Marcha repudia la violencia al grito de “Ni Una Menos”
Los pañuelos morados y la firme condena a la violencia contra las mujeres volvieron a tomar las calles ayer viernes en Tarija, coincidiendo con el día Internacional de esa causa que se conmemora el domingo 25. Una marcha no tan masiva como emotiva y que tuvo en los familiares de las víctimas...
![Espacio publicitario](https://elpais.bo/img/banners/mobile/af954306-c6c8-4a35-9d73-905bb4a28bff.jpg)
![Espacio publicitario](https://elpais.bo/img/banners/tablet/af954306-c6c8-4a35-9d73-905bb4a28bff.jpg)
![Espacio publicitario](https://elpais.bo/img/banners/desktop/af954306-c6c8-4a35-9d73-905bb4a28bff.jpg)
Los pañuelos morados y la firme condena a la violencia contra las mujeres volvieron a tomar las calles ayer viernes en Tarija, coincidiendo con el día Internacional de esa causa que se conmemora el domingo 25. Una marcha no tan masiva como emotiva y que tuvo en los familiares de las víctimas la principal razón de ser.
La marcha se realizó por tercera vez en Tarija, y por tercera vez partió del Cementerio General para llegar hasta el corazón de la ciudad en la plaza Luis de Fuentes luego de pasar por los lugares simbólicos que imparten justicia y que tradicionalmente acarrean números problemas que se traducen en injusticias. El recorrido es por tanto un acto simbólico en el que las asesinadas salen de su lugar de descanso, donde más tarde o más temprano, les espera el olvido, para recordar que la violencia contra la mujer es una realidad cotidiana que se cobra vidas.
La tarde estaba a ratos gris, a ratos calurosa, el tema siempre es incómodo y muchos miran desde la vereda. Lo cierto es que más allá del número de manifestantes en las calles, el número de feminicidios en Tarija crece año tras año, al igual que el número de agresiones físicas registradas en la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia o las atenciones en el Sistema Legal Integral Municipal. El problema convive a diario en Tarija y conviene no perderlo de vista.
La marcha es organizada por un grupo de voluntarias activistas que cada año se consolida. Algunas son viejas conocidas, otras nuevas comprometidas, pero lo cierto es que la cohesión se percibe, al igual que la comunicación con las familias de las víctimas, algo que no se da en los movimientos en otras ciudades del país que han priorizado otras batallas.
Datos que no son solo datos
Lo cierto es que los datos hablan por sí solos. Apenas un 5 por ciento de los casos investigados por el Ministerio Público tipificados como Feminicidio han obtenido una sentencia.
Desde el año 2013, cuando se promulgó la Ley 348 para garantizar a las mujeres una vida libre de violencia, hasta la presente gestión se habían registrados 455 casos de feminicidio en el país y 129.130 casos de violencia familiar.
En Tarija se contabilizan 34 casos según las activistas. En el año 2016 se registraron cinco casos, cifra que fue duplicada casi en el año siguiente 2017, donde se dieron nuevefemincidios algunos especialmente violentos. En este 2018 hasta la fecha se han contabilizado ocho casos.
Las activistas recuerdan que además de las asesinadas, detrás quedan familias destrozadas y numerosos niños huérfanos en penosas condiciones de atención. Solo en los dos últimos años 17 niños quedaron en la orfandad.
La marcha se realizó por tercera vez en Tarija, y por tercera vez partió del Cementerio General para llegar hasta el corazón de la ciudad en la plaza Luis de Fuentes luego de pasar por los lugares simbólicos que imparten justicia y que tradicionalmente acarrean números problemas que se traducen en injusticias. El recorrido es por tanto un acto simbólico en el que las asesinadas salen de su lugar de descanso, donde más tarde o más temprano, les espera el olvido, para recordar que la violencia contra la mujer es una realidad cotidiana que se cobra vidas.
La tarde estaba a ratos gris, a ratos calurosa, el tema siempre es incómodo y muchos miran desde la vereda. Lo cierto es que más allá del número de manifestantes en las calles, el número de feminicidios en Tarija crece año tras año, al igual que el número de agresiones físicas registradas en la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia o las atenciones en el Sistema Legal Integral Municipal. El problema convive a diario en Tarija y conviene no perderlo de vista.
La marcha es organizada por un grupo de voluntarias activistas que cada año se consolida. Algunas son viejas conocidas, otras nuevas comprometidas, pero lo cierto es que la cohesión se percibe, al igual que la comunicación con las familias de las víctimas, algo que no se da en los movimientos en otras ciudades del país que han priorizado otras batallas.
Datos que no son solo datos
Lo cierto es que los datos hablan por sí solos. Apenas un 5 por ciento de los casos investigados por el Ministerio Público tipificados como Feminicidio han obtenido una sentencia.
Desde el año 2013, cuando se promulgó la Ley 348 para garantizar a las mujeres una vida libre de violencia, hasta la presente gestión se habían registrados 455 casos de feminicidio en el país y 129.130 casos de violencia familiar.
En Tarija se contabilizan 34 casos según las activistas. En el año 2016 se registraron cinco casos, cifra que fue duplicada casi en el año siguiente 2017, donde se dieron nuevefemincidios algunos especialmente violentos. En este 2018 hasta la fecha se han contabilizado ocho casos.
Las activistas recuerdan que además de las asesinadas, detrás quedan familias destrozadas y numerosos niños huérfanos en penosas condiciones de atención. Solo en los dos últimos años 17 niños quedaron en la orfandad.