El País consultó a expertos, además de páginas confiables internacionales que tratan la temática de padres y niños. Así investigó sobre el caso en Baby Center y Crecer Feliz, dos webs que se han convertido en un referente en Tarija y en el país sobre la crianza de los hijos.
Entre todo lo explorado llegamos a las siguientes conclusiones.
Buena reputación
Siempre es bueno guiarse por lo que nos dicen nuestros conocidos, o quienes ya hayan tenido la experiencia de llevar a sus niños a estos lugares. Acude al centro a la hora de salida de los niños, por la tarde, y pregunta a los papás que están recogiendo a sus niños qué opinan. Tu primera impresión es importante y cuenta mucho.
Buena organización
Debido a los horarios de trabajo e imprevistos laborales que suceden a diario, es importante que el centro sea flexible y te permita dejar y recoger a tus hijos a diferentes horas, pero debe tener también normas muy claras sobre su funcionamiento, desde qué horas está abierto hasta cuáles son sus planes de emergencia.
Averigua qué enfermedades te obligarán a dejar a tu niño en casa y durante cuánto tiempo. Una normativa muy estricta respecto a las enfermedades puede ser incómoda, pero evita contagios.
Una buena guardería te invitará a formar parte del centro, ya sea ayudando con actividades o participando de algún grupo de WhatsApp. Si el centro no tiene una política de puertas abiertas y no anima a los padres a presentarse sin aviso, es probable que tenga algo que ocultar, así que es mejor que descartes esa opción.
Actividades estimulantes y adecuadas
El programa de enseñanza también es un punto fundamental, por lo que las mejores guarderías tienen horarios estructurados que incluyen mucho tiempo para actividades físicas, momentos para que los niños se relajen (incluyendo sesiones diarias en grupo e individuales), programas de grupo, actividades individuales, meriendas y tiempo libre. La televisión y los videos deberían tener poca cabida en ese horario.
Empleados capacitados y motivados
Una de las ventajas que las guarderías tienen sobre las niñeras y las personas que ofrecen cuidado infantil en sus casas es el disponer de empleados que han recibido formación laboral para ese trabajo.
Observa cómo interactúan los empleados con los niños. Los cuidadores deberían ser responsables, entusiastas y estar bien preparados. Asegúrate de que el centro tiene suficiente personal para que tu hijo pueda recibir la atención necesaria.
Limpio y seguro
Un buen centro está limpio y es higiénico. Los suelos, las paredes, los pasillos y el área de la cocina deben estar limpios. La cocina debe estar lejos de los baños y de los cambiadores de pañales, y los botes de basura deben vaciarse con regularidad. Además, el edificio debe mantener una temperatura adecuada, buena iluminación, y estar ventilado. Los empleados deben lavarse las manos con frecuencia y deben lavárselas cada vez que cambien un pañal.
Asegúrate de que la guardería sigue normas de seguridad básicas. Los juguetes y las instalaciones deben estar en buenas condiciones. Si hay varios niveles, las ventanas más altas deben estar protegidas con rejas u otras barreras que impidan que un niño pueda caerse o tirar objetos. Los medicamentos y otras sustancias tóxicas deben quedar fuera del alcance de los niños, y las camitas o superficies donde se acuesten los pequeños deben ser firmes y estar ventiladas (para reducir el riesgo de muerte súbita infantil en los bebés).
También tiene que haber un botiquín de primeros auxilios y un extintor en lugares accesibles, y deben emplearse todos los métodos de seguridad habituales, como tapas para los enchufes, vallas de seguridad y seguros para las puertas. El centro debe ser seguro e impedir que un extraño pueda entrar en las instalaciones.
Busca una guardería que tenga un área de juego exterior. Los niños deben jugar un rato al aire libre cada día porque correr y saltar es bueno para su desarrollo físico, mental y social.Si percibes un área de riesgo o poca higiene, es mejor que continúes buscando.
Por último, asegúrate de que el centro tenga licencia y credenciales para operar.
Consejos para el primer día de clases
[caption id="attachment_231090" align="alignnone" width="600"] A menudo los niños lloran en el primer día de guardería o centro[/caption]
Listo, ya hemos elegido el centro que más nos convence, hemos ido a éste un par de veces, hemos hecho y nos han hecho las preguntas necesarias sobre nuestro niño o niña. Está pronto el primer día y sentimos los nervios.
Según expertos en el tema, el miedo a la separación es frecuente hasta los seis años y más agudo entre los dos y los tres, es un temor innato, de origen biológico, que forma parte del proceso evolutivo de todos los niños y les ayuda a madurar.
Claro que una cosa es alejarse un poco para curiosear o jugar, y otra, bien distinta, quedarse con alguien a quien no conocen y en un lugar diferente a su casa y entorno habitual como puede ser la guardería.
“Debemos asumir que el niño va a llorar los primeros días y que eso es normal. Por eso, si tiene un objeto de apego como un peluche con el que se va a dormir le puede ayudar a relajarse. En el caso de los niños lactantes, que solo se duermen tomando el pecho, la adaptación es más difícil porque en las escuelas infantiles no le podemos dar de mamar. Sería interesante que otra figura familiar distinta de la madre le aporte otro elemento de apego como un chupete o muñeco que también sirva para relajarse. Y ese muñeco debe venir a la guardería con él”, explica la pedagoga Susana Ambrosy.
¿De qué depende entonces de que todo trascurra lo mejor posible este primer día de guarde?
En primer lugar, coinciden los especialistas, cuantos más factores desconocidos y más cambios introduzcamos, peor.
Conviene establecer en casa una rutina de horarios, que tendrán continuidad una vez que el pequeño empiece la guardería: acostarse pronto, levantarse a una hora más temprana, comer siempre a la misma hora, ir al parque por la tarde, un baño antes de la cena y un cuento para irse a dormir, por ejemplo.
Si es posible, conviene, además, ir preparando el terreno con pequeñas separaciones graduales, como quedarse con los abuelos o alguna persona de confianza. Además, pueden visitar el centro juntos, conocer a la persona que le cuidará, jugar con ésta. Siempre hablarle el positivo sin mencionar frases como: “Nadie te va a reñir, nadie te va a pegar”, “Seguro que vendré a recogerte”, ya que solamente al decirlo ya se abre una duda en la mente del pequeño.
Es mejor decirle “Vas a aprender muchas cosas nuevas y a hacer un montón de amigos”.
Los padres tarijeños aseguran que escoger y pensar en dejar a sus hijos e hijas por primera vez en estos lugares les genera tensión
Este último punto también tiene relación con la crisis actual que exige el trabajo de ambos progenitores en el caso de un hogar biparental. Pero también están las madres o padres que con su esfuerzo crían solos o solas a sus hijos y a la vez trabajan.
En Tarija como en todo el país ambas situaciones se dan, es por esto que en los últimos tiempos tener una guardería o un centro infantil se ha convertido en una buena opción económica como emprendimiento. En Cercado hay más de diez guarderías, que los padres escogen de acuerdo al precio de la mensualidad como también según la seguridad y enseñanza que brindan a sus niñas o niños.
Tras un sondeo realizado por El País a 30 padres y madres, 20 de los padres escogió la guardería o el centro en base a sus posibilidades económicas, número de responsables que cuidan a los niños, infraestructura acogedora y con ausencia de gradas. También se concentraron en el programa de enseñanza.
Sin embargo, para los padres primerizos, lo complicado fue el primer día en el que había que separarse de los niños que iban por primera vez a estos lugares. Para estas fechas muchos de los padres consultados ya van llevando a sus niños dos semanas, más aún muchos otros recién lo harán desde el 1 de febrero.
Claudia Farfán tiene 30 años, está esperando su segundo bebé, su primera hija, Belén, tiene dos años. Su hijo que se llamará Fabricio nacerá en marzo, por lo que se ha visto obligada a llevar a su niña a un centro infantil. Ella trabaja por las tardes como secretaria de una empresa, por lo que su madre se quedaba con su niña durante este tiempo. “Pero ya es hora de que yo tome las riendas del asunto y me organice”, dice con voz firme.
Sobre su experiencia nos cuenta que la elección del centro infantil la hizo de manera detallada, primero preguntando a amigas cercanas, escuchando recomendaciones y luego visitando más de seis centros infantiles. Empero, revela que la peor parte no fue eso sino el primer día de la separación.
Era 15 de enero, iba nerviosa pensando cómo sería la despedida con su hija, admite que no fue nada fácil, pues su pequeña le pidió que se quedara en el patio, pero finalmente tuvo que irse para lograr que su niña logre una adaptación rápida.
Belén ya va yendo dos semanas al centro, Claudia dice que el proceso de adaptación no ha concluido en su caso, pues hay veces en las que aún su niña no quiere separarse, o llora para que llamen a su madre. “Son procesos naturales de cada etapa de una persona, luego debe ir al kínder, a la escuela y bueno debe tener el hábito de ir a estos lugares”, razona en base a este argumento válido, pero que también usa de consuelo.
¿Cómo elegir una buena guardería o centro infantil?
[caption id="attachment_231088" align="alignnone" width="1020"] Es importante que las guarderías tengan infraestructura segura[/caption]
Para responder a esta pregunta de una manera profesional El País consultó a expertos, además de páginas confiables internacionales que tratan la temática de padres y niños. Así investigó sobre el caso en Baby Center y Crecer Feliz, dos webs que se han convertido en un referente en Tarija y en el país sobre la crianza de los hijos.
Entre todo lo explorado llegamos a las siguientes conclusiones.
Buena reputación
Siempre es bueno guiarse por lo que nos dicen nuestros conocidos, o quienes ya hayan tenido la experiencia de llevar a sus niños a estos lugares. Acude al centro a la hora de salida de los niños, por la tarde, y pregunta a los papás que están recogiendo a sus niños qué opinan. Tu primera impresión es importante y cuenta mucho.
Buena organización
Debido a los horarios de trabajo e imprevistos laborales que suceden a diario, es importante que el centro sea flexible y te permita dejar y recoger a tus hijos a diferentes horas, pero debe tener también normas muy claras sobre su funcionamiento, desde qué horas está abierto hasta cuáles son sus planes de emergencia.
Averigua qué enfermedades te obligarán a dejar a tu niño en casa y durante cuánto tiempo. Una normativa muy estricta respecto a las enfermedades puede ser incómoda, pero evita contagios.
Una buena guardería te invitará a formar parte del centro, ya sea ayudando con actividades o participando de algún grupo de WhatsApp. Si el centro no tiene una política de puertas abiertas y no anima a los padres a presentarse sin aviso, es probable que tenga algo que ocultar, así que es mejor que descartes esa opción.
Actividades estimulantes y adecuadas
El programa de enseñanza también es un punto fundamental, por lo que las mejores guarderías tienen horarios estructurados que incluyen mucho tiempo para actividades físicas, momentos para que los niños se relajen (incluyendo sesiones diarias en grupo e individuales), programas de grupo, actividades individuales, meriendas y tiempo libre. La televisión y los videos deberían tener poca cabida en ese horario.
Empleados capacitados y motivados
Una de las ventajas que las guarderías tienen sobre las niñeras y las personas que ofrecen cuidado infantil en sus casas es el disponer de empleados que han recibido formación laboral para ese trabajo.
Observa cómo interactúan los empleados con los niños. Los cuidadores deberían ser responsables, entusiastas y estar bien preparados. Asegúrate de que el centro tiene suficiente personal para que tu hijo pueda recibir la atención necesaria.
Limpio y seguro
Un buen centro está limpio y es higiénico. Los suelos, las paredes, los pasillos y el área de la cocina deben estar limpios. La cocina debe estar lejos de los baños y de los cambiadores de pañales, y los botes de basura deben vaciarse con regularidad. Además, el edificio debe mantener una temperatura adecuada, buena iluminación, y estar ventilado. Los empleados deben lavarse las manos con frecuencia y deben lavárselas cada vez que cambien un pañal.
Asegúrate de que la guardería sigue normas de seguridad básicas. Los juguetes y las instalaciones deben estar en buenas condiciones. Si hay varios niveles, las ventanas más altas deben estar protegidas con rejas u otras barreras que impidan que un niño pueda caerse o tirar objetos. Los medicamentos y otras sustancias tóxicas deben quedar fuera del alcance de los niños, y las camitas o superficies donde se acuesten los pequeños deben ser firmes y estar ventiladas (para reducir el riesgo de muerte súbita infantil en los bebés).
También tiene que haber un botiquín de primeros auxilios y un extintor en lugares accesibles, y deben emplearse todos los métodos de seguridad habituales, como tapas para los enchufes, vallas de seguridad y seguros para las puertas. El centro debe ser seguro e impedir que un extraño pueda entrar en las instalaciones.
Busca una guardería que tenga un área de juego exterior. Los niños deben jugar un rato al aire libre cada día porque correr y saltar es bueno para su desarrollo físico, mental y social.Si percibes un área de riesgo o poca higiene, es mejor que continúes buscando.
Por último, asegúrate de que el centro tenga licencia y credenciales para operar.
Consejos para el primer día de clases
[caption id="attachment_231090" align="alignnone" width="600"] A menudo los niños lloran en el primer día de guardería o centro[/caption]
Listo, ya hemos elegido el centro que más nos convence, hemos ido a éste un par de veces, hemos hecho y nos han hecho las preguntas necesarias sobre nuestro niño o niña. Está pronto el primer día y sentimos los nervios.
Según expertos en el tema, el miedo a la separación es frecuente hasta los seis años y más agudo entre los dos y los tres, es un temor innato, de origen biológico, que forma parte del proceso evolutivo de todos los niños y les ayuda a madurar.
Claro que una cosa es alejarse un poco para curiosear o jugar, y otra, bien distinta, quedarse con alguien a quien no conocen y en un lugar diferente a su casa y entorno habitual como puede ser la guardería.
“Debemos asumir que el niño va a llorar los primeros días y que eso es normal. Por eso, si tiene un objeto de apego como un peluche con el que se va a dormir le puede ayudar a relajarse. En el caso de los niños lactantes, que solo se duermen tomando el pecho, la adaptación es más difícil porque en las escuelas infantiles no le podemos dar de mamar. Sería interesante que otra figura familiar distinta de la madre le aporte otro elemento de apego como un chupete o muñeco que también sirva para relajarse. Y ese muñeco debe venir a la guardería con él”, explica la pedagoga Susana Ambrosy.
¿De qué depende entonces de que todo trascurra lo mejor posible este primer día de guarde?
En primer lugar, coinciden los especialistas, cuantos más factores desconocidos y más cambios introduzcamos, peor.
Conviene establecer en casa una rutina de horarios, que tendrán continuidad una vez que el pequeño empiece la guardería: acostarse pronto, levantarse a una hora más temprana, comer siempre a la misma hora, ir al parque por la tarde, un baño antes de la cena y un cuento para irse a dormir, por ejemplo.
Si es posible, conviene, además, ir preparando el terreno con pequeñas separaciones graduales, como quedarse con los abuelos o alguna persona de confianza. Además, pueden visitar el centro juntos, conocer a la persona que le cuidará, jugar con ésta. Siempre hablarle el positivo sin mencionar frases como: “Nadie te va a reñir, nadie te va a pegar”, “Seguro que vendré a recogerte”, ya que solamente al decirlo ya se abre una duda en la mente del pequeño.
Es mejor decirle “Vas a aprender muchas cosas nuevas y a hacer un montón de amigos”.